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Todo y Nada


Katara se paralizó de miedo al presenciar la desesperante situación. Sakura, en su intento por rescatar a Aang de su caída tras el ataque de los relámpagos de Azula. Al momento que llegó a un lado de Aang y al tocarlo. Grito de dolor. La pelirosa luchaba por mantener al Avatar en el aire, pero algo le estaba causando un daño incomprensible, y Katara no lograba identificar la causa.

Sin pensarlo dos veces, Katara corrió hacia sus amigos en un frenético intento por ayudarlos. Al mismo tiempo, Azula y Zuko se aproximaron velozmente, con la princesa dispuesta a atacar y Zuko mostrando una extraña mezcla de angustia y desesperación en su rostro.

Al llegar junto a sus compañeros, Katara abrazó con fuerza a Aang mientras convocaba agua a su alrededor para protegerlos y también para ayudar a Sakura. La pelirosa evidenciaba un sufrimiento desgarrador: gemidos de dolor escapaban de sus labios y lágrimas brotaban de sus extraños ojos, que ahora habían perdido su característico color verde. La preocupación de Katara se intensificó al ver que Sakura dejaba de moverse. "¡Sakura!" gritó desesperada, su voz cargada de angustia.

Zuko se sentía abrumado por el arrepentimiento. Nunca había querido lastimar a Sakura de esa manera y su grito desgarrador lo preocupaba profundamente. Sin saber exactamente qué hacer, se debatía internamente entre correr y tomarla en sus brazos para protegerla, o correr y capturar al Avatar, quien yacía inconsciente e indefenso.

Mientras luchaba con su dilema personal, Azula no dudó ni un segundo en lanzar un feroz ataque. Una poderosa estela de fuego emergió de sus manos, siendo detenida pobremente por el agua control de Katara. La piel expuesta del brazo de Sakura que estaba más cerca de el se torno roja, la había quemado un poco.

Antes de que Azula llegara a donde el Avatar de la parte superior de la cueva una ligera explosión abrió un agujero por el que Iroh saltó parándose frente a su sobrina "¡Detente Azula!" Gritó. Preocupado, con apenas unos segundos para evaluar la situación vio a Sakura en el piso inconsciente mientras su mano y piernas se tornaban grises como piedra ¡¿Que estaba sucediendo?!

Katara se sentía paralizada, incapaz de moverse mientras Azula continuaba atacando y los maestros tierra se acercaban cada vez más. A pesar de los intentos de Iroh por brindarle un poco de espacio, la joven no podía apartar la mirada de Sakura. Observó con horror cómo su amiga comenzaba a cubrirse de piedra, pero no de la misma manera que Toph o Aang cuando se protegían con una armadura de roca. En cambio, Sakura y su ropa adquirían un tono grisáceo y se volvían rígidos e inmóviles. Con gran esfuerzo, mientras repelía los ataques de los Dai Li, Katara logró agarrar la mano de Sakura, que ahora se sentía fría al tacto. Los ojos de Sakura habían perdido todo su brillo, y ya no mostraba señales de movimiento.

Las lágrimas llenaron inmediatamente los ojos de Katara. A pesar de los gritos de Iroh instándola a irse, ella no podía abandonar a Sakura en ese estado. Apretó firmemente la mano de su amiga, tragando saliva mientras la angustia se apoderaba de ella. Era evidente que lo que estaba sucediendo avanzaba rápidamente, y el rostro de Sakura se había transformado completamente en piedra.

Katara estaba tan asustada, tan frustrada y tan triste "Sakura" Murmuro con tristeza, algo en el fondo de su corazón le decía con tristeza que su amiga se había ido. Y el dolor que sintió la doblegó. Todo era un desastre.

Azula y Zuko seguían intentando avanzar mientras Iroh los detenía.

La bilis se acumulaba en la parte posterior de la garganta de Katara mientras envolvía a Aang entre sus brazos. Con la ayuda del control del agua, ascendió por el mismo agujero por el que Iroh había entrado. Llorando desconsoladamente, se disculpó con su amiga por no haberla salvado.

Al llegar a la superficie, cargó a Aang sobre su espalda utilizando el agua control, deslizándose por el patio del castillo. Sus lágrimas nublaban su visión mientras lloraba desconsoladamente por Aang y Sakura. ¿Qué había sucedido?

"¡Katara!" gritó Toph desde lo alto.

Sus amigos estaban allí, sobre Appa, acompañados por el rey Tierra. De inmediato, descendieron y la ayudaron.

"¿Dónde está Sakura?" preguntó Sokka, visiblemente preocupado.

Katara lloró mientras abrazaba al Avatar inconsciente, sin poder encontrar las palabras para responder.

Varios maestros tierra emergieron de la ciudad subterránea, lo que hizo que el grupo se alarmara y subieran a Appa para ganar distancia. En el aire, Sokka se acercó a su hermana y la sostuvo de los hombros, mirándola con preocupación.

"Katara, mírame. ¿Qué sucedió?", le preguntó con voz suave pero firme.

Las lágrimas seguían rodando por el rostro de Katara mientras respondía entre sollozos: "Lo siento. Fue una emboscada. Azula atacó a Aang y Sakura intentó ayudarlo, pero..." Apretó la mandíbula con fuerza, tratando de contener el dolor abrumador. "No sé qué pasó. Sakura de repente gritó, cayó al suelo y dejó de moverse. Luego su cuerpo comenzó a convertirse en piedra. Se fue... La vi dejar de respirar".

Sokka y Toph se quedaron sin palabras, asimilando la impactante revelación. El peso de la pérdida los abrumaba mientras intentaban procesar lo que Katara acababa de contarles.

...

Zuko vio a su tío rendirse, aprisionado por los maestros Dai Li. No fue capaz de verlo a los ojos sintiendo una profunda vergüenza por sus acciones. Pero él debía entender cuál era su destino. Rápidamente corrió al lado de Sakura.

Zuko quedó perplejo, incapaz de comprender lo que había sucedido. Todo perdió sentido cuando vio a Sakura utilizando fuego control de ahí todo se había ido en picada. Cuando llegó a su lado Sakura ya no era ella, su piel suave y cálida se había convertido en piedra. La vio sin comprender "¿Sakura?2".

Azula llegó a su lado tocando su hombro en un fingido consuelo "En base a la información que conseguí me llegaron rumores no confirmados de que tu enamorada tenía la habilidad de utilizar más de un control elemental.

Zuko se tenso aun viendo la forma inmovil de Sakura.

Azula examinó detenidamente la estatua frente a ella y ordenó a un maestro tierra que la inspeccionara. El maestro Dai Li se acercó y tocó la superficie de piedra, luego levantó la mirada hacia Azula. "Es solo piedra", informó con una expresión neutral en su rostro.

Zuko cayó de rodillas, con la cabeza baja, sumido en una mezcla de desesperación y tristeza. Sentía la urgencia de gritar y destruir todo a su paso. Sakura no debería haberse visto envuelta en esa situación.

La princesa compartió una mirada irritada con sus dos compañeras y dio un paso al frente con determinación. Con fuerza, presionó el brazo derecho de la estatua, lo que resultó en que se rompiera en varios pedazos. Estuvo a punto de continuar destruyendo el resto del cuerpo, pero fue detenida por su hermano, quien la agarró del tobillo, impidiéndole seguir adelante. 

Azula lo vio fijamente "Admito que no se que fue lo que sucedió, pero por la reacción de la maestra agua lo mas seguro es que esté muerta y no sea un truco extraño para haber huido", afirmó con voz firme. "Decidiste seguir tu destino, no puedes arrepentirte por alguien que ya no está. Levántate, hermano. El Avatar se ha ido gravemente herido. Este pseudo-avatar también se ha ido. Tenemos el camino libre. Ahora nada puede detener a la Nación del Fuego".

Las palabras de su hermana resonaron en los oídos de Zuko. Antes de que pudiera hacer algo, una nueva explosión llamó la atención de todos. La prisión de roca que había capturado a Iroh se rompió en varios pedazos y sin perder tiempo exhalando fuego de la boca hacia la cascada, llenó el ambiente de vapor. Limitando la visión de todos ahí.

Zuko al estar agachado con un poco más de visibilidad. Vio la tierra abrirse debajo de Sakura y tragarse los restos de ella. De inmediato intentó detenerla, pero le fue imposible, el agujero sobre el suelo se restauró tan rápido que le fue imposible detenerla.

"¡Deténganlo!" Ordenó Azula a Ty Lee, Mei y los maestros Dai Li al mismo tiempo que lanzaba más fuego en el ambiente para contrarrestar el vapor. Con el ambiente un poco más claro la princesa se dio cuenta de la ausencia de la estatua de piedra y su hermano salió corriendo a perseguir a Iroh.

Por más que buscaron, por toda la ciudadela subterránea, ni fuera del castillo dieron con Iroh o Sakura.

...

Horas más tarde después de todo lo que había sucedido, en una de las habitaciones dentro del castillo Zuko seguía debatiéndose y preguntándose que era realmente lo que había sucedido. Frente al espejo con un reflejo crítico de sí mismo reflexionaba sobre todo. Su tío había huido y se había llevado a Sakura de eso estaba seguro, no sabía cómo ni porqué, pero el siempre veía las cosas diferentes, de una forma más profunda que el. Todo lo que había sucedido debía tener una explicación. Aferrándose a esa idea, con el traje militar de nación de fuego. Presionando la mandíbula con fuerza al igual que sus puños reafirmo su decisión "Es mi destino" Murmuró.

Las lágrimas que se derramaron desde sus ojos color ámbar fueron su juramento para definir su camino. Su tío debía entender, y Sakura con ella solo se aferró a la idea de que ella estaría bien.

.

.

.

Dolor.

Oscuridad.

Ausencia.

Dolor.

Frío.

Oscuridad.

Miedo...

Levantó la cabeza de golpe, mareada, cerró los ojos y agachó la cabeza. Confundida, volvió a levantar la mirada, pero todo era oscuro; la luz oscilaba con pequeñas estelas de luz blanca. Con un esfuerzo agotador, se puso de pie, sintiendo sus extremidades moverse como si no le pertenecieran.

Sus movimientos y pensamientos eran automáticos, sin control sobre sus acciones. Caminó por la oscuridad durante tanto tiempo que todo dejó de tener sentido. Rendida ante una presión desconocida, sucumbió al extremo dolor que sintió en sus piernas.

Algo en el fondo de su mente, en lo profundo de su subconsciente, le ordenaba y la alentaba a moverse, arrastrándose por la oscuridad oscilante, en el frío suelo avanzaba lentamente mientras sentía que, con cada paso, su cuerpo dejaba de responder gradualmente.

En medio de la penumbra, cuando perdió los sentidos, cuando dejo de ver, cuando dejo de escuchar, cuando dejo de sentir. Cuando el frio la empezó invadir. El miedo la consumió.

Dolor

Oscuridad

Ausencia

Dolor

Frio

Oscuridad

Miedo....

Luego, en medio de la incertidumbre, un cálido sentir la invadió; la oscuridad fue reemplazada por una luz brillante. Sakura abrió los ojos, confundida, y al mirar fijamente el cielo, se dio cuenta de que era de noche. Sentándose con los músculos tensos, tocó su cabeza tratando de aliviar el dolor y se preguntó dónde estaba.

Finalmente, de pie, miró a su alrededor. Un campo de flores violetas y grandes árboles azules y lilas la rodeaban. Confundida, dio un paso al frente, y en ese momento todas las flores a su alrededor se iluminaron. Ríos iridiscentes de energía fluían desde cascadas en el cielo, creando un ambiente etéreo y hermoso. Una ligera bruma apenas perceptible inundaba el ambiente, y todo el dolor y miedo que había sentido desaparecieron, reemplazados por una necesidad abrumadora de avanzar.

Embelesada por sentimientos indescriptibles, dio un paso al frente, luego otro y uno más, hasta que fue detenida por una mano que tomó la suya. Al girar, su mundo se derrumbó. "¿Sasuke?"

.

.

.

"Sakura".

Ella levantó la mirada de nuevo en la oscuridad y, confundida, se dio cuenta de que estaba sentada. Al mirar al frente, encontró una crepita llama de flamas azules que iluminaba el lugar con una cálida y tenue luz. Más allá de la flama, la oscuridad era tan profunda, tan pesada, que no pudo mantener la mirada, así que simplemente se concentró en el fuego.

"Tenía la esperanza de no verte aquí tan rápido."

Sakura saltó alerta, poniéndose en posición de pelea al otro lado de la fogata. Sorprendida, ni siquiera se había dado cuenta de que había otra persona ahí. Le tomó unos segundos poder ver detrás de la sombra. "¿Sasuke?" Susurró sin comprender. En la oscuridad atenuada, su ex compañero de equipo, Uchiha Sasuke, estaba sentado sobre las raíces de un árbol enorme, mirándola fijamente.

Ella quiso huir, salir corriendo de ahí, alejarse lo más posible. Pero la oscuridad que la rodeaba no le permitía avanzar, y no entendía qué estaba pasando. "Tú..." Murmuró, aún preparada para pelear. "¿Moriste?"

Sasuke solo asintió.

Fue en ese momento que un cumulo de recuerdos y sensaciones la invadió doblegándola hasta caer de rodillas. Aang herido y la abrumadora sensación que sintió cuando lo tocó. Aang había estado completamente inundado de energía espiritual, que entró en su cuerpo como un conductor, llenando de golpe el sello en su espalda y convirtiendo todo su cuerpo en piedra. "No, no", sollozó, con un nudo en la garganta que la asfixiaba, y las lágrimas comenzaron a fluir. Con las manos sobre su rostro, lloró porque se dio cuenta de que todo lo que había sucedido la llevó a la muerte. "Mamá, papá", pensó con dolor. "Esto no debía pasar, juré volver".

"Sakura..." Sasuke habló con calma, sin apartar la mirada de ella, cuyos sollozos llenaban el aire. La fogata parecía parpadear al ritmo de sus emociones.

Sakura, entre lágrimas, alzó la mirada hacia su antiguo compañero, sintiendo cómo el peso del dolor y la pérdida se entrelazaba con una extraña sensación. "¿Por qué estás aquí? ¿Por qué tú, de entre todos?" El dolor causado por su antiguo compañero había dejado cicatrices en su alma.

Sasuke ni siquiera se movía, solo la veía fijamente. "No puedo dejar que te vayas tan fácilmente. Juré en mi lecho de muerte que no descansaría hasta que volvieras a casa".

Ella lo miró sin entender.

"Sakura, te debo una disculpa... por todo el dolor que te causé, por todo lo que te hice vivir", comenzó Sasuke, con un tono de voz cargado de pesar. "Mi camino estuvo lleno de oscuridad, y cometí errores imperdonables.

Ella lo miró fijamente, sin poder contener las lágrimas. Sin poder mover ni un solo músculo, por la impresión y dolor que reflejaba su incredulidad. "Después de todo lo que me hiciste"

Y luego fue turno de Sasuke para verla fijamente. Cuando el peso de la mirada cayó sobre ella, Sakura olvidó como respirar, parándose rápidamente.

Sasuke bajó la mirada, sintiéndose abrumado por el peso de sus acciones pasadas. "No merezco tu perdón, Sakura. He hecho cosas terribles, cosas que nunca podré cambiar. Si te sirve de consuelo, nunca fue mi intención dejarte en esa dimensión. Sé que no me creerás, pero era la única forma en la que podíamos vencer a Kaguya sin ponerte en mas peligro".

Sakura no pudo más. "¡Cállate!", gritó. "No me importan tus patéticas excusas. ¡Sé todo lo que pasó después! Eras tan inferior y resentido hacia Naruto que, a pesar de todo, lo desafiaste a una pelea", gritó, pisando con fuerza. "Intentaste matarlo. Él, que tanto se esforzaba por defenderte, por traerte de vuelta, intentaste matar a tu único amigo".

Sasuke la miró fijamente. "... Estaba tan enojado, tan frustrado por cómo había terminado todo. Estaba completamente enojado".

Sakura sintió lágrimas calientes rodar por sus mejillas, con una mezcla dolorosa de sentimientos y una necesidad urgente de salir corriendo.

Sasuke levantó la mirada hacia ella. "Perdóname Sakura".

Ese fue el punto de quiebre. "¡No sé qué hacer! Ni siquiera entiendo qué está pasando. ¿Qué es este lugar y por qué tú estás aquí?", gritó Sakura con lágrimas en los ojos. "Estoy cansada, quiero volver a casa", dijo con la voz entrecortada.

Sasuke agachó la cabeza, sin tener respuesta. La confusión y el dolor en sus ojos mostraban la carga que también llevaba en su corazón.

Sakura lloró por varios minutos, en conflicto con sus sentimientos y completamente desorientada. Le costó varios minutos calmarse, y cuando finalmente volteó, vio a Sasuke sentado en la misma posición, con la cabeza aún agachada. Ni siquiera le importaba lo que él pudiese decir en ese momento. "¡Tu maldito!", Gritó lanzándose sobre él, logrando que ambos cayeran de la gruesa raíz.

Sakura estaba encima de él con el puño levantado dispuesta a golpearlo, pero lo que vio la desconcertó completamente quedando inmóvil al ver a Sasuke llorar. Las lágrimas en sus profundos y oscuros ojos atenuaron las llamas de rabia que antes crepitaban en su interior, y el lugar se sumió en un silencio sepulcral.

Las flamas azules dejaron de crepitar y el poco ruido que había ahí se acabó.

Sakura no sabía que sentir, que decir. Cómo interpretar lo que estaba sucediendo, conmocionada y llena de sentimientos. Se apartó de Sasuke y se abrazó a sí misma, sintiendo cómo las lágrimas seguían brotando de sus ojos. Los recuerdos de su infancia juntos se mezclaban con las imágenes de la masacre y el cambio drástico que había experimentado su amigo. El dolor que sus ojos reflejaban, el peso de sus días como genin y la decepción que sentía hacia la aldea oculta, todo se entrelazaba en un torbellino de emociones dentro de ella.

El llanto de Sasuke rompió todas las barreras que Sakura había construido para protegerse emocionalmente. Las lágrimas del Uchiha le recordaron la pérdida, el dolor y la soledad que había experimentado a lo largo de su vida. Recordó los momentos en que compartieron risas, sueños e ilusiones cuando eran niños, antes de que todo se desmoronara.

Conocía bien todo por lo que Sasuke había pasado: la pérdida de todo lo que amaba, el crecer solitario en la casa donde sus padres fueron asesinados y la carga de vengar a su clan. Aunque se había marchado con Orochimaru, incluso después de haber atacado a Naruto, ella lo había defendido.

La barrera que mantenía sus sentimientos por él ocultos se fue debilitando gradualmente, especialmente cuando escuchó la noticia de que se había unido a Akatsuki. Encontrarlo a su lado en la guerra le dio un atisbo de esperanza, pero cuando él la dejó atrás en el desierto a través del portal, se derrumbó por completo.

Con la mirada apagada y el semblante abatido, Sasuke se levantó vacilante y caminó hacia Sakura. Su voz temblorosa denotaba una rareza en el intento de hablar: "Sé que esto es egoísta, que no merezco tu perdón, y sé que toda esta situación es difícil, pero por favor, confía en mí", suplicó. "No puedo jurarte por mi vida que te ayudaré a volver a casa, porque estoy muerto, pero estoy dispuesto a vivir el resto de la eternidad en esta oscuridad si este es mi castigo. Lo acepto, solo déjame guiarte de regreso a casa. Eso es todo lo que te pido."

Ella lo miró con ojos verdes enrojecidos por el llanto, sus miradas se encontraron. El conflicto en su interior se reflejaba en su mirada.

"No sé cómo enfrentar esto. Mi corazón está hecho pedazos. Ni siquiera sabes por todo lo que pasé", confesó ella.

Un nudo se formó en la garganta de Sasuke, y una profunda tristeza lo invadió. "Era una dimensión segura; no había ninguna firma de chakra fuerte", añadió.

Sakura lo golpeó en el pecho, logrando que diera unos pasos atrás, tambaleándose. "Solo estuviste ahí unos minutos antes de mandarme a ese maldito desierto, ¡mentiroso!" exclamó con furia.

Sasuke, comprendiendo cómo se sentía Sakura, dijo con sinceridad: "Te juro que si pudiera cambiar las cosas, lo haría."

Entre lágrimas, Sakura sollozó: "¡Ya no hay nada que cambiar! ¡Estoy muerta! El chakra de la naturaleza inundó mi cuerpo y me convertí en piedra."

Sasuke dio un paso al frente, moviendo su mano lentamente para tomar la de ella. Sintió cómo temblaba debido al miedo, la rabia y la impotencia que sentía. "Eres la persona con el mejor control de chakra que he conocido. Siempre lograste hacer lo que parecía imposible. Eres capaz de cerrar heridas sin gastar una gota de chakra. Te vi hacer tantas cosas sorprendentes cuando éramos genin, incluso dominaste un ninjutsu prohibido. Sé que puedes controlar la energía espiritual."

"Pero eso fue antes de que mi cuerpo se convirtiera en piedra", respondió Sakura, luchando por encontrar fuerzas para seguir hablando. "El sello en mi espalda se activó cuando toqué el cuerpo de Aang. La energía espiritual se desbordó, y no pude controlarla. Fue demasiado para mí."

Sasuke apretó suavemente la mano de Sakura. "Lo sé, Sakura, pero eso no significa que estés completamente perdida. Por eso no te deje cruzar. Prometo que no te dejaré sola en esto, lo juro.

Concéntrate, busca ese fuego interior dentro de ti, rompe cada barrera. Busca tus caminos de chakra, cada punto de presión, los tenkutsu dentro de tu cuerpo" La miro fijamente "Y Sakura, confía en ti. Te ayudaré en todo lo que puedas.

Sin nada que perder cerró los ojos concentrada en cada parte de su cuerpo, de su sentir, de su espíritu, recuerdos de sus entrenamientos con Tsunade, su antigua maestra, vinieron a su mente. Las lecciones sobre control de chakra y cómo aprovechar el poder dentro de ella. Recordó todas las veces que había enfrentado situaciones peligrosas, cada obstáculo superado. Busco concentrada desde su interior la fuerza, su energía, la parte más pura de su chakra. Era como si una llama ardiente se encendiera en su corazón y se extendiera por todo su ser. Respiró hondo y abrió los ojos, que ahora brillaban con determinación.

"Sasuke aun tengo ganas de golpearte".

Sasuke asintió en comprensión "Realmente lo merezco".

Concentrándose en su respiración y en su chakra, Sakura sintió cómo una nueva energía se despertaba dentro de ella. La oscuridad que la rodeaba comenzó a disiparse mientras su chakra brillaba intensamente en un resplandor rosado. La luz se expandió a su alrededor, y la espiral oscura que la había atrapado se rompió en pedazos.

El regreso fue vertiginoso, y Sakura se encontró flotando en un vacío etéreo.

Dolor.

Oscuridad.

Ausencia.

Dolor.

Frío.

Oscuridad.

Miedo...

El aire a su alrededor se volvió frío y cálido al mismo tiempo. Sasuke ya no estaba allí; motas de luz incandescente la deslumbraban, mientras escuchaba una voz desconocida hablar sobre la nada y el todo. En la oscuridad y el vacío, las pequeñas motas de luz se juntaban a lo lejos.

Dolor.

Oscuridad.

Ausencia.

Dolor.

Frío.

Oscuridad.

Miedo...

Sakura despertó con un nudo en el estómago y una profunda sensación de desorientación. Lentamente, abrió los ojos, encontrándose en un lugar desconocido, un cuarto carente de mobiliario. El recuerdo de su agotamiento de chakra y el encuentro con Sasuke en el limbo entre la vida y la muerte golpeó su mente ya exhausta. La rigidez de sus músculos dolía. Moviendo con dificultad su mente perdida, agotada y confundida, solo tenía una idea en mente: "Volver".

Cerró los ojos, concentrándose mientras intentaba ponerse de pie. Activando el Rinnegan, su mundo se suspendió en un intervalo sin tiempo, el agotamiento de chakra consumía la poca energía que le quedaba. Sus piernas perdían fuerza, y su vista se nublaba. Un dolor horrible inundaba todo el lado derecho de su cuerpo y el intenso frío adormecía sus sentidos.

"Concentra chakra en el Rinnegan, piensa en casa, piensa a dónde quieres volver", habían sido las palabras de Sasuke.

Tratando de concentrarse, ignorando el dolor que sentía, miró al frente apenas distinguiendo tablones de madera como pared. El frío en su cuerpo se extendía, perdiendo las fuerzas, sintió caer de espaldas.

La caída nunca llegó; unos brazos firmes la sostuvieron por detrás. Apenas consciente, logró voltear encontrándose con los profundos ojos de Sasuke que la miraban fijamente. Sus ojos reflejaban algo tan diferente y único a todas las miradas que Sakura alguna vez había visto.

"Se que puedes hacerlo", dijo.

Sakura se aferró a las palabras de Sasuke, encontrando fuerzas en su mirada y en la confianza que él tenía en ella. Respiró profundamente, bloqueando el dolor y la fatiga que amenazaban con vencerla, y se centró en su chakra, enfocando su mente en la imagen de su hogar.

"Concentra chakra en el Rinnegan, piensa en casa, piensa a donde quieres volver", repitió mentalmente, mientras cerraba los ojos y despertaba el sello Byakugo en su frente, donde líneas negras recorrieron su cuerpo, canalizando toda su energía en el poderoso dōjutsu que Sasuke le había enseñado a utilizar.

En su mente, Sakura visualizó su hogar, la aldea de Konoha, y a todos sus seres queridos. Pensó en Kakashi, en Sai, Ino, sus padres y todas las personas importantes en su vida, y luego pensó en Naruto.

Los brazos de Sasuke seguían sosteniéndola con firmeza, ofreciéndole un apoyo silencioso. Era como si pudiera sentir su energía transmitiéndose a través de su contacto, alentándola a seguir adelante.

El Rinnegan en los ojos de Sakura comenzó a brillar con una intensidad deslumbrante, el Sharingan también brilló, y una luz blanca pero profunda inundó la cuenca de sus ojos al mismo tiempo que una grieta se abría en el aire.

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En medio de la noche, mientras el equipo Kakashi descansaba en el árido camino entre Konoha y Sunagakure, habían emprendido una misión relativamente sencilla pero necesaria. Los ancianos del consejo habían obligado a Naruto a salir de las fronteras para formalizar alianzas con otras aldeas, a pesar de sus intentos por evitarlo. Al final, su responsabilidad como sucesor del Sexto Hokage prevaleció.

Naruto, Yamato y Sai caminaban con tranquilidad por el traicionero desierto. Kakashi estaba ausente, por lo que Yamato dirigía la misión. "Descansemos un poco", sugirió el capitán, y se dispusieron a preparar sus sacos de dormir. Mientras tanto, Naruto observaba a Sai dibujar un montón de ratones como medida de vigilancia.

Hasta que la voz de Kurama en su cabeza lo desconcertó. "Algo viene, Gaki", advirtió Kurama.

Naruto se puso en alerta, volviendo rápidamente la mirada a su alrededor y alertando a sus compañeros. Un tirón de energía lo obligó a voltear a su derecha justo a tiempo para atrapar entre sus brazos a su compañera de equipo "¡Sakura!

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Así que ... ¿Les gusto? ¿Entendieron? Tenia pensado publicar este capitulo desde el vienes pasado, pero el encuentro entre Sakura y Sasuke simplemente no me convencía. Les juro que en mi cabeza todo es tan épico, y lleno de sentimientos, peor al momento de escribirlo simplemente no es igual.

Pero de una forma u otra termine el capitulo de esta forma. Esperando les guste. Gracias a todas las personitas especiales que se toman el tiempo de leer y comentar. Son todos tan lindos y me hacen feliz.  💜💜💜

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