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Nindo


Hola ¿Como están? Espero que bien. Este capítulo se hizo muy largo, al principio pensé en dividirlo en dos partes, pero luego pensé, me gusta mucho este capítulo para dejarlo a medias por una semana. Así que espero les guste. 💜💜💜

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Era la primera semana después del final de la guerra que las clases en la academia se habían retomado con normalidad. Iruka se sentía feliz y tranquilo, tener a sus niños de vuelta aprendiendo lo hacía feliz. Sabía que estaban pasando muchas cosas en el pueblo, pero no podía interpretar si eran malas o buenas.

Alistando sus pertenencias para ir a casa con el salón vacío cuando un golpe en la puerta llamó su atención, al voltear se encontró con Naruto que cabizbajo le dio una sonrisa cansada.

"¡Naruto! ¿Qué te trae por aquí?

"Yo... Terminé mi entrenamiento con la vieja Tsunade y quería verte.

Iruka no podía acostumbrarse a ver a Naruto de esa forma, para él, al menos en su mente seguía siendo el pequeño genin. La vista de la realidad lo golpeó fuertemente, sutilmente vio el muñón cubierto de vendas "Naruto" Dijo viéndolo fijamente "Vamos te invitare tu primer trago.

El bar estaba tranquilo, en medio de la semana los pocos clientes habitaban su propio mundo dentro del bar y lo único en comun eran las botellas de licor sobre las mesas.

Iruka trato de alegrar a Naruto, platicó con él sobre la guerra y lo orgulloso que estaba. Durante su estancia en el hospital solo lo había visto cuando lo dieron de alta.

"¿Qué te tiene tan triste?

Naruto se hundió más en asiento, tomando un sorbo del vaso frunció el ceño por el mal sabor ganándose una sonrisa de Iruka "Yo... Estoy preocupado.

"Naruto perder un brazo no es el fin de..

"No" Interrumpió "No es eso, llevó muchos días entrenando control de chakra y no puedo lograrlo, siempre fallo en los ejercicios.

"¿Por eso estás entrenando con Tsunade-Sama? ¿Quieres mejorar tu control de chakra?

"Debo hacerlo.

Iruka lo ve sin entender "Naruto, debido a tu naturaleza de chakra y bueno... El Kyubi.

"Ku-rama" Corrige.

Iruka asiente "Ku-rama en ti, bueno tus reservas de chakra son muy altas, imagina un globo lleno de agua. Todos tenemos un globo lleno que podemos sostener en nuestras manos, pero entre más agua tenga más difícil es sostenerlo ¿Me explico?

Naruto asiente. Tomando de nuevo un trago del Sake "Pero debo hacerlo.

"¿Por que?

Naruto se debate un momento si responder o no "Firme un contrato con Katsuyu, y no puedo convocarla sin un pergamino, sin un buen control de chakra no podré realizar ninjutsu con un solo brazo.

Iruka lo ve fijamente "Siento que hay otra cosa que no me estás diciendo. Espera ¿Dijiste Katsuyu?

Él sabe que no debe confesar un secreto de clase S, va en contra de las reglas, pero simplemente necesita decírselo "Sakura ella...

Iruka siente una presión en su pecho, el tono de la voz de Naruto lo asusta, no es hasta ese momento que se da cuenta que no la ha visto desde el final de la guerra, mil ideas cruzaron su mente. Y la más funesta lo paraliza "Naruto ¿Dónde está Sakura?

"Ella...".

Así entonces Naruto le cuenta todo, la pelea con Kaguya, Obito, Sasuke. La muerte del último Uchiha y la desaparición de Sakura hasta el plan de viajar a través del mundo de las convocatorias. Cuando terminó de contar dos botellas de sake se habían vaciado.

Iruka no supo qué decir, tanta carga de información simplemente lo desestabilizó completamente. Llevándose las manos a la cabeza se inclinó sobre la mesa. Apretando su mandíbula, conteniendo su frustración y dolor, confiaba en Sakura, estaba orgulloso de la increíble kunoichi en la que se había convertido. Y la muerte de Sasuke a pesar de todo le dolia, porque entendía por todo lo que había pasado el pequeño Uchiha. Para él no había pasado el tiempo, del pequeño genin que sonreía cómo estrella cuando su hermano mayor lo iba a recoger. Todo lo que había pasado, el dolor, la pérdida, el sufrimiento, no justificaba las acciones de Sasuke, pero tampoco dejaba de doler.

Al levantar la mirada Naruto terminaba la tercera botella de Sake. Iruka lo vio un poco preocupado "¿Estás bien?

Naruto negó "No puedo entrenar, no tengo una forma de traer a Sakura de vuelta ¡Perdí un brazo! ¡Sasuke murió! Debo hacer misiones de diplomacia cuando debería estar ayudando a Sakura a volver. Kakashi-sensei no puede verme a la cara por que se culpa de lo que sucedió con Sakura y Sasuke ¡Me duele un brazo que ya no tengo! ¡Extraño a Sakura y no puedo hacer nada al respecto!" Gritó exaltado "El pueblo me ve cómo un héroe, pero que clase de héroe puedo ser si no puedo salvar a la mujer que amo".

Iruka se sintió viejo en ese momento "Cálmate, cálmate, sé que estás preocupado y estresado, lo entiendo. Pero debes pensar bien las cosas, mírame" Le quitó la cuarta botella de las manos que ya iba por la mitad "Naruto concéntrate ¿Por qué amas a Sakura?

El se quedó callado por unos segundos "Por qué cuando la miro me siento completo, siento que todo estará bien, porque es hermosa, fuerte, y un poco brusca pero encantadora. Me gusta cuando se sonroja cuando le hacen un cumplido, me gusta su cabello y sus manos, sus ojos y sus labios. Su compasión, su valentía y su dedicación hacia aquellos que ama. Siempre está dispuesta a proteger a sus seres queridos sin importar el costo" Una chispa de determinación brilló en los ojos de Naruto mientras continuaba su explicación, sintiendo cómo las emociones fluían a través de él "La amó porque Sakura es mi amiga y cocina el mejor ramen instantáneo del mundo. No puedo imaginar mi vida sin ella a mi lado.

Con una mirada llena de esperanza, Naruto se puso de pie tambaleándose.

Iruka también se levantó "Estás borracho, siéntate por favor, escucha Naruto mírame... Sakura es una Kunoichi fuerte, estoy seguro que lograra volver.

Naruto asintió.

...

Una hora más tarde Iruka estaba terriblemente arrepentido. Era su culpa, debió imaginarse que combinar alcohol junto con Naruto no sería una buena idea. Ahora un equipo Anbu, Sai, Kakashi y el persiguen por toda la aldea al borracho héroe de guerra.

Sai saltaba a su lado por los techos de las casas "Iruka-San" Gritó ligeramente "Me siento motivado a preguntar que lo llevó a pensar que Naruto podría manejar el alcohol.

Iruka frunció el ceño sintiéndose más tonto ese día.

Mebuki Haruno y Kizashi Haruno cenaban tranquilamente en su casa, cuando un gritó en su patio trasero los alertó.

"¡Haruno-San!"

Esa voz reconocible para ambos los hizo salir; En el patio trasero arriba de la mesa del jardín Naruto Uzumaki con una sonrisa torcida en el rostro y un tropiezo ocasional tratando de mantener el equilibrio los saludo.

El señor Haruno frunció el ceño, sorprendido por el estado en el que se encontraba Naruto. "Naruto, ¿Estás bien? ¿Has estado bebiendo?"

Naruto asintió con entusiasmo. "¡Sí, sí! Iruka-sensei me invitó a tomar mi primer trago, Haruno-san. Vine a decirte que si Sakura no encuentra un portal para regresar a casa, Kakashi-sensei, Sai y yo iremos al mundo de las convocatorias para traerla de vuelta ¡Te juro que la traeremos de vuelta y me casaré con ella!"

Iruka, Kakashi, Sai y el equipo Anbu aterrizaron en el patio, en el momento preciso para escuchar eso.

Iruka rápidamente saltó sobre la mesa y obligó a Naruto a arrodillarse para pedir disculpas "Lo lamento mucho Mebuki-san Kizashi-san, en nombre de mi tonto hijo, les pido disculpas por todo este alboroto.

Sai inclinó la cabeza en comprensión "Está bien por mi, Sakura es mi compañera de equipo y amiga. Kakashi-Hokage-Sama me enseñó que los amigos son lo más importante.

Naruto asintió en entusiasmo aun en el suelo, con Iruka aún disculpándose.

El señor Haruno y su esposa intercambiaron una mirada. "Apreciamos su preocupación e interés", dijo Kizashi, mirando a los demás, luego dirigió su mirada al rubio Uzumaki. "Naruto", sonrió, "Tienes nuestra bendición para casarte con Sakura, claro, siempre y cuando ella acepte" Dijo en tono de broma, aunque el rubio no se dio cuenta.

Mebuki y Kizashi sonrieron "Confiamos en nuestra hija. Ella volverá a casa.

Kakashi suspiró, no se había dado cuenta de lo aliviado que se sentía con esas palabras. "Sí, Sakura volverá". Se acercó. "Lamentamos la situación, nos llevaremos a Naruto. Regresará cuando esté en mejores condiciones para disculparse"

Mebuki se rió. "No importa, vengan, tomemos un café".

Naruto y Sai entraron en la casa como si les perteneciera, después de todo, habían sido invitados. Kakashi aceptó a regañadientes, pero Iruka se sentía demasiado apenado. Kizashi se acercó al cansado maestro. "Vamos, Iruka, pronto seremos consuegros".

Más tarde, por la noche, Iruka arrastró a Naruto hasta su departamento. "No puedo creer que realmente hayas hecho eso".

Naruto no perdió la sonrisa "Me casaré con Sakura".

Iruka le dio un golpecito en la cabeza "Estás loco ¡Tienes 17 años! No dejaré que te cases hasta que tengas 30"

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Mientras tanto, en las celdas del castillo del Rey Tierra, los Dai Li informaron a Long Feng que las guerreras Kyoshi que habían llegado recientemente para brindar apoyo al rey eran nada más y nada menos que la princesa Azula. Esto hizo que Long Feng ideara un nuevo plan.

Les ordenó a sus hombres más confiables dentro de los Dai Li que secuestraran a la princesa durante la noche y la llevaran ante él. Así, en medio de la noche, sentado y aún sintiendo el dolor de las heridas y los golpes que le había dejado el ángel, Azula fue llevada ante la presencia de Long Feng, quien la recibió con indiferencia. Azula, quejándose por el mal trato que le habían dado, exclamó desafiante:

"¿Cómo se atreven a tratar así a una guerrera Kyoshi proveniente del Reino Tierra?"

Miró a Long Feng con determinación, mientras el líder del Dai Li la observaba impasible, manteniendo su compostura."Sé que eres una infiltrada, princesa Azula", respondió Long Feng con calma. "Quiero proponerte un trato. Poseo información muy importante, y te la brindaré a cambio de tu ayuda para recuperar el control de Ba Sing Se".

Azula frunció el ceño, intrigada por la propuesta. "¿Y qué es lo que tienes que decirme?" preguntó con curiosidad.

Long Feng se tomó un momento antes de responder. "Si tú me ayudas a recuperar Ba Sing Se, yo te entregaré al Avatar Aang y a la Avatar Sakura", reveló, captando plenamente la atención de Azula.

La princesa quedó perpleja. No entendía a qué se refería Long Feng. "¿De qué estás hablando?" preguntó directamente, dejando de lado su papel de sumisión. Se irguió sobre sí misma, empujando a los dos maestros tierra que la custodiaban. "¿Avatar Sakura?"

Long Feng asintió con seriedad. "Hay una mujer que acompaña al Avatar. Llegó junto a él a los muros de la ciudad. Es una mujer de cabello rosa y posee una habilidad única para curar".

Azula entrecerró la mirada. Por supuesto ella la recordaba después de todo se habían enfrentado en la batalla del taladro. Desde el primer instante esa mujer le había parecido muy extraña sin embargo aún no entendía que se refería el ministro

"Esa mujer es otra Avatar" Confirmó con seguridad.

"Explícate.

"La vi utilizar agua control, y los Dai Li la vieron utilizar Tierra control.

"Imposible.

...

Azula regresó a la habitación con la mente llena de ideas. Al entrar, se encontró con Mai desmaquillándose y Ty Lee practicando sus acrobacias. Sin decir una palabra, se sentó en la cama.

"¿Recuerdan a la chica de cabello ridículamente rosa en la batalla fuera del muro?", preguntó Azula.

Ambas asintieron.

Azula se quitó los pesados guantes. "Mai, si mal no recuerdo, peleaste con ella. ¿Qué puedes decirme al respecto?"

Mai respondió sin dejar de desmaquillarse. "Es decente. Esquivó todos y cada uno de mis dardos y cuchillos".

Azula reflexionó sobre la respuesta de Mai. "¿Utilizó algún tipo de control?"

"No", respondió Mai.

La princesa del Reino del Fuego se levantó y se acercó a la ventana de la habitación. "Long Feng y los Dai Li cayeron en nuestra trampa. Ahora trabajan para mí. Además, tengo una nueva misión para ustedes. Mañana buscarán a esa mujer llamada Sakura, la vigilarán y me informarán todo sobre ella"

...

Después de la noche caótica que Sakura había tenido, se encerró en la habitación hasta el amanecer, agradeció que Lee no tocara a su puerta. Por la mañana dejó una nota en la mesa de la cocina y salió poco antes del amanecer. Así durante dos días utilizo todo el día para salir de las murallas y meditar

...

La casa de Té Sakura era todo un éxito, el júbilo y alegría de Iroh inundaba todo su ser. Sinceramente estaba muy feliz.

Zuko trabajaba arduamente. Estaba sorprendido de lo bien que le estaba yendo al negocio. Tenía dos días, sin ver a Sakura, por las mañanas dejaba una nota y regresaba hasta muy tarde, no había tenido el valor de tocar a su puerta.

Las pesadillas no eran tan continuas cómo antes, y por alguna razón la gente que visitaba la casa de Té le sonreía con más frecuencia.

"Has trabajado muy duro. Por qué no vas a buscar a Sakura" Había dicho su tío.

Aunque se debatió seriamente en aceptar la oferta lo hizo, subiendo al tren rumbo al sector bajo se preguntó si a Sakura le molestara que la fuera a verla. Al llegar a la clínica esperó varios minutos fuera sin señales de ella. Se acercó a la entrada donde un hombre ya mayor leía un libro.

"Estoy buscando a Sakura.

El hombre levantó la mirada de su libro "¿Te refieres al Ángel?

"Si" Confirmo Zuko.

"Oh, hace un rato que se fue. Vino a asegurarse de que no hubiera ningún paciente enfermo", respondió el hombre, volviendo la mirada a su libro. "Tal vez la encuentres en el mercado, el que está a unas calles de aquí. A esa chica le encantan las cosas dulces. Pregúntale", se rió. "Incluso tiene una lista".

El hombre que resultó ser el médico de la clínica tenía razón. Zuko encontró a Sakura sentada en uno de los puestos del mercado, con un gran plato de wagashi frente a ella. De hecho, tenía demasiados. A unos metros de distancia, vio cómo el chico que atendía el puesto se sentaba frente a ella con una sonrisa tonta. Frunció el ceño, sintiendo cierta incomodidad. Se acercó aún más y pudo verlo con mayor claridad. El chico era casi de la misma edad que él, de piel morena y ojos oscuros.

"¡Lee!" saludó Sakura cuando lo vio.

"Hola", respondió Zuko con seriedad.

Ella sonrió. "Te presento a Mako, el mejor cocinero de wagashi de todo Ba Sing Se. Mako, él es Lee, un amigo".

Zuko asintió, saludando a Mako con un gesto de cabeza. Aunque intentaba ocultarlo, sentía una pizca de celos en su interior. Observó cómo Sakura y Mako compartían risas y parecían disfrutar de su compañía. Decidió mantener su actitud seria, pero en el fondo, se preguntaba qué estaba sucediendo entre Sakura y este nuevo chico en su vida.

"Mucho gusto dijo" Dijo Mako

Lee no respondió, hasta que Mako se fue para seguir atendiendo el puesto. Sakura pareció no darse cuenta de la incómoda situación mientras seguía comiendo. Debido al entrenamiento el gasto de energía que le costaba mantener el rinnegan además del genjustsu que siempre llevaba en el rostro debía reponer energía, la comida y dormir se habían vuelto sus mejores amigas.

Lee se sentó también "¿Está rico?

Sakura asintió "Es mi número 2"

"¿Número 2?

"Si, el primero es el té que prepara tu tío" Le dio una pequeña mordida a uno de los dulces "¿Que te trae por aquí?

"Vine por ti, espero no te moleste.

Sakura negó "Para nada. Pensaba ir por los Ku..cuchillos que solicite al herrero ¿Estas bien Lee? Pareces muy pensativo.

Zuko sentía que podía ser sincero con ella "No se si las decisiones que he tomado últimamente sean las correctas.

"Oh, mmm, bueno ¿Cuál es tu nindo?

"¿Nindo?" Pregunto sin entender.

"Nindo es lo que buscas. Lo que quieres, tu sueño.

"No lo entiendo. A veces solo quiero salir corriendo y olvidarme de todos los problemas. Antes de conocerte tenía un propósito y falle.

Sakura sintió lástima y tristeza por Lee, ya que él no pudo contestar a su pregunta. Se levantó y dejó algunas monedas sobre la mesa, luego tomó a Lee del brazo y lo levantó.

"¿Quieres correr?", propuso Sakura.

Zuko la miró sin comprender.

"Hagamos una carrera, sin detenernos en la estación del tren. Corramos", explicó Sakura.

Sin pensarlo demasiado, Sakura salió corriendo seguida de Zuko. Juntos, dejaron atrás sus preocupaciones y se sumergieron en el simple acto de correr, liberando la tensión y disfrutando del momento presente.

Por otro lado, dos guerreras Kyoshi habían visto toda la escena desde el otro lado de la calle.

...

Sakura era extremadamente rápida. Corría por las calles esquivando a las personas con una destreza asombrosa. Sus pasos eran firmes y no parecía cansarse en lo más mínimo, con una sonrisa constante en sus labios. Zuko, por otro lado, llegó exhausto y se apoyó en sus rodillas, recuperándose del repentino y agotador ejercicio. Se preguntó cuánto habían corrido. Al levantar la mirada, vio a Sakura sonriéndole sin mostrar ni un rastro de cansancio en su rostro.

"¿Por qué hicimos esto?", preguntó Zuko.

"Tú dijiste que tenías ganas de correr. No debes reprimir lo que sientes o lo que deseas hacer", respondió Sakura.

Zuko reflexionó sobre sus palabras. Se dio cuenta de que había estado guardando muchas cosas dentro de él y suprimiendo sus propios deseos. Miró a Sakura, agradecido por su comprensión.

..

En el tren hablaron. Zuko le contó sobre su madre, su infancia en general solo dando datos aleatorios sin revelar verdaderamente nada importante. Sakura le contó sobre sus amigos de la aldea donde ella había crecido.

"Y por último está Naruto", dijo Sakura con una sonrisa en su rostro. "Él es mi mejor amigo, lo es todo para mí, mi persona preciosa".

Zuko se enojó, pero se esforzó por mantener sus emociones ocultas.

Sakura continuó hablando, sin percatarse completamente de la molestia que estaba causando en Zuko. "Lo conozco desde que éramos niños, crecimos juntos", su sonrisa se desvaneció mientras reflexionaba. "No fui una buena persona con él en el pasado, fui grosera y estúpida, pero a pesar de todo, él sigue queriéndome".

En ese momento, Zuko se levantó, visiblemente molesto, justo cuando el tren se detuvo y Sakura se dio cuenta de su reacción. Pero tampoco dijo nada.

Mientras caminaban hacia los cultivos, un silencio incómodo se apoderó de ellos y ninguno de los dos pronunció palabra. Sakura, sumida en sus pensamientos, consideraba la posibilidad de abrir un portal esa noche, pero pronto se dio cuenta de un detalle crucial que había pasado por alto. ¿Cómo regresaría al mundo en el que se encontraba actualmente? Si cruzaba un portal y terminaba en un lugar distinto, no habría garantía de que pudiera regresar a su mundo original. La idea de comenzar desde cero en un nuevo mundo no era atractiva en absoluto.

Recordó el mundo de lava y nieve en el que Kaguya los había encerrado y comprendió que existían posibilidades mucho peores. La perspectiva de encontrarse con mundos así, o incluso algo peor, la hizo dudar de su capacidad para sobrevivir en tales circunstancias.

Las posibilidades parecían infinitas y la idea de no volver a ver a sus nuevos amigos la angustiaba. Miró a Lee, sintiendo un fuerte vínculo con él, y se dio cuenta de que no quería perderlo para siempre. Necesitaba encontrar una manera de crear un mapa o una guía que le permitiera distinguir un lugar de otro y, lo más importante, regresar. ¿Sería posible utilizar algún tipo de sello o marca para lograrlo?

Un picor en su nariz la sacó de su ensimismamiento. Olía a humo. Sin perder tiempo, comenzó a correr, y Zuko la siguió, preguntándose si esa era una reacción común en ella.

La escena que se presentó ante sus ojos era caótica y desesperante. La casa de los granjeros, quienes les habían vendido las hojas de lavanda el otro día, estaba envuelta en llamas. El fuego crepitaba y consumía todo a su paso. Personas corrían de un lado a otro con baldes de agua, tratando desesperadamente de sofocar el incendio. En medio de aquel caos, una mujer angustiada gritaba y lloraba, clamando por su hija desaparecida.

Zuko se encontraba paralizado, indeciso sobre qué hacer. Sabía que podía usar su control del fuego para suprimir las llamas o desplazarlas, pero eso implicaba revelar su habilidad como maestro fuego y arriesgarse a las consecuencias. En medio de su debate interno, quedó estático cuando vio a Sakura correr directamente hacia las llamas, sin mostrar temor ni vacilación.

"Sakura", gritó Zuko, su voz llena de preocupación y angustia. Por un instante, su corazón se detuvo. Quería correr hacia ella, tomarla en sus brazos y alejarla de aquel infierno. Sin importar si descubrían su verdadera identidad como maestro fuego, estático cuando vio a Sakura correr directamente hacia las llamas.

Un llanto empezó a resonar en medio del caos mientras Zuko se acercaba a la casa. En medio de las llamas devoradoras, vio a Sakura emerger como una auténtica heroína, llevando en brazos a una pequeña niña. Su corazón latía desbocado, mezclando incredulidad y admiración.

Zuko la revisó minuciosamente con el corazón aun en la garganta, ella no parecía herida, contuvo las ganas de tomarla en sus brazos y alejarla lo más posible de ahí. Mientras ella revisaba que la niña estuviera bien.

A medida que las llamas continuaban devorando la casa, el calor se volvía abrumador. La madre de la niña seguía llorando, pero ahora la tenía en brazos. Sakura se levantó y, en ese momento, Lee la rodeó con sus brazos, acercándola a su cuerpo.

"Sakura, no vuelvas a hacer algo así", dijo Lee.

Ella también lo abrazó, pero se separaron cuando una viga de la casa cayó. Sakura volvió a correr hacia el frente de la casa y comenzó a mover sus manos. Con chakra en su pecho, una gran masa de agua con forma de dragón, del tamaño de la casa en llamas, apareció y apagó el fuego.

Zuko la miró con sorpresa. "Eres una maestra agua".

Sakura sonrió "Solo soy Sakura".

...

Se había hecho muy tarde, cuando se fueron de los cultivos. Sakura se había asegurado que ninguna de las personas estuviera herida y después de muchos agradecimientos se fueron.

Ya de noche camino de regreso al tren hablaron "No sabía que podías dominar el elemento agua, eres realmente sorprendente"

Sakura sonrió.

El camino levemente iluminado por la luna llena en medio de los pastizales les daba un ambiente muy bonito, las luciérnagas bailaban adornando el paisaje.

La pelirroja frunció el ceño cuando el dolor persistente en sus ojos se intensificó.

"¿Estás bien?" Preguntó Zuko.

"Descansemos un poco, por favor", sugirió Sakura mientras se sentaban al lado del solitario camino. Un silencio envolvió el ambiente. Sakura cerró los ojos, tratando de aliviar el dolor que sentía, pero una vez más no encontró ninguna lesión. Volteó hacia Lee y observó la luna en lo alto, la suave y cálida luz de las luciérnagas brillando detrás de él, y sus ojos. Dios, era malditamente guapo.

"Espero que tu tío no se preocupe por lo tarde que llegaremos", comentó Sakura.

Lee bajo la cabeza arrancando hojitas del pasto debajo de ellos "Me preocupa más que piense otra cosa.

Sakura soltó una risita. "Me recuerdas a alguien, a un amigo que solía tener. Aunque amigo es una palabra muy grande para lo que realmente fue. No te conozco muy bien, pero puedo darme cuenta de cuánto reprimes tus sentimientos".

Zuko levantó la mirada hacia ella.

"Te ves frustrado y molesto por reprimir las cosas" continuó Sakura, "Aunque debo admitir que has mejorado un poco. Pero si continúas así, un día vas a explotar. Debes seguir lo que tu corazón te dicte, no dejes que la incertidumbre o el miedo controlen tu vida. Todos tenemos derecho a ser felices y alcanzar nuestras metas. Creo que el día en que puedas decirme cuál es tu nindo, ese será el día en que comiences una nueva vida".

El asimiló esas palabras y se encogió de hombros. Ella le sonrió y él la miró, aquellos ojos verdes y su cabello tan único, con las mejillas rosas por el frío y labios suaves.

De repente, de manera inesperada pero hermosa, Zuko se acercó y la besó. Se apartó rápidamente, pero la sonrisa que se dibujaba en sus labios era diferente a todas las demás.

Sakura lo miró desconcertada. "¿Por qué hiciste eso?", preguntó, buscando respuestas en su mirada intensa.

"Porque seguí lo que mi corazón me dijo", respondió Zuko, con determinación en su voz.

La kunoichi se quedó sin palabras, realmente no lo había esperado. Tocó sus labios ligeramente. "Lee", dijo tratando de no sonar triste. "Recuerda que me tengo que ir".

"Tal vez pueda ir contigo", sugirió él.

Ella lo miró sorprendida. "Es muy lejos".

"No importa", afirmó él.

"No lo entiendes", susurró ella.

"Lo entenderé", aseguró él.

Ella se sintió como un cachorro acorralado en una esquina. No quería romperle el corazón, aún no sabía qué le deparaba el destino, ni a ella ni a Lee.

Caminaron de nuevo en silencio hasta la estación de tren. Sakura no se había dado cuenta, pero sus palabras habían despertado algo dentro del príncipe Zuko. Un fuego interno comenzaba a arder en su pecho, impulsándolo a reflexionar sobre sus propias emociones y deseos.

Cuando llegaron a la casa, se sorprendieron al encontrar las luces aún encendidas. Al entrar, se encontraron con el tío Iroh, quien los recibió emocionado y les contó que el rey los había invitado a servir el té al día siguiente. Ambos lo felicitaron por la noticia.

"¿Qué estuvieron haciendo ustedes dos que llegaron tan tarde?", preguntó curiosamente Iroh.

Sakura y Zuko se miraron y luego sonrieron. "Apagamos un incendio, salvamos a una niña, conseguimos un gran descuento con los agricultores para futuras compras, comimos wagashi, recorrimos toda la ciudad, paseamos en el tren y tuvimos una conversación muy reflexiva", respondió Sakura, enumerando los emocionantes eventos de la noche.

Iroh sonrió, satisfecho con la respuesta. Estaba claro que algo especial estaba sucediendo entre Sakura y Zuko, y su corazón se llenó de alegría al presenciar el crecimiento de su conexión.

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Después de asistir por varios días a reuniones con los cinco consejeros. Katara se sintió más calmada y feliz con la situación, por fin parecía que las cosas estaban mejorando. Se preguntó cómo estarían su hermano, y los demás. En parte estaba triste por no haber visto a su padre. Pero la consolaba saber que la guerra acabaría pronto y vivirían en paz junto a su familia.

Con Momo sobre su hombro se preguntó qué hacer el resto de la tarde. Ya habían pasado varios días desde la última vez que había visto a Sakura. Había esperado que regresara a la casa, pero no lo hizo, no le preocupaba mucho después de todo sabía que ella era fuerte. Decidida a ir a buscarla caminando entre las calles de Ba Sing Se dirigiéndose a la clínica donde su amiga había estado trabajando.

Por suerte ella estaba ahí, en cuanto llegó la vio. Ella estaba jugando con un grupo de niños, los pequeños se formaron frente a ella atentos de las instrucciones de la chica, ella les estaba enseñando posturas de pelea, lo cual era lindo. Los niños realmente se esforzaban por copiar las posturas de Sakura.

"Sakura" Saludo, esperando que ella no estuviera enojada aun por su última conversación.

Ella volteó hacia Katara y exclamó emocionada: "¡Katara!" Ambas se abrazaron.

"Dime, ¿qué ha sucedido?" preguntó Sakura ansiosamente.

Katara le contó todo lo que había pasado desde que se habían separado. Las conversaciones con el rey, las cartas y cómo Aang, Sokka y Toph habían estado trabajando arduamente. "Apenas hoy terminaron las reuniones con el consejo, pero está bien. ¡Nos ayudarán!" exclamó Katara.

Sakura sonrió ampliamente. "Me alegra mucho escuchar eso".

"¿Y tú qué has estado haciendo estos días?" preguntó la maestra agua.

"Entrenar. Terminé con el asunto pendiente de mi otro ojo. Me estoy preparando para abrir portales y buscar el camino de regreso a casa", dijo Sakura emocionada.

Katara sonrió, feliz por su amiga. "Pensé que volverías a la casa".

"Bueno... No quería molestar, y no sabía que estabas en la ciudad. Estoy viviendo en la casa de un amigo y su tío. Han sido muy amables al prestarme una habitación en su hogar", respondió Sakura con una sonrisa.

Katara asintió. "Puedes volver a casa si quieres. ¡Tengo tanto que contarte!"

Sakura lo pensó durante unos segundos. Aunque se sentía bien viviendo en casa del señor Mushi, sabía que había estado abusando de su confianza. Además, la situación con Lee realmente la preocupaba. No estaba segura de lo que él sentía por ella, pero al final, de una forma u otra, su objetivo era volver a casa. No quería romperle el corazón, así que lo mejor era alejarse y dejar que él reflexionara sobre sus sentimientos.

"Está bien. Hoy por la tarde volveré", dijo Sakura, tomando la decisión de regresar a casa.

Después de platicar un rato, Katara se fue para terminar los pendientes que tenía. Escribió dos cartas para Toph, contándole todo lo sucedido. Quería saber como le había ido con su familia y si habían comprendido mejor la situación.

Caminó con tranquilidad hasta la estación de correos, dejó las cartas y luego decidió comer algo para calmar su estómago vacío.

Cerca de las 11:30 de la mañana, se encontró con la casa de té Sakura. Había escuchado hablar de ella en los últimos días. Todos elogiaban el maravilloso té que se servía en ese lugar.

"Lo merezco", se dijo a sí misma, entusiasmada. Entró al lugar, pero se detuvo asustada en la entrada. Por un momento, pensó que estaba confundida, que lo que veía no era real. Sin embargo, sus ojos no la engañaban. Dentro de la casa, atendiendo el lugar, estaba Zuko. Alerta, salió corriendo directo al castillo. Tenía que informarle al rey todo lo que estaba sucediendo.

...

Al entrar corriendo esperanzada vio a las guerreras Kioshi sentadas en guardia frente al trono "¡Tengo información muy importante! La nacion del fuego se infiltro en la ciudad, el príncipe Zuko esta aquí" Dijo alarmada.

Algo andaba mal Katara lo sabía y no solo era lo que acababa de ver en la casa de te.

"Esa información es vieja" Dijo la guerrera.

Katara no tuvo tiempo de reaccionar, cuando se dio cuenta ya era tarde y su chi había sido bloqueado.

...

Iroh se sentía muy feliz por la situación, servir té al rey era todo un honor, escogio minuciosamente cada hoja, las tazas fueron las mejores, cada detalle estaba cubierto.

Miro de reojo a su sobrino sentado a su lado mientras esperaban al rey "Gracias por todo esto Zuko.

Antes que el príncipe pudiera contestar maestros Dai Li entraron a la sala de tronos en un acto poco amistoso.

Iroh sintió que la pequeña casa de naipes que había construido y donde se sentía tan feliz se cai a pedazos cuando vio entrar a su sobrina menos favorita, de inmediato la pelea inició, con una bocanada de fuego detuvo momentáneamente a los guerreros del reino tierra, mientras huían. Brincando desde un segundo piso vio a Zuko desde abajo.

"Brinca debemos huir.

El príncipe Zuko se encontraba de pie en el borde del edificio, observando cómo el fuego que había atravesado la fachada continuaba consumiendo el material. Se preguntaba si esa sería su vida a partir de ahora, corriendo y escondiéndose. No le gustaba esa sensación de pérdida y humillación. ¿Por qué debería huir de Azula? Sentía la necesidad de enfrentarla y poner fin a todo.

Decidido, Zuko regresó corriendo hasta encontrarse con su hermana y los maestros tierra.

"Te desafío", anunció con determinación.

"Cómo gustes", respondió Azula con frialdad.

Los maestros tierra atacaron en conjunto, sujetando las manos y pies de Zuko. Después de ese asalto, le resultó imposible moverse. Un peso aún mayor que el que había experimentado antes se posó sobre él, haciéndolo sentir impotente y tonto.

Azula tenía razón. Los Dai Li eran despiadados. Los golpes que recibió en cada pierna y en su rostro, que llenaron su boca de sangre, fueron un recordatorio cruel.

Fue escoltado por largos pasillos hasta llegar a unas cavernas profundas, donde de repente se abrió un pasadizo y fue arrojado en su interior. Encontrarse con la amiga del Avatar allí adentro no fue sorprendente en ese punto. Nada podía sorprenderlo más en ese día.

...

Aang en ocasiones se sentía culpable por no entender todo el mundo que lo rodeaba. En su papel cómo Avatar muchas veces se había equivocado. Y a pesar de que intentaba mejorar cada día aun el control de sus poderes estaba muy lejos de ser los necesarios para acabar con la guerra.

Aang había recibido una gran enseñanza de parte de Pathik. Durante los días que había pasado con el Gurú, había aprendido mucho sobre los chakras y el control del estado Avatar. Incluso se había sentido lo suficientemente cómodo como para hablarle sobre Sakura.

"¿No es de este mundo?", preguntó el Gurú, desconcertado.

Aang asintió. "Así es, eso es lo que ella dice. No me malinterpretes, le creo completamente. La he visto hacer cosas increíbles", frunció un poco el ceño. "Se ofreció a ayudarme a dominar el fuego control, pero... yo le reclamé por sus acciones".

"¿Qué hizo ella?", preguntó Pathik curioso.

"Casi mató a un hombre, le expliqué que nosotros no hacemos eso, pero ella me dijo que era su forma de hacer las cosas.

Pathik le ofreció más de la bebida espiritual antes de responder. "Debemos tomar lo bueno de las personas y no solo fijarnos en lo malo. Si ella puede ayudarte, no veo por qué no deberías aceptarla. Por lo que me cuentas de ella, no parece ser una mala persona. Al contrario, creo que puedes confiar en ella".

"Confío en ella" Replicó Aang.

"Entonces... Cuando vuelvas discúlpate y acepta su ayuda. Tal vez no aprendas nada o tal vez lo aprendas todo.

Esa misma tarde la visión de Katara en peligro lo puso al borde de la decisión. y aunque el guro le advirtió que no se fuera sin dominar los chakras él ya había tomado su decisión.

...

Sakura había regresado por la tarde a la casa del señor Mushi, sin embargo, no había encontrado a nadie. Decidió regresar por la noche para avisarles que ya no regresaría a la casa y por supuesto agradecerles por su hospitalidad, ni siquiera entró. No había nada ahí que le perteneciera, sus pocas pertenencias se guardaban de forma segura en el sello de su brazo.

Cuando llegó a la casa, se dio cuenta que no había nadie, caminó hacía el patio y se sentó bajo el árbol, podía aprovechar el tiempo e intentar reunir un poco de chakra de la naturaleza, concentrada pasaron varias horas. Apenas unas cuantas motas de chakra se habían colado en su sistema, ha este ritmo nunca terminaría.

Estaba decidida al día siguiente comenzaría a abrir los portales.

...

Aang, Toph y Sokka en cuánto llegaron a Ba Sing Se fueron directamente con el rey, sin embargo, él les dijo que todo estaba bien. Que Katara había estado en reuniones con los consejeros y que todo estaba normal, además las guerreras Kyoshi también estaban ahí.

Con eso en mente regresaron a la casa en busca de su amiga y hermana. Al entrar la casa estaba vacía, pero Toph les dijo que Sakura estaba en el patio, al mismo tiempo que ella entraba.

Sakura los sintió llegar, dejando a un lado su meditación entró de nuevo a la casa donde tanto Sokka cómo Toph corrieron a saludarla.

Aang se sintió cohibido, se acercó con pasos lentos "Sakura quiero disculparme por la última vez, no debí comportarme de esa forma.

Ella sonrió "No seas ridículo. No hay nada que perdonar, que todo quede en el pasado.

Ambos sonrieron.

Sokka le explico la situación a Sakura, pero ella les aseguro que todo estaba bien "La vi hace solo unas horas no debe tardar en llegar". En ese momento Sakura miro a la puerta confundida, la energía del señor Mushi se acercaba hacía ellos. Poco después el sonido de un ligero golpe en la puerta lo confirmó.

Toph parecía emocionada anunciando a un viejo conocido. Sakura empezó a sentir un mal presentimiento. Al abrir la puerta todos se sorprendieron por diferentes razones.

Iroh miro confundido a la kunoichi "¡Sakura!

Aang parpadeo "¿Lo conoces?

Ella asintió.

"¿Puedo pasar?" preguntó Iroh de forma cortés.

Toph asintió.

"La princesa Azula está en la ciudad, ha capturado a mi sobrino.

Sokka gritó "¡Debe tener a Katara!"

Aang entrecerró la mirada cruzado de brazos mirando a Sakura e Iroh "Espera, hay algo que aun no entiendo ¿Cómo se conocen ustedes?

Iroh miro a la pelirosa "No he sido completamente sincera contigo, mi verdadero nombre es Iroh y mi querido sobrino es Zuko príncipe de la nación de fuego.

Sakura se puso rígida. Lee era Zuko, el mismo que había perseguido por todo el mundo a sus amigos.

Sokka se interpuso entre ambos de forma dramática "¿Qué está pasando aquí? ¿Por que exactamente ustedes se conocen?

"Ella es la novia de mi sobrino." Dijo Iroh con una gran sonrisa orgullosa.

..... "¡QUE!" Gritaron todos.

Sakura se mordió el interior de la mejilla.

"¡Traición! ¡Traición! Gritó Sokka de forma drástica.

No fue hasta que Sakura lo golpeó en la cabeza que se cayó.

"No, no soy la novia de nadie. Lee, o como se llame, es solo un amigo. Los conocí hace poco tiempo".

Iroh le contó la historia de Zuko, cómo había sido expulsado de su reino y marcado por el resto de su vida. Estaba condenado a perseguir al Avatar para poder regresar. "Azula es la hermana de Zuko, princesa de la Nación del Fuego y una mujer despiadada. Ella es diferente a mi sobrino. Azula no duda en matar y es muy poderosa".

Sakura no lo dijo, pero en ese momento empezó a sentirse terriblemente mal. La presión detrás de sus ojos le dolía. No pudo evitar comparar a Zuko con Sasuke, ambos encaminados hacia un destino lleno de dolor y venganza.

"Sakura", dijo Iroh llamando la atención de la pelirrosa, "El ha cambiado y ha elegido un camino diferente. Sé que está arrepentido por lo que hizo. Creo que tú lo influenciaste para tomar esa decisión".

La pelirosa cerró los ojos tratando de aliviar momentáneamente el desgaste de chakra que los ojos le pedían. Por más que intento buscar en su sistema que estaba mal, de nuevo no encontró nada, cada nervio, músculo, tenkutsu estaba bien. Cubriéndose los ojos con la mano derecha infundio chakra médico para calmar el dolor.

"Una persona cercana a mi tenía un pasado similar al de tu sobrino, y... " Sakura negó, sintiendo su corazón apretarse "El no cambió, por el contrario el dolor y la rabia que sentía moldeo su vida hasta consumirla.

Iroh comprendió lo que Sakura decía, pero tenía fe en Zuko "Por favor ayúdenme" Les dijo a los demás de forma sincera.

...

Viajar de nuevo sobre Appa fue reconfortante. La información obtenida del Dai Li que había capturado a Iroh les dio una ruta a la cual dirigirse. Sakura trató de concentrarse en el chakra del ambiente. Sus manos sobre el pelaje de la criatura consumian pequeñas motas de chakra natural, casi nada, poco imperceptible, pero cómo había dicho Katsuyu cada pequeña chispa contaba. Sin embargo, su tarea no fue fácil, entre el dolor de sus ojos, y Sokka haciendo preguntas.

"¿Dónde se conocieron?

¿Te ataco?

¿Lo curaste?

¡¿Se besaron?!

¿Lo golpeaste?

Sakura suspiro "Entiéndeme yo no sabía quién era. No parecía una mala persona. Ahora ¡Podemos centrarnos en el principal problema!

"Ya déjala en paz Sokka" Dijo Aang "Sakura nunca había visto a Zuko"

Cuando llegaron al palacio se dividieron en dos grupos. Toph y Sokka con el rey tierra y Aang, Sakura e Iroh se adentraron a la ciudad subterránea donde tenían atrapados a Katara y Zuko.

En el camino por los túneles Iroh y Aang hablaron cómo viejos amigos, no cómo los enemigos que se suponían eran. Incluso pidiendo consejos. Después de unos minutos de platica y Sakura perdida en sus pensamientos la vista de las cavernas brillantes los dejó asombrados, un espectáculo de la naturaleza digno de contemplar.

"Los siento cerca" Dijo Sakura "Por aquí" Guio.

...

Mientras tanto Toph y Sokka habían entrado a la sala de tronos con la intención de advertir al rey sobre lo que estaba pasando, cuál fue su sorpresa que al ingresar se encontraron con Mei y Ty Lee; De inmediato la pelea inició y empeorando la situación Azula llegó acompañada de los maestros Dai Li que lograron capturarlos y encerrarlos en las celdas.

Mientras Sokka le gritaba a los guardias. Toph esperaba que estos se alejaran y los dejaran solos en las celdas "Aprendí un nuevo truco" Dijo ella.

...

Cuando por fin entraron a la cueva a través del túnel encontraron a Zuko y Katara. Ella de inmediato corrió a los brazos de Aang.

"¡Aang, Sakura! Me alegro tanto de verlos. Azula y sus amigas están aquí en el palacio haciéndose pasar por guerreras Kyoshi.

Tanto Aang cómo Sakura la vieron preocupados "Sokka y Toph van en camino a ver al rey" Dijo Aang, preocupando aún más a Katara.

Iroh también se acercó a su sobrino, inspeccionándolo, parecía que todo estaba bien.

Zuko entendía que el avatar y su tío estuvieran ahí, lo que no entendía era que Sakura estuviera ahí en peligro "¿Sakura? ¿Qué haces aquí?" Se acercó a ella, pero Aang se interpuso entre ambos, utilizando su planeador en amenaza.

"Lee" Dijo ella "Ellos son los amigos de los que te hable.

Katara vio todo confundida "¿Ustedes se conocen?

Sakura asintió "Él es el amigo del que te hablé, donde viví estos días.

Katara la vio incrédula "¡¿Estás con él?!

Aang agarro su cabeza preocupado "¡Eso no importa ahora! Debemos irnos y salvar a Sokka y Toph" Ambas asintieron con determinación, el volteo a ver a sobrino y tío "Aquí nos separamos.

Iroh agradeció a los demás, por unos segundos la mirada de Zuko y Sakura se enfrentó. El se acercó a ella tomando su mano "¿Tu también iras?" Le preguntó el.

La kunoichi frunció el ceño mientras varias presencias se acercaban. Le hizo una señal al Avatar y a Katara. "Los alcanzaré pronto", les dijo. Ellos salieron corriendo, y Sakura se alejó de Zuko, preparada para lo que vendría.

Los maestros tierra no estaban jugando. Los cristales que ahora aprisionaban su cuerpo le habían causado cortes en varias partes. Sakura sintió de inmediato el dolor y el ardor de las heridas. Por instinto, miró al señor Iroh y parecía estar bien.

"Sakura", gritó Zuko preocupado. "¡Libéralos!"

Azula apareció acompañada de los maestros tierra. "Todavía no es tarde para ti,

Zuko. Aún puedes redimirte".

La frustración que Zuko sintió en ese momento aceleró su corazón. Tenía tantas ideas en su cabeza que empezó a palpitarse. El destino, su destino, la angustia y la desesperación llenaron el aire de emociones.

Azula dio órdenes a los Dai Li para que se retiraran. "Sé que sabrás qué hacer, querido hermano. No estás destinado a servir té el resto de tu vida", dijo mirándolo impasible. Luego se acercó a Sakura. "No sé qué trucos estás utilizando, qué tipo de poder o trampa estás usando, pero estoy segura de que lo averiguaré", sonrió.

Sakura también sonrió, pero por razones completamente diferentes, ignoro a Azula Volviendo a mirar a Iroh, Sakura dijo: "Le pido disculpas, voy a golpear a su sobrina".

Iroh asintió y respondió: "Oh, realmente te lo agradecería".

La princesa frunció el ceño, no le gustaba cuando la ignoraban. Se acercó a su hermano y tomó su brazo. "Escucha, Zuko, es el momento de que tomes una decisión. Tu destino, lo que te mereces desde el instante en que naciste, o una vida de mendicidad y sirviente".

Azula volteó a ver a Sakura y dijo: "En cuanto acabe con el Avatar, vendré por ti".

Sakura rodó los ojos con indiferencia. "Zuko", dijo Sakura llamando su atención. "Tú decides tu destino, recuerda lo que te dije". Lo miró fijamente, sus ojos reflejaban la duda existencial por la que atravesaba.

Luego, sus manos se cerraron en puños furiosos. Con decepción y tristeza, lo observó. Él había tomado su decisión.

La kunoichi sintió más presencias acercarse. Debía ir a ayudar a Aang y Katara.

Azula se despidió con falsa cortesía. "Nos vemos, tengo un Avatar real que capturar".

Sakura miró a Zuko y dijo: "Recuérdalo, Zuko. Haría cualquier cosa por mis amigos".

Zuko se enfadó. Prácticamente, Sakura le había dicho que él no importaba, que solo el Avatar era importante, o al menos eso fue cómo lo interpretó. Salió corriendo detrás de Azula.

"Maldita sea", murmuró Sakura, rompiendo la roca de cristal que la aprisionaba.

Iroh la vio impresionada más cuando se acercó y de un solo golpe lo liberó "Por favor váyase, yo me encargare.

Para ese momento la pelea ya había iniciado, al final de pasillo en otra de las cuevas subterránea cubiertas de cristales de cuarzo.

Cuando Sakura llegó corriendo vio disgustada a Zuko atacando a Katara, no dudo cuando corrió desde su espalda lo derribó.

Zuko estaba a punto de lanzar una gran bola de fuego a la maestra agua cuando un golpe en su espalda lo hizo caer. Al girar Sakura estaba ahí.

"Lee, Zuko lo que sea" Dijo ella "Tú también eres mi amigo y no quiero pelear contigo, así que por favor evitemos esto.

Zuko la empujó suavemente "He tomado mi decisión, soy Zuko príncipe de la nación del fuego y eso no va a cambiar.

Sakura lo vio fijamente "Entonces así será.

Katara llegó corriendo en ese momento con dos látigos de agua capturó al príncipe que mediante su fuego control se liberó evaporando el agua que lo contenía.

"Katara ayuda a Aang. Yo me encargo de Zuko" Gritó.

Katara asintió, corrió hacía Aang para apoyarlo en la batalla con Azula. Del agua del estanque que a su lado se encontraba se cubrió de una fina capa de agua deslizándose cerca de su amigo, lo cubrió de una ráfaga de fuego mientras Aang lanzaba dos grandes rocas que Azula esquivó.

Un baile interminable de poder entre los tres se desarrolló.

Mientras Zuko se preparaba para enfrentarse a Sakura, sinceramente no quería hacerlo. No quería lastimarla, así que buscaría una forma de incapacitarla. Sabía que Sakura era una maestra agua y se preguntaba cuán capaz sería ella.

Sin embargo, mientras Zuko estaba distraído pensando en qué hacer, una docena de los Dai Li saltaron desde los túneles recién creados en el techo de la cueva y corrieron directo a atacar a Sakura.

Ella ni siquiera se inmutó. Por el rabillo del ojo, vio a sus amigos luchando contra Azula. Sin ver a sus atacantes de frente, uno de los Dai Li golpeó el suelo, levantando una placa de tierra directamente hacia ella.

"¡No!" gritó Zuko preocupado. "¡Sakura!"

La kunoichi ni siquiera se movió. Simplemente golpeó con su puño la gran pared de roca, que se rompió en varios pedazos dejando a todos sorprendidos.

Tres de los Dai Li fueron incapacitados por el impacto de las piedras, mientras que los dos más cercanos corrieron hacia Sakura para atacarla directamente, mientras los maestros tierra restantes preparaban nuevos proyectiles.

Sakura dio un paso al frente, y uno de los hombres cargó directamente contra ella. Cuando se acercó, Sakura le dio un manotazo con el dorso de la mano que lo hizo caer al suelo como una pequeña mosca siendo aplastada. Ya no se movía, estaba inconsciente. El otro maestro fue derribado por una patada directa en el pecho.

Mientras tanto, los demás maestros ya lanzaban grandes piedras hacia ella, y por detrás se alzaba una muralla de cristal. Su plan era aprisionarla.

Pero Sakura saltó, demostrando ser mucho más ágil que un humano promedio, lo cual desconcertó a Zuko y a los maestros tierra.

Se movía tan rápido que ninguno la veía. Apareció detrás de uno de los maestros y lo golpeó en el cuello, haciéndolo colapsar.

Intentaron aprisionar sus pies varias veces, rodeando sus piernas y pies con piedra y cristal, pero ella seguía caminando como si nada, mientras la tierra y el cristal se desmoronaban a sus pies.

Apenas un poco de sangre cubría las manos y piernas de Sakura por los cortes del cristal donde la habían capturado anteriormente, cortes que habían sido sanados hace mucho tiempo.

Los maestros tierra restantes fueron derrotados uno por uno, y Sakura ni siquiera había utilizado el control del agua.

Finalmente, liberados de obstáculos, Zuko y Sakura se enfrentaron. Él corrió hacia ella, dispuesto a derribarla. "Ríndete".

"¡Nunca!"

Sakura esquivó las llamaradas de fuego, deslizándose por el suelo. Pateó el tobillo de Zuko, haciéndolo caer mientras ella se levantaba. Él se impulsó con fuego desde sus pies y tomó distancia, lanzando esferas de fuego hacia ella.

Azula había estado observando la pelea con la pelirrosa. No pensó que ella les causaría tantos problemas. La consideraba una molestia y sabía que debía acabar con todo rápidamente.

Se alejó de Aang y se posicionó al lado de su hermano. "Déjamelo a mí. Encárgate del Avatar".

Zuko debatió unos segundos, pero al final corrió para atacar al Avatar. Mientras tanto, Katara se enfrentó a varios maestros tierra que se acercaban.

Azula y Sakura se miraron fijamente sin dar ni un paso al frente.

Azula sonrió, con las manos en la espalda. "Le agradas a mi querido hermano. Tal vez, si cooperas, podríamos dejarte vivir".

La Kunoichi sonrió con una mano en la cadera "Si te callas tal vez no te rompa la nariz.

La princesa frunció el ceño "¿Te crees fuerte?

"No lo creo, lo soy" Sakura rápidamente sacó de la bolsa atada a su cadera uno de sus últimos Kuinai que lanzó rápidamente hacía ella.

Azula tardó en reaccionar, apenas moviéndose para evitar el cuchillo. Al diablo con la sutileza, pensó la princesa, quien estaba dispuesta a dejarla hecha cenizas. Chispas se encendieron en las puntas de los dedos de Azula, creando hilos de rayos azules y tronidos que llenaron el ambiente.

La Kunoichi miró con cautela, sin saber que Azula era capaz de controlar el rayo. No quería recibir una descarga eléctrica, ya que la sensación era muy molesta.

Preocupada por Katara y Aang, consciente de que el agua aumentaba la conductividad eléctrica, decidió actuar con precaución.

Una telaraña intrincada de rayos se cernió sobre Sakura mientras ella movía rápidamente sus manos a través de los sellos. "Doton", pronunció con determinación. Una barrera de tierra se alzó, protegiéndola del ataque. Cuando Azula derribó la pared, Sakura ya no se encontraba allí.

"Aquí" Dijo una voz a su espalda que la hizo maldecir. Luego el golpe que Azula recibió por la espalda la paralizó del dolor sin registrar bien lo que sucedía hasta que parpadeo apoyada en el suelo.

"Katara" Gritó Aang llamando la atención de Sakura.

Zuko la atacaba directamente.

Aang corrió listo para enfrentarse a Zuko y proteger a Katara, pero varios maestros tierra comenzaron a emerger de las paredes de la cueva. Preocupado vio llegar a las dos compañeras de Azula; Mai y Tai Lee. No estaba seguro que pudieran ganar.

Evaluando la situación, Aang se sintió abrumado mientras miraba a su alrededor. "La única forma es dejarla ir", recordó las palabras del gurú. Cerró los ojos con determinación, se sentó rápidamente con las piernas cruzadas y se encerró dentro de una cúpula de cristal.

Sakura se colocó detrás de Katara y le preguntó: "¿Lista?" Katara asintió.

Zuko y Sakura se enfrentaron de nuevo mientras Katara enfrentaba a los maestros tierra.

"¡No quiero lastimarte!" Gritó Zuko, expresando su preocupación.

La pelirosa lo miró fijamente. "Yo no abandono a mis amigos, ¡Te lo dije!" Una bola de fuego se impactó cerca de su pie. "Así que quieres jugar con fuego", Sakura corrió hacia Zuko, moviendo rápidamente sus manos en signos. "Katon Tenro Kaken". Llamas surgieron de su mano derecha, cubriendo su piel hasta el codo y extendiéndose más allá de la punta de sus dedos. Inconscientemente, se dio cuenta de lo fácil que le resultaba utilizar el elemento fuego en comparación con ocasiones anteriores.

Sintió confusión al ver la reacción de Zuko, quien ni siquiera intentaba esquivar el ataque. Parecía haber visto al mismísimo demonio. De reojo, vio a Aang cubriéndose dentro de una cúpula de cristal.

Zuko estaba sin palabras, no podía encontrar una explicación lógica para lo que estaba presenciando. "Tú", dijo mientras miraba fijamente a la pelirrosa. "Tú puedes controlar el fuego".

Sakura se mordió el interior de la mejilla, recordando en ese momento la advertencia de sus amigos sobre sus poderes. Pero ya era demasiado tarde. Debía poner fin a la pelea ¡Ya! Decidida, decidió atrapar a todos en un genjutsu.

Canalizando chakra en sus ojos, activó el Sharingan, mejorando su visión hasta marearla. Le costaría adaptarse. Comenzó a tejer capas de ilusión mientras lanzaba el Katon hacia las dos maestras de fuego recién llegadas.

Sakura no pudo comprender lo que estaba sucediendo cuando Aang se escondió en la cúpula de cristal. Al principio, pensó que se estaba defendiendo de un ataque, pero eso no tenía mucho sentido. Solo bastaron unos segundos para que el Avatar volviera a emerger.

Aang lucía diferente. Los tatuajes en su cuerpo brillaban al igual que sus ojos.

Sakura se cubrió los ojos con un leve dolor. La energía que emanaba su amigo la deslumbraba. "¿Qué está pasando?" se preguntó.

"Aang", gritó Katara, acorralada por los Dai Li.

La kunoichi corrió para salvar a su amiga, pero se detuvo al darse cuenta de que Azula, desde lejos, estaba lanzando relámpagos hacia Aang.

"¡No!" exclamaron Sakura y Katara.

Rápidamente, la pelirrosa corrió hacia su amigo para atraparlo y asegurarse de que no estuviera herido. Mientras él caía, ella lo alcanzó y lo agarró del brazo, y entonces todo se detuvo.

...

...

...

Dolor, dolor era lo único que sentía en esos segundos que parecían eternos. Tan pronto como tocó a Aang, una energía descontrolada se introdujo en su cuerpo, paralizándola.

Quemaba sus entrañas y secaba su boca. Trató de bombear chakra rápidamente, evitando abrumar a sus células por el pánico que sentía. En los momentos en que su visión se estabilizaba, veía el suelo, luces y formas que no podía reconocer.

Incapaz de moverse, se tensó de dolor, luchando por reaccionar, por levantarse. Una kunoichi médica debía ser la última en caer. "¡Levántate!" se repetía a sí misma. Sentía que su fuerza se agotaba, el oxígeno en sus pulmones se terminaba, su corazón latía acelerado mientras luchaba por respirar.

"No puedo rendirme, no puedo terminar así, debo, debo volver a casa". Intentó moverse a pesar del dolor, mientras los músculos de su cuerpo se contraían dolorosamente y la aguda sensación de lo que parecían cuchillos clavándose en su piel la hacía doblarse de dolor, incluso aunque no podía moverse.

En los lapsos dónde su visión se estabilizaba, en su intento por reaccionar vio su brazo, y lo que vio la paralizó pero de miedo, con su corazón latiendo demasiado rápido. Su brazo, su brazo se estaba convirtiendo en piedra.

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Gracias por leer, por sus comentarios y votos. Les mando un fuerte abrazo 💜

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