Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

09


xSouh

SAKURA

09

Las palabras se volvieron un poco borrosas, haciendo que se tuviera que detener de la lectura de ese pergamino que parecía infinito. Se llevó la mano dominante a la cara y con el índice y pulgar se frotó los ojos, buscando aliviar el cansancio visual que se acumuló después de pasar toda la mañana y las primeras horas de la tarde trabajando en los asuntos administrativos del clan.

Decidió que no existía ningún problema en el intercambio de granos por carbón pactado con uno de los clanes civiles, tomó el selló y plantó el abanico Uchiha sobre la firma de su padre.

Aquello no era nada del otro mundo, comenzó a hacerlo desde que tenía memoria, primero al lado de su padre, leyendo cada trato que tenían con otras familias y explicándole a Fogaku porqué creía que el acuerdo era justo o no, después lo invitaba a proponer mejores estrategias y por ahora, era un trabajo que hacía solo.

Los deberes del heredero.

Lo llamaban Los Ancianos, juntándolo junto a horas de clases de lenguaje, escritura, política, administración y todo, sin descuidar su entrenamiento ninja.

Si no hubiera escuchado regañar a su madre mil veces a Sasuke por chasquear los dientes, lo habría hecho solo al recordar a Los Ancianos.

En su día a día no era difícil evitarlos, podría alegar que tenía una misión o un recado de su madre. Incluso el entrenamiento funcionó por muchos años, pero la junta mensual del clan era algo que inevitable.

Itachi ya podía ver venir el tema favorito de su abuelo: "necesitamos herederos"

Algo sobre que su padre ya estaba casado y con dos hijos a su edad.

Pero Itachi sabía que Fogaku nunca deseó escalar en las filas del organigrama ninja de Konohagakure, y ADEMAS, los tiempos habían cambiado. Ya no estaban en guerra, las personas ya no se casaban ni tenían hijos tan jóvenes solo para aumentar sus números.

Por supuesto que se iba a casar, pero no con una mujer que ni siquiera conociera o en algo político. No es que fuera un romántico, pero esa mujer tendría que ser inteligente, fuerte e independiente. Tendría que haber belleza en su sonrisa y confianza en sus ojos.

De cualquier forma -y aunque no haya chasqueado los dientes- si soltó un suspiro.

―¿Pasa algo, Itachi-kun? ― preguntó su madre, y solo todo el entrenamiento ninja evitó que reaccionara con sorpresa ante su presencia. Lo único que salvó su dignidad fue recordar que, aunque ya no estuviera activa, su madre fue una jounnin altamente calificada.

―Nada, oka-san. ―le sonrió suavemente.

―Pareces agotado de todo ese aburrido trabajo ―comentó la mujer con cierto desinterés que hizo dudar a su hijo ― ¡Ya sé! ¿Por qué no vas por unos dangos? Ya estamos tan cerca del Hanami, y esos son tus favoritos.

―Hmnp...

―Disfruta el paseo. No vuelvas tarde.

69696969696969696969696969696969696969696

Caminó entre las calles iluminadas por farolas, el ambiente festivo del Hanami ya se sentía en el aire, cuando las noches dejaban de ser frías y las familias aprovechaban esas horas para dar paseos.

El peso de las cuatro charolas de dango apenas se sentían en su brazo izquierdo, ocupando el derecho para sostener el palillo del dumpling.

Apenas iba a morder la primera bola verde cuando se detuvo en seco.

Su madre lo sabía.

Lo mandó específicamente a comprar Hanami Dango, le había dicho que eran sus favoritos, los dangos que curiosamente eran de los colores de cierta chica pelirosa. (Una asociación que él hizo hasta ese momento).

También habló bastante de la floración de ese año. La floración de Sakuras.

69696969696969696969696969696969696969696

―¿Qué esperas, frente? ―gritó Yamanaka Ino, entrando a la oficina de su mejor amiga para apurarla.

―Ahorita te alcanzo. ―respondió la pelirosa, sintiendo como una firma de chakra que reconoció muy bien, salir por la ventana.

Había ido al lugar por unos expedientes que planeaba revisar esa noche, pero la ventana abierta y la presencia reciente de alguien llamó su atención. No parecía que se hubieran llevado algo, pero si dejaron una pequeña caja sobre su escritorio.

Espero que los disfrutes.

U. I.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro