xSouh

SAKURA

08

― ¿Y cómo han estado Sakura-chan y Naruto-kun, Sasuke-chan? ―preguntó la matriarca Uchiha, desde que empezó a hablar una pequeña alarma se encendió en la parte de atrás del cerebro de Itachi, su madre solo utilizaba ese tono demasiado casual cuando buscaba obtener algo.

El hermano mayor siguió comiendo como si no hubiera pasado nada, tomando un trago de su té y sin hacer evidente que su atención estaba en los gestos del menor, quien parecía no haberse dado cuenta de las intenciones de Mikoto. Itachi entendió porque el ingrediente principal de la ensalada eran tomates.

―Igual de molestos que siempre. ― le respondió Sasuke, concentrado en su comida. Las cenas en las que su padre no estaba presente siempre eran más informales.

― ¿Es cierto que Naruto-kun está preparándose para Hokage? ―lanzó otra pregunta, la mujer parecía prestarle más atención a su té. ― ¿No era Sakura-chan la que era la aprendiz de Tsunade-sama?

―Sakura nunca ha querido en el puesto de Hokage. ―dijo Sasuke, cayendo en cuenta de la situación por primera vez. ―Por estos días lo único que le interesa es pasar cien horas a la semana en el hospital.

―¡Eso no debe ser sano para nadie! ―exclamó Mikoto, luciendo preocupada. Itachi sabía que no lo estaba, no realmente. ―Debe terminar muerta, los medininj siempre están gastando su chakra.

―Debe de haber protocolos en el hospital para no ponerlos en peligro ―dijo Itachi, recordando como muchos de sus compañeros alardeaban de procedimientos que habían tenido que recibir por lesiones en misión.

―¡Se necesitaron tres rondas completas de médicos! ― presumían algunos, algo que personalmente, él no entendía.

―De todos modos. Deberías de invitarlos a cenar este viernes ―sugirió su madre, y Sasuke, ajeno a toda la red que había estado tendiendo su madre, volteó a verla como si le hubiera salido otra cabeza. ―Tú también podrías invitar a alguien, Itachi.

696969696969696969696969696969

Itachi no había pensado en invitar a nadie, por supuesto.

Pero su misma madre le había comentado a Shisui, y el por supuesto que había invitado a Akihiro Hyuuga, solo los Kami sabían como podía soportar a esos dos en la mayoría de sus misiones ANBU. Por lo menos el Inuzuka estaba "indispuesto" ese día.

―Shisui, ayúdame con los platos, por favor. ―pidió la matriarca, apareciendo en el comedor con platillos que ambos hermanos sabían que su madre solo preparaba cuando tenían visitas importantes.

―Todo se ve delicioso, Mikoto-san ―dijo Sakura, sintiéndose rara por llamar a la mujer por su nombre, pero ella había insistido bastante en el momento en que cruzó la puerta principal.

La pelirosa no pudo negar que era extraño, como medico llegó a verlos una o dos veces, pero tratar con la familia de su compañero de equipo y el principal escuadrón ANBU de Konoha en algo tan informal se sentía fuera de lugar.

―Me alegra que te guste ―sonrió la mujer, que una vez que obtuvo ayuda, la mesa estuvo lista en solo un par de minutos. ―Es una tristeza que Naruto no haya podido acudir. Sasuke se ha vuelto tan callado desde que hicieron chunnin.

―Casi extraño al lindo Sasuke cuando apenas iba a la academia. ― dijo Shisui, ganándose una mirada matadora del susodicho pero la sonrisa de ambas mujeres.

Itachi solo podía seguir observando la escena desde afuera. Tomó su lugar en el sitio donde regularmente se sentaba su madre, quien se sentó en la cabecera de la mesa. Sasuke estaba frente a él, a la izquierda de su madre, y Sakura a su lado.

El de coleta se había dado cuenta de su presencia incluso mucho antes de que ella tocara la puerta, ¿era un remanente de la sesión de curación? Recibió de su chakra por mucho tiempo, no seria tan raro, aunque hasta ese momento, no existía un pergamino que hablara sobre el tema.

No tenia recuerdos claros de antes de iniciar su entrenamiento como ninja, el manejo de chakra y ser consciente de su entorno era tan natural como respirar, saber en qué posición estaba cada persona dentro de la sala y estar atento al mínimo movimiento estaba en su naturaleza, pero sus ojos iban a parar en la cabellera rosa más de lo estrictamente establecido; o en las pestañas que ya había visto tan cerca, o el tono exacto de sus ojos que ahora estaba grabados en su memoria gracias a su dojutsu.

Quizá ella se dio cuenta, -o más bien podía afirmar que lo hizo – ya que más de una vez lo descubrió mirándola.

Ser un shinobi, y uno de elite, conllevaba un perfecto entrenamiento de su cuerpo, esa era su arma, y cualquier persona que no conociera su arma, ni siquiera estaba listo para una batalla, tan importante eran los músculos como su cerebro, su mente y psique.

No tenía experiencia previa en lo que comenzó a experimentar, pero seria un tonto si no se diera cuenta, y el no era ningún tonto.

Descubrió que le gustaba Haruno Sakura.

Y su madre estaba intentando emparejarla con su hermano.

6969696969696969696969696969696969696969696

Dos días tarde, pero Feliz cumpleaños a My Queen!