El riesgo de proteger
Sakura🌸←
—Soy sakura, Respondan.—hable por la radio que hasta ahora había permanecido guardada en mi mochila.
—Sakura, soy eriol.—respondio
—¿Donde se encuentran?
—Afuera, acabamos de encontrar a Tomoyo y al soldado. Las niñas ya están en el auto y tu.. Animal de fuego también esta con nosotros.
¿Donde estas?
—Hay una mujer herida conmigo.
La carta flote la llevara hacia ustedes.
Necesito que se vayan sin mi, ella tiene que ser tratada.
La burbuja que la envolvía se elevo y cuidadosamente se fue en direccion al patio de la escuela.
—¿Que? ¿Por que no vienés?
—Hay un bebé de la mujer dentro del edificio necesito encontrarlo.— baje las escaleras rápidamente.
—Yo te ayu-
—¡Vayanse!.—grite.— El edificio explotara en menos de 10 minutos.
¡Tienen que alejarse!
—¿Explotar? Sakura tienes que salir ahora mismo.
—No me ire sin él Bebé.—corrí en dirección al edificio para entrar por él mismo hueco que daba hacia él teatro.—Ademas tienen que irse para curar a la mujer.. Si no lo hacen a tiempo posiblemente muera. Por favor eriol..— sali por él otro lado del hueco y mi espada se volvio a transformar en un báculo.—Obedece mis ordenes.
—Entiendo. Ten cuidado y sakura
—¿Si?
—Asegurate de seguir con vida.
—Claro.
Solté un suspiro despues de apagar el radio y dirigí mi mirada hacia mi brazo, estaba sangrando mas de lo normal.
¿Donde habran escondido al bebe?
Pregunte pasando por él teatro, ya no había brujas, todo permanecía en silencio y todo estaba a oscuras.
No tenía mucho tiempo, tenia que pensar en un plan, en una forma de encontrar al pequeño..
Al tratar de bajar del teatro mi tobillo termino doblándose y me di un fuerte golpe en la cabeza. Volvi a levantarme con dificultad, por un breve momento lo vi todo borroso, toque mi brazo y alce mi manga, me estaba doliendo demasiado.. La cortada era profunda, como un circulo hinchado del que no dejaba de salir sangre.
Con mis manos rompí una pequeña tela del vestido y la amarre en mi brazo con fuerza. Debido a que el tobillo se me torció tuve que sostenerme de la pared.
—Pobre niña.
Me di la vuelta rápidamente y mi báculo se transformo de nuevo en espada, no había nadie o mejor dicho no se veia nada. Ya todo estaba tan oscuro que daba miedo.
—¡Muestrate!.—exigí.
—Paciencia todo a su tiempo.
—El tiempo es lo que menos tengo.- susurré molesta.
—No.— negó.— Tienes suficiente tiempo, tu error es que no sabes como usarlo.
—¿Y usted si?
Lo se bien, estaba desperdiciando mi tiempo hablando con alguien que no podia ver. Un breve silencio se extendió en el teatro mismo que aquella voz rompió pero no para contestar mi pregunta.
—Deberias ser cuidadosa..
O podrias terminar perdiendo él control de tu cuerpo.
—¿A que te refieres?
Nadie me respondio y aun que no veía nada.. Ya no sentia su presencia.
Camine unos diez pasos para salir del teatro, el tobillo me dolia mucho al igual que el brazo. El sonido de pasos fuertes en el pasillo me alarmó seguido de aullidos inhumanos, sabia que se trataban de monstruos.
Con dificultad camine hacia las escaleras y las subí pero a la mitad termine tropezandome.
"No puedes salvarlos.. Eres inútil"
La voz de ese mago se hizo presente en mi mente ¿Por que justo ahora?
¿Quizas si lo era? ¿No podia salvarlo?
Soy debil lo se.. Y tengo mucho miedo.
¿Que pasa si no lo encuentro?
Él sonido de un llanto termino alejando esos pensamientos de mi mente, me puse de pie olvidándome de mi propio dolor y corrí cojeando hacia uno de los salones. Ahí estaba una cesta sobre un escritorio y en el un pequeño bebe llorando.
El aullido de un monstruo me sobresalto, mire hacia la izquierda y ahí estaba.. Un monstruo con tres ojos y cuernos.
La espada que tenia la coloque justo detras de mi, las garras del monstruo hacian ruido cada que se acercaba a mi, abri y cerraba sus mandíbulas como si intentara provocarme, guarde la calma solo por unos segundos en lo que se acercaba, después de cerrar mis ojos y respirar profundamente saque mi espada para clavarla justo en su gran Lomo.
Mi primer intento fue fallido pues logro ponerse encima de mi y clavar sus garras en mi abdomen, grite por el dolor, apreté el mango de mi espada, lo encaje en su rostro una y otra vez hasta que su cuerpo monstruoso dejo de sacudirse y cayo a un lado.
Mi sangre escurría con gran rapidez, con mucho esfuerzo me puse de pie, entre al cuarto donde él bebé lloraba, cerré la puerta tras de mi y la espada se volvió a transformar en báculo.
—Espejo.—invoque.
Una niña identica a mi apareció, me recargue por un momento sobre la pared sosteniendo mi abdomen con fuerza, tratando de ejercer presión como si con eso dejara de sangrar.
—Sakura.— hablo la carta espejo asustada al verme en este estado.
—Tiempo sin vernos.—me esforce en sonreír pero solo logre hacer una mueca de dolor.
—¿Que esta- ? ¿Por que estas asi?
Tenemos que curarte rápido.
Yo sujete su mano entre la mia como si con eso le diera entender que me encontraba bien. Cuando la verdad era que no.
—Por favor.— dirigí mi mirada al escritorio donde el bebé aun lloraba.—
Saca al pequeño de aquí. Te lo ruego.
—Pero sakura ¿Que hay de Ti?.—
Cada palabra parecia costarle formularla.
—Este lugar explotara pronto Y
No tengo la fuerza suficiente.—camine hacia la ventana y la abri.—
Acabo de perder mucha sangre y me siento muy débil.—estire mi báculo y al agitarlo le salieron alas a ella.—
Lo único que puedo hacer es que mi magia dure lo suficiente para que salgan de aqui. No hay tiempo.
—Tienes que venir con nosotros.— suplicó
—No puedo.
—Sakura
—¡No puedo hacerlo!.— exclame apretando con fuerza sus manos.—
Pero si puedo protegerlos.
—Y yo no puedo dejarte.
—Tienes que hacerlo.
—No, No, No.—negó repetidas veces llena de temor.
-Mirame, Mirame.- sujete su rostro.- Hazlo por mi.. No sólo como tu ama mas bien como tu amiga.
¿Puedes hacerlo por mi?
¿Puedes salvarlo por mi?
Un par de lagrimas cayeron de sus ojos, su cuerpo no dejaba de sacudirse y mirarme tristemente.
—Si.—temblo su voz.
—Gracias.— Sonreí.
Ella tomo la Canasta entre sus manos y volvio a acercarse a la ventana, el aire frio movio ligeramente su cabello llevándose consigo sus lagrimas.
Apreté el báculo y este se transformo en una llave, misma que coloque en su cuello, lleve una de mis manos a los bolsillos, la saque y se las di.
—Cuidalas por mi.
Fue realmente bueno conocerlos. A todos ustedes.. Yo estoy muy feliz.
—No lo hagas.
—Carta espejo.
—No lo digas.—su voz se quebró.
—Vuela, Vuela hacia el territorio de mi hermano.
—¡No lo digas!
—¡Te lo ordeno!
Sus ojos se oscurecieron, una calida luz surgieron de sus alas y la obligo a subirse a la ventana para volar hacia el hermoso cielo nocturno.
Por un momento la tristeza me invadió y el dolor se volvio mas agudo, me agache debido a que ya no tenia fuerzas, todo estaba dándome vueltas. Me quite la mochila que colgaba en mi espalda y saque poco a poco todo lo que contenía.
Él primer vestido que me diseño tomoyo.
Muchos recuerdos de su sonrisa invadieron mi mente.
Una foto de mi madre en un marco de hierro.
Mi familia fue lo primero que se me vino a la mente. La sonrisa de mi padre fallecido, los buenos y desagradables momentos con mi hermano. Cuando todo estaba bien.
Cuando no sabia de lo afortunada que era por tenerlos conmigo.
Y finalmente una foto de Shaoran junto a un oso de peluche.
Mis mejillas se empaparon y un suspiro escapo de mis labios.
"asegurate de seguir con vida"
Esas fueron las palabras que eriol me dijo y que no podria cumplir.
Aun me faltaba mucho..
Quería pasar mas tiempo con mi hermano, quería hablar con Yue, ver crecer a la pequeña Yui, asistir a la boda de kobato, darle un nombre al perrito que me regalaron, ver a Tomoyo en su primera cita, encontrar a kero y decirle a shaoran que lo amo.
—Lo siento.—metí los objetos en mi mochila de nuevo y la apreté a mi cuerpo. —Lo siento mucho.—cerré los ojos con miedo.
—No. Yo lo siento.
Abri mis ojos de golpe, frente a mi se encontraba un joven moreno de cabello oscuro el cual me envolvió entre sus brazos y yo quede sorprendida. Todo a mi alrededor brillaba de un color dorado, al fondo de la puerta se encontraba un joven castaño que había colocado su espada en el suelo para detener el tiempo.
—Shaoran.. Hermano..
—Lo siento mucho sakura.
Llegó tarde.—me abrazo con fuerza.
—Bienvenido.—cerre mis ojos.— Hermano.
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