Yui🎀←

Escucho gritos, a mi al rededor todo esta dando vueltas, veo un par de imágenes borrosas, alguien me esta hablando pero no soy capaz de distinguir quien es.

Poco a poco todo se torna oscuro,
Un olor a lavanda se entiende por él lugar y una calidad voz inunda mis oidos.

—Yui. Yui. Yui.— repite mi nombre una nostálgica voz.

Quiero preguntar quien es pero no tengo fuerzas para hacerlo.

—Vamos a salir de aquí Yui te lo prometo.— vuelve hablar pero esta vez en un tono mas bajo.

Mentiras..

—Yui solo soportalo un poco mas,
Vamos a escapar, todo estara bien.

Mentiras..

—Estoy bien, no duele en absoluto.

Mentiras..

un par de imagenes borrosas de un bosque vienen a mi mente, poco después todo se va tornando oscuro.

—¡Yui corre! ¡Corre!

¡No lo hagas! ¡No!

Despierto gritando, mi frente esta sudando, mi respiración se acelera y aun tengo un horrible dolor en la cabeza.

—¿Yui?

Una voz reconocible me llama..
Estoy acostada en una cama y justo a un lado mio se encuentra un niño de cabello oscuro con ojos azules.

—Kaito ¿Donde..

—Es mi habitación. Te desmayaste.— explica.

—Entiendo.— me limite a decir.

—¿Tenias una pesadilla?

—Solo era.. Un recuerdo del pasado.— respondi sintiendo un gran escalofrío en mi espalda.

—¿Tu pasado?

—Si.— baje los ojos.

—Quiero escucharlo.

No pude evitar asombrarme, lo mire directamente a los ojos como si buscará que en cualquier momento fingiera indiferencia y me pidiera que lo olvidara pero no fue asi..
Su expresión seguia siendo fria pero podia notar interés en sus ojos.

—¿Estas seguro?

—Si.

—Todo comenzó hace un par de años... A decir verdad mis padres amaban las apuestas, asi que debido a que quedaron endeudados nos ofrecieron a mi y a mi hermana como pago. Al principio pensé que se trataba de un secuestro pero luego no tarde en comprender que todo fue culpa de mis padres..

[Hace un par de años]

Escuche él sonido chirriante de la puerta, eso anunciaba que se estaba abriendo, yo permanecí en una esquina del enorme cuarto de ladrillos en él que me encontraba.
Al ver una silueta reconocida entrar por la puerta no dude en acercarme.

—Hermana.— dije y ella sonrio.

Tenia las ropas rasgadas, su cabello alborotado, las manos le temblaban, sus pies descalzos, piernas llenas de moretones, el rostro sucio y una notaria hinchazón en la mejilla izquierda.

—Te dije que durmieras Yui.— hablo cálidamente.

—¿Te golpearon de nuevo?
Hermana ¿Te duele?

—Estoy bien, No duele en absoluto.—  sonrio débilmente.

Ya habia pasado un año desde que fuimos vendidas, nos encerraron en un cuarto justo como en una prisión, nos daban poco alimento, nos golpeaban a su antojo e incluso abusaban de las mayores entre ellas mi hermana. Ella siempre me protegió y debido a mi culpa siempre era la que resultaba lastimada.
Una vez que llegáramos a una cierta edad seriamos vendidas y mi hermana estaba en esa lista.

—¡No se la lleven!.— grite con todas mis fuerzas mientras era sostenida por un joven de barba.

—¡Sueltenme! ¡Yui!.— grito mi hermana tratando de soltarse y por consecuencia recibió una descarga de electricidad con una maquina que llevaba en ese momento él guardia.

—¡¡No se la lleven!!

Y acompañado con mi grito un estruendo provino desde la puerta.

No se en que momento había entrado al cuarto una mujer de cabello plateado, sus ojos eran de diferentes colores, él izquierdo rojo y él derecho oscuro, tenia una manera de mirar muy peculiar, como si le divirtiera vernos, debido a su piel pálida se marcaban sus venas y por alguna razón parecia que estaba por quebrarse como si estuviera  hecha de porcelana. Una bata negra envolvía completamente su cuerpo.

—¡¿Tu quien eres?!.— exclamo él guardia.

La mujer sonrio perversamente.
Avanzo hacia el con pasos lentos,
él guardia soltó a mi hermana y debido a que estaba inconsciente cayo al suelo, el guardia volvio a prender su pequeña maquina de electrocutar, tenia la intencion de atacarla. 
La mujer siguio avanzando, el hombre estiro su mano con brusquedad para darle justo en su pecho y en un solo movimiento la mujer clavo sus uñas en los ojos del guardia.  Debido al dolor que debió ocasionar, la maquina se cayo, ella la pateó, el guardia grito desesperado, yo solo podia ver la sangre escurrir y debido a que me encontraba en un trance no me había percatado que él otro sujeto ya me había soltado.

—¿A donde crees que vas?.— se escucho una segunda voz.

Era otra mujer que venia entrando por la puerta, mas joven o al menos eso aparentaba. Ella evitó que él otro sujeto huyera, lo agarro del cuello y empujo hacia él cuarto.

Yo poco a poco recupere la movilidad asi que me acerque a mi hermana que estaba acostada sobre él suelo.

—¡Hey! Niña.— hablo la primera bruja acercandose a mi.—
¿Que estas haciendo? ¿No deberias inclinar tu cabeza? Somos tus salvadoras y ahora nos perteneces, Tu y todas las que vivan aqui.

—Este lugar lo gobernaremos nosotras.—  hablo la segunda bruja.

—Este es él comienzo.— susurro cerca de mi oido la primera bruja.—
De nuestro reinado.

[Dos años después]

—Yui.— susurro una voz.— Yui.

Abro los ojos lentamente, aun me duele la cabeza después de ser golpeada contra una mesa.

—Hermana.— trato de levantarme.

Nada a cambiado, sigo en él mismo lugar, en ese horrible cuarto.

—Lo siento Yui.— susurra.—
Solo soportalo un poco mas, vamos a escapar, todo estara bien.

—Si.— digo limpiando una lágrima que cae por mi mejilla derecha.

Y dicho esto ella comienza a tararear una canción, una muy suave y dulce.

"Cuando sonó él trueno, empezó a caer la lluvia pensé que se trataba de mi y seque mis lagrimas"

—Hermana. Cuando salgamos de aqui
¿A donde te gustaría ir?.— pregunte.

—Al parque de las hadas.

—¿Donde es eso?

—Bueno.— se encogió de hombros.—
En realidad no se llama asi pero cuando era pequeña ese lugar siempre me pareció mágico, así que lo llame asi. Tiene un hermosa estatua de una bella mujer.. Quisiera ir ahí para cantar.

—¿Entonces ese es tu sueño?

—Si. Iremos juntas Yui.
Es una promesa.— enganchamos nuestros dedos meñiques.

El sonido de la puerta abriéndose de golpe nos asustó, un par de brujas entraron a la habitación vistiendo vestidos de color oscuro, sombreros puntiagudos y en las manos llevaban velas.

—¿Que esta pasando?.— pregunto mi hermana aterrada.

Una de las brujas avanzó hacia mi.
Estiro su mano y agarro mi brazo con fuerza para después jalarme hacia ella.

—Yui fuiste escogida para él ritual del cuarto creciente.— hablo con su voz áspera.

Y antes de poder argumentar algo me colocaron una venda en la boca y otra en los ojos, luche por soltarme y por consecuencia recibí un golpe en el abdomen, amarraron mis manos, piernas y cargaron.
Esuche gritar a mi hermana, voces susurrar algo de sacrificio humano, sabia que era mi fin.

Me llevaron a un cuarto en el cual cambiaron de ropa por una bata blanca, lavaron mi cabello, manos y pies y tengo que decir que fue de una manera muy brusca. Una vez que terminaron conmigo se marcharon para arreglar a otras niñas.

Escuche golpecitos en la puerta y la voz de mi hermana susurrar mi nombre.

—¿Yui?

—¡Hermana!.— pegue mi oido a la puerta, aun cuando trate de abrirla era imposible.

—Tranquila Yui, voy a sacarte de aqui, vamos a escapar con todas las niñas de aquí. Tengo un plan.— susurro.— Tienes que ser fuerte.
Vamos a salir de aqui Yui.. Te lo prometo.— hablo con calma.

Y sin mas escuche sus pasos alejarse.

[...]

Unas horas después me llevaron a un bosque que se encontraba fuera de aquel edificio tétrico donde había sido retenida por años, en lo mas profundo había una gran fogata, en las ramas colgaban jaulas del tamaño de un conejo, solo que estos había sapos con ojos rojos, a los alrededores había troncos bien tallados donde ya estaban sentadas un par de brujas.
Lo mas llamativo era una silla de color oscuro, el asiento era de piel de caballo y el tallo de las patas era de madera pura.

¿Quien se sentaría ahí?

—¿Esto es lo que llaman aquelarre?.—
Pregunto una niña que se encontraba a mi lado.

"Aquelarre" Repetí en mi mente.

Las brujas que nos escoltaron se detuvieron debido a que escucharon un ruido por los arbustos, decidieron ignorarlo y siguieron avanzando.

—Tch. Yui.— me hablo la niña que estaba conmigo a mi lado.

Ambas estabamos amarradas de las manos y las brujas nos guiaban hacia el lugar donde nos sacrificarían.

—¿Que pasa?.— susurre.

—Cuando cuente tres, agachate.

Hice un gesto inexpresivo y ella empezo a contar. 1.. El sonido de los arbustos se hizo mas fuerte. 2.. las brujas avanzaron mas rápido.
3.. ¡ABAJO!

Un par de grandes rocas golpearon con fuerza en cráneo de las brujas provocando que quedaran inconsientes, de los arbustos salieron dos chicas las cuales nos desataron.

—¡Vamonos!.— una de ellas agarro mi mano y corrimos.

—¿A donde?

—¡Escapamos de aquí!
¡Tenemos que ir al muro!.— explico con voz cansada.— Una vez que lo Saltemos, estaremos lejos de su alcance.

—¡¡Estan escapando!!.— grito una bruja.

No podíamos hacer otra cosa mas que correr con todas nuestras fuerzas, a los pocos segundos se unieron a nosotras mas niñas, corríamos él bosque como si no hubiera un mañana, sabíamos que este era él final o al menos eso creíamos.
De algo con lo que no contamos es que las brujas tuvieran monstruos los cuales comenzaron a Cazarnos, una chica detrás de mi fue alcanzada por uno de ellos y descuartizada al instante.

Todos gritaban, algunos lloraban, otros se quejaban, unos se rindieron a causa del temor y entregaron.
Pero yo no.. Yo lo único que quería era irme..y no volver jamás.

La niña que estaba a mi lado y ayudo termino con una bala en la cabeza, no sabia que las brujas tambien tenian pistola. Pero no fue asi, logre visualizar a lo lejos, sombras moviéndose, tal vez humanos..
No lo se pero estoy segura de que son los responsables de la muerte de la pequeña a mi lado.

—¡Yui!.— grito mi hermana.

Se encontraba ya a mi lado, no se por que no la había visto antes, incluso por unos minutos me había olvidado de ella. Mi hermana sujeto con fuerza mi mano y arrastró hacia la izquierda evitando las balas, nos separamos un poco del resto, llevábamos ventaja, de un segundo a otro cambiamos de rumbo.

—Es un atajo.— dijo mi hermana.

Y yo la seguí, me dolia el pecho, sentia que ya no podia respirar, los pies me dolían demasiado y unas enormes ganas de llorar se apoderaban de mi.

Nos detuvimos frente a un gran muro, seguramente del que me hablo la niña. No era tan alto así que posiblemente podríamos escalarlo, trepamos un arbol, mi hermana me ayudo a subir, brinque hacia el otro lado y me quede arriba del muro.

—Vamos. Toma mi mano.— estire mi brazo para que ella lo tomara y yo asi la ayudará a saltar.

Ella me sonrió, abrió las palmas de sus manos... Y me empujo.
Lentamente caí hacia él otro lado del muro, sabia que una vez que estuviera afuera.. Ya no abria vuelta atras.. Ya no podia volver.

Una vez que mi espalda choco contra él suelo, me levante de golpe y acerque al muro temblando.

—¡¡HEMANA!!.— Grite golpeando él muro.— ¿Que estas haciendo? Rapido salta.. ¡Tienes que venir conmigo!.— implore a llantos.— Por favor.— volví a golpear él muro con fuerza.

—Lo siento Yui. No puedo hacerlo.

—¡¡No puedo hacerlo sin ti!!

—Yui.— hablo con dulzura.—
Lo siento por ser una mala hermana.
Tienes que correr yui, con todas tus fuerzas tienes que alejarte de aquí.
No importa que suceda, ni que escuches, solo corre y no mires hacia atras.

—¡No pienso dejarte!.— trate de aferrarme al muro e intente escalarlo pero no podía.— ¡Dijiste que estaríamos juntas! ¡Me lo prometiste!
¡Me prometiste que escaparíamos juntas!.— mis manos se rasparon debido al intento de escalar.

—Tengo que protegerte.
Al menos dejame ser una buena hermana, por una vez.

—¡¡No!! ¡No me dejes!.— me quebre en un llanto.— Por favor no me dejes.
No puedo vivir sin ti.

—Pero tienes que hacerlo.
Tienes que vivir por mi.
Quiero que seas la niña más feliz de este mundo, quiero que disfrutes cada segundo de tu vida.. Por eso tienes que seguir adelante Yui.
Incluso si no estoy contigo..
¿Puedes prometermelo?

—Si.— mi voz tembló.

—Me alegra.

Apesar de que no podia ver su rostro estoy segura de que ella sonrio..

—Hermana.. Te quiero.

—Te quiero Yui.— su voz por primera vez se escuchó debil, seguramente por que lloro.— Ahora tienes que irte.
¡Corre! ¡Corre! ¡Yui tienes que Huir!
¡Corre! ¡Por favor vete!

Me levante del suelo torpemente, me di la vuelta y corri. Una parte de mi quería regresar, dar la vuelta, mirar hacia atrás pero no podía..
Simplemente no podía..

Lo ultimo que escuche esa noche fue la voz de mi hermana gritar mi nombre y seguido él sonido de un disparo.