Abismó
Shaoran⚡←
—¿Yo te gusto?.— preguntó sakura con un leve sonrojo.
Mis ojos quedaron perplejos ante su pregunta, quería decir algo pero ni siquiera yo mismo conocía la respuesta..
"Escucharte decir eso, es repugnante"
Resonó en mi mente aquellas crueles palabras que por un momento habían quedado en el olvido para mi. Entonces lo supe aun si conocía la respuesta..
No debía de decirla.
El rostro de sakura se ablando e inclusive aparto sus ojos de los mios.
—Supongo que es Un No.— dijo distante.
—Lo siento, te dije cosas innecesarias.—retrocedí
—¿Por que lo sientes?.— esta vez ella me miro con una expresión que no fui capaz de comprender.— ¿Que hiciste tan mal que debes disculparte? ¿Por que cada vez que intenta ser sincero termina disculpándose?
Su voz hizo eco en el pasillo,
su tono sonaba enojado, sus ojos se clavaban en mi como si desearan transmitirme sus palabras. No hable, no era como si fuera capaz de darle una respuesta.
—La primera vez que nos vimos en este territorio y me hizo llora mando a tomoyo para que me consolara, cuando intento que no me fuera me lastimó el brazo y dijo cosas realmente crueles Y..— su voz se agudizó, fruncio sus labios como si con eso pudiera volver a cambiar su tono lo cual no le resulto.— Y ahora vienes a tocarme a las 3 de la madruga para intentar ser sincero conmigo pero.. Al final lo único que escucho es una disculpa.
Sus ojos se cristalizaron pero no dejo caer ninguna lágrima, era como si intentará ser fuerte delante de mi, como si tuviera coraje.
—No te disculpes después de ser Sincero.— dijo con voz quebrada.— No pretendas que no conoces mis sentimientos.
Y entonces cerro la puerta frente a mi. El pasillo quedo en total silencio pero aun así hacia eco en mi cabeza sus ultimas palabras.
Pasaron unos cuantos minutos y me marche, sabia que no debía seguir ahí, por que mirar su puerta me hacia querer volver a tocarla pero sabía que no podía, incluso si ella la abría yo no podía atravesarla, no podía atravesar esa barrera que había entre nosotros.
Yo no puedo ir hacia ella.
Al volver a mi habitación me sentía sofocado, era como si estuviera huyendo y escondiéndome.
Me acosté en el suelo mirando el techo, ese oscuro techo que parecía ser un abismo grande, tan vacío, tan profundo, como si realmente no hubiera nada ahí arriba. Tal como mi vida llena de Monotonía.
«Es tu culpa»
Escuche de nuevo esas voces en mi mente, esas voces que me culpaban como si hubiera cometido un pecado.
«Todo es tu culpa»
¿Por que precisamente hoy tenia que volver a escuchar esas palabras? ¿Por que me atormentaban? ¿No podían dejarme solo?
No se por que estaba comenzando a recordar lo que sucedió hace un par de años.
Aun cuando era un niño, mucho antes de que Tokyo cayera en una guerra, aun cuando mi padre vivía conmigo, había comenzado a aprender sobre la magia, mi padre estaba orgulloso por que yo seria el sucesor del Clan debido a que era el único varón de la familia principal.
En aquel entonces mi familia era muy unida, mi mamá sonreía mucho, mis hermanas.. Bueno ellas siempre han sido las mismas a excepción de que antes no eran tan responsables y mi padre era amable conmigo.
—Papá te amó.
Solía decirle a diario, por que era la verdad lo amaba y me enorgullecía que el fuera mi padre, fue una inspiración para mi y mi grande ejemplo a seguir.
El se encargaba de todos nosotros, de cuidarnos para que no nos sucediera nada, de darnos todo lo que necesitábamos quizás era tan difícil que llego hasta el punto de no soportarlo. El era todo para mi, era esa figura paterna a la que seguía, sin importar que tan ocupado estaba siempre hacia tiempo para todos nosotros sobre todo para mi Madre.
Un día cualquiera se lo pregunte
—¿Papá tu quieres mucho a mamá?
No se por que el solo se quedo callado, mi madre no comento nada y mis hermanas solo continuaron con su desayuno.
Esa pregunta fue el final de nuestros días felices, discutía a menudo con mi madre, llego a encerrarse en su habitación durante días y cuando salia de la habitación apestaba a alcohol además de que todo estaba destruido, los días se volvían insoportables, papá se ponía cada vez mas histérico, Mamá lloraba a menudo.
Todo se estaba derrumbando.
Aprendí rápido a invocar mi magia, a manejar la espada,
era el mejor de todos pero Papá no estaba satisfecho y entonces se enfurecía aun mas, yo no era aun suficientemente fuerte.
Entonces en un día de inverno llego finalmente el día en que se harto de todo y empaco una maleta, mis hermanas y yo le rogamos que no se marchara, Mamá no dijo nada, ella estaba dispuesta a dejarlo ir con una actitud fría ahora que lo pienso fue ese mismo día cuando ella dejo de sonreír.
—Papá te amó.
Dije al verlo apuntó de atravesar la puerta, ilusamente creí que con esas palabras el se daría la vuelta para abrazarme y regresaríamos a todos los buenos tiempos. Mi padre se dio la vuelta para mirarme con sus ojos que solo expresaban cansancio, apretó fuertemente el tirador de su maleta y dijo:
—Escucharte decir eso, es repugnante.
Fue la primera y ultima vez que lloré, lo vi atravesar la puerta, dejándome solamente ver su espalda que desaparecía de mi vista como si la nieve se lo hubiera llevado, papá se llevo todas sus cosas, su olor desapareció, su presencia, no dejo ni un rastro de el justo como el derretimiento de la nieve.
Mi mundo comenzó a caerse en pedazos, muchos niños me culpaban del separamiento de mis padres, algunos de los mayores hablaban a mis espaldas y a pesar de que era así mi madre y hermanas jamas me culparon, Jamas. Aprendí nuevas técnicas, ya sabia administrar el dinero de la casa e inclusive aprendí el lenguaje japones, ilusamente creí que si me esforzaba papá regresaría a Casa, así el no me odiaría y no se sentiría avergonzado de mi.
Obviamente el no regreso.
Jamas lo volví a ver al igual que no volví a ver la sonrisa de mi madre. Un día conocí a Meiling quien lloraba a causa de su pajarito perdido, me sentía mal por ella, no quería que también sufriera así que corrí a buscar a su pajarito desde entonces nos hicimos amigos, aun que trajo a mi vida paz aun así no fui capaz de perdonarme por ser la razón por la que mi padre se marchara.
Tengo miedo a la palabra "Amor"
pienso que si le digo a alguien que lo amo esa persona terminaría despareciendo de mi vida, al igual que lo hizo papá,
Así que no puedo decirlo.
«Shaoran ¿Yo te gusto?»
Resonó su voz en mi cabeza.
«Papá te amó »
«Escucharte decir eso, es repugnante »
Tape mis oídos.
—Tu también vas a decirme eso
¿No es así sakura?.— dije
«Es tu culpa»
—No es mi culpa, no es mi culpa.— susurré cubriendo mis oídos tratando de callar las voces de mi mente.
«Todo es tu culpa»
—¡No es mi culpa!.— grite incorporando mi cuerpo. —
¡Nada de eso fue mi culpa!
Destape mis oídos para llevarlas hacia mis ojos, tenia vergüenza de mi mismo, las voces seguían diciendo que era mi culpa, todo daba vueltas, tal como un abismo que no tiene fin, un profundo y oscuro abismo..
—Tienes razón no es tu culpa.
Las voces se callaron.
Destape mis ojos para encontrarme frente a frente con un rostro sonriente. Sus piernas estaban hincadas, mirándome con unos apacibles ojos esmeralda y una sonrisa que incluso resplandecía en la oscuridad.
—Nada de esto es tu culpa. Shaoran.— dijo sakura.
Mi corazón estaba herido, dolía hasta el punto de querer gritar,
mi cuerpo quería tomar el control y destruir todo, lo único que me lo impedía era la voz de sakura.
—¿Por que haz venido?.— pregunte con una aguda voz como si en cualquier momento fuera a romperse.
—Por que me haz llamado.
—No lo hice.
—Lo hiciste. En el fondo de tu corazón.
—No deberías venir..
Tu también vas a abandonarme.
—No.— negó.
—Mentirosa.
Ella río con dulzura.
—¿A donde iría sin mi corazón?
—¿Sin tu corazón?
—Si, ahora te pertenece mi corazón. ¿Por que debería irme?
¿Por que te abandonaría?
¿A donde iría sin mi corazón?
Ella sujeto mis manos entre las Suyas y continuo hablando.
—Aun cuando intentara alejarme terminaría volviendo a ti por que eres el que tiene mi corazón.
Su mano se abrió y entrelazo mis dedos con los suyos.
—Es a ti a quien escogí así que no voy a abandonarte. No temas.
Aquel abismo negro por primera vez fue iluminado por su resplandeciente Sonrisa.
Por primera vez alguien me dijo que no era mi culpa.
por primera vez alguien me decía las palabras que mas necesitaba escuchar.
Por primera vez alguien no me abandonaría.
Por primera vez alguien dijo que me amaba.
🌸Capitulo inspirado en el Ost no soy un robot.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro