Capitulo 4|Amigo.
China🇨🇳
Ocho años atrás.
Un niño castaño leía un libro tranquilamente en una mesa, por primera vez podia descansar de su prima quien ultimamente no se despegaba de su lado, desvío la mirada de la pagina al ver a un niño de su edad de cabello negro siendo perseguido por un grupo de niñas.
Eso le recordó a su prima, se compadeció por el niño. Volvio la mirada al libro, no paso un minuto cuando se percato que ahora el niño se ocultó debajo de la mesa, asustado retrocedió su silla, apuntó de exclamar el niño de cabello negro le cubrió la boca con sus manos.
—Shhh. Me van a descubrir.— shaoran le aparto la mano bruscamente.— Con lo que me costo librarme de ellas.
—Como sea, no es asunto mío.— volvio la mirada al libro el castaño.
—¡Agh! Aqui vienen de nuevo.— se agacho volviendo a esconderse debajo de la mesa, solo que esta vez me llevo con el a la fuerza.
—¿Qué haces? ¡Sueltame!.— exclamó molesto.
—Es extraño con seguridad puedo decir que eres más apuesto que yo.— inclino su cuerpo hacia el castaño quien se intimido.— ¿Por qué esas niñas no te persiguen?
—Eso que importa, apartate.— lo distanció.
—Debe ser por tú actitud.— bufó.
—Ya se fueron las niñas, ahora vete.— salio gateando de la mesa.
—Tengo una excelente idea.— detuvo al castaño tomándolo del hombro.—
Si las niñas no se acercan a ti por temor entonces si permanezco a tu lado no me molestaran. Brillante ¿no?
—No, ahora largate.— fastidiado el castaño salió de la mesa.
—Espera ¡Por favor ayudame!.— agarró la cintura del niño.
—¡Su-sueltame!.— se sacudió.
Él castaño finalmente acepto con la condición de que no lo molestara.
—Mi nombre es Li shaoran.— dijo resignado.
—¿Por qué eres tan formal?.— dio una palmada en su espalda.—
¿Asi hablas con tus amigos?
—No tengo amigos.— el castaño se sento en la silla retomando la lectura.—No los necesito. Es inútil.
—Yo soy Jin.— le quito el libro.— Y a partir de este momento sere tú mejor amigo, gusto en conocerte shaoran.— sujeto sus dos manos sonriendo.
Shaoran⚡←
¿Jin esta muerto?
—¡Capitan!.— la voz de una de mis cadetes me saco de mis pensamientos.— ¿Cuales son su ordenes?.— llevaba gafas es alta.
—Continuaremos con el plan.— informe, agarre la radio para comunicarme.—Hikaru ¿Los demás están bien?
—Gracias a Jin.— sollozo.— Si no fuera por él seguramente nosotros..
—Tranquilizate cadete, la misión aún no ha terminado, no es momento para actuar de acuerdo a las emociones. Las brujas no tardarán en llegar a ustedes, así que suban a las camionetas y...
—Una camioneta cayo al barranco junto con Jin en ella.— su voz volvio a quebrarse.
—Asi que eso era la explosión.— pensé.— Los que puedan suban a la unica camioneta, mandare las motos de los cadetes ya fallecidos en batalla para que los recoja.— informe, giro a mi izquierda encontrándome con un cadete de tez morena.— Kou encargate de eso, sigamos avanzando.— aceleró.
No puedo evitar seguir inmerso en el pensamiento de Jin, lo unico de lo que estoy seguro ahora es que tengo que avanzar, no puedo detener la misión, no cuando llegamos tan lejos ya.
No dejare que mueran mis hombres en vano, no volvere a caer en él temor de nuevo. Ahogó estos sentimientos de confusión mediante la acción, acabando con la vida de las brujas que se cruzan en mi camino, una de ellas trepa por el árbol, abandono la moto de un brinco permitiéndome saltar por las ramas, se detiene para correr directo hacia mi, emite un sonido de odio, sus uñas se clavan en mis hombros, retrocedo chocando contra una de las ramas, abre la boca dispuesta a morderme el rostro, contemplo sus dientes filosos manchados de sangre que escurren hasta sus labios. La obligo a retroceder jalando de su cabello sin importarme que sus uñas se hundan en mi piel, al apartarla lo suficiente, la tiro del arbol de una patada, uno de mis cadetes se encarga de cortar su cuello.
Un recuerdo lejano se cruza por mi mente al regresar a conducir la moto.
Jin me da la espalda, estoy a tres metros de distancia de el. La habitación esta cerrada, nadie más se encuentra presente incluso las cortinas están abajo.
—Shaoran.— gira sobre sus talones.— Te he mentido todo este tiempo, en realidad yo..
Regreso a la realidad en cuanto uno de mis cadetes es herido en el ojo por una de las garras de la bruja, agobiado de su presencia horripilante le clavo el filo de la espada en el abdomen. Se desangra, continuó avanzando verificando que mis cadetes se encuentren aún con vida, para gusto mio así es.
Me aseguro de que no se encuentren más brujas escondidas entre las ramas, a medida que la moto avanza clavo mi mirada entre las verdes hojas que caen de los arboles, mi corazón da una punzada dolorosa al ver por un breve segundo la silueta de Jin moverse ágilmente por los troncos, esa silueta se desvanece en cuanto él viento sopla.
«El no esta aquí, es una ilusión »
Agacho la mirada frunciendo el ceño.
«El ya no esta aquí »
Mi subconsciente se queda perdido en ese pensamiento.
Jin.. esta muerto.
Su sonrisa en mi mente desvanece todos esos pensamientos negativos, para continuar con una ola de recuerdos que evaden cada pedazo de mi cerebro.
|Flashback.|
—Quiero dárselo a Tomoyo
es bonito ¿cierto?.— mostró en sus manos una horquillea linda.
—¿Estas seguro Jin?.— pregunte tomando asiento a su lado.— Pertenecía a tú madre, es lo único que te queda de ella..
—Estoy seguro de que mamá también querría que Tomoyo lo tenga.— sonrió como siempre solía hacerlo.—
Quiero estar por él resto de mi vida a su lado.
—¿Tanto te gusta?
—La amo.— afirmo.— Cuando pienso en el futuro se que es con ella con quien debo compartirlo, necesito que este a mi lado.
Los ojos de Jin se iluminaron, todo sobre el resplandeció dejándome un poco cegado por el brillo que emitía.
Por primera vez pensé que él amor no era solo una ilusión.
No me había dado cuenta desde antes que él era así, Calido y gentil.
Había traído infinidad de veces felicidad a mi vida.
Recordé todo..
Cuando conducia.
—¡Jin nos vas a matar!.— aferre con mis uñas al asiento.
Jin conducía a máxima velocidad sobre la carretera mientras cantaba una canción que sonaba en la radio de la camioneta, recién habiamos descubierto un disco con el contenido de canciones rítmicas. Subió todo él volumen y en cuanto empezo a moverse la camioneta se convirtió en un paseo terrorífico, tenia la sensación de que en cualquier momento chocaríamos.
—Shaoran canta conmigo.— elevo su voz por la musica dando una drástica vuelta.
—¡Estas loco!.— grite con furia aferrándome aún al asiento con unas enormes ganas de vomitar.
—Canta conmigo o me estrello en ese arbol.— aceleró aún más en direccion a un enorme tronco partido a la mitad.
—¡¡Detente!! ¡¡Bajame de aqui!!
O cuando Jin asustaba a Hikaru con sus historias de terror, ese dia todos mis principales ocho cadetes nos reunimos en una espaciosa tienda de campaña.
—¡Y entonces él lobo salto del arbusto mordiendo la nariz del viajero!—
Exclamó con la luz de la linterna iluminando su rostro terrorífico.
—¡¡Ahhhh!!.— grito como niña Hikaru escondiendo su rostro en el hombro de Kaede.
Todos reímos por el grito. Di un vistazo a mi amigo, parecia divertirse asustando a Hikaru. No me había dado cuenta de la influencia que Jin tenia sobre los demás incluso sobre mi.
—¡¡Vas a tirarme!!.— reclame.
Jin me había obligado a subir a un carrito de supermercado, luego de asegurarnos de que las brujas no estuvieran en el lugar a Jin se le ocurrio la genial idea de realizar competencias con los carritos.
Forme pareja con Jin siendo yo quien estuviera dentro de la canasta, Daichi junto con kaede y koichi con Hikaru, por ultimo Rai se encargaría de decidir quien era el campeón.
—¡¡Vamos Daichi!!.— insitaba a ir más rápido Kaede dentro de la canasta disfrutando del paseo.
—Estan locos si creen que ganaran.— arrebaso Koichi con Hikaru dentro de la canasta quien no paraba de temblar.
—Eres muy lento Koichi.— Paso de largo Jin empujando el carrito con todas sus fuerzas.
Apunto de llegar a la meta Jin me solto, por lo tanto debido a la velocidad termine chocando contra unas cajas de cereal.
—Lo siento mucho Shaoran.— apartó las cajas jin asustado por el golpe duro que me di.
—Eres un tonto.— reí con fuerza al ver su expresión angustiada.—
¿Ganamos cierto?
—Si estamos juntos siempre ganamos— ayudo a levantar con una sonrisa.
Pero Jin también tiene problemas, es malo expresando sus sentimientos correctamente así que por eso siempre recurre a Kaede para terapia.
—¿Qué hago si me rechaza?— le pregunto acostado en su cama mientras Kaede tomaba apuntes en una libreta y yo los miraba sentado en una silla.
—La secuestras.— hablo kaede.
—¡Es un delito!
—No si nadie se entera.
—¡Kaede hablo en serio!
—Yo también.— mostró un rostro serio kaede y jin la miro sin poder creer lo que escuchaba.
—Kaede recurrimos a ti debido a que Jin tiene problemas para confesarse, es algo serio.
—Comprendo.— anoto algo en su libreta.— Y dime shaoran ¿Desde cuando te gusta Jin?
—¡¿De que demonios estas hablando?!.— levante de la silla.
—Lo acompañas siempre a nuestras sesiones de terapia. Veo siempre como lo miras cuando esta distraído, debe de ser duro para ti escuchar que el chico que te gusta esta enamorado de alguien más.— saco un pañuelo para luego entregarmelo.
—¡¿Estas loca?!.— le aventé el pañuelo en la cara.
—Tranquilo, ser gay es normal, nadie va a juzgarte por eso shaoran.
—¿Eso es cierto shaoran?.— se levanto de la cama Jin.— Lo siento no me di cuenta de tus sentimientos.— fingió una expresión triste.
—¡¡Voy a matarlos a ustedes dos!!
Ambos huyeron de mi sin dejar de reír, les arroje un par de almohadas.
Él jin que le gusta escalar arboles, el jin apasionado por la musica y la conducción, el jin enamorado, el jin bromista, el jin terrorífico, el jin confundido cada una de sus facetas me había permitido mirarlas desde cerca sólo que no me percate de ello hasta ahora. Ese era Jin, mi amigo Jin.
Un último recuerdo me invadió.
Fue en una de las misiones más recientes en él bosque.
Deje al mando del liderazgo al teniente Jin luego del combate contra las brujas, por mi parte me encargaría el resto del día de buscar a sakura, recuerdo mencionarlo al teniente, jin trató de quitarme la idea de la cabeza, frustrado abandone a mis cadetes acelerando en mi moto.
Transcurrió el tiempo, recorrí cada lugar en donde Sakura tuvo que pasar hasta llegar a un acantilado.
—Sera que..— pensé.
Hice uso de mi equipo para bajar, amarre la cuerda a un arbol cercano, hice un buen nudo para que resistiera, la cuerda no era cualquiera son de las que usan los marineros para amarrar sus grandes botes y asi evitar que las olas del mar se las lleven. Voy descendiendo por las filosas rocas, es difícil mantenerse en ellas, tras cada pisada siento un enorme agotamiento, percibo un aroma repugnante, de solo mirar abajo él pulso se acelera, una de las rocas puntiagudas consigue lastimarme el brazo dejando un corte profundo, sigo bajando y al poner el pie derecho sobre una roca esta se cae, lo mismo ocurre conmigo por el desequilibrio, tras la caída la capa se desgarra, torpemente consigo poner mis pies sobre las piedras, para luego ejercer presión en mis manos sobre la cuerda. Vuelvo a mirar hacia abajo, no hay nada más que una gran extensión de terreno, continúo bajando hasta poner los pies sobre la tierra, exploró el lugar, excavó creyendo en la posibilidad de que tengan prisionera a sakura en un subterráneo escondido, muevo un par de rocas, pienso en un hechizo, nada da resultado. Decepcionado regresó arriba.
Estaba por oscurecer, pase de nuevo por el bosque, me sorprendió que mis cadetes aún permanecieran en él, Kaede, Rai y Jin me esperaban afuera de la camioneta, baje de mi moto para acercarme a ellos. Los tres me miraron de mala gana.
—Te dije que asumieras el cargo.—
Dije a Jin sin muchas ganas de hablar.
—Eso hice, por eso te esperamos.— rai y kaede comenzaron a caminar hacia sus motos.— Vamonos esta anocheciendo.— giro sobre sus talones luego de darle una mirada a mi capa rota.
Caminamos un poco para ir hacia las camionetas. No le quedaba mucha gasolina a mi moto por lo tanto no me quedaba otra opción más que subir a una. Me sentía pésimo, de solo mirar la espalda de Jin me provocó nauseas, por un segundo fui inferior, era como ser dejado atrás, como si no tuviera lo que se requiere para ser capitán y estos pensamientos no surgen por él mando, es por sakura.
—No puedo hacerlo.— rompi el silencio deteniendome en medio del bosque.— No soy capaz de encontrarla, dime Jin si no puedo protegerla ¿Como puedo proteger a Tokyo?— baje la mirada encontrándome con mis zapatos sucios.— Soy un inútil.
Por dos segundos todo se mantuvo en silencio hasta que fue roto por un sonido fuerte que hizo que Rai y kaede miraran hacia atrás sorprendidos. No tenia palabras en ese momento para describir él dolor que sentía en la mejilla extendiendose hasta la quijada, fue tan fuerte él golpe que Jin me proporcionó con sus puños que termine por caer al pasto.
—No eres inútil, eres patético.— su tono fue neutral, en sus ojos podia reflejarme, lucían sin vida, aterraban.
Avanzó hacia mi cortando la distancia
—Sólo eres un idiota jugando a ser él capitán.— resonó él sonido de sus pasos.— Crees que por tener un mando superior al de nosotros puedes hacer lo que quieras sin considerarnos. No tienes un respetó por nosotros tus cadetes, lo único que te importa es encontrar a una chica sin importarte si pierdes la vida buscándola.— se agacho para sujetarme del "cuello" de la capa, su fuerza me obligó a ponerme de pie.—
Esta bien, no tengo ningún problema con que mueras siempre y cuando sea después de vencer a las brujas.— con su rodilla golpea mi abdomen sacandome en aire para luego doblarme del dolor cayendo sobre mis dos piernas.— ¡Abre los ojos idiota!
Todo el cargó de tokyo recae sobre tus hombros, si tú mueres nos abandonas a todos, millones de personas podrían morir por culpa de tus acciones suicidas.— su pierna golpeo mi rostro debido al impacto caí rendido.
—¡Jin!.— escuche la voz de Kaede intento intervenir pero Rai la detuvo.
—No somos ganado al cual puedas sacrificar.— jaló de mi cabello para obligarme a mirarlo a los ojos.— Estamos para cumplir tus órdenes pero tenemos integridad, si los demás no se atreven a ponerte un alto yo lo haré por ellos. Nuestra gente necesita sobrevivir para volver a restaurar Tokyo, voy hacer uso de todo mi poder para darles una vida digna, así que no permitiré que tú egoísmo extinga a la humanidad.— fruncio el ceño con furia, apretando los dientes ante cada palabra que pronunciaba haciendo que el tono se elevara constantemente.— Hare lo correcto por ellos, por mis cadetes, por mi gente y por el futuro incluso si tengo que matarte ¡lo hare!— hizo énfasis en lo ultimo para luego soltarme dándome tres patadas consecutivas, una en el rostro, otra en el abdomen y otra en la espalda.
Al finalizar sus golpes lo único que escuche por un breve momento fue mi respiración agitarse y las gotas de sangre caer al pasto.
—Shaoran.— pronuncio mi nombre con frialdad, eleve el rostro para mirarlo, se encontraba intacto, de pie, la capa elevándose debido al viento y con una mirada inexpresiva.—
Si puedes proteger a Tokyo o no puedes, no es la cuestión.— abri un poco los ojos ante sus palabras.—
Es debes hacerlo, tienes que hacerlo.
Si deseas proteger a Sakura tienes que aprender a tomar decisiones que nos impliquen a nosotros tus cadetes, no debes ser un cobarde egoísta.
Si eres demasiado impulsivo y no controlas tus emociones jamás podras ayudarla, te perderás a ti mismo, seras lamentable por el resto de tú vida.— apretó sus puños.— La paliza que te di es en nombre de todos nosotros tus cadetes, no vuelvas a tratarnos como si nuestras vidas no significaran nada.— dio la vuelta.
Debido a los golpes de Jin y el agotamiento de buscar a la captor me desmaye. Lo ultimo que recuerdo es que desperte en el hospital del territorio.
|Fin del flashback|
—No volvere a defraudarte Jin.— susurré.— ¡Nunca más!.— salte de la moto, desenvaine la espada, cortando con el filo la garganta de una bruja, la sangre salpico hasta llegar a un arbol del cual colgué, hice un conjuro con ayuda de un pergamino que coloque sobre la espada, flamas brotarán de esta atrayendo la atención de las brujas presentes, sabía que significaba una amenaza para ellas, no les importó abandonar su batalla con mis cadetes para venir corriendo a todo velocidad por mi.— Sus brujas asesinaron a Jin, no volvere a verlo nunca..— apreté los dientes al igual que el mango de la espada.
«Yo Soy jin y a partir de este momento sere tu mejor amigo»
Resonó en mi cabeza sus palabras seguido de su sonriente rostro infantil.
No volvería a escucharlo nunca más,
cuando la noche llegue tú no regresaras con nosotros, no cruzaras por las grandes puertas, el asiento de la mesa estara vacío, no te vere de nuevo conducir la camioneta mientras cantas tampoco jugaremos a las carreras con carritos del supermercado, no asistire a tus terapias con kaede, a reirme por como asustas a Hikaru, tus juegos de trepara arboles con koichi, no te vere destrozar de nuevo los inventos sádicos de Daichi, ni tener una pelea de karate con Rei o robarle los dulces a Rai. Todo respecto a ti se desvanecerá pero al menos podre conservar estas memorias.
Eleve la espada, las brujas estiraron sus garras saltando a la altura del arbol, baje con rapidez la punta y clave en la rama con ira.
Un estallido surgió en ese momento, la fuerza de mi magia me termino empujando dejando a la espada clavada sobre la rama provocando así una explosión que incendio a todas las brujas presentes. Rodé por el pasto raspandome la cara, debido al fuerte impulso fue difícil frenarme para ver como las llamas de la espada tomaban forma de enormes aves.
Aves de fuego.
Kaede🎀←
Estoy confundida a tal extremo de no poder mover mis piernas, enormes aves de fuego se elevan por el cielo, batiendo sus enormes alas para descender y atacar a las brujas.
Gritos de su parte es todo lo que puedo escuchar, las quema vivas, su cuerpo es consumido por las abrazadoras llamas, pronto lo único que quedan son cenizas.
—Kaede.— Daichi me empuja para evitar que una bruja me clave sus garras, de un solo disparó la mata.—
¡Reacciona, tonta! Esas aves están de nuestro lado, tenemos que terminar con las brujas, no olvides nuestra misión.
Antes de que las aves llegaran el numero de brujas habia aumentado provocando así la muerte de cinco cadetes más, además en la llegada murieron tres por lo tanto solo quedamos nueve de diecisiete.
Nos exterminarían, mi equipo seria exterminado de no ser por esas aves gigantes que llegaron justo a tiempo a nuestro rescate. Las veinte brujas presentes muerieron por nuestras manos y por las llamas.
Se dio la orden de retirarnos, nuestra misión fue cumplida, la formación cambio, se convertiría en una sola fila, la del Este. Obedecimos las ordenes, al llegar vimos al capitán sacar la espada de una rama, no tarde en comprender que fue el quien nos salvo de la muerte.
—¿Cómo lo hiciste?.— le preguntó Koichi quien llegó antes que nosotros.—¡Fue asombroso! ¡Eran Fénix! ¡Fenix!
—No lo se.— respondio shaoran sin ganas con el pie adolorido, lo se debido a que una mancha de sangre se extendía por sus pantalones.—
Solo sucedió.. pensé en Jin y..— sus ojos se abrieron como platos.—
¡Jin! ¡¡Tengo que ir!! ¡Tenemos que ir!
—¡¿A donde?!
—¡A donde esta Jin!— nos aparto para subirse a su moto.
—Pero jin esta..— no me atreví a completar la palabra, escuche la noticia mientras nos encaminabamos hacia la fila del capitán, Daichi parecia ser el más afectado de nosotros no se atrevió a decir una palabra hasta ahora.
—Voy contigo.— hablo Daichi al subir a su moto.
—¡Y yo!.— dio un salto Hikaru de la camioneta, todo este tiempo permaneció dentro de la unica camioneta que quedaba.— Jin salvo nuestras vidas, lo vi con mis propios ojos mientras recolectabamos las plantas las brujas nos tendieron una emboscada, eran demasiadas, cincuenta en total, nos tenian rodeados menos a Jin quien habia permanecido en la camioneta.
Acorralo a todas en una esquina, es decir al borde del barranco, las empujo con la camioneta cayendo junto con ellas.— relato perdido en sus recuerdos pasados o eso parecia.—
Para cuando nos asomamos la camioneta ya habia explotado quemando así a todas las brujas.—
Elevo su mirada hacia el cielo donde se extendía una nube de humo.—
Incluso ahora, sigue el fuego.
—Jin es nuestro amigo.— hablo Meiling que estaba al lado de Hikaru.—Incluso si no podemos recuperar su cuerpo tenemos que darle una despedida, el es..— se detuvo debido a que sus lagrimas brotaron de sus ojos, las limpio rápidamente avergonzada.— Es importante para nosotros.
La palabra importante me trajo un lejano recuerdo. Ocurrió hace dos años cuando perdí la esperanza de seguir viviendo, ya pertenecía al escuadrón desdé aquel entonces.
En la misión todos los cadetes a la fila que pertenecía murieron en manos de brujas y monstruos, no me asesinaron debido a que me dieron por muerta, era en las profundidad de una cueva, no movía mi cuerpo para nada, no llore al ver con mis propios ojos como un par de monstruos les habian arrancado las cabezas a mis compañeros, la sangre ya manchaba mi ropa. Mi vida perdio el sentido en aquel momento.
En la soledad y profunda desgracia el primero que llegó a mi rescate fue Jin exterminando a los tres monstruos responsables de la muerte de mis camaradas. Recuerdo que me tendió su mano la cual me nege a tomar.
—Vete.— pedí.— Solo deja que los monstruos también coman mi cabeza o que las brujas me asesinen.— mi voz sonó apagada.—No luche, deje que mis compañeros murieran y fingí estar muerta, una persona como yo no merece seguir con vida, si es que puedo seguir considerandome persona.
—¿Entonces no deberias seguir viviendo con mayor razón?
Admito que esas palabras me sorprendieron, el prosiguió.
—Estas aterrada. Todos lo estamos.
Perder el sentido a la vida, es más común de lo que piensas, creeme.— sujeto mi mano.— Si no puedes perdonarte a ti misma, en lugar de permitirte morir, toma venganza, no te des por vencida, Sobrevive para vengar a tus camaradas, para pagarles, no dejes que mueran en vano.
—Pero yo.— cerré los ojos reteniendo las lágrimas.— No soy importante, deberias dejarme aquí, hay personas mas capaces que yo.
—Eso no es cierto.— sonrió.—
Kaede tú eres importante, por eso te necesitamos.— ante sus palabras quede asombrada.— Por eso.— se levanto sin soltar mi mano, jalo con fuerza obligandome a poner de pie y quedar justo frente a sus ojos.—
Las veces que sean necesarias, te levantare.
Unas lágrimas rodaron por mis mejillas al terminar de recordar.
—Las veces que sean necesarias..—
Susurré.— ¡¡Vamos a donde esta Jin!!
Se les dio instrucciones al resto de irse al territorio para tratar a los lesionados y además llevar a los cuerpos caidos en batalla.
Shaoran⚡←
Apunto de arrancar las motos para ir a la montaña un silbido nos exaltó, todos sacamos las armas preparados para cualquier amenaza que nos toparamos. Fijamos la vista hacia el frente, algo se acercaba a una velocidad extremadamente lenta.
—Es una moto.— anunció Koichi.
No di ordenes de atacar asi que solo esperamos a que se acercara aún más,
él silbido provenía de la moto, cuando estuvo lo suficientemente cerca nos percatamos que alguien conducía. Cabello oscuro, pálido, el rostro cubierto de heridas graves, la sangre escurre hasta sus manos.
El aire se escapo de mi garganta, mi corazón se detiene solte la espada, a tropezones corrí, el flujo del tiempo se detiene, no me importo el dolor en mi pierna, no emití ninguna palabra, a escasos centimetros detengo la moto apartando sus manos ensangrentadas, no me mira, esta inconsciente aún respira, al asegurarme de su vida siento que el pulso vuelve a mi y el aire a fluir al igual que el tiempo.
Una oleada de alivio invade en lo más profundo de mi ser.
—¡Es Jin!.— finalmente exclama kaede.
Abrazo con fuerza al chico sintiendo su pulso, todo es tan repentino que no puedo creer lo que esta pasando.
Apunto de afixiarme por la emociones que se niegan a salir por mi garganta me quedó perplejo al ver lo que hay detrás de la espalda de Jin.
Cabello oscuro, ojos azules, estatura pequeña, el brazo ensangrentado que difícilmente le cuesta aferrarse a la capa de Jin.
—Hice lo que debía.— dice el niño con expresión fria.
—¿Kaito?
Ese día al llegar la noche nos vimos obligados a encerrar a Kaito, preguntamos acerca de los que había sucedido, como es que había salido del territorio, como había salvado a Jin, entre otras cosas sin embargo Kaito guardo silencio, no salio ni una sola palabra de su boca. Tampoco podíamos preguntarle a Jin debido a que entro en un estado de coma.
Acordamos guardar silencio sobre el asunto para resolverlo entre nosotros sin embargo algunos cadetes infiltraron las noticias en el territorio, haciendoles creer a la gente que Kaito representaba una amenaza para todos nosotros. Todo se convirtió en un caos, el pánico se apoderó de los habitantes, algunos propusieron matar al niño por temor a que fuera un mago, otros a hacerlo prisionero y otros a liberarlo, debido al daño causado y para calmar la tensión en el territorio se llevo a cabo una reunión donde se acordó que Kaito sería llevado al territorio Sur para que empezara a vivir una temporada en ese lugar en lo que el caos se calmaba.
Para no levantar sospechas en el territorio Sur se les hizo creer que Kaito era traído para unirse al escuadrón, siendo así el más joven de ellos.
Aunque eso logró calmar los disturbios, no consideramos en cuenta los sentimientos de los niños, Kaito y Yui fueron separados.
Fue una acción cruel pero era necesaria si es que Kaito quería seguir con vida..
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