Capitulo 2| Enemigos.
Ocho meses atrás..
Sakura🌸←
Abrí los ojos, sintiendo los párpados pesados, un par de gotas caían sobre mi rostro, lo primero que contemple fue una cueva gigante, de los bordes sobresalía la hiedra, moho, hongos y se arrastraban insectos largos de numerosas patas, de cuerpos gordos y colores llamativos.
Mi corazón se acelero debido a que me encontraba sola en un lugar desconocido, hice memoria, la cabeza me punzo, cerré los ojos por el dolor, el primer recuerdo que atravesó por mi mente fue al caer por un acantilado o lo que supuse que era un acantilado luego de perseguir a un niño.
Me levante del suelo, al principio fue difícil, mi pierna resultó lesionada por la caida, use ambas manos para impulsarme, mis brazos se levantaron a unos cuantos centímetros, para cuando los codos se estiraron volvi a golpearme la cara contra el suelo húmedo y rocoso, grite en voz baja, con la mano izquierda sostuve mi brazo derecho el cual también se había lesionado, estirarlo provoco una sensación indescriptible de agonía.
Levantarme requirió de un esfuerzo sobrenatural, escuche el sonido de mis huesos tronar, como si chocaran uno sobre otro, podia incluso sentir el astillamiento de mis huesos tocando las paredes de la carne, tuve miedo de que al dar un paso los huesos se salieran de mi piel. Al primer movimiento solte un fuerte grito, baje la vista, ambas piernas estaban hinchadas, una herida abierta se extendía desde rodilla hasta cinco centímetros abajo, la sangre salia a medida que la movía mezclándose con el barro en mis piernas, ver la herida simplemente era doloroso.
Desesperadamente mire hacia arriba en busca de una salida. El cielo nublado no me causo una buena impresión, afortunadamente aún llevaba sobre mis hombros la mochila, la baje para sacar las cartas clow, me quite el collar para invocar mi báculo.
—Llave que guardas él poder de mi estrella, muestra tú verdadera forma ante sakura, quien acepto esta misión contigo. ¡Liberate!.— exclame con fuerza.
Mi corazón dejo de latir.
Quede helada.
No sucedió nada.
La llave no se transformo en báculo.
—¡Liberate!.— volvi a pronunciar.
Siguió sin funcionar, aterrada trate de escalar, las rocas eran filosas al poner mi mano sobre ellas me hice corte profundo. Era alto, veinte metros podia calcular, mas alto que los muros del territorio. Grite, llame el nombre de todos los que estaban conmigo hace solo un par de minutos o al menos eso creia ya que había perdido la consciencia. Tuve miedo ante la posibilidad de que me abandonaran, que no pudieran escucharme gritar, trate de esfumar esos pensamientos, volvi a intentar invocar el báculo pero no funcionó, intente realizar un conjuro distinto, una posición, lo probé todo pero no sirvió de nada.
Nadie acudió a mis llamadas de auxilio.
Al llegar la noche no tuve más remedio que entrar a la cueva, la posibilidad de encontrar una salida me impulso a avanzar pese al dolor que sentia tanto fisico como mental.
Con un pedazo de madera que encontre y dos rocas prendi fuego, con el puño en el corazón entre a la oscuridad, el ambiente era escalofriante, el techo goteaba provocando sonidos inquietantes, uno que otro insecto se atravesaba en mi camino, el olor a moho picaba en mis fosas nasales, por unos minutos todo permaneció en silencio, solo podia escuchar el sonido de mis pasos, alumbre las paredes rocosas siendo cautelosa de no encontrarme en peligro, giraba hacia todos lados para asegurarme de que nada me siguiera o atacara, tenia esa sensación de que entre más avanzaba más lejos me encontraba de la salida.
Respire con lentitud, tenia miedo incluso de parpadear.
una gota cae en mi cabello, elevo la vista, es solo agua, entonces regreso la mirada hacia adelante.
—¡¡Ahh!!— gritó.
Una silueta oscura femenina se refleja en la pared. Es solo mi sombra. Suspiró aliviada.
Vuelvo a retomar él camino, alzo un poco más alto la antorcha, bajo la mirada por un segundo para verificar que no haya hoyos, regreso los ojos al frente..
La respiración se me corta, abro los ojos aterrada, un grito se queda atorado en mi garganta, los dedos tiemblan, no soy capaz de seguir.
Frente a mi, a solo dieciséis centímetros de distancia, unos ojos inyectados en sangre me contemplan, esta parada en él techo, no se como lo hace y no me tomo él tiempo para averiguarlo, siento su respiración cerca de la mia, inclina solo un poco su cabeza acercándose más, mostrando sus filosos dientes manchados en sangre, las cicatrices son notables en su piel palida, hay una linea que atraviesa sus labios, debido a que esta parada en el techo su largo cabello color grisáceo cae.
Me observa, me contempla con un instinto asesino en sus ojos, doy un paso hacia atrás, ella sopla la antorcha y todo queda a oscuras.
[Actualmente]
Shaoran⚡←
—¡Duele!.— exclame sujetando mi pierna que desde hace un par de minutos no dejaba de sangrar.
Mi hermana Fan ren había desinfectado la herida para luego coserla y "accidentalmente" clavo la aguja en el fondo de la herida.
—¡Me alegra que te duela!.— exclamó molesta.— Ese dolor no se compara con el que siento cada que cometes una imprudencia.
—¿De que hablas?
—Lo escuche del teniente Jin, volviste a ponerte en peligro, corriste solo por tu cuenta hacia el bosque dejando a los cadetes atrás, no te apegaste al plan, fuiste descuidado.
—Ya habiamos rescatado a los rehenes de las brujas, los subíamos a las camionetas y en ese momento me percate que una bruja que había sobrevivido se llevó consigo a una chica hacia el bosque.— respondí con enojo.— Por eso corrí al bosque.
¿Qué debia hacer? ¿Pretender que no lo vi y regresar al territorio?
—¿Y si te estaba llevando a una trampa shaoran? No solo pondrías en riesgo tú vida, también la de los cadetes.— regaño.— Te apresuraste a lo desconocido y sin compañia.
—Pero al final no fue una trampa, logre acorralar a la bruja y matarla además rescate a la chica.— frunci el ceño.— Todos estamos a salvo.
—¡Pero no esta bien shaoran!.— atacó
—¡Te estas comportando como una paranoica Fan ren! ¡No paso nada!.— grite hartó de su comportamiento.
—¡Pero podría pasar!.— exclamó entre lagrimas.— Podria pasar..— repitió con debilidad.— No quiero que te pongas en peligro shaoran, en este año perdimos a demasiada gente, si tú tambien desapareces yo no podria soportarlo.— seco las lagrimas con la yema de los dedos.
—Lo siento.— disculpe.
Fan ren se quedo uno minutos en silencio, se dedico a curar mi pierna, no se si no escucho mi disculpa o seguia molesta por ser descuidado en el campo de batalla. Antes de que saliera por la puerta volví a hablar.
—La chica tenia el cabello castaño.— Fan ren se detuvo.— Pensé que se trataba de sakura, por eso corrí sin pensar hacia el bosque.
Paso un minuto hasta que Fan ren volvio a hablar.
—Lavate las manos y baja a comer.— respondió sin mirarme, abrio la puerta y la cerro emitiendo un sonido seco.
Sakura🌸←
—¡Eres una inútil!.— solto una patada en mi estomago una mujer de cabello grisáceo, rodé cinco peldaños abajo.—
Tan inútil como al soldado que asesine hoy.
Me levante del suelo adolorida, aún no me curaba de la golpiza que me había dado ayer en la noche.
Después de caer al acantilado, me encontre con esta bruja con quien luche para salvar mi vida como resultado de la batalla me convirtió en su esclava, empecé a vivir en esta cueva en compañia de cinco niños más, aun que trate de buscar una salida no logre encontrarla, escalar veinte metros de rocas filosas no termino nada bien, tan pronto me resbalara tendría una muerte segura, pienso que ese día las cartas clow aligeraron mi caída y por esa razón sigo con vida pero ahora que ninguna de ellas funciona con mi magia es imposible escalar hasta esa altura.
Lo único que se es que existe una salida, por lo general la bruja se encuentra afuera de esta cueva y regresa a ella con facilidad.
Además no puedo escapar sin los niños que habitan en esta cueva, me niego a dejarlos atrás. No se que día es debido a que no veo el sol con continuedad, solo se que llevo mucho tiempo aquí adentro.
La bruja Pribu tiene su propio trono pulido de una gigantesca roca a la cual le dieron forma, de esta misma se hicieron cinco peldaños para elevarlo, en el centro se encuentra una especie de pista hecha de pequeñas rocas de colores brillantes, lo único que se encuentra en este sitio es el trono junto con una mesita de madera que ocupa para sus comidas.
Detrás del trono en una de las paredes hay una "puerta" que consiste en un pedazo de tela grande, el cual al atravesar esta el cuarto de la bruja.
Del otro lado del "vestíbulo" es decir donde se encuentra el trono las paredes rocosas forman un pequeño cuadro, a lo que llamamos "cocina" ahí encontraras todo tipo de frascos de vidrio con diversas etiquetas.
Es donde preparamos la comida de la bruja.
Nuestro cuarto esta en la profundidad de la cueva, aveces las lluvias son tan fuertes que termina inundando el lugar, como es muy estrecho por las paredes tenemos que dormir juntos, no esta mal debido a que asi generamos calor, dormimos sobre un pedazo de roca cuadrado lo suficientemente estrecho y alto para evitar ser mojados por la inundación,
en realidad es un gran pedazo que quite de una pared de la cueva, la Lije con esmero y ese es el resultado.
Aveces comemos, aveces no, por lo general lo hacemos a escondidas.
La bruja desquita su ira con nosotros, cuando cometemos un error nos golpea, por diversión nos golpea, cuando no esta de acuerdo con algo nos golpea. Siempre que quiere hacerle daño a alguno de los niños termino ocupando su lugar para protegerlos de los golpes, siempre usa conmigo su barra de hierro, es su arma favorita dice que puede sentir el dolor de sus víctimas con ella y eso le genera satisfacción.
—Debiste ver la cara de ese sujeto, rogando por su vida.— me arrojó una tela oscura en la cara.— ¡Quedatelo!
Se lo quite a ese humano antes de matarlo, puede que te recuerde lo insignificante que es tú vida.
Lo tome entre mis manos, era una capa de color oscura con un circulo mágico en el centro y dentro de el la letra "S" no tarde en darme cuenta que se trataba de una capa del territorio de Nokoru, pase la yema de mis dedos por las costuras sin duda alguna Tomoyo era la diseñadora.
Una debil sonrisa se dibujo sobre mis labios, al menos sabia que seguia con vida.
—Gracias.— agradeci y no por que realmente quisiera si no para evitar ser lastimada de nuevo.
—Ahora vete a prepar la comida, los invitados estan por llegar.
Salí corriendo del vestíbulo para ir a dejar la capa oscura a la habitación.
Los niños al verme llegar se alegraron.
—¿Qué es eso?.— preguntó un niño de pecas pequeño, cabello grisáceo corto, al igual que yo viste de harapos.
Su nombre es Kento.
—La podemos usar como cobija, toquen la tela es resistente y cálida.— Sonreí.
—Es cierto además tiene un lindo símbolo. ¿Podemos quedarnos esto?.— se acercó una niña rubia pequeña.
Su nombre es kayo.
—Claro que si.
—¡Eso es genial!.— festejo un niño de cabello anaranjado.
Su nombre es Akito.
Ellos tres tienen la misma edad que Yui y kaito, verlos me hace pensar en esos dos.
—Debo irme ya, no salgan de la habitación.
—¿Estaras bien? Puedo tomar tú lugar, debes estar cansada y...— se estrujó las manos una chica de mi edad de cabello azabache, parecía nerviosa.
—Estare bien.— tranquilice a Yuzu.
Antes de irme me detuvo una mano muy pequeña. Era el niño más pequeño de todos, su cabello castaño caia sobre sus ojos.
—Ten cuidado.— dijo tímido.
—Lo tendre Xi.— respondi dandole una palmadita sobre su espalda.
Shaoran⚡←
Nos reunimos en la mesa para comer, desde hace un par de meses todos los habitantes nos reunimos debajo de una carpa, cada quien puede sentarse en donde desee pero para nosotros los de alto rango tenemos nuestra propia mesa, ubicada al principio de la carpa, es decir en la esquina para que si se tiene que dar un aviso todos presten atención a las indicaciones o alguna otra situación.
A diferencia de la mesas rendondas del resto la nuestra es rectangular con muchos asientos vacíos.
Estoy sentado a un lado de Jin a quien no dudo de darle un golpe en el brazo por delatarme con mi hermana.
—Es por tu bien.— dice el pelinegro sin preguntar el motivo debido a que ya lo sabe.
—¿A que se debe este ambiente tan tenso?.— pregunta una voz femenina, es una chica de mi edad de cabello azul recogido en un chongo, quien toma asiento a un lado de Jin.
Ahora si casi todos estamos reunidos, me dedico a darle un vistazo a cada uno de los cadetes, todos los que estamos sentados en esta mesa somos los mejores del escuadrón Geass.
—¡La batalla de hoy en la mañana fue espectacular!.— volvio a hablar la chica.— Tuve una conversación muy interesante con la bruja Merly.
—Demonios, se supone que debes asesinar brujas no charlar con ellas.— se llevo la palma a la frente un chico de cabello castaño claro que usaba rosas como decoración en su cabello.
Se encuentra sentado frente a Jin.
Este chico es Hikaru, cadete numero ocho. Habilidoso con el arco. Es un experto en la ilusión, su padre fue un mago y aprendió los trucos de él.
—No pude evitarlo, conocía a mi amado mago Zero.— sus mejillas se tornaron de color rosado.
—No entiendo como te puede gustar un mago.— bufo un chico albino que se encontraba al lado de la chica.—
Son nuestros enemigos, reacciona.
Él es Daichi, cadete numero cinco.
Es un experto fabricando armas, es un fanático del ácido, suele usarlo en las brujas. Digamos que tiene una mentalidad macabra, desea descuartizar a las brujas, aprender como funciona su cuerpo, de donde proviene su fuerza y si es posible que los humanos desarrollemos sus habilidades.
—Zero-Senpai no es nuestro enemigo.
Es solo un probre mago que ha caido en la desgracia de nacer dentro de los sobrenaturales, en realidad esta esperando ser liberado de las garras de esos seres despiadados.—dramatizó con señas extrañas.— Y es aquí donde entro yo, una humana dispuesta a salvarlo, sólo espera un poco más zero- senpai, te prometo que conseguiré tú libertad.— apretó ambas manos llevandolas al corazón.
—No puedo creer que una loca como tú sea parte de nuestro escuadrón.— hablo el albino con los ojos en blanco.
—Mira quien fue a hablar.— levanta una ceja.— el que desea descuartizar a las brujas y hacer experimentos con ellas.
—Tranquilos.— interrumpió un chico rubio de gorra sentado frente al albino.— Nos desviamos del tema,
Kaede por favor continúa con el relato.—pidio amablemente.
Él es Rai, cadete numero seis.
Esta obsesionado con los dulces, es él más "tierno" de nosotros, evita meterse en problemas, es atento y cuida de los demás, su especialidad es la conducción, es un buen mecánico.
En cuanto a armas utiliza la ballesta.
Aun que parece un chico normal él padece de... Bueno pronto se los dire.
—¡Cierto! Entonces como les seguia diciendo. Le dije a Merly:
"¿Como puedes hacer esto? Si Zero-Senpai se enterara de que secuestras niños, se sentiría muy decepcionado.
Y si zero pone un rostro triste entonces jamás te lo perdonare merly.— expreso con un rostro dramático, como si realmente le doliera el suceso.— Entonces Merly dijo; "¿Zero? ¿Como te atreves a llamarle por su nombre? ¡Mujer insolente!.— hizo énfasis en lo ultimo.— Tú no eres digna de hablar sobre el.
Todos nos sorprendimos al ver que la expresión de la chica azul cambiaba a una triste.
—Entonces sucedió lo que temia.— vio su reflejo en uno de los tenedores de metal.— Merly estaba enamorada de Zero.— su voz se escucho apagada.— Así que dije: Merly, pense que eramos amigas, No solo secuestraste a niños tambien me traicionaste, sabias sobre mis sentimientos hacia zero.
tú y yo ya no podemos ser amigas.—
Su voz sonó fria, todos nos estremecimos al ver que agarro un cuchillo y se subió a la mesa.—
¡Y entonces la apuñale!
—¡Joder kaede éstas loca!.— tembló el albino.
—Y yo que pensé que el raro de aqui era yo.— expreso Koichi que se había mantenido callado hasta ahora.
Koichi es el cadete numero tres.
Es un buen chico pero muchas veces actúa de manera infantil. Es un experto manejando armas de fuego.
Tiene una rara afición hacia los colores, por eso siempre carga consigo una caja de crayones.
—En paz descanse Merly.— bajo el cuchillo para luego rezar.
—Kaede eres un poco..— Raí se detuvo ante sus palabras notamos que dejo caer la paleta que hasta ahora sostenía en sus manos, sus ojos color verde adquirieron un tono azul causando que todos soltaramos una ligera sonrisa.
—Llegas a tiempo Rei.— le dije.
Rai padece de doble personalidad.
Su otra mitad se llama Rei que es todo lo contrario a Rai. Mientras Rai es tierno, Calido y amable, Rei es descortez, sombrio y rebelde.
Rai ama los dulces y Reí prefiere lo salado. A Rai le gusta peinar su cabello hacia abajo y Reí hacia arriba.
Son las dos caras de una moneda.
—¿De que hablaban?.— pregunta Rei abrumado.
—Sobre lo loca que esta Kaede.— respondió Koichi.
—¡¡Rei!! Despertaste.— se emociono Kaede quien apenas acababa de abrir los ojos luego de orar.— Te tengo que contar algo sobre Zero-sempai.
—Demonios, mejor no hubiera salido.— suspiro frustrado y todos reímos.
Finalmente sólo queda presentarles a Kaede, cadete numero cuatro, experta en manejar la katana. Como se percataron Kaede esta enamorada de un mago enemigo y además socializa con las brujas, por lo general dialoga con ellas sobre zero, las trata como amigas, se crea una larga y dramática historia con ellas, no se si lo hace para confundirlas o solamente por diversión o por que se volvió loca.
Es alguien que habla mucho y es muy amigable, tenerla es una buena compañia.
Su lider soy yo él numero uno.
Él segundo es él teniente Jin
y como séptimo se encuentra meiling quien no esta presente en la mesa debido a que esta en la torre de vigilancia junto con eriol.
Este escuadrón difiere en muchas cosas, algunos tienen aficiones extrañas, razonamiento complicados y personalidades opuestas pero a pesar de eso somos unidos y eso es suficiente para ser más fuertes.
—Hoy en la noche iremos en búsqueda de brujas, así que preparense.— levante de la mesa.
Sakura🌸←
—Asesinaron a la bruja Merly.— comento una bruja de cabello esponjoso color plateado.— Se lo merece, su padre debe estar decepcionado de que una humana acabara con la vida de su hija.
—Oh merly merly, como olvidarla.— respondió la bruja Pribu quien fumaba de una pipa mientras yo le entregaba una taza de porcelana con un líquido que contenía.— Siempre metiéndose en donde no debe. Era una bruja adolescente muy fastidiosa.
No se cuál es la razón pero desde hace una hora una de las brujas no aparta la mirada de mi, para dejar de sentirme incomoda regreso a la cocina.
Escuchó que alguien entra a la cocina, giro rápidamente sobre mis talones agarrando una piedra filosa que utilizó para rebanar debido a que la bruja Prim no me permite usar cuchillos.
—Largate.— digo al ver a la bruja que desde hace una hora no dejaba de mirarme.
Es diferente al resto, sus ojos rojos, parpados morados, viste de manera elegante, con un traje oscuro, su cabello violeta rizado, sus labios pintados de rojo, y esa piel que parece de porcelana.
Es una bruja pero no parece serlo, se ve más.. ¿Humana?
—Eres la captor ¿Cierto?.— eleve la filosa piedra a la altura de mi pecho.— Tranquila no pienso decírselo a la bruja Pribu y tampoco voy a hacerte daño. Es ignorantemente estupida por eso no se ha percatado de tú poder mágico, si se enterara terminarias siendo vendida a magos, para que experimenten rituales satánicos, lo cual es un desperdicio para una niña como tú.— avanzó.
—¡Alejate!
—De acuerdo.— retrocedió dos pasos.—No estoy aquí para hacerte lastimarte mi nombre es Rinno, recuerdalo. Me percate de tú presencia mágica en cuanto entre a la cueva.
—¿Qué quieres?.— no baje la guardia.
—Negociar. Puedo sacarte de aquí.— sonrio.— Pero a cambio tendras que hacer algo por mi.
—¿En verdad?.— mis ojos se iluminaron.— ¿Nos sacarias de aquí?
—Dije que solo a ti. Los otros niños no me sirven.
—Entonces no hay trato.
—¿Hablas en serio? Puedo concederte tú libertad. ¿Tampoco piensas escuchar lo que quiero a cambio?
—No pienso irme de aquí sola.— frunci el ceño.— No sin los niños.
Por lo tanto no necesito escuchar lo que quiere a cambio a menos que salgamos de aquí todos juntos.
—Dicen que tu personalidad definirá tu destino, si es así seguramente sobrevivirás.— se cruzó de brazos.—
Sin embargo eres ingenua. Date prisa y abre los ojos.— giro sobre sus talones para cruzar la puerta.
—¿Qué quieres decir con eso?
—Piensalo:
¿En verdad somos nosotros los enemigos?
Una sonrisa extraña se formo en sus labios para acto seguido desaparecer.
Si algo debía saber es que las mentiras empezarían a fluir, detrás de cada rostro agradable se ocultaba un secreto, un pasado, una identidad falsa y una verdad aterradora aguardaba en las afueras de los muros.
Syaoran⚡←
Despues de la batalla de esta noche, deje que todos mis cadetes regresaran primero al territorio, yo tenia otros asuntos que atender, maneje la camioneta adentrandome al bosque, la estacione cerca de un roble.
Baje del auto para mover un arbusto al hacerlo, jale con mis fuerzas la hierba provocando un rechinido, la tierra se levanto. Era una alcantarilla secreta, entre en ella pisando los primeros escalones de la escalera para luego volver a cerrarla.
Al tocar él suelo alguien con capucha blanca me esperaba sujetando una vela.
—Capturamos a una nueva.— dijo para emprender marcha por la alcantarilla.— La encontramos cerca de un alcantilado.
Nos detuvimos justo frente a una puerta grande de acero.
—¿Estaba sola?
—No, junto con algunas brujas más pero escaparon.
—Entiendo.
—Capitan.— ingreso una llave.—
Para sobrevivir necesitamos realizar sacrificios, lo entiende ¿no?.— seguido de eso empujo la puerta.
Una intensa luz me cegó por unos segundos, mis ojos al irse acostumbrando lo primero que vieron fue a una chica de tez pálida como la porcelana, cabello violeta rizado, labios rojizos, dientes filosos que mostraba al estar amordazada con un fierro sujeto a su boca, sus manos esposadas a las paredes de piedra, al igual que cintura y las piernas. Nos observaba con ira, tiro con fuerza tratando de librarse, se removía de un lado a otro, pataleo una y otra vez pero nada dio resultado.
—Se llama Rinno.— dijo la persona de capa blanca acercandose a una mesa de metal de donde agarro una maquina electrocutadora.—
Rinno-chan tranquila, esto solo te dolerá un poco.— encendió la maquina creando chispas.
Gire mi rostro hacia un lado para no mirar pero fue imposible la escuche agonizar, fue un grito bestial.
Piensalo:
¿De verdad somos nosotros los enemigos?
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