Capítulo 20 - El Club De Teatro Se Completa Parte I
El club de teatro ya cuenta con cuatro miembros, pero aun hay mucho por hacer. Sino conseguimos seis miembros más, todo lo que hemos hecho para rehabilitar el club de teatro no habrá servido para nada. Por lo tanto, es imprescindible completar lo más pronto posible el requisito mínimo de miembros que nos exige el consejo estudiantil.
La placa que dice “Universidad Hajime” me trae de regreso a la realidad. Las chicas y yo al fin hemos llegado, cansados tomamos aire para recuperar el aliento perdido luego de tanto correr. Una vez recuperados, ingresamos al recinto. Entonces recorremos el extenso camino empedrado, rodeado de césped y verdes árboles, hacia la entrada del edificio. Un edifico enorme, con ventanales tan grandes y bien diseñados como si la universidad Hajime fuera la mismísima universidad de Oxford. Y es que esta facultad, al igual que tantas otras como la ya mencionada y prestigiosa Oxford, basa su arquitectura en la misma que se realizaba para la construcción de castillos, dando un aire de nobleza a la institución.
—¡Apúrate tonto! —exclama Ayumi de repente. —Deja estar entontado mirando para todos lados.
Mai no pudo evitar reír ante ese acertado comentario de Ayumi. En cuanto a mí, solo estaba perdido en mis pensamientos. Además, quien no se perdería admirando tan sublime escenario. Sin perder mas tiempo entramos al edificio.
—¿Por qué siempre tenemos que sacarnos los zapatos para ponernos estas sandalias? —digo de repente, fastidiado por tener que hacer esto todos los días. Sobre todo, cuando llego tarde, realizar esto solo me hace perder más tiempo.
—Es una cuestión de higiene Seiji, y no está diseñado para las personas que llegan tarde como nosotros —responde con calma y seguridad Mai, mientras que al igual que nosotros, se desata los cordones de los zapatos.
—Así es tonto, ¡no seas un sucio cochino! —coincide Ayumi con ella.
—Entendido señoras —me limito a responder con obediencia, ajustando las sandalias a mis pies lo más rápido posible.
La hora de clases hace rato que ya había concluido, los estudiantes que no tenían club o actividades fuera del horario escolar, ya se habían ido a casa. Solo había un par de profesores cumpliendo horario, solo aquellos que tienen a cargo un club. Y por supuesto, alumnos como nosotros que formaban parte de un club, se encontraban ahora en sus respectivas reuniones de grupo. Por los ventanales se podía observar, también, a aquellos atletas que se preparaban para competir en las actividades físicas del festival cultural, como la carrera de cien metros o de salto en vallas. Mientras nos acercábamos al club de teatro, murmullos se alcanzaban a oír de los diferentes salones, pertenecientes a los respectivos clubes. Y no es para menos, no somos los únicos que se están preparando para este importante evento. Mantuvimos silencio para no interrumpir las reuniones, llegando así al salón donde se encuentra nuestro club. La puerta, razonablemente, esta mas dañada y sucia que las otras; y sobre ella pegado con cinta adhesiva un letrero escrito por Sakura, el cual dice simplemente “Club de Teatro”, con letras grandes de color rosa y un montón de flores de cerezo dibujadas alrededor. Un letrero que llega a ser cautivador, un simple cartel escrito a mano que expresa amor y calidez. Ante una puerta que transmite, por el contrario, olvido y soledad.
—Es aquí, ¿cierto? —pregunta Mai con una leve sorpresa en sus ojos.
—En efecto —respondo.
—No es nuestra culpa, este sitio lo abandonaron por mucho tiempo, a penas lo estamos sacando a flote —cierra Ayumi, con la rudeza y seguridad que la caracteriza. —Me pregunto si Sakura habrá venido, si estará adentro…
Los tres nos miramos extrañados, ante la posibilidad de que Sakura se encuentre o no en el club de teatro. Tomo con suavidad el picaporte de la puerta y la deslizo lentamente hacia la izquierda, hasta abrirla por completo. Dentro del club, en las esquinas mas elevadas, aun quedan vestigios de telarañas que aun no hemos limpiado por completo, debajo de eso un montón de cajas por organizar y un piso prolijo, todo eso vemos delante de nosotros.
Mirando mas al centro, se encuentra una mujer. Sentada en el suelo con sus piernas hacia atrás, usando el mismo uniforme que nosotros. Un poco mas arriba, podemos ver sus delicadas manos cubriendo su rostro, repleto de lagrimas que caen y caen sin cesar. Un llanto camuflado por un sedoso y largo cabello color rosado, que alcanza a tocar también el suelo.
—¡¿Sakura, porque lloras?! —exclamo sorprendido, ante sus silenciosos sollozos.
—¿Sakura, alguien te hizo algo malo? —pregunta también Ayumi. —Si es así, no te preocupes, ¡tendrá que vérselas conmigo! —cierra desafiante, ante la posible agresión desconocida.
Sakura levanto su mirada con suspenso, con sus ojos bien abiertos, nos miraba fijamente.
—¿Seiji, Ayumi, son ustedes? —pregunta al darse cuenta de nuestra presencia.
Sakura se tomó unos segundos para secar las lagrimas de sus ojos y se paró, limpiando el polvo que se había posado sobre su ropa.
—¡Estaba tan preocupada por ustedes! —exclamo corriendo hacia nosotros. —¡Los extrañe mucho! —dice también, dándonos un fuerte abrazo.
Los brazos de Sakura, tan delgados y cortos, parecen tener una fuerza sobrehumana en este momento. Estos brazos no nos permiten apartarnos de ella, formando nuestros cuerpos uno solo. Puedo sentir la preocupación de Sakura, también su cariño por nosotros. Hicimos bien en apresurarnos, no me perdonaría si nos tardábamos un segundo mas y Sakura se llevaba toda esta tristeza a casa, todo este dolor. Ella se preocupa por nosotros, así como nosotros nos preocupamos por ella, no me perdono haber provocado estas lagrimas en sus ojos, y esa preocupación en su corazón.
—Lo siento mucho, ¡todo es culpa de este tonto! —responde Ayumi, contagiándose de las lagrimas de Sakura y dejando salir un lado vulnerable también, a través pequeñas gotas, que caen imperceptiblemente de sus ojos.
—Aunque me cueste decirlo, ella tiene toda la razón Sakura, perdóname.
Sakura nos suelta y da unos pasos atrás.
—No me pidan disculpas, es lo que hacen los amigos ¿no? —menciona cambiando su semblante. —Los amigos se preocupan por aquellos que no están, que se ausentan así sea por un día. Te preguntas, ¿Por qué no han venido? ¿Estarán enfermos?
—Estas en lo cierto —respondemos tanto Ayumi como yo.
—Les pido disculpas yo a ustedes, por ser tan llorona y preocuparlos.
Ayumi y yo coordinamos nuestras cabezas y manos moviéndolas de un lado a otro, transmitiéndole a Sakura que no eran necesarias sus disculpas.
—Somos tus amigos, también nos preocupamos por ti —responde Ayumi.
—Eres alguien especial para nosotros —digo.
—Siendo sincera, estaba a punto de irme —dice cambiando de tema. —Tenia muchas ganas de ir a visitarlos para saber como estaban, pero no recordaba sus direcciones y eso me entristeció mucho. Sin embargo, ahora que los veo bien y he podido desahogarme, ya me voy sintiendo mejor —una sonrisa se dibuja en el rostro de Sakura.
Un momento después, mas calmada, Sakura noto la presencia de Mai.
—¿Quién eres? —pregunta con amabilidad.
—La razón por la que llegáramos recién —responde con malicia Ayumi.
—No seas grosera Ayumi, ella ahora forma parte del grupo.
—Tu debes ser Sakura, ellos me hablaron mucho de ti. Soy Mai, mucho gusto.
—Mucho gusto Mai —dice Sakura con alegría. —Por favor, pasa y ponte cómoda.
Después de ese breve momento dramático, finalmente nos pusimos mas cómodos. No obstante, como el suelo tenia polvo Sakura se ofreció a limpiarlo con un trapeador que se encontraba entre muchas de las cosas que había dentro del club. Una vez hecho esto los cuatro nos sentamos. Yo sobre una caja que estaba al pie de la ventana, Sakura en el suelo, Ayumi y Mai sobre unos pequeños puffs que Sakura había traído desde su casa. Luego pusimos a Sakura al tanto de los acontecimientos recientes, en relación a Mai claro está.
—Ya veo —dice Sakura. —Lamento mucho lo que te sucedió Mai —reflexiona.
Parece que Sakura nuevamente va a romper en llanto, luego de oír la trágica historia de amor de Mai. No obstante, ella demuestra haber superado esa dolorosa situación.
—No te preocupes, Seiji me ayudo a dejar eso atrás —responde Mai, lanzando una sonrisa en mi dirección.
—Seiji es muy bueno —añade Sakura, —Su corazón es noble, no podría ignorar a una mujer en apuros, es por eso que todas estamos aquí con él.
—¡No le subas el ego al tonto! Solo es un hombre que ha tenido mucha fortuna de contar con tan bellas mujeres a su alrededor, solo es eso, suerte —responde Ayumi.
Me quedo mirándolas, disfrutando simplemente del momento.
—Entonces, ¿quieres unirte al club de teatro? —pregunta Sakura.
—¿Puedo unirme? —contra pregunta Mai con intriga.
—Claro que sí, ¿pero porque deseas unirte específicamente? —indaga en los profundos motivos que llevan a Mai a tomar esta decisión. —Además de querer ayudarnos claro.
—Bueno, supongo que el teatro y yo siempre hemos estado de algún modo relacionados —aclara con resignación. —Saben, cuando era pequeña mi padre, quien enseñaba clases de Literatura en una escuela y siempre fue fanático del teatro, por las noches me arropaba y me leía muchas obras famosas antes de dormir, sobre todo las de Shakespeare como las clásicas Romeo y julieta o Macbeth.
—Oh, eso no lo sabía —respondo sorprendido.
—No todo gira en torno a ti cariño.
Puedo sentir como una fuerte nostalgia ataca a Mai, al rememorar aquellos recuerdos sobre su infancia, mientras juguetea con sus dedos bajando levemente su mirada.
—Es por eso también, que deseo unirme a este club —afirma con seguridad, levantando la mirada y viendo fijamente a Sakura.
Sakura no podía dejar de sonreír, era evidente su alegría por contar con un nuevo integrante. Rápidamente se levanta del suelo y va a buscar algo entre las cajas. Se trata de un vector colorido, el cual deja caer un hilo hacia abajo.
—¡Bienvenida al club de teatro Mai! —grita Sakura, tirando del hilo. Del mismo se esparcen por doquier una multitud de serpentinas, que caen lentamente hacia el suelo, también encima de nosotros.
—¿Qué es todo esto? —interrumpe Ayumi. —Por qué no tuve un recibimiento así, ¿eh? —se muestra celosa.
—Muchas gracias presidenta —agradece Mai.
—Eres un mar de sorpresas Sakura —le digo mientras suelto unas pequeñas risas.
—¡Yo también quiero mis serpentinas! —exclama Ayumi.
De nuevo, Sakura busca dos vectores mas y lo apunta hacia nosotros.
—¡Bienvenidos de nuevo a ustedes también, amados amigos! —grita mientras tira de los hilos para llenarnos de serpentinas.
Después de eso no paramos de reír, el ambiente es de total felicidad. La sonrisa de Sakura es tan hermosa, sus blancos dientes no dejan de brillar. Nunca la he visto tan feliz, incluso me atrevería a pagar para verla sonreír así siempre, ya que cuando Sakura está feliz a todos nos contagia su estado de ánimo, y nos pone contentos.
Mas tarde nos volvimos a sentar, esta vez juntos enfrentados los unos con los otros. Ayumi y yo en el suelo, mientras que Mai y Sakura en los puffs.
—Mas tranquilos, es momento de iniciar nuestra reunión —dice con calma Sakura.
Todos asentimos con la cabeza, y es que en la última reunión habíamos tratado el problema de la falta de miembros. En ella acordamos visitar diferentes clubes para consultar sobre la posibilidad de brindarnos su ayuda, con el fin de poder presentarnos en el festival cultural.
—Bueno, como saben este club ha estado muy abandonado y es imposible que podamos habilitar el club para presentarnos en el festival cultural. Sin embargo, si obtenemos la ayuda de algunos clubes con vestuarios, música y manejo de luces e informática.
—Oh, si se trata de informática yo puedo encargarme. No obstante, tanto el telón como las luces se manejan a través de un gran tablero, lo que significa que al menos necesitaremos una persona mas a cargo que me ayude a manejarlo —interviene Mai. —Aunque no se preocupen, estoy segura que puedo invitar a dos amigas mías para que queden encargadas exclusivamente del tablero. Son de mi clase y están igual de capacitadas que yo con el manejo de la tecnología. Además, con eso obtenemos dos miembros más, resolvemos eso y puedo quedar libre para lucirme en el escenario —explica con entusiasmo.
Todos quedamos admirados con la explicación de nuestra nueva integrante.
—Eres realmente una chica que resuelve Mai —menciono.
—Al fin el tonto de Seiji hace algo bueno —agrega Ayumi.
—Eso seria maravilloso Mai, ¡muchas gracias! —responde Sakura, saltando encima de Mai para darle un fuerte abrazo.
—Ya, es un placer —responde avergonzada.
Si bien ya hemos resuelto ese tema, aun queda por resolver que haremos con la música y los vestuarios.
—Oh, ¡lo había olvidado! —dice Ayumi. —El día de nuestra reunión antes de irme de la universidad pasé por el club de música, y tuve la oportunidad de platicar con ellos.
—¿Qué te respondieron? —pregunta con intriga Sakura.
—Muy bien, les hable sobre el club de teatro y la necesidad de miembros. También el motivo por el cual los había visitado —empieza explicando. —Entonces me respondieron que estaban ocupados practicando para presentarse en el festival cultural. Sin embargo, a dos de sus miembros se le rompieron sus instrumentos, por lo que me dijeron que, si conseguimos instrumentos para ellos, vamos a poder recibir su ayuda también para el festival cultural.
—Básicamente dar para recibir —digo despreocupado.
—Así es, ¿sabes que instrumentos necesitan? —consulta Mai.
—Oh, sino recuerdo mal, un piano o teclado eléctrico, algo así. También una guitarra.
—Comprendo, ¿Cómo podríamos conseguirlos? —expresa Sakura.
Quedamos pensando por unos segundos, tratando de encontrar una solución.
—Mi padre es profesor de literatura —rompe el silencio Mai. —Podría pedirle que hable con el profesor de música de su escuela y le pida prestados esos instrumentos hasta después del festival cultura, ¿Qué opinan? —resuelve por segunda vez.
—Vaya Mai, ¡eres fantástica! —la halago con emoción.
—Así es Mai, te lo agradecemos mucho —agrega Sakura.
Puedo ver como Ayumi se muerde las uñas de sus dedos, celosa del cumplido que le he dado a Mai.
—¡Bueno basta ustedes dos! —interrumpe. —Recuerden que fui yo quien arreglo al trato, yo he hablado con el club de música —berrincha inflando sus cachetes de un modo gracioso. —¡Quiero que me den el crédito que merezco! —exige finalmente.
—Perdón Ayumi, tienes razón —se disculpa Sakura, abrazando por detrás a Ayumi. —Eres increíble, gracias amiga —dice dando un beso a su voluminosa cabellera.
Eso animo a Ayumi, regresando a tener el buen animo de hace un momento. Resulto el conflicto musical, aun quedaba por resolver una cosa.
—Por cierto, ¿Qué hay de los vestuarios? —pregunto.
—Eso ya lo he resuelto el día de hoy —dice con orgullo Sakura. —Vengan, Miren esto.
Sakura se levanta y nos lleva a unas cajas bien apartadas de las que tenían mucho polvo. Se trataba de una multitud de vestuarios de todo tipo. Desde largos vestidos, hasta trajes de príncipes, aquí hay de todo.
—Esto es fabuloso Sakura, ¿Cómo conseguiste vestidos de tan alta calidad? —consulta Ayumi.
—Escuchen con atención. Antes de venir al club me encontré con una compañera de nuestra clase, a la cual siempre he ayudado con sus investigaciones sobre la Edad Media. Sobre todo, porque no se le da muy bien investigar y termina cayendo en paginas como Wikipedia o usando aplicaciones como chatgpt que mas que ayudarla acaban por perjudicarla, ya que no revisa fuentes, solo copia y pega. Entonces, resulta que esta chica forma parte del club de diseño, así que imaginen mi sorpresa. Le pedí ayuda y muy amablemente me presto todos estos vestuarios que habían hecho estudiantes de años anteriores. Prácticamente estaban abandonados en estas cajas dentro de su club. Al ser un club de diseño contantemente están fabricando nuevos trajes para diferentes eventos, como el festival cultural que se acerca. Es por eso que no me puso muchas trabas, incluso les hicimos un favor desde su perspectiva, porque necesitaban mas espacio para los nuevos trajes. Por lo tanto, podemos decir que estos trajes fueron donados al club de teatro de buena voluntad por el club de diseño —cierra su explicación Sakura, con suma alegría.
—Comprendo, eso quiere decir que estos trajes son nuestros —dice Mai. —Tendré que probármelos todos, a ver cual me queda mejor —agrego en broma.
—¡Esa era mi idea, yo lo hare primero! —responde Ayumi.
—Ya chicas, ambas podrán lucir todos los trajes —dijo Sakura, mientras tanto ella como yo nos reímos de sus absurdas discusiones.
Eso quiere decir que ya hemos resuelto el conflicto mas urgente que teníamos, pero aun queda por oficializarlo.
—Ahora bien, escuchen chicos, es momento de anunciar oficialmente que el club de teatro esta completo y listo para iniciar a funcionar nuevamente —la alegría y emoción de Sakura son claras como el agua.
De repente, Mai comenzó a revisar el club mirando de un lado a otro.
—Pero antes habría que limpiar y organizar bien este lugar, ¿verdad?
—Así es, yo y Seiji lo haremos —explica Sakura. —¿Mai podrías ir a hablar con tus amigas y que nos confirmen si se unen al club? Y tu Ayumi, ¿podrías ir por los miembros del club de música?
Ayumi y Mai se limitaron a asentir con la mirada, ante la seguridad de las peticiones de Sakura. Entonces tanto la una como la otra salieron rápidamente del club para cumplir sus respectivas tareas.
—Yo y Seiji nos encargaremos de dejar este lugar como nuevo —fue lo último que les dijo.
Sakura se acerca lentamente hacia mi y me mira fijamente a los ojos.
—Por fin solos, tu y yo, Seiji.
¡Sakura y yo solos! ¿Qué es lo que está tramando Sakura?
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