Mai Y El Significado De Amar

A través de mis ojos contemplo el árbol de cerezos, tan grande y tan magnifico como siempre. Dejando caer sus pétalos rosados, cubriendo y tiñendo del mismo color las veredas del parque. Es precisamente debajo del árbol, sentado en un pequeño banco, donde Mai se encuentra esperando la llegada de Momo. Mientras eso sucede no puedo evitar sentir admiración por este lugar, pienso en todas las cosas que me ocurrieron aquí. Desde conocer a Sakura hasta ir caminando por este sitio a la universidad acompañado de Ayumi, indiscutiblemente es un lugar especial, este parque, aquí inicio todo.

Varios minutos mas tarde, la llegada de Momo me hace dejar de los recuerdos a un lado. El joven se acerca a Mai y la saluda con amabilidad, a lo que ella responde del mismo modo. Es un chico apuesto, tiene una remera del videojuego Zelda y encima una campera de color naranja que combina con su cabello castaño claro. Además, unos pantalones negros y unas zapatillas del mismo color. Luego de analizar su imagen detenidamente llego a la conclusión de que, si bien podría haberse vestido mejor para la ocasión, no se ve nada mal. Aun así, es extremadamente opacado por la belleza de Mai.

Entonces Mai y Momo empiezan su cita, caminando por las veredas teñidas de rosa hasta salir del parque. Cruzan la calle llegando al primer punto que hay que visitar, me refiero a una pequeña tienda de videojuegos. En ella hay muchas consolas clásicas con juegos arcades, es decir los también clásicos juegos de toda la vida. Mario Bross, Zelda, Sonic, y tantos otros, son solo algunos ejemplos que se pueden enumerar de los cientos de juegos que hay en esta tienda para disfrutar. Es bueno que no sea fanático de ellos, porque de lo contrario me distraería totalmente y me perdería dentro de este lugar, olvidando que estoy aquí por Mai. Los videojuegos se viven con mucha pasión en esta ciudad, ya que como esta hay muchas tiendas más. Sin embargo, al menos yo encuentro más placentero leer novelas, pero no me disgustan estos lugares. Me gusta que en esta ciudad haya muchas cosas por hacer y para divertirse. Y aun mas me gusta esta clase de tiendas al ver lo bien que la están pasando Mai y Momo, jugando carreras en el Super Mario o intentando rescatar a la princesa en el Mario Bros original. Las risas y el brillo en los ojos de Mai me alegran mucho, sobre todo luego de todas las lagrimas que ha derramado por este joven, y todo el tiempo que ha esperado por finalmente tener una cita con el y conocerlo. El chico, también veo que la esta pasando bien, lo que seguramente a ella le llene de ilusiones el corazón.

Pasaron dos horas y los jóvenes cansados de tanto jugar, dieron por terminado este primer evento de la cita, saliendo de la tienda y yendo por algo de comer. Caminando despacio y disfrutando el momento, sus miradas encontrándose pocos segundos cada vez más rápido, me hacen creer que Mai esta logrando lo que desea, el amor de Momo. Llegan a un Burger King, entran y piden una hamburguesa con papas para cada uno, acompañada además por una gaseosa. Unas mesas a la distancia me encuentro yo, y también me pido algo para comer. A decir verdad, esto de perseguir a la gente no es algo que disfrute, tampoco algo que me beneficie, estoy cansado y hambriento. Desde el café de la mañana que no ingiero absolutamente nada, ni una migaja de pan. Siendo las cuatro de la tarde, no puedo creer como no me desmaye en el camino. Pero aquí estoy recuperando energías a través de una hamburguesa, si bien no es una pasta con salsa, admito que de las comidas chatarras es mi primera opción, mi preferida por así decir. Por muchas cosas, contiene lo básico para sobrevivir, carne y vegetales. No obstante, sigo siendo un fiel seguidor del café, siendo consciente de que esa obsesión no sea buena para mi salud, lo que importa es ese gratificante sabor. En pocas palabras, podría sobrevivir sin hamburguesas, pero no sin café.

Regresando a los protagonistas de hoy, sigo viendo a Mai y Momo pasarla bien. Momo hace bromas con las pajillas de las gaseosas fingiendo ser un mamut o algo así, a lo que Mai responde con risas. En cuanto a su sentido del humor no diré mucho, he visto a Ayumi comportarse de modos aun mas extraños. Además, Mai está sonriendo, es una chica enamorada, puedo sentir como cualquier cosa que haga Momo le sacara una sonrisa de oreja a oreja, supongo que así es el amor.

Una vez terminada la comida, Mai y Momo se dirigen nuevamente al parque. Se sientan en el banco donde ella esperaba hace unas horas por el y comienzan a platicar. El sol ya no se encuentra brillante, las veredas rosadas ahora se tiñen de un color anaranjado y el atardecer empieza a apoderarse de la cena. Realmente parece el final de una novela romántica, consumir tantas historias de este genero me ha preparado bien. Ahora solo Mai debe animarse a declararle sus sentimientos a Momo y producirse el desenlace esperado.

De repente, Mai se para del banco y Momo realiza la misma acción. Un profundo y eterno silencio invade el momento, la oscuridad poco a poco se apodera del parque. Me acerco aun mas a ellos para escuchar lo que dicen, Mai esta tratando de articular las palabras, pero su voz temblorosa dificulta llevarlas adelante. Me acerco aún más, para oír lo que Mai quiere expresar, escondiéndome detrás de un arbusto, solo unos metros me separan de ellos.

—M-Momo, q-quiero q-que me escuches —dice Mai con la voz temblorosa. —T-Tengo a-algo q-que d-decirte…

Los ojos de Mai brillan más y más. Momo entiendo la situación se pone totalmente serio y deja esa mirada simpática y alegre de hace un rato.

—Adelante, te escucho Mai —responde con seriedad.

—M-Momo… —dice de repente, su cuerpo esta temblando, sus manos aprietan su pecho, comprimiendo la aceleración de su corazón. Mai se prepara pa sacar de su corazón lo que siente. —M-Momo…

Entonces Mai tomo aire e hizo un silencio breve, pero que para mí fue eterno.

—¡Momo, tú me gustas! ¡Sal conmigo por favor! —grito, llevando su cabeza hacia abajo y enterando sus manos en su pecho.

La confesión de Mai acelero mi corazón, no puedo pensar con claridad. No me imagino lo que este pasando por la cabeza de Momo, los sentimientos de ella golpearon con mucha fuerza, como si un meteorito se hubiera estrellado y destruido la tierra. Como si el mundo se estuviera acabando y no hubiera otra oportunidad como esta, ella abrió su corazón. Ahora solo tiene que aceptar, para darle el final feliz que ella se merece.

—Mai, yo… —empezó diciendo. —Lo siento mucho, tu no me gustas. —respondió con sequedad. —Y no acepto salir contigo.

—P-Puedo p-preguntar, ¿p-por qué?

—No estoy enamorado de ti, creí que podíamos convertirnos en buenos amigos, pero no mas que eso. Mis intenciones siempre fueron esas —Momo decía palabras tan duras que las ganas de golpearlo crecían más y más. —Ni siquiera nos conocemos bien, lo siento. —Pero, aunque quisiera partirle la cara en dos ahora mismo, en el fondo él tenía razón.

—E-Esta b-bien, g-gracias por oír mi confesión —dijo Mai finalmente.

—Ya es tarde, ¿quieres que te acompañe a tu casa?

—N-No, g-gracias. Quiero quedarme un momento —respondió, sentándose en el banco nuevamente.

—Entiendo, me voy —fue lo ultimo que dijo Momo, antes de marcharse.

El silencio era total, así como la oscuridad de la noche que invadía por completo el parque. Las luces se encendían de a poco, pero la negrura de la noche ya había alcanzado Mai. Ella fue muy fuerte, aguanto las lagrimas lo mas que pudo. Sin embargo, a penas Momo se marchó, rompió en llanto. El corazón de Mai esta totalmente destruido, el chico se encargo con unas simples palabras de destruir tanto amor que guardaba hacia sus adentros, que tanto había costado hacerlos salir. No puedo seguir viéndola llorar así, así que me acerco lentamente hacia ella. 

—Disculpa ¿esta ocupado? —digo amablemente.

Mai, me mira fijamente.

—S-Seiji, ¿c-como…

Antes de que terminara de pronunciar esas palabras, me siento a su lado.

—Solo sentí que me necesitarías —me limite a decir.

Mai se recostó sobre mi hombro y continúo llorando y gritando sin cesar. Yo no dije nada más, ya que no necesitaba ningún consuelo, solo un hombro sobre el cual apoyarse para poder llorar con libertad y en el cual poder desahogarse.

Una hora después, ella se detuvo. Desde entonces el silencio reino por completo en el parque. La brisa nocturna y el sonido de las ramas del árbol de cerezos encima nuestro, era lo único que podía escuchar. Mai aun estaba procesando todo lo ocurrido, ¿cómo un día tan maravilloso y alegre había terminado tan triste y melancólicamente? No podía dejar de preguntármelo. Me deje llevar por las novelas románticas, ignore la cruel realidad, en la vida real no siempre se consigue lo que uno quiere. La vida es dura, te pone a prueba de diversas maneras, y en cada una de ellas tenemos que aprender a sufrir, pero sobre todo a levantarnos y salir adelante. En este momento Mai esta pasando por ese proceso, una tristeza enorme que no se puede comprender. Quizás ese dolor sea tan grande como cientos de apuñaladas, pero como no me ha pasado no puedo entender los sentimientos de Mai. Nunca me he enamorado, ¿Cómo saber lo que se siente el dolor de sufrir un amor no correspondido? Nunca he pasado por eso, ya que jamás he experimentado el amor verdadero. Y Mai lo acaba de experimentar, es natural e inevitable sentirse perdido y tratar de procesar lo que uno esta sintiendo. En verdad no puedo decir nada, a pesar de haber leído cientos de novelas románticas, sino he tenido un amor no correspondido, sino lo he sentido. En ese caso no puedo ayudar a Mai desde mi experiencia, pero si desde mi compañía. Eso es, estoy aquí para ella en el momento en que mas lo necesita, cuando nadie se hace presente. No hace falta decir algo, ella en mi hombro tiene lo necesario, un amigo. Una persona que la va ayudar a superar este desamor tan doloroso.

—Estoy aquí Mai —digo de repente, luego de tanto pensar.

Mai se seca los ojos y me rodea el cuerpo con sus brazos.

—¿No me dejaras sola Seiji? —responde con la voz ronca, producto de tanto gritar.

—No, siempre contaras conmigo.

Mi corazón no deja de palpitar rápidamente, los latidos son tan fuertes que temo que Mai pueda escucharlos, sobre todo considerando que su cabeza esta recostada en mi pecho. Sus brazos como fuertes cadenas, me atan a este banco. Puedo sentir su respiración en mi pecho, y el olor de su cabello penetra mi nariz, huele muy bien, a chocolate. Un olor que me recuerda mi niñez, cuando mi obsesión era la chocolatada de mi madre.

—Seiji, ¿puedo hacerte una pregunta?

—Adelante, pregunta lo que quieras —respondo, colocando mis recuerdos de infancia en un segundo plano.

—¿Cuál es el significado de amar? —pregunta repentinamente.

—¿A que te refieres? —pregunto con intriga.

—¿Qué caso tiene amar si no eres correspondido? ¿tiene sentido amar Seiji? —pregunta mirándome fijamente a los ojos.

Los brazos de Mai que antes me abrazaban ahora me sujetan con fuerza. Su cabeza antes recostada sobre mi pecho, me observa detenidamente, aguardando una respuesta. No obstante, no se que respuesta espera Mai, lo único que puedo darle es mi sinceridad.

—El significado de amar. Mira Mai, amar significa darlo todo por esa persona, independientemente de que te ame o no. Implica dejar de pensar en ti mismo, para darle lugar en tu corazón a una persona especial. También es sufrir y sentir un dolor inimaginable, como todo en esta vida. Esta llena de tristezas y alegrías, la tristeza existe justamente para eso, valorar los momentos felices. El sentimiento de amar es tan bonito Mai, no dudes de su valor, aunque no te sea correspondido. Siempre tendrá sentido amar, es algo bueno. Quizás hoy no es tu momento Mai, pero estoy seguro que encontraras tu amor verdadero, quien te enseñara el verdadero significado de amar, no lo dudes.

Los ojos de Mai, ante mi respuesta, se llenaron de vida y esperanza. Como si todo lo que hubiera ocurrido fuera por una razón, y no en vano. Nuevamente se entierra en mi pecho y me abraza con mucha fuerza.

—Oh Seiji, gracias por tus palabras —responde con alegría.

Varios minutos pasaron, en los que estuvimos ahí abrazados. Por alguna razón sentí miradas asesinas entre las tinieblas de la noche, pero no le di mayor importancia.

—Oye Mai, creo que deberías regresar a casa. Ya es tarde —le sugerí.

De repente me di cuenta, Mai se había quedado totalmente dormida.
Intente despertarla, pero no había caso, había sido un día muy duro para ella. Como no sabía que hacer, tomo la decisión de tomar en brazos a Mai y llevarla a mi apartamento.

—Seiji, tendría que haberme enamorado de ti —susurro Mai durante el camino, al parecer mientras dormía.

Al llegar a mi apartamento, recosté a Mai suavemente sobre mi cama. Luego voy al baño a darme una ducha caliente, me pongo ropa mas cómoda y me recuesto sobre el sofá de mi sala de estar. Ante la presencia de mis libros, y una taza de te de manzanilla, dejo atrás este día lleno de emociones y cambios importantes. Cansado, reflexiono sobre Mai, me decepciona que no lograse conseguir el amor de Momo. Aunque también veo como algo positivo esta experiencia para ella. Mai aprendió el significado de amar, en el amor no todo es color de rosa. A veces habrá días oscuros, momentos que superar. Y ella está lista para encontrar su verdadero amor, olvidando este desamor, pero con una lección aprendida. Mai ya no es la misma, ha crecido y confió en que encontrara un hombre que la ame por lo que es y por quien es, alguien que la ame como se merece.

Nuevamente se enamorará, porque así es la vida, pero con la diferencia de que la próxima vez… su amor triunfará.