Ayer Mai y yo conversamos en el camino acerca de lo que ella conocía de Momo. Por ejemplo, le gustan los videojuegos y las comidas saladas, ya que Mai siempre lo observa a Momo jugar con sus amigos y comprar en la tienda de la universidad papas fritas o hamburguesas. Y esto tiene sentido ya que la joven enamorada me conto además que tanto ella como Momo se encuentran estudiando ingeniería en sistemas, informática en general, lo que quiere decir que quizás Momo y sus amigos tengan planes de vivir de lo que les gusta, realizando algún juego o trabajando para alguna empresa que se dedique a la realización de videojuegos, por pensar algunos ejemplos. En fin, pensando anoche no se me ocurrió nada mejor que una cita donde Momo pueda conocer a Mai, y comprobar si es posible que florezca el amor entre ellos. En la universidad, rápidamente busqué a Mai luego de las clases, y le conté mi plan, en el cual había pensado gran parte de la noche. Ella invitaría a Momo a tener una cita, visitar diferentes lugares y conocerse mejor, finalizando el día ella le confesara sus sentimientos. Mai accedió ilusionadamente, entonces le dije que vaya a dejarle una carta en el casillero de Momo, para salir mañana aprovechando que es domingo y no hay clases. Mientras espero a Mai en la salida de la universidad, aprovecho el tiempo tomando una lata de café de una de las tantas maquinas que hay por todo el complejo.
—Ya regresé Seiji, está hecho —dice Mai, luego de colocar la carta en el casillero de Momo —por suerte Momo aún no se ha ido. ¿Nos veremos mañana antes de la cita?

Mientras acompaño a Mai a casa, observo que las tiendas ya se encuentran cerradas.
—Es una pena, tenía la ilusión de que aun estuvieran abiertas —mencione refiriéndome a las tiendas de ropa —tendremos que hacerlo mañana temprano Mai, será lo último que puedo hacer por ti —cerré diciendo.
—De acuerdo Seiji, ¡gracias por ayudarme con esto!

Entonces Mai y yo nos despedimos, mientras regresaba a casa pase por el centro de la ciudad y el gran árbol de cerezos, lugar que establecimos con Mai para su cita. También donde Sakura y yo nos vimos por primera vez. Aún recuerdo como mi corazón se aceleró en ese momento, las flores caían igual que ahora, el viento soplaba como en esta ocasión, con la diferencia de algo, Sakura no está aquí ahora. Por alguna razón, no hay esa atmosfera, esa magia del momento sin Sakura aquí, solo es un árbol grande en medio de cientos de personas que pasan todo el tiempo por aquí. En casa, luego de darme una ducha y cenar, me preparo para dormir. No hay nada más desagradable que madrugar un domingo, el único día que puedo descansar sin la necesidad de colocar un despertador, donde puedo dormir plácidamente y ser feliz, se ve interrumpido por Mai y su cita. Al menos quizás pueda conseguir con esto, un miembro más y acercarnos a cumplir el objetivo de hacer una obra de teatro juntos: Sakura, Ayumi y yo.

Al día siguiente, a duras penas logro abrir los ojos y salir de la cama rodando hacia el suelo, la única forma de no dormirme de nuevo en un día como este, domingo por la mañana. Reviso el reloj y son las seis, aún faltan dos horas para encontrarme con Mai, por lo que las aprovecho para hacer uno de los pocos placeres que tengo en mis días. Preparo una taza de café, me siento en el sofá y comienzo a leer el diario, en específico la sección de historietas. Quizás muchos me consideren anticuado o un aciano joven por mantener estos hábitos, pero lo cierto es que son muy placenteros y hasta en algún punto relajantes. No es como observar los noticieros o las redes sociales, donde la mayor parte del tiempo hay personas observando la vida de otras personas. En lo personal prefiero enriquecerme de conocimiento, cuando estoy en las redes, viendo la tele o como ahora mismo, leyendo una historieta en el diario. Es decir, preferiblemente quiero entretenerme a mí que ver cómo se entretienen los otros.

Luego de perderme en mis pensamientos, reviso nuevamente el reloj y ya son las siete y media, por lo que me encamino al encuentro pautado con Mai, donde la ayudare a prepararse para su cita, si todo sale bien hoy habrá ganado el amor, Mai, y todos los que formamos y formaremos parte del club de teatro. Después de todo, el festival cultural se acerca y es importante conseguir los miembros que nos faltan. No quiero decir que este haciendo esto para que Mai se una al club de teatro, solo pienso que nos ayudaría mucho que Mai se integre al club, tanto por su carisma como su belleza. Si se lo propusiese, sería una gran actriz, veo potencial en ella.

Entonces salgo del apartamento, en una mañana agradable. El sol empieza a salir lentamente y hay una brisa placentera en el aire, que incluso llega a ser refrescante. Recorro la ciudad, pasando por tiendas las cuales recién empiezan a abrir, llegando hasta el enorme árbol de cerezos en la plaza, donde Mai se encuentra esperándome. Mai, a diferencia de mí, esta tan preciosa como una princesa. El sol que empieza poco a poco a brillar, produce que los ojos de Mai naturalmente cautivadores, se luzcan aun mas y deslumbren a todos con su brillante presencia. Sobre todo, ahora que su cabello ya no oculta sus ojos debajo de un enorme flequillo, el cual ha desaparecido por completo. Su peinado también destaca por dejárselo hacia atrás de la oreja, la parte izquierda, atándolo con varias pinzas. Mientras que la parte derecha se la ha peinado hacia ese lugar dejando cubrir un poco esa parte de su rostro. Indiscutiblemente el cambio visual de su rostro es audaz y perfecto. Mai ahora muchísimo mas hermosa que antes, ya no oculta su rostro debajo del cabello. Ahora lo muestra con orgullo, y estoy seguro que Momo lo notara. Es más, Momo se sorprenderá tanto del cambio en la imagen de Mai que se preguntará porque en lugar de jugar videojuegos e ignorarla, no le presto más atención a esta princesa que temerosa desde la distancia por su amor suplicaba. Sin embargo, aun hay algo que puedo hacer para aumentar el cambio de imagen de Mai y hacer que Momo se enamore aun mas de ella. Me refiero a su vestimenta, ya que, si bajo a ver la ropa de Mai luego de perderme en su mirada, notare que he sido engañado y acabare decepcionado. Es decir, con esa camiseta del videojuego “Mario Bros”, pantalones gastados, y sandalias de segunda mano, no veo posibilidad alguna de que Momo quede enamorado de esta joven enamorada.

Mai, al notar mi presencia y ver como me dirijo hacia ella, también se aproxima hacia mí.
—Buenos días Seiji, soy Mai por si no logras reconocerme —empieza diciendo, soltando una soberbia descripción de su nueva “yo” —He sido transformada por mi madre, la cual al enterarse que tendría una cita no dudo en prepararme para la ocasión.
Realizo una mirada rápida a Mai de arriba hacia abajo.
—Buenos días Mai —la salude primero. —Verdaderamente me has dejado con la boca casi abierta, necesito el número de tu madre, ya que es una excelente cambiadora de imagen, ja, ja. —respondí con humor.

Entonces ambos nos reímos, y sin perder mas tiempo nos dirigimos hacia una tienda de ropa para terminar el cambio de imagen de Mai.
—¿Esta se ve bastante bien, no crees Seiji? —menciono Mai acerca de una enorme tienda de ropa de mujer, había grandes vestidos en las vidrieras y elegantes zapatos de tacón.
—Así es Mai, entremos —respondí y ambos ingresamos a la tienda, donde nos atendieron a la brevedad y nos dirigieron hacia la sección de vestidos, nuestra misión de enamorar a Momo a penas había comenzado.

Luego Mai escogió varios vestidos que le gustaron y la acompañe hacia el probador, esperando en un gran sillón a que saliera para evaluar como le quedaban. No soy un diseñador de moda ni mucho menos, pero tratare de ayudarla desde mi humilde perspectiva masculina. Entonces Mai salió con un largo vestido, color morado, que le llegaba hasta los pies.
—Y Seiji, ¿qué piensas de este vestido? —pregunto Mai, la cual esperaba una elaborada respuesta de mi parte.
Mire a Mai de arriba hacia abajo un par de veces, antes de dar mi objetiva opinión.
—Bueno Mai. Para empezar el vestido me parece demasiado largo para una cita informal, el color no combina con nada de ti tampoco. —empecé diciendo. —Me parece un vestido que llevarías a una fiesta formal, como una celebración de compromiso. Si embargo para una cita entre jóvenes me parece algo exagerado, ¿no crees?
Mai asintió dándome la razón, y regreso al probador.
—¿Y de este, que opinas? —pregunto Mai, al salir de probador con una falda demasiado corta, color naranja, y una blusa ancha del mismo color.
—¿En que estas pensando Mai? —pregunte, al ver tan mala combinación de prendas y colores. —Mai, hay demasiada ropa de la cintura hacia arriba; y muy poca de la cintura para abajo. No hay coherencia, el resultado es decepcionante.
Mai al darse cuenta, corrió avergonzada al probador.
—Lo siento Mai, no quise ser muy duro —me disculpé desde la distancia.
Entonces Mai, luego de media hora de pensar y pensar, salió por una tercera vez.
—¿Y que me dices ahora Seiji, me sigo viendo decepcionante? —pregunto Mai, con una adorable mirada que mezclaba un poco de vergüenza y miedo ante una nueva critica de su imagen.

Al ver a Mai quede totalmente impresionado, no puedo cerrar la boca al verla tan hermosa como nunca antes. Ese vestido que escogió, de color azul, realmente hace brillar aún más sus azulados ojos, que con vergüenza me observan, esperando una respuesta. Pero no puedo emitir ninguna palabra, pues mi corazón late a mil por segundo, la piel se me eriza por completo y la voz comienza a temblarme, ¿A caso es posible que un simple vestido cambie tanto la imagen de una persona? No lo creo. En realidad, Mai siempre fue una mujer demasiado hermosa, que ocultaba su verdadera imagen detrás de peinados y vestuarios poco vistosos. Aun así, no puedo creer lo bella que esta Mai, ese muchacho es muy afortunado de tener a una mujer así enamorada de él. Incluso podría decir que me pone molesto, la fortuna del tipo. Tiene mucha suerte, Mai realmente enamoraría a cualquiera, incluso a mí.
—S-Seiji, ¿Cómo me veo, porque no respondes?

De repente Mai me trae de regreso a la realidad.
—Mai, lo siento, me has dejado con la boca realmente abierta —respondo. —Ese vestido skater te queda realmente precioso. La forma en la que se ajusta en la parte superior y se abre en la falda, creando una silueta elegante y juvenil. Es ideal para tu cita.
—¿De verdad lo crees? —pregunto Mai, quien su cara había cambiado por completo, mostrando una enorme felicidad.
—¡Por supuesto! —asentí. —Si Momo no se enamorada de ti luego de verte así, estaría cometiendo una locura.
—¡Gracias Seiji! —responde Mai emocionada, y acto siguiente me da un fuerte abrazo. Mi corazón no puede más, esta que se me sale del pecho.
—Así que ya estás lista, recuerda lo que tienes que hacer. Llevar a Momo por sus lugares favoritos, y al final del día declararle tu amor debajo del árbol de cerezos. —menciono de repente. —Estoy seguro que lo lograras.
—Ay ojalá Seiji, gracias por toda tu ayuda. No sé cómo agradecerte —Mai estaba totalmente feliz, que casi estaba a punto de llorar.
—No te preocupes Mai, ya hablaremos cuando consigas el amor de Momo, hasta entonces mi trabajo aquí ha terminado. Nos vemos pronto.
Mai asintió con la mirada y me dio nuevamente las gracias. Viendo que la hora del mediodía se aproximaba, partió hacia el árbol de cerezos a encontrarse con Momo.

En cuanto a mí, estaba listo para regresar a casa y tomar una buena siesta para recuperar mis energías. Sin embargo, la curiosidad por ver a Mai tener éxito es mas grande, por lo que en el camino cambio de dirección y también me dirijo hacia el árbol donde Mai y Momo van a encontrarse, para observar con mis propios ojos como se resuelven los hechos. ¿Mai tendrá éxito, conseguirá el amor de Momo? No pude evitar preguntarme constantemente eso durante el camino.