Capítulo 5-Progreso, Fin Del Camino.
30 Días Después
Mundo de los muertos
Narra Akahi
Llevamos días recorriendo este lugar, es muy aburrido esto, obviamente nos detuvimos ocasionalmente para dormir y aveces comer.
No esperaba que hubiera puestos en medio del camino de la serpiente, pero supongo que eso ayuda notablemente, me gusta ese detalle.
Se vuelve cada vez más aburrido esto, me estoy empezando a dormir mientras vuelo, pero algo me saca el sueño_¡Veo algo!_ escucho a Goku gritar, miro al frente y veo la cola de la serpiente, ¡Lo terminamos, al fin!
_¡Wohooo!_ celebro emocionado, pero al llegar, cambia mi expresión_¿Dónde está el planeta?_ miro a mis alrededores, sin éxito. Se me ocurre mirar para arriba, lo hago y diviso un pequeño planeta. De poco tamaño_¡Ahí está!_ señalo en dirección al planeta, Goku lo mira.
_¡Vamos!_ da un salto y vuela hasta el no muy lejano planeta, yo lo sigo emocionado.
Al llegar, estuvimos mirando un poco el planeta, pero al acercarnos, una fuerza increíble nos hace caer directo al césped del pequeño lugar_¡Wah!_ dijimos al unísono, mientras caemos rápidamentemente contra la tierra.
Chocamos de cara contra el suelo de forma algo fuerte, nos costaba levantarnos, por no decir que no podíamos lograrlo_ ¿Q-Que es e-este pe-peso?_ dice Goku con algo de dificultades, pues ya estábamos sudando por eso.
Al cabo de un rato, logramos "Acostumbrarnos" por así decirlo,aunque debimos sacarnos nuestra ropa habitual de entrenamiento por su peso mejorado, por lo que nos levantamos del suelo y suspiramos.
_Hay que encontrar al Kaio-sama_ menciono yo, ya levantado del suelo, a lo que Goku asiente con un semblante algo tranquilo.
Nos acercamos al pequeño hogar que estaba ahí, puesto que habían pocas cosas.
Entre ellas: Una casa similar a un iglú con un agujero para chimenea en la parte superior, un garage en el lado izquierdo del hogar, un camino de baldosas que atravesaba el planeta de un lado a otro y un árbol de manzanas.
Al acercarnos a aquel pequeño hogar, un simio salió a saltitos de detrás de la casa_ Oh.. Hola, ¿Tu eres el Kaio-sama?_ se le acerca Goku, poniéndose a la altura del mono.
El mono solo saltaba y saltaba, parecía como un baile
_¿Porque tanto escándalo, Bubbles?_ un hombre con una especie de gorro negro de antenas, un traje bastante extraño, piel azul, unos lentes de sol circulares y de figura redonda baja sale del interior de la casa._Ah, hay visitantes_
El hombre se acerca a nosotros y Goku le habla_¿Tu eres el Kaio-sama?_ lo mira ladeando su cabeza.
_Si, soy yo_ asiente con una sonrisa aquel hombre.
_Bueno, un gusto Kaio-sama_ le saludo, estrechando mis manos con aquel hombre del que tanto hablaban.
_El gusto es mio_ dejamos de estrechar, Goku también lo saluda, al menos a su manera.
_Y... ¿Para que están aquí?_ dice, con sus manos en su espalda, con una sonrisa.
_Dijeron que usted es un maestro, ¡Queremos entrenar con usted!_ Goku le responde con entusiasmo, dando unos pequeños saltitos.
_Hm... No lo sé, no estoy seguro de que sean aptos..._ dice posicionando su mano izquierda en su mentón.
_¡Oh vamos! ¡Somos aptos!_ le cuestiono yo.
_Bueno, si dicen que son aptos, deben contarme un chiste que me haga reír_ mueve u dedo índice izquierda de un lado a otro mientras lo mantenía a la altura de su pecho.
Los dos pensamos en un chiste, a mi se me ocurrió uno_¡Ya se! ¿Que le dice una vaca a otra vaca?_ le digo, seguro de mi chiste, me lo contó Ten Shin Han mientras estábamos aún en la isla de Muten Roshi.
_Hmm... Pues la verdad no lo sé_ niega con su cabeza, con sus manos de vuelta en su espalda.
_Nada, las vacas no hablan_ termino de contar mi chiste, a lo que el se queda unos pocos segundos pensando y comienza a reír a carcajadas, hasta el punto de que estaba en el suelo golpeando el mismo y diciendo cosas como "¡Me duele el estómago!".
Al cabo de un rato, algo largo por cierto, deja de reír y recupera su compostura_Hm... Bien... Parece que logró hacerme reír, pero falta el otro hombre_ señala y mira a mi hermano de cabellos alborotados.
_Hm... Veamos...._ Goku se pone a pensar en los chistes que conoce y mira a Kaio-sama_¡Una estrella estrellada!_ le dice con mirada desafiante, el Kaio-sama pone sus dos manos en su boca y se pone un poco rojo por aguantar la risa_¡Funciona! ¡Una placa aplacada!_ el Kaio-sama repite la acción de nuevo._¡Una pantalla apantalladora!_ Kaio-sama estalla en risas.
No se por qué, yo los miro, pensando en los tan malos y útiles chistes que contó Goku.
Después de un rato de nuevo, Kaio-sama recupera la compostura una vez más._Bien... Parece que si son completamente aptos para que yo sea su maestro._ ambos saltamos de felicidad por su comprensión_Pero, no será nada fácil, ¿Estan seguros?_ Nos advierte, a lo que asentimos.
La Tierra
Narra Gohan
Hace 30 días el Sr.Piccolo me dejó a mi suerte, para que aprenda a sobrevivir por mi cuenta, para mi suerte ya había bajado del lugar.
Es que de milagro había decidido lanzarme sobre un Tiranosaurio que estaba en la parte inferior de la colina, después me estuvo persiguiendo para comerme, pero me metí a una madriguera de conejos y no logró alcanzarme.
También me hice amigo de los conejos que habitaban ese agujero, ahora cada mañana me despierto para darles de comer a esos pequeños.
También en el interior había una pequeña mesa que yo fabrique, mi cama que aveces uso como sillón de hojas con almohada de piedra y de noche permanece oscuro hasta que amanece, pues las cortinas de hojas que uso como puerta principal tiene algunos huecos dejando que pase el sol.
_Hm..._ despierto sobre mi cama, en mi escondite, doy un bostezo al mismo tiempo que me estiro y me levanto para comenzar mi día.
Agarro mi sombrero que consiste en la mitad de un coco y me lo pongo, recojo unas zanahorias y un cesto de mi reserva, para salir por las cortinas principales y comenzar a correr.
_¡Wohooo!_ grito con emoción mientras río, porque ya me acostumbre a la naturaleza y doy saltos por doquier.
Llego finalmente a la madriguera de mis pequeños y peludos amigos, para dejar las zanahorias en la parte exterior y marcharme, pues a esta hora ellos siguen dormidos.
Aunque no se muy bien que hora es, porque no tengo reloj, se que me despierto bastante temprano para aprovechar el día al máximo.
Al marcharme, comienzo a correr riendo de la misma forma mientras me dirijo a aquel manzano que siempre esta ahí para cosechar, y de paso agarrar un par de moras de los arbustos cercanos.
Me dirijo a una gran velocidad y arremeto fuertemente contra el manzano, haciendo que las manzanas de ese árbol caigan, yo las atrapo velozmente con mi canasto mientras poseía una sonrisa infantil e inocente en mi boca.
Al finalizar mi búsqueda por manzanas, me dirijo al arbusto de moras dulces, para comenzar a recolectar las mismas.
_Un puñado, adentro, un puñado, adentro_ repito continuamente mientras recojo todas las moras del arbusto de puñado en puñado y metiendolas en mi canasta.
Al terminar de cosechar todas las moras, suspiro y noto que me sobra espacio, por lo que decido ir a uno de los bananeros de ese prado grande y verde en el que me encontraba.
Me dirijo al lugar donde se encontraban los bananeros, para ver si con suerte había alguna que otra banana caida.
Para mi fortuna, habían varias tiradas cerca del bananero.
_¡Que bien!_ digo en voz algo alta, mientras comienzo a recolectar banana por banana y las pongo en mi cesto.
Pero note algo extraño en una, era de un color distinto, pero estaba completamente saludable. Estaba mitad afuera y la otra dentro de un arbusto.
Decido recogerla, es más pesada que lo normal, así que lo agarro con mis dos manos.
Aún así era pesada, comienzo a traerla hacia mi. Para mi sorpresa, era muy alargada, por lo que comienzo a tirar y tirar.
Después de tirar un poco, decido abrir el arbusto para ver que había en el otro lado.
Una cara reptiliana y furiosa estaba frente a mi, era grande, con pupilas completamente delgadas y verticales.
Para cuando me doy cuenta, tengo a un velociraptor rugiendo en mi cara.
Agarro mi canasta y comienzo a correr con todas mis fuerzas para alejarme del bicho, que me perseguía.
Después de correr un rato, me termina acorralando en una montaña, yo me siento en el suelo y cierro mis ojos, esperando lo peor.
Y cuando esta por devorarme, una silueta humanoide le pega un puñetazo a aquel dinosaurio.
Yo me quedo quieto, sin abrir mis ojos, hasta que lo escucho hablar_ Mocoso, levantate, vamos a ir a la segunda fase de tu entrenamiento_ al escuchar su voz, abro mis ojos como platos y miro a aquella silueta.
_¡¡¡SR.PICCOLO!!!_ Lloro de felicidad al ver al Sr.Piccolo de vuelta conmigo, lo abrazo, aunque sea de la pierna, pues mi altura no era la mayor._¡¡¡Lo extrañe mucho Sr.Piccolo!!!_ digo entre lágrimas y llantos. El solo se limita a ver a otro lado.
_Ya basta, Mocoso_
Capítulo largo de nuevo.
En fin, espero que este episodio sea de su agrado, y como siempre digo...
¡Voten y comenten, que me ayuda a seguir!
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro