Capítulo 9
Ya era un nuevo día y nuestra pareja estaba en la cama, la peli rosa es la primera en despertar y ve a su novio descansando mientras ella estaba sobre su pecho, esboza una sonrisa y lo besa, despertando al pelirrojo con puntas negras.
Louise: Buenos días Kenichi.
Kenichi: Buenos días Louise. – respondió con una sonrisa mientras se besaban. - ¿Qué tal dormiste?
Louise: Mejor que nunca. – decía ruborizada mientras se acariciaba el vientre. – Me dejaste muy llena, sí que estabas animado.
Kenichi: L-Lo siento por eso. – dijo ruborizado mientras se rascaba la mejilla.
Louise: No te preocupes, me gustó mucho y dentro de poco no seré la única quien disfrute de esto.
Kenichi: ¿Eh?
Louise: Lo sabrás cuando nos reunamos con los demás. – le da un beso mientras se levantaba. – Pero será mejor que comamos algo y sigamos avanzando.
Kenichi: Es verdad, hay que cambiarnos. – ella se colocaba su camisa mientras que el pelirrojo se ponía su polo, pero al momento que la peli rosa se levanta, sus piernas tambalean un poco. – Siéntate, yo me ocupo.
Él se acerca y la ayuda a vestirse mientras que la peli rosa tenía una sonrisa tímida y un sonrojo, luego la carga para ir al comedor y comer lo suficiente para su viaje, estuvieron revisando el mapa.
Louise: El lado positivo es que si atravesamos esa montaña, nos ahorraremos mucho camino hacia Tarbes.
Kenichi: ¿Hay ruta para ir por ahí?
Louise: Sí, pasar por encima es la mejor opción ya que adentro hay minerales algo peligrosos para pasar por ahí.
Kenichi: Ya veo, entonces terminemos de comer y sigamos avanzando. – ella asiente y después de comer un buen banquete, (Porque Louise comía más cantidades de lo normal para sorpresa y alegría del Uzumaki) La pareja sale de la posada siendo acompañados por Tazuna, Tsunami y el pequeño Inari.
Tazuna: Gracias por su visita.
Kenichi: Yo debería darles las gracias por su hospitalidad. – da una reverencia.
Tsunami: Que les vaya bien en su viaje. – respondió con amabilidad.
Kenichi: Desde luego que ... - no terminó ya que escucharon varias pisadas y un carruaje, todos voltean y ven un gran número de soldados y de la puerta, bajaba un señor con lentes con un bastón y una sonrisa perversa.
Tsunami: ¿Qué querrá ahora?
Tazuna: Buenos días Gato-sama ¿A qué se debe el honor de su visita? – ambos notaron que la pregunta era sarcasmo además que tenía una expresión de enojo.
Gato: Tal parece que este basurero sigue igual como siempre pero espero que tengan cómo pagar los impuestos. – decía burlón. – Pero tengo algo que informar... - nota al pelirrojo con puntas negras y a la peli rosa. - ¡Oh! ¡ESTE ES MI DÍA DE SUERTE JAJAJAJAJA!
Tazuna: ¿Qué es lo gracioso?
Gato: ¡Por órdenes de Su Majestad, Son Kenichi Uzumaki debe volver al palacio a la fuerza y Louise Françoise le Blanc de la Valière, queda arrestada por alta traición al reino!
Kenichi sólo afila su mirada mientras que Louise estaba muy enojada, la reina cayó tan bajo para inculparla de supuesta traición y sólo porque el pelirrojo no la eligió.
Kenichi: ¿Traición? Esa reina de mierda sí que se debió haber mordido la lengua. – Respondió con enojo.
Gato: Le sugiero que tenga cuidado con lo que dices niño, Su Majestad exige que regrese al palacio y lo hará, en cuanto a su acompañante y los estudiantes de la Academia de Magos de Tristain, serán arrestados por insubordinación. – decía mientras chasquea los dedos y dos soldados se acercaban a la pareja, Tazuna y la gente del pueblo querían hacer algo pero el pelirrojo sólo camina hacia ellos. – Oh, se entregará de forma voluntaria, mucho me... - pero el Uzumaki, en un rápido movimiento, desenvaina a Derflinger y a Incursio, para atravesar el abdomen de ambos y que caigan malheridos.
Esa acción sorprendió a los aldeanos mientras que Louise sacaba su varita, mientras que Gato se enfureció.
Gato: ¿CÓMO TE ATREVES MISERABLE PLEBE...! – Pero el Uzumaki le apunta con la espada.
Kenichi: Esa es mi respuesta, tu reina ha llegado demasiado lejos y encima tiene la osadía de tachar a Louise de traidora y exigirme a que regrese cuando yo no soy su peón, sólo soy alguien quien lucha por sus seres queridos.
Louise: En cuanto a "Su Majestad" se puede ir al infierno por arrebatarle la oportunidad de regresar a casa a Kenichi y encerrarlo por obsesión. – la gente empezaba a murmurar sorprendido por eso pero Gato empeora la situación.
Gato: ¡SILENCIO! ¡SOLDADOS, ARRÉSTENLOS Y DADO QUE ESTOS CIUDADANOS LOS HAN ALOJADO, LOS HOMBRES SERÁN CASTIGADOS Y LAS MUJERES IRÁN A MI CASTILLO! – Sonríe con maldad mientras que los soldados, también con la misma expresión sacan sus armas y justo antes de que se lancen al ataque...
Louise: ¡EXPLOSION! – Varios soldados salieron muy malheridos.
Gato apretaba su bastón furioso y golpea contra el suelo, haciendo que los que aún permanecían en pie se lancen al ataque.
Kenichi: Conste que ustedes se lo buscaron – se lanza al ataque y se hace cargo de ellos y no fueron rivales para el Uzumaki, dejando fuera de combate a la mayoría, algunos se acercaron a Louise, pensando que por ser maga no podía defenderse.
Louise: Son unos verdaderos idiotas. – a gran agilidad, desvía los ataques de los soldados y usando los entrenamientos de su novio, conecta codazos y patadas, para tomar una espada y dar soporte al pelirrojo con puntas negras, aunque se haya recuperado, no dejaría que lo haga todo solo.
Unos minutos después, los soldados cayeron, algunos muertos y otros malheridos, mientras que Gato estaba nervioso, trató de sacar su varita, pero el pelirrojo le corta la mano.
Gato: ¡AHHHHH! – se sujetaba el brazo que había sido cortado pero retrocede hacia la pared y una de las espadas del Uzumaki roza su mejilla y queda en la pared, dejándolo completamente asustado.
Kenichi: Me da igual las órdenes de esa obsesiva, quiero que me respondas ¿Quién carajos te crees para castigar a los hombres y obligar mandar a las mujeres a tu castillo?
Tazuna: Lo que pasa es que si no pagábamos impuestos, el infeliz se llevaba a algunas chicas del pueblo, abusa de su título para abusar de ellas! – decía enojado.
Eso hizo que el Uzumaki mirara con furia al "noble" y lo sujeta del cuello para conectarle un puñetazo al estómago, dejándolo sin aire.
Kenichi: ¿Sabes lo que odio? – lo sujeta de la camisa. – Que la gente como tú saque provecho de eso. – lo arroja de espalda contra el suelo, pero el impacto fue demasiado fuerte que se escucha unos huesos crujir.
Gato: ¡AHHHHHHHHHHHH! -Se movía de un lado a otro mientras que el pelirrojo le apunta con Derflinger. - ¡P-Por favor! ¡Per-Perdóname! ¡TE PAGARÉ LO QUE QUIERAS!
Kenichi: Cada acción tiene su consecuencia, lastimaste a la gente de este lugar en lugar de brindar seguridad. – guarda su espada mientras se reunía con Louise. – Esto es malo.
Louise: Lo sé, Henrietta ha caído demasiado bajo. – decía enojada.
Tsunami: Disculpe, ¿Podría decirnos qué fue lo que pasó? – la pareja se mira entre sí y asienten.
Louise y Kenichi explicaron lo que pasó después de que terminara el incidente de Romalia, el rechazo del pelirrojo hacia la reina y el hecho que fuera traicionado y encarcelado por capricho y obsesión de la peli violeta y el escape.
Kenichi: Es por esa razón que estábamos pasando por aquí, no esperamos que nos crean porque puede ser algo....
Tazuna: Te creo. – la pareja lo mira con sorpresa y a la vez con confusión. – Soy un viejo pero he conocido a gente honesta y gente mentirosa, por esa razón los creo, están diciendo la verdad. – los civiles respaldan los comentarios.
Tsunami: No puedo creer que la reina fuera capaz de hacer algo tan bajo.
Kenichi: *Suspirando* No quiero empeorar la situación, pero si lo que Gato dijo lo de la orden, es lo más posible que corran en grave peligro, sugiero que se movilicen.
Tazuna: ¿Pero a dónde nos iríamos? – Louise sólo deja una nota en una hoja.
Louise: Lamentamos todas las molestias pero tenemos que seguir.
Kenichi: Y sugiero que se preparen para lo que se venga. – el anciano da un asentimiento.
Inari: ¡Buenas suerte! – la pareja levanta el pulgar y se van siendo despedidos por la gente del pueblo.
Tazuna: Será mejor que empaquemos nuestras cosas y vayamos al lugar indicado. – Todos asienten y van a alistarse.
Mientras tanto Louise y Kenichi corrían a gran velocidad hacia la montaña pero aumentando la velocidad debido a la situación.
Louise: Lo que faltaba es que esta loca haya dado esa orden y muchos inocentes terminarán involucrados.
Kenichi: Lo sé, pero espero que los demás estén bien.
Louise: Lo van a estar, por ahora sigamos avanzando. – el pelirrojo asiente y aumentan la velocidad.
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Unas horas después en los patios del palacio, el escuadrón de los jóvenes caballeros dragón estaban preocupados ya que se enteraron que el guardia que liberó a Kenichi estaba muerto.
René: Esto está empeorando.
Sigfried: Lo sé, será mejor que nos larguemos.
Mathew: ¿Y cómo haremos eso?
René: Aprovechemos durante el patrullaje, pero no podemos dejar incomunicado a Kenichi.
Mathew: Si, pero nuestros familiares son dragones.
Sigfried: En realidad, tengo domesticado un ave, podría usarlo para mandar los mensajes.
René: Buena idea, pero ¿Estás seguro? – el chico asiente.
Sigfried: Sí, estoy dispuesto a quedarme y mantenerlos informados. – ambos dan una leve sonrisa, pero se desvanece al ver a Agnes saliendo de la zona de prisioneros junto con Osmond.
Mathew: Oh no. – ven que Agnes tira con fuerza al ex – director mientras que Henrietta se acercaba.
Henrietta: Mire Osmond, mi paciencia se está agotando así que respóndeme de una buena vez. ¿DÓNDE IRÁ MI KENICHI?
La apariencia del pobre anciano era peor que el día anterior, había sido golpeado, electrocutado e incluso se notaban algunos dedos rotos, pero, a pesar de eso, simplemente lo mira con estoicismo.
Osmond: Y-Ya sabe...que no...diré absolutamente...nada. – la "reina" con furia le arroja un martillo de agua en el hombro, escuchándose un crujido.
Agnes, sin importarle lo herido que estaba el director, lo levanta a la fuerza y lo tira frente a su reina.
Agnes: ¡RESPONDE A SU MAJESTAD!
Osmond: Ja-Jamás...- decía mientras era pisado por la mosquetera, haciendo crujir unos huesos más. - ¡Arghhh...!
Henrietta: ¿Vas a decirlo ahora, maldito anciano? – lo sujeta de su túnica mientras lo miraba con furia, debido al escándalo, los soldados se acercan y observan la situación. - ¡Eres realmente una molestia!
Osmond: N-No...venderé a mis amigos... - decía adolorido.
Henrietta: ¿ACASO DESOBEDECES A TU REINA? – Dijo con furia. -
Osmond: Dejó...de...serlo...al traicionar a Louise...y a Kenichi...- decía tratando de recuperar su respiración, pero Henrietta se hartó, apretó su vara y concentra magia, haciendo un filo de hielo y atraviesa en el corazón. - ¡Arghhh!
Los caballeros dragón miraron en shock cómo la reina apuñaló a sangre fría al director y la reina se mantenía con una expresión fría en todo momento, retira la espada de hielo y el director cae al suelo, tosiendo sangre, su corazón había sido perforado al igual que su pulmón, ya no había forma de salvarlo.
Osmond: Cough...Cough.... – mira el cielo. - ¿Quién...diría que así...terminaría...? Pero al menos, mie iré... feliz... al proteger...a mis estudiantes y amigos... - recuerda las interacciones con algunos estudiantes y dándoles consejos, a pesar de sus momentos pervertidos, hasta recordar a dos en particular. – Louise-chan, mostraste tu verdadero talento y me llena de orgullo...sé que eres capaz de protegerlo...Kenichi...je, un chico que lo consideré mi alumno, sigue luchando por lo que amas...y ojalá puedas encontrar...una forma...de volver...a tu hogar... - sus ojos perdieron brillo y dejó de respirar.
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En ese momento, la pareja no dejaba de correr, hasta que sienten algo en su corazón y se detienen de forma brusca.
Kenichi: De nuevo esta sensación. – se sujeta el corazón.
Louise: ¿Por qué pasa esto? – preguntó preocupada.
Kenichi: No lo sé. – la sensación incómoda se va y mira hacia adelante. – Ya lo veremos después, tenemos que llegar a la montaña. – la peli rosa asiente y continúan corriendo.
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Henrietta: ¡Coloquen su cuerpo en una cruz y muéstrenlo a la plaza! ¡QUE ESTO SIRVA DE LECCIÓN A AQUELLOS QUE DESAFÍEN A SU REINA! – La gran mayoría de soldados y la misma Agnes dijeron al unísono, pero los caballeros dragón, miraban con absoluta decepción y odio.
Agnes toma el cadáver del director y pero antes de que se lo lleve, la reina le dice algo más.
Henrietta: Que los profesores que lo apoyaron también sean expuestos como traidores y que estén colgados por dos días.
Agnes: Como ordene Su Majestad. – se acerca a unas mosqueteras y les da las órdenes, por lo que se retiran.
Sigfried: Pobre Osmond. – decía apenado.
Mathew: Esto va a doler mucho a los chicos de la academia. – Sigfried da un asentimiento.
René: Ya no puedo seguir soportando esto, esta reina ha caído a la locura. – decía en voz baja mientras que los caballeros presentes estaban de acuerdo.
Sigfried: Cuando sea la oportunidad huyan, mientras que me quedaré con un grupo que pueda mantener en respaldo esa "lealtad". – algunos se sentían inseguros.
René: Odio admitirlo, pero si queremos ganar, algunos tendremos que perder. – eso reflexionó a los chicos y acordaron en hacer una reunión para decidir quiénes irán y quiénes se quedan.
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Unas horas después, Kenichi y Louise ya estaban en la base de la montaña, tal como dijo la peli rosa, había un camino para pasarlo por arriba, aunque el camino era algo peligroso.
Louise: ¿Tomamos un descanso?
Kenichi: Tenemos la noche para subir, así que mejor descansemos por ahora. – la peli rosa asiente y la pareja proceden a tomar un descanso para así pasar la montaña hacia la noche.
Ambos sacaron sus recursos mientras veían el sol bajando poco a poco.
Louise: No se puede disfrutar por completo estas vistas ¿No lo crees? – el pelirrojo da un asentimiento.
Kenichi: Después de lo que hizo Henrietta, no puedo disfrutar de estas cosas, pero te soy sincero, quería recorrer Tristain una vez que me reencuentre con mi familia, cosa que se echó a perder por lo que sucedió. – dijo con tristeza por lo que ella lo abraza.
Louise: Kenichi, a pesar que no los puedas ver por otro tiempo, no estés triste, ellos estarán siempre aquí. – coloca su dedo en el pecho del Uzumaki, para ser exactos, en su corazón.
El pelirrojo esboza una sonrisa, algo que le pareció tierno para la peli rosa y le da un beso corto en los labios.
Kenichi: Gracias por levantarme el ánimo. -ella sonríe y siguen viendo el paisaje. – Ahora que me acuerdo. en la mañana dijiste que no serías la única que disfrute eso. – la peli rosa se llena de nervios. - ¿A qué te refieres con eso?
Louise: Es-Estoo... ¡Es un secreto!
Kenichi: ¿Eh?
Louise: ¡S-Sí! ¡Lo sabrás cuando nos reunamos con los demás! – dijo ruborizada mientras desviaba la mirada.
Kenichi: Pero. – ella se coloca debajo de un árbol y daba palmadas.
Louise: Po-Por ahora vamos a descansar, tenemos que pasar la montaña por la noche, así que hay que recuperar energías. -dijo con autoridad, cosa que el pelirrojo suspire y se siente al lado de ella, la peli rosa no pierde el momento y lo sujeta del brazo, para así tomar un descanso. – Paciencia, además que te gustará mucho la sorpresa.
FIN DEL CAPÍTULO.
ESPERO QUE LES HAYA GUSTADO...
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NO OLVIDEN DEJAR SU COMENTARIO Y SU ESTRELLITA, SIN MÁS QUE DECIR, HASTA LA PRÓXIMA.
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