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Capítulo 60

Capítulo 60:

No tuvo tiempo para defenderse, ni siquiera un segundo durante aquella reacción en la que las "Hermanas de la Masacre" se lanzaron en picada contra Fluttershy de Cassiopea, siendo lanzada hacia atrás, dejando su estela de polvo y humo blanco por el suelo, quedando herida y sangrando. Tosió por aquello que había dando vueltas, escupió sangre mezclada con saliva, la cual cayó contra unas rocas. Androktasiai la miraba con deseos de superioridad, una mueca burlona se iba dibujando en su rostro, demostrando que su rival era una basura, alguien débil y que no servía para nada. La peli lila clara fue incorporándose con lentitud, el impacto había sido muy fuerte como para dejarla aturdida por unos segundos y de ahí clavaba su mirada en ellas.

- Una lástima.- Murmuró la peli clara rival.-

- ¿Qué quieres decir?.- Preguntó Fluttershy seriamente y sin quitarles los ojos de encima. Si bajaba la guardia, aunque fuera por un segundo, estaría condenada.

- Mírate: Eres patética, débil, no tienes la fuerza suficiente como pelear contra nosotras. Igual a lo ocurrido en la "Isla de la Reina Muerte" donde masacramos a los que estaban allí junto a Rebecca. Ella se quedó a tu lado para que pudieras escapar, a pesar de que querías combatir contra nosotras pero no fue así: Tuviste que irte y dejarla sola a ella.

Esos recuerdos empezaron a invadir su mente. Se quedó pasmada y las imágenes iban hacia su cerebro, el cual "proyectaba" lo ocurrido, en donde podía apreciarse aquella Isla en medio del Mar, el barco de las "Black Saints", aquellos desertores y traidores a la Diosa Athena que abandonaban el Santuario y a la Deidad para cometer crímenes de guerra impunemente, queriendo demostrar que nadie podía controlar su poder. Para ellos, las reglas y el orden no eran más que una tontería, una restricción "infantil" que no merecía ser considerada como algo importante. Luego de eso, el desembarco llegaba, las "Black Saints" atacaban las aldeas, saqueando, robando, matando e incendiando todo a su paso como una "Marabunta" hambrienta que no se detiene ante nadie.

Podía verse a ella misma, cuando era una "Recluta" y Rebecca, quien le dio la orden de que se fuera, que ella podía contra ellas tres; sin embargo, estuvo muy equivocada cuando éstas la atacaron. Al principio, logró ejercer una feroz resistencia mientras que las rivales asaltaban una de las poblaciones y destruían las construcciones hasta que terminaron asesinando a la chica.

Tiempo después, Fluttershy había adquirido la Armadura de Cassiopea, logrando dar con el paradero de las asesinas de su Maestra, las cuales estaban con las predecesoras de las Saintias de Delfín y Ursa Menor. En el combate, la chica logró herir a las traidoras y dañar sus Cloths. Tras esta humillante derrota, las tres hermanas vendieron su alma a la Diosa Maligna Eris a cambio de un gran poder para vencer a la culpable de esa aplastante desgracia, convirtiéndose en "Dríades" al servicio de esa persona.

- Ustedes...¡Ustedes son las "Black Saints" que asesinaron a Rebecca!.- Bramó la chica de cabellos lila.

- Jajaja.- Sonrió Layla de Plunder malvadamente, rasgando el aire con esa mirada asesina.

- ¿Qué es tan gracioso?.- Preguntó Fluttershy hacia ellas, poniéndose de pie con dificultad.

- Tú, eres tú quien nos da mucha risa el verte de esa manera tan débil y aullando por Rebecca como un cachorro abandonado por su manada. Das lástima, no entiendo cómo es posible que te hayas convertido en una Saintia si huiste del combate.- Le espetó la peli negra con maquillaje Oriental.

- ¡Eso es mentira!.- Bramó la peli lila de Cassiopea, quien encaró a las oponentes.

- ¿No?. Lo estás negando, huiste del frente, date cuenta de ello.- Le señaló Patty con mirada "tranquila" pero sabía que no debía bajar la guardia.

- Mi Maestra...Ella...- Recordó Fluttershy pero bajó la mirada.

- ¿Ya lo ves?. Eres débil, no eres nadie, ni siquiera una Saintia pero descuida, te daremos una buena despedida de este Mundo para enviarte al Más Allá.- Le "prometió" Androktasiai, quien se hizo tronar los nudillos y juntó a sus hermanas.- ¡PREPÁRATE! ¡"DEADLY HELL FIRE"!.- Lanzaron las tres su ofensiva y dando en el blanco contra la Saintia.

El ataque consistía en que Androktasiai levantara su brazo izquierdo y extiende su mano para crear para crear, con su Cosmos, una poderosa llamarada en espiral que arrojaba contra el contrincante y así intentar quemar el cuerpo hasta reducirlo a cenizas. El impacto dio contra Fluttershy y llegó a dañar su Armadura, haciendo que cayera, envuelta en humo, hacia el suelo nuevamente y provocando un gran cráter que dejó allí hasta que fue levantándose con dificultad. Sumado a ello, Patty y Layla la atacaron coordinadamente a base de golpes hasta dejarla con más heridas en su cuerpo.

- ¿Hm?.- Miró Patty de reojo hacia la rival abatida.- ¡¿Qué?! ¡¿Cómo?! ¡No es posible!.- Exclamó sorprendida al ver que el "Fragmento del Kanzashi Dorado" había logrado defender a la Saintia en esos momentos tan complicados.

- No me esperaba de que tuvieras que contar con ese artefacto. Nosotras tenemos uno de los últimos que buscas.- Sostuvo Layla, quien reveló esa parte del artefacto y se lo entregó a Androktasiai, agarrándolo justo a tiempo.

- No gastes tu aliento en preguntas, Hermana. Ella ya está al borde de la Muerte.- Le tranquilizó Patty a ella, mientras volvían con la peli clara para dar el golpe final.

Fluttershy estaba en ese estado, la muchacha había quedado sumamente herida, la sangre que caía de su cuerpo lastimado y la Armadura fragmentada daba a entender del peligro en el que ella se encontraba. Miró a las tres rivales pero cuando las atacó, éstas se dividieron y le regresaron los golpes, tirándola contra el piso repetidas veces hasta estrellarla contra unas rocas.

- ¿Cómo...pudieron venderse a Eris?.- Les cuestión la peli lila.

- La Señorita Eris es la verdadera Diosa de este Mundo corrupto y plagado de desgracias. Y en cuanto a ti, te devolveremos el triple del dolor y humillación que sufrimos por tu puño.- Le respondió Androktasiai.

- ¡Ustedes solo lo hacen por sus intereses!. Exclamó la Saintia y esa fue la gota que colmó el vaso.

Las tres "Hermanas de la Masacre" contra-atacaron una vez más, el mismo ataque que no parecía conocer límites, las heridas, el olor a quemado, su Armadura que no tardarían en quebrarse, ¿cuánto tiempo podría Fluttershy soportar semejante dolor?. Rodó por el suelo, se estrelló con fuerza y el mismo quedó quebrado, lanzando pequeños restos por el aire, llevando a que la chica se incorporara con dificultad, mientras que Patty le pisaba la cabeza con fuerza.

- Jajajaja, qué estúpida que eres, no pudiste ni soportar ni un solo segundo esta pelea.- Se burló la chica y comenzó a patearla en la espalda repetidas veces.

- Ya basta, Patty.- Le ordenó Layla, quien fue junto a Androktasiai para ser testigos de aquella caída. La peli clara tomó a la joven con fuerza del cuello y la miró a los ojos.

- Ahora puedes sentir lo caliente que el "Fuego Infernal" se ha vuelto con el poder de Eris.- Le dijo y la chica no podía hacer nada.- Descuida, pienso hacerme una taza de calavera con tu cabeza.- Sentenció pero no sabía de que algo comenzaba a arder dentro de la Saintia, un "Fuego Interno", uno que desconocían y que sería la clave de su condenación.

Veía las imágenes de Rebecca combatiendo con todas sus fuerzas, conteniendo al enemigo, salvando a todas las vidas que podía. La vio caer en combate, el fuego ardía, alcanzaba aquel punto sin retorno. Los ojos de la joven estaban clavados en las de sus rivales, quienes vieron aquel resplandor de Cosmos y la explosión que las lanzó varios metros hacia atrás. Inmediatamente, un golpe feroz dio contra el rostro de la peli clara, el calor impregnó su piel, el color rojo sobre la misma que ardía como si le hubieran tirado ácido encima suyo y la furia que le invadía.

- ¡MATÉNTLA!.- Ordenó Androktasiai a Layla y Patty, iniciando las tres una persecución contra la Saintia.

Ésta vez no iba haber cuartel ni clemencia, Fluttershy iba a derrotarlas. Si había aprendido algo durante toda esta aventura y más con el Santo de Oro Máscara de la Muerte, era que no se iba a dar por vencida, pelearía hasta el final, honraría la memoria de Rebecca y de aquel italiano peli gris. Las veía acercarse, le estaban pisando los talones, solo quedaban unos metros y un plan ofensivo vino a su mente. Tomó posición de batalla, encaró a las tres "Hermanas de la Masacre" y de ahí fue encendiendo su Cosmos.

- ¡Qué idiota, ¿crees que puedes con nosotras tres a la vez?!.- Preguntó Patty burlonamente.

- Entonces será un placer probar aquella teoría.- Respondió Fluttershy y el suelo mismo comenzaba a arder con la lava y el calor que ésta desprendía.

- ¿Qué?.- Quiso saber Layla asombrada.

- No le hagan caso, démosle su merecido por la Señorita Eris.- Ordenó Androktasiai y las tres tomaron posiciones de batalla, mientras que la Saintia las observaba y concentraba todo su poder.- ¡ESTE ES TU FIN!.- Exclamó la rival pero de ahí cometió un error y eso fue la sobreestimación de su enemigo.

- ¡"BURNING LAVA RAIN"!.- Lanzó la peli lila su ofensiva contra las "Tres Hermanas de la Masacre", Androktasiai de Masacre, Patty de Deceit y Layla de Plunder, a las cuales eliminó por completo, oyéndose sus desgarradores gritos al ser desintegradas por su ataque y dejando caer uno de los últimos Fragmentos del "Kanzashi Dorado", el cual fue atrapado por la Saintia en esos momentos.

Respiró profundamente, recordando a Rebecca y a todas aquellas personas inocentes asesinadas por los "Black Saints", llevando aquella pieza del artefacto hasta su pecho hasta que una sensación de peligro le llevó a que se girara hacia atrás, justo en uno de los árboles, en cuya copa se encontró con cierto muchacho de cabello negro alborotado y apariencia juvenil, incluso ligeramente femenina.

- Phobos.- Reconoció la Saintia a uno de los Tenientes de Eris.- ¿Qué es lo que quieres?.- Preguntó pero la expresión del muchacho parecía haber cambiado. Ya no parecía estar alegre ni tampoco burlón, sino de que se lo veía mucho más serio. El joven caminó hasta ella y le tomó de las manos.

- Tus amigas están en peligro.- Le contó y ella abrió sus ojos como platos, soltándose del agarre.

- Eso es mentira.- Se negó en creerle.

- Te lo juro: Harmonía las piensa matar, mi hermano, Deimos, está peleando contra un Caballero Dorado y ahora ella está usando su poder, necesito ayudarlo para detener a la "Bruja del Paraíso".- Pidió a la muchacha, quien desconfiaba rotundamente de él.

- ¿Para robarte los Fragmentos del "Kanzashi"?. Olvídalo.- Respondió ella con seriedad.

- Twilight está bien.- Le dio aquel mensaje a la joven.- Rarity está llegando hacia las puertas que daban al Templo de Eris, sin embargo, Harmonía está peleando contra Sunset Shimmer de Fénix. Applejack y Pinkie Pie están heridas pero vivas, fueron rescatadas por la Santo de Fénix pero...no sé hasta cuánto tiempo podrá resistir.- Reveló aquella información, cosa que llevó a que la Saintia de Cassiopea lo agarrara del cuello y estuviera por quemarlo hasta las cenizas.

- ¡¿Acaso nos has estado siguiendo?! ¡¿Sabes de todos los enemigos que debimos enfrentar?! ¡¿Lo sabes?!.- Bramó la peli lila con rabia en su voz.

Phobos no parecía estar sufriendo aquella tortura, a pesar de que la Saintia lo podía matar, el muchacho de cabellos negros como la Noche estaba calmado y fue entonces que la miró a los ojos, demostrando no sentir aquellos temores en su interior. Fluttershy lo soltó y cayó al suelo, dejándolo solo.

- ¡Espera!.- Intentó seguirle el paso.

- No me interesa, yo iré hasta allí y salvaré a mis amigas.- Le advirtió la joven y comenzó su avance.

¿Qué podía hacer en esos momentos aquel muchacho?. La vio alejarse, se mordió los labios y fue entonces que empezó a seguirla hacia aquel destino. No quedaba mucho pero la extraña sensación que a éste le invadía era sumamente riesgosa, ya que tampoco tenía noticias de la Diosa Maligna Eris. Lo último que supo fue que ella estaba con su hermano, Ares, pero luego no hubo ninguna novedad más sobre ella. Algo no iba bien y tendría que ir a averiguar qué estaba ocurriendo en el Salón del Trono Imperial.

El combate entre Sunset Shimmer y Harmony de Harmonía apenas había comenzado. La rival atacó primero, tomando desprevenida a la chica rubia-rojiza, quien pudo evadir el ataque a duras penas, sintiendo como su cuerpo casi era alcanzado por el impacto del poder que tenía la "Bruja del Paraíso". Giró su mirada, Pinkie Pie y Applejack seguían inconscientes, apretó los dientes y cargó nuevamente hacia la rival, con la cual iba a dirigir una patada suya pero ésta la esquivó sin ningún problema. A cambio de ello, Harmony respondió con más fuerza, juntando sus dos y elevando su puño hacia el pecho de la Santo de Fénix, quien cayó como una bomba en picada, pero logró aferrarse a las ramas de un árbol justo a tiempo, aunque quedando herida por el feroz golpe que recibió.

- ¿Todavía sigues pensando que puedes vencerme, Sunset Shimmer de Fénix?.- Le cuestionó Harmony con seriedad, apareciendo flotando ante sus ojos.

- Uhhhh, la "Bruja Sabrina" 2.0 se piensa que puede vencerme. En unos pocos minutos, estaré barriendo el piso con tu cara.- Juró la joven ruda, pero fue agarrada con fuerza por el cuello.

- Se ve que sigues siendo una bruta que no respeta este bello "Jardín", me pregunto si valdrá la pena convertirte en unas bellas flores.- Respondió Harmony, sin soltarla.

- Por lo menos haz que valga la pena, por lo menos unos narcisos.- Sugirió, burlonamente.

- Creo que será algo "mucho mejor".- Teorizó la "Dríade" rubia y con ello se preparó para darle otro ataque más de su poder.

- Sí, bueno, ¿quién tiene hambre?.- En ese momento, Sunset invocó una llamarada que explotó entre las dos, lanzándolas hacia atrás, llevando a que ella se lograra agarrar del árbol pero Harmony no tuvo mucha suerte e impactó contra las laderas montañosas, las cuales comenzaron a desprenderse.

La Santo de Fénix aterrizó en el piso, escupió la sangre que tenía en su boca y miró hacia el Oeste, el lugar del impacto.

- "Esto es apenas el comienzo. Su verdadero rostro está por aparecer tras esos escombros".- Pensó ella cuando todo el lugar comenzó a temblar a más no poder.

Deimos no salía del asombro que lo había tomado cuando descubrió que Harmony tenía su "Armor" encima y su poder encendido. El Teniente de Eris había sido herido por Milo y Junk, además de recibir un importante daño en su Armadura "Leaf", el rival los miraba con furia y asombro al ver que el Caballero Dorado de Escorpio había logrado huir de la ofensiva que le había arrojado, el "Infinite Fall", del cual nadie podía salir vivo de allí. Pero ahora, los papeles se habían invertido, el enemigo interno había despertado su estado de alerta, además de que el peligro que representaba aquel poder la "Bruja del Paraíso", por lo que tenía que ir allí y detenerla cuanto antes.

- ¿Qué es lo que planeas hacer, Deimos?.- Preguntó el peli violeta de Escorpio, avanzando unos pasos y con cautela, sabiendo de que ese personaje podía estar teniendo algún truco bajo la manga.

- Hay veces en las que el propio destino de uno se invierte al presentarse una situación de peligro en su propio territorio.- Respondió Deimos, dándose la vuelta y mirando al Templo, desapareciendo ante sus ojos.

- ¡¿Adónde fue?!.- Bramó el Caballero Dorado y de ahí pudo "ver" ese rastro de Cosmos que se dirigía hacia el interior del Templo de la Diosa Maligna.- Siento un poder mucho más superior al de Eris, ¿acaso será Ares?.- Se preguntó Milo y Junk avanzó hacia él.

- Estoy seguro de que sí lo es. Será mejor que le sigamos el rastro a ese demente, de prisa. Las chicas están a un paso de la victoria.- Pidió el "Maestro de los Guardias" y ambos se adentraron en el territorio enemigo.

Las líneas que separaban a ellos del objetivo habían caído, por alguna extraña razón, el Cosmos de Eris no se hallaba presente en esos momentos, cosa que les dio una muy mala sensación, algo no estaba yendo bien en esos momentos por el lugar y más al aterrizar sobre el "Cometa Neo-Repulse" y presenciar la enorme calma que había allí. El camino era algo largo, a través de ese paisaje "yermo" se erguía el Templo de la Diosa Maligna. Milo y Junk caminaban con cautela, no habían "Dríades" y "Phantom" patrullando por el lugar, ¿en dónde estarían?. Él recordó de que había dado muerte a varios de los Agentes de Eris tiempo atrás pero ahora no se podía ver a los presentes.

- Tengo la impresión de que no estamos solos, Junk.- Le dijo Milo con tono serio a su compañero y amigo, quien asintió con la cabeza y fue preparándose para un posible combate.- De prisa, entremos al Templo de Eris, ahora.- Ordenó el joven y comenzaron a subir por las escaleras.

Ya no estaba presente en el Salón del Trono Imperial, él había acabado con la vida de Eris, no sin antes recibir la "Bendición" de ella con su poder para Ares, dándole ese último "Regalo" para su hermano antes de desaparecer. Los restos de la "Manzana Dorada" terminaron por convertirse en cenizas que fueron llevados por los vientos fríos del lugar. Él no sentía nada, ni pena ni remordimientos, su alma, al igual que todo su ser, estaban hechos de hielo y esa mirada penetrante y seria era más que suficiente como para que cualquiera que tuviera la osadía de enfrentarlo, lo lamentaría inmediatamente. Ahora el poder lo tenía él, Ares, el Dios de la Guerra de la Mitología Griega, quien tomó asiento en el Trono Imperial y se dispuso a comenzar con su gobierno.

- "Saga".- Oyó esa voz que venía de las "Raíces" de aquel Árbol que tenía prisionera a la Diosa.

No respondió.

- "Saga, por favor...detén esta locura...lo que acabas de hacer...".- Intentó la joven peli lila en llegar a una solución, pero el Dios reencarnado en el antiguo Caballero Dorado de Géminis no respondía ante su petición.

- Athena, ya no existe la Diosa Maligna Eris, se acabó.- Le respondió el rubio con frialdad y esos ojos tan punzantes como un arma blanca.- Solo quedas tú y todo habrá terminado para ti.

- "No...has cometido un gravísimo error; no puedes hacer esto. Tienes que detenerte. Yo sé que aún estás allí, prisionero de Ares, solo debes despertar".- Pidió Athena pero el Dios de la Guerra no le prestó atención.

- Todo esto que he conseguido, aún al traicionar a Eris, es lo que me fue prometido. Tú no comprenderías la magnitud de esta situación, Athena. No existe nadie que pueda tener las agallas para detenerme y frustrar mis planes, ya lo has visto. Las "Dríades" y "Phantom" responderán ante mí, todo aquel que se niegue a arrodillarse ante mi persona, pagará las consecuencias. En mi "Vocabulario" no existe la palabra "misericordia", solo el poder mismo nos da lo que tanto ansiamos y esto es algo que no pienso soltar por nada del Mundo.- Alegó y de ahí caminó hacia ella, tomando su rostro con delicadeza.- Pronto, todo habrá terminado.- Sentenció y tras ello, el Dios de la Guerra fue dirigiéndose hacia la salida del Salón del Trono Imperial para dirigirse hacia su Ejército, el cual lo estaba esperando.

Deimos estaba corriendo a toda prisa por los pasillos para llegar hacia la Entrada del Templo de la Diosa Maligna, podía sentir el calor del combate, la fuerza que se estaba desatando en esos momentos sobre la zona y con ello, el peligro de que Harmony pudiera salir lastimada o que algo mucho más terrorífico le pasara. Sabía bien de que Milo y Junk iban tras él, por lo que se volteaba para fijarse hacia atrás de que no hubieran problemas a la vista. Necesitaba llegar con su hermana, maldecía por lo bajo a Phobos, ¿en dónde estaría esa persona en un momento tan crucial?.

Pronto, ante la puerta principal, llegó hacia los "Jardines" en donde Harmony peleaba con Sunset Shimmer de Fénix. La Santo de Bronce combatía con una gran resistencia, a pesar de que su contrincante no parecía mostrar signo alguno de debilidad, además de estar contando con un gran poder, tenía una amplia ventaja. Una serie de "Llamaradas" consumieron la fachada de la puerta y sus escombros cayeron cerca de Deimos, quien pudo salir de allí.

- ¡Quieto!.- Ordenó Milo y cruzó junto a Junk por esa entrada destruida, llamando la atención de la Santo de Fénix.- ¡Sunset!.

- ¿Milo? ¿Junk? ¿Qué están haciendo aquí?.- Preguntó la chica, sorprendida y de ahí evitaba un golpe por parte de Harmony y ésta respondía con una patada contra el pecho de la "Dríade"; la cual resistió con su "Armor".

- ¡Harmony!.- Bramó Deimos en esos momentos.- ¡¿Quién te ha dado tu "Armor"?! ¡¿Acaso estás ignorando el riesgo sobre tu poder y la defensa que portas?!.- Preguntó su hermano mayor con seriedad en su voz, dando un paso al frente.

La "Bruja del Paraíso" lo miró con aquella mirada cambiada, parecía tranquila, serena, pero el Teniente de Eris se mantuvo en su posición, dictaminando su distancia ante un posible choque de poderes. Sus ojos analizaron cada palmo de la chica y ésta estaba totalmente "reformada"; presenciando una "estela" de pura maldad que superaba su poder.

- Esto, Mi Querido Hermano Mayor, esto es lo que he recibido como "Don": Mi poder, mi "Armor", como tú.- Le respondió ella.

- Te estás poniendo en peligro junto a tu vida, debes rendirte, ahora, ven conmigo: Algo le ha ocurrido a la Señorita Eris.- Ordenó Deimos hacia ella.

- Oye, amigo, ni se te ocurra querer detener la pelea, ya dije que iba a barrer el piso con esa estúpida.- Advirtió Sunset, quien estaba encendiendo aún más su Cosmos.

- ¡No lo entiendes, ninguno de ustedes lo sabe: Si ella continúa así, morirá!.- Exclamó Deimos en ese momento y los miró a todos ellos.- ¡Hermana, nuestra misión es proteger a la Señorita Eris y su misteriosa desaparición ha puesto al Templo de cabeza. Por favor, date cuenta!.- Intentó en convencerla pero ella lanzó una risa burlona al aire.

- Ya no necesitamos a esa patética Diosa, Deimos.- Dijo ella con superioridad.

- ¿A qué te refieres?- Preguntó su hermano mayor.

- Él lo ha dicho en su mensaje que pude escuchar: "No pueden haber más de dos Dioses que gobiernen". El Señor Ares ha tomado el poder y el mando sobre todos nosotros, ahora todas las "Dríades" y "Phantom" deberán responder ante él sin rechistar y yo estoy más que lista.- Dio por sellado su destino, dejando perplejo a todos ellos.

- No...¡No, eso no es verdad!.- Se negó en creer aquella historia pero ella asintió con la cabeza.

- Claro que lo es: Yo soy leal al Señor Ares y todos aquellos que sigan estando bajo el mando de Eris deberán cambiar de parecer o lo lamentarán.- Anunció la chica.- Ya no existe, su vida ha llegado a su fin junto con el "Recipiente" que tenía.

- ¿Estás diciendo que Cadence también ha desaparecido? ¡La hermana de Twilight!.- Recordó Sunset y Harmony asintió con la cabeza.- ¡MALDITA!.- Gritó y fue hacia ella para atacarla.

- No seas una mal educada, Sunset: Una Saintia no debería actuar como una bruta.- Le dijo, burlonamente, aquella chica, deteniendo el impacto pero cuando estaba por matar a la joven, ésta logró agarrarla justo a tiempo y con fuerza.

- No me vengas con "lecciones de moralidad".- Devolvió aquella ofensa y la chica la tiró con fuerza contra el piso.- ¿Te crees que por portar esa "Armor" eres indestructible? ¡Veamos entonces hasta qué punto alcanzarás con mis ataques!.-

- ¡ALTO!.- Se interpuso Deimos, el cual fue empujado por Sunset hacia atrás.- ¡Maldita mocosa!.- Bramó el rubio y entró en combate también.

Twilight se encontraba en las puertas, iba subiendo las escaleras con paso seguro, sintiéndose segura de que lo lograría, sin embargo, unas misteriosas luces llamaron su atención. Aquellas energías doradas se iban filtrando dentro de aquel lugar Templo, uno que daba la apariencia de ser el de Eris. No veía a nadie por los alrededores pero la sensación de peligro no bajaba.

- Hija.- Oyó una voz familiar que iba surcando la Oscuridad.- Twilight, soy yo, ¿no me recuerdas?.- Preguntó y la joven se quedó helada.

- No...No...¡No puede ser! ¡¿Olivia?! ¡¿Mama?!.- Reconoció la chica y fue corriendo hacia el Centro de aquel Templo para hallar a la que le estaba llamando.

Aquel misterio estaba por llegar a su fin.

En las ruinas del Salón del Trono Imperial, el cuerpo de Cadence, el cual había quedado libre del control de la Diosa Maligna Eris, se hallaba sobre el piso, inconsciente, mientras que Ares la tomaba en sus brazos e iniciaba los últimos "preparativos" para comandar el asalto contra la Tierra.

Un destello fugaz, eso fue lo que teletransportó a Aioria, Shaina, Marín y Martín hacia el Templo de aquella Deidad. El Caballero Dorado de Leo podía presenciar las últimas batallas que se estaban gestando por los alrededores y comenzaron a avanzar. Cuando estaban por llegar hacia el Ala Norte de ese lugar, Martín, Shaina y Marín detectaron una presencia que se movía a toda velocidad sobre su posición. Una sombra que saltaba de un lado al otro, como si de una pulga se tratara, ésta dirigió un ataque contra ellos pero Aioria se interpuso y los defendió.

- ¡"LIGHTING PLASMA"!.- Lanzó el muchacho su ofensiva, logrando "acertar" al objetivo pero ésta fue rápida, evitando el impacto total.

- ¡Cuidado!.- Exclamó Martín y sacó su Espada de "Esgrima Criolla", trazando un golpe defensivo que llevó a la rival para que se detuviera.

Aterrizó sobre el piso y los miró a todos ellos con burla. Se trataba de una "Dríade", ésta tenía la apariencia de una niña, su edad rondaba los 5 años, bastante linda e infantil, de cabellos lacios y estatura pequeña. Sin embargo, ellos no debían dejarse engañar, no era una persona, sino una "imagen" de la maldad humana que éstas poseían, aprovechado por las Agentes de Eris para que estuvieran de su bando.

- Debo admitir que en estos momentos, desde que la Señorita Eris ha desaparecido y el Señor Ares ha tomado el mando, ya no sé qué clase de bandos estoy. Pero veo que ustedes han tenido la valentía de venir hasta aquí y debo felicitarlos.- Dijo la niña y realizó una reverencia.- Soy Pseudos de la Mentira, un placer en conocerlos.

- No me fío de ella. Es una "Dríade", si bajamos la guardia, estaremos en serios problemas.- Dijo Marín de Águila a sus compañeros, por lo que Aioria avanzó para hablar con ella.

- Aioria, ten cuidado.- Pidió Martín, quien no le quitaba la mirada de encima hacia aquella "niña", vigilándola de que no hiciera alguna locura.

- Tal vez no confíen en mí, pero yo no he venido con intenciones de atacarlos.- Aquellas palabras que dijo provocó de que todos la observaran y se mantuvieran en alerta.

- ¿Crees que somos idiotas?. No vamos a caer en la trampa de una "Dríade" como tú.- Le espetó Shaina y estaba en lo correcto.

Inmediatamente, una serie de energías cruzaron los Cielos, llamando su atención como la de Mayura y Aeson, quienes salieron del Templo de Até para ver lo que estaba pasando allí.

- Ha empezado: Eris ya tiene un nuevo cuerpo.- Temió la Maestra de Twilight.- Vamos, chicas, dense prisa. El Tiempo está de nuestra contra.- Pidió, mientras que tomaba la decisión de ir a ayudarlas junto al Santo de la Copa.

El clímax final había comenzado. Solo un bando iba a triunfar.

[Solo dos capítulos más con el Epílogo y termina esta historia. La tensión continua su camino, Ares ha tomado el mando y será un verdadero rival y parece ser que Eris había vuelto pero ¿cuál es el nuevo cuerpo que ha tomado posesión? ¿Qué pasará con Harmony? ¿Logrará Deimos con detenerla?. Eso lo veremos en el capítulo que viene.

Mando saludos y agradecimientos por los reviews para Franco N27 Agente KND, MontrealSoldier, FreedomGundam96, lady-saintiasailor, RCurrent y los demás seguidores.

Buen Domingo de mi parte, amigos. Cuídense y hasta el próximo capítulo.].

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