Capítulo 59:

Twilight iba corriendo a toda velocidad por los pasos montañosos, había dejado atrás el Templo de Até, en el cual Mayura y Aeson la habían traído hasta allí y en donde le revelaron cierta información valiosa, sin olvidarse de los flashbacks que la muchacha había conseguido en esos momentos sobre su Pasado y la unión que tenían Cadence y ella con Olivia. No se detenía en ningún momento, aún al costo de estar poniendo su cuerpo al límite, la Saintia peli agua-marina tenía que salvar a su hermana mayor del peligro, pero desconocía que otro sumamente catastrófico se estaba alzando desde las sombras, uno que ellos no conocían y que se encontraba dentro del territorio enemigo.

- "¡Aún tengo una chance para salvar a mi hermana!. También debo hacerlo por las personas que cuidaron de nosotras. No me daré por vencida".- Pensó ella con determinación, internándose por ese camino.

De golpe, una misteriosa punzada de dolor la hizo detenerse y trastabillar, cayendo al piso, sintiendo como si estuviera sufriendo un misterioso ataque con un arma blanca.

- ¡¿Q...Qué...esta sensación?!.- Se preguntó al sentirse el dolor que la invadía físicamente, dejándola inmovilizada por unos segundos hasta que alzó la vista hacia la base de las Montañas, en donde un gran Árbol se erguía allí y abajo se podían apreciar una serie de construcciones como Templos y Arcos, lo mismo en el camino de ascenso.- ¡¿Hermana?!.

La Espada de Ares había atravesado el abdomen de Eris, la sangre empapaba la hoja metálica y brillante, el rostro frío de su hermano divino, quien ocupaba el cuerpo del Caballero Dorado Saga de Géminis, estaba clavado en el de la chica de largos cabellos negros, quien tomó aquella parte con fuerza, mirando a su oponente traidor pero una cosa no se estaba esperando el Dios de la Guerra.

- Jajajajajaja, bien hecho, Ares.- Le "felicitó" Eris, quien no estaba molesta con su hermano, a pesar de estar herida y con un hilo de sangre que bajaba por sus labios, tomó el rostro del rubio, acercándolo al suyo.- Te concedo mi Sangre, bendigo tu deseo, con esta Espada que absorbió mi sangre conquista el Mundo.- Dijo ella, dándole esos ánimos de poder pero el joven no pensaba en ello.

- Yo no necesito las bendiciones de nadie.- Advirtió severamente, desenfundando su Espada, desplegó las Alas de su Armadura y con un salto hacia atrás, trazó un feroz arco luminoso que irradió por todo el Salón del Trono, destruyendo al mismo, las escaleras, la posición de Eris y también causando un daño muy serio a la "Manzana Dorada", la cual comenzó a convertirse en cenizas. Acto seguido, aterrizó sobre unos peldaños que resultaron intactos a la explosión.- Adiós, Eris.- Dio su despedida, mientras que el Cosmos de la Diosa Maligna desaparecía junto a la "Manzana Dorada".

Mientras tanto, en la entrada hacia el Templo de la Diosa Maligna, cubierto por un camino de piedras y un arco que se extendía en forma ovalada, podía apreciarse un Árbol en el medio pero una figura sombría levitaba sobre la copa. En ese momento, Rainbow Dash se detuvo al presenciar a esa rival que se hallaba en el camino.

- Puedo ver el Templo, ¿pero qué es lo que sucede con la apariencia del Cielo?.- Quiso saber al ver ese cambio en el color de la "Bóveda Celeste", deteniéndose en la entrada.- Ellas son...- Observó a dos de sus amigas, quienes yacían tiradas en el piso.- ¡Pinkie, Applejack!.- Las reconoció a sus amigas, quienes yacían heridas y agotadas contra el piso, lo que llamó la atención de la rival que custodiaba el lugar.

- Oh, ha venido alguien más. Entraron por todas partes, perturbando la armonía del "Edén". No pueden entrar al Templo, yo las purgaré de este lugar.- Advirtió aquella figura rubia y reconocida. Esa "Bruja del Paraíso" que las había enviado a los "Jardines" para que murieran pero, viendo todo lo contrario, ahora las tenía donde quería.- ¡Yo, Harmonía de Harmony!.- Volvió a presentarse con educación, levitando y sus ojos estaban cerrados.

- Rainbow...ten cuidado, ¡es diferente cuando la conocimos!.- Le advirtió Pinkie a su amiga.- Es muy peligrosa...no sabemos si las demás han podido llegar más allá de esta posición.-

- Pinkie, Applejack...- La peli arcoíris sintió una profunda rabia en su interior, por lo que tomó posición de batalla, pero siempre guardando la distancia de su oponente y la encaró.- ¡Harmonía, ¿tú les hiciste esto?!.- Preguntó furiosa pero eso no la sacó de sus cabales a la rival.

- Oh, eres tan molesta, ¿ustedes pueden luchar gracias a esas "Cloth"?.- Preguntó burlonamente, hizo un gesto y sonrió ante la superioridad defensiva que poseía.- Yo puedo luchar si tengo esta "Armor".- Presentó el nombre de su Armadura.

- ¡¿"Armor"?!.- Quedó Rainbow sorprendida y de ahí notó como la chica abría sus ojos junto al cambio de éstos.

- Mi hermano no había permitido usarla.- Respondió, ahora seriamente.- Pero basta de charla: Recibe, una vez más, la "Maldición del Paraíso".- Sentenció y comenzó a cantar junto con una serie de imágenes de Serpientes que iban hacia sus víctimas y los pétalos que ella había invocado.- ¡"CURSE OF PARADISE"!.- Lanzó su ofensiva hacia las presentes.

La explosión alcanzó a Rainbow, quien saltó para atacar, notó la fuerza del impacto, ese "Viento Huracanado" y lo más sorprendente era el cambio de color en los ojos de Harmonía junto al Cosmos que la protegía. Terminó cayendo contra el piso, lastimada y viendo que era muy fuerte.

- Jejejejeje. Sorprendente. Mi poder desborda continuamente. Eres astuto, Hermano, me ocultaste este poder. Sus "Cloths" y ropajes están hechos pedazos, el poder del encantamiento de Artemisa también se está debilitando. Para ustedes ¿es doloroso y angustiante, no es así?.- Preguntó burlonamente y de ahí volvió a cantar como una Diosa, llevando a que el sueño comenzara a caer encima de las tres Saintias, viéndose rodeada de pétalos y pimpollos que iban naciendo rápidamente.- Esta vez las convertiré en "Flores del Paraíso".- Auguró y dio por iniciada su ofensiva final.

- Qué hermosa voz...- Quedó Rainbow admirada.

- Solo puedo escuchar una voz...- Mencionó Applejack, sintiendo sus párpados pesados.

- Quiero dormir hasta pasado mañana, mama. No quiero ir a la escuela.- Finalizó Pinkie Pie, la cual fue la última en colapsar bajo el poder de la rival.

Mientras tanto, en el Espacio, Deimos había lanzado su ofensiva contra Milo pero éste había sido salvado por Junk. Ahora, el rival los miraba con frialdad absoluta, notando que ese forastero era una verdadera molestia para los "Phantom". Pudo sentir la voz de Dysnomia de Lawless, quien había sido derrotada por Shaka de Virgo y Junk, por lo que éste apretó los dientes con fuerza y calmó, no había tiempo que perder.

- ¿Desapareciste en los Confines del Universo, Milo de Escorpio?. Desde la Era del Mito no había enfrentado un espíritu de lucha tan temerario. Eres un hombre valioso.- Mostró Deimos sus respetos hacia el Caballero Dorado pero algo llamó su atención, volteándose con la mirada hacia atrás, percibiendo un poder sumamente aterrador y que lo tomó por sorpresa.- "Un gigantesco Cosmos ha estallado en el Templo de Eris. ¡¿El Señor Ares ha despertado?!".- Se preguntó pero hubo algo más, mirando hacia el edificio principal y luego tuvo una imagen de la Entrada al "Edén" junto a una joven que se hallaba de pie.- "¡¿Esa es Harmonía?! ¡¿Por qué saliste del campo de batalla?! ¡¿Quién te ha dado tu "Armor"?!".- Tenía tantas preguntas en mente, una desestabilización tras otra había surgido en los alrededores y dentro del Templo de la Diosa Maligna. No podía sentir la presencia de aquella que era la Discordia, Ares estaba despierto y era seguro de que tomaría el poder y para empeorar las cosas, su hermana estaba con aquella defensa y con su poder activado. Tenía que ser rápido y detenerla, avisar a las "Dríades" y "Phantom" supervivientes para acabar con la insurgencia pero no tuvo tiempo para reaccionar, ya que una serie de disparos carmesí atravesaron su "Leaf", haciendo volar varios fragmentos al aire.- ¿Qué?.- Se preguntó y fue tomado por sorpresa, recibiendo un severo ataque por parte de Milo y Junk, quienes le dañaron su Armadura y ambos quedaron muy cerca en la distancia, llevando a que Deimos los mirara con odio.- Estúpido...¡Maldito, ¿cómo pudiste escapar del "Infinite Fall"?!.- Preguntó hacia su oponente, quien tenía una fuerte determinación en vencerlo.

Perdida tras aquel encuentro con Até, Sunset Shimmer de Fénix deambulaba en busca de sus compañeras. Había atravesado otro "sendero" de las Montañas y logró dar con el final de éste, uno que terminaba en dirección hacia un Árbol y las construcciones que yacían allí. Alzó una ceja, avanzó unos metros pero se detuvo justo a tiempo, atisbando sus sentidos. Algo flotaba en el aire, una especie de "cuerdas" o "espirales" doradas y blancas junto a los pétalos que los vientos enviaban hacia allí, pero había algo mucho más "llamativo".

- ¿Quién está cantando?.- Se preguntó ella y fue acercándose un poco, despacio y cautelosamente para evitar ser detectada por cualquier enemigo que anduviera por allí. Un par de guijarros y rocas cayeron cuesta abajo por efecto de la "canción" que estaba oyendo, dejándola un tanto agotada. Se sentó y guardó la distancia del misterioso enemigo que se hallaba allí abajo. Sus ojos se sorprendieron al ver que tres de sus amigas yacían tiradas contra el piso adoquinado y lo peor de todo era que sus cuerpos empezaban a verse rodeados por césped y flores, mientras que la atacante continuaba con su trabajo.- Ah no, ni en un millón de años, amiga.- Advirtió la joven, quien encendió su Cosmos y comenzó a correr hacia donde estaba la misteriosa "Bruja".

Harmonía continuaba cantando, no parecía haber un límite y esa voz que tenía era tan hipnotizante. En un momento dado, sintió una ráfaga de fuego ir hacia ella, destruyendo su posición pero sin afectarla en lo más mínimo. Salió de allí, fresca y tranquila, girando su cabeza con elegancia y buscando a la responsable de semejante ataque, por lo que se topó con cierta Saintia de Fénix y quien cargaba a sus compañeras heridas, pero lo que le causó molestia fue ver sus futuras "Flores de Paraíso" ser rescatadas a tiempo.

- No me esperaba de que una bruta como tú pudiera seguir viva, pero he de decirlo, desde lo más profundo de mi corazón, de que te tengo que felicitar por lo que has hecho.- Dijo la "Dríade" cosa que llevó a que sonriera malvadamente.- Pero voy a tener que añadirte a ti también a mi "Jardín".-

- Jejejeje, ¡jajajajajajaja!.- Lanzó Sunset una risa malvada al aire.

- ¿Qué es tan gracioso?.- Preguntó Harmonía a su rival, quien dejó a sus amigas en un sitio seguro.

- Hagamos esto: Un combate entre tú y yo. Las reglas son simples: Yo pierdo, estaré en tus "Jardines".- Impuso las normas, cosa que la chica aceptó.

- Que así sea, serás una bella Flor para mí.- Juró Harmonía.

- Eso ya lo veremos, "Ricitos de Oro". Nadie se mete con mis amigas y vive para contarlo.- Sentenció Sunset y dieron por comenzada su batalla.

Por su parte, Fluttershy se encontraba atravesando aquellos desfiladeros y Montañas para hallar uno de los últimos fragmentos del "Kanzashi Dorado", sin embargo, lo que chica peli lila no sabía era que estaba siendo observada por tres misteriosas sombras. De improvisto, éstas pegaron un salto, restos de guijarros y piedras cayeron por la pendiente y terminaron frente a ella, impidiéndole el paso, poniéndola en posición de defensa ante lo que se iba a gestar en aquellos momentos.

- Realmente no me esperaba toparme con una miserable rata como tú, pero veo que nuestros sí tienen una convergencia hacia lo que es el destino.- Sostuvo una voz femenina y la chica alzó la cabeza para observar a aquellas tres sombras que se dirigían hacia ella.

- Esas voces...- Reconoció Fluttershy al personaje que venía en su dirección y una serie de flashbacks aparecieron en su mente, en donde podían verse las imágenes de la "Isla Reina Muerte", fuego, muerte, una lucha y una baja muy lamentable para la muchacha, quien debió huir de allí para salvarse, jurando obtener Justicia por aquella baja ocasionada.

- Pero aquí estamos y bajo un nuevo bando con una única misión: Erradicarte, Fluttershy de Casiopea.- Apuntó otra de las rivales y de ahí fueron emergiendo.

- ¡Salgan o es que acaso tienen miedo!.- Exclamó ella con determinación, a pesar del miedo que sentía.

- Muy bien, así será.- Anunció una tercera y ante sus ojos, la Saintia no pudo dar crédito a lo que estaba viendo.

- No...No puede ser...¡ustedes...!.- Las reconoció la chica al instante.

- ¡Androktasiai de Masacre!.- Hizo su presentación una joven adulta, atractiva, cuerpo físico, contextura delgada por su entrenamiento. Su cabello es de color claro, liso y peinado hacia el lado derecho con un gran flequillo que cubre el mismo lugar de su rostro. En su rostro podían apreciarse algunas cicatrices de batallas anteriores, el lado derecho presentaba una quemadura que cubría con un trozo de tela oscura y en su mejilla izquierda había una cicatriz de cortadura que fue cicatrizada.

- ¡Patty de Deceit!.- Apareció una segunda "Dríade" de cabellos rubios y piel morena.

- ¡Layla de Plunder!.- Finalizó una tercera joven adulta, parecía tener 20 años, era bastante linda y robusta, su cabello y maquillaje tenían una gran orientación Oriental.

- Ya las recuerdo: ¡Ustedes eran conocidas como "Las Tres Hermanas de la Masacre", "Black Saints"!.- Recordó Fluttershy a las oponentes.

- Jajajaja, exacto, pequeña Saintia y parece ser que estás buscando esto.- Se burló Androktasiai, quien mostró aquel Fragmento Dorado.

- El "Kanzashi".- Dijo la peli lila al reconocerlo y la rival se lo guardó.

- Nos venciste en el Pasado pero se nota que fuiste una débil para no darnos muerte, pero descuida, nos haremos cargo de ti ahora. ¡Al ataque, Hermanas!.- Ordenó la joven de cabellos claros, iniciando una nueva batalla.

Por su parte, Twilight se había recuperado del misterioso golpe que había recibido, aquella punzada que le había alcanzado condujo a la chica por un camino de preguntas. ¿Qué había pasado? ¿Quién era el responsable de todo esto?. Cerró los ojos pero no sintió el Cosmos de Cadence/Eris, algo le produjo una horrible sensación de escalofrío y que la impulsó a dirigirse hacia Templo de la Diosa Maligna, cruzar hacia el territorio enemigo y ver qué era lo que había ocurrido en aquel lugar.

Por su parte, en la Tierra, en el Santuario, el "Cometa Neo-Repulse" continuaba con su camino para destruir a la Humanidad, las "Semillas del Caos" continuaban aflorando en los corazones de las personas. Aquel sitio había sufrido un intenso bombardeo por parte de la Dríade Dysnomia de Lawless, quien estaba muerta a manos de Shaka de Virgo y Junk Hurk. Aquellas horas de la noche, el lugar estaba en pleno "Estado de Alerta" por el ataque recibido anteriormente, los heridos estaban siendo tratados, mientras que Mu de Aries estaba hablando con Shaka y Aioria sobre lo ocurrido y en el transcurso de las próximas horas.

- No podemos quedarnos aquí mientras que ellas están enfrentándose a Eris y Ares, debemos hacer algo, ahora.- Sostuvo el Caballero de Leo con seriedad.

- Aioria, nuestra misión es permanecer aquí y proteger al Santuario. El último ataque nos tomó a todos desprevenidos.- Advirtió Mu al hermano menor de Aiolos de Sagitario.

- Si Shaka pudo, yo también lo haré. Athena sigue prisionera.- Señaló Aioria y eso era cierto, no se podía olvidar aquello y el rubio de La India intervino en esos momentos, ya que había regresado pero aquel forastero no.

Mu permanecía silencioso y serio, no se podía permitir una misión como esa para asaltar el Templo de Eris y más ante las posibles amenazas que surcaban los Cielos, ya habían sufrido un bombardeo anterior, otro no sería cosa de pocas horas y lo único que los separaba era la victoria o derrota de las Saintias frente a la Diosa Maligna. Aldebaran se hallaba presente en el encuentro entre los Caballeros Dorados y supieron de que Shaka iba a quedarse allí y defender el Santuario de otra incursión enemiga, cosa que el brasilero también haría, ya que los necesitaban en las Casas Zodiacales a toda costa. Aioria, por su parte, no toleraba la idea de quedarse allí y de brazos cruzados mientras que el enemigo se deleitaba con el sabor de la victoria y más al saber que Milo se hallaba allí junto a Junk. Fue entonces que dio media vuelta y se preparó para irse.

- ¿Adónde vas, Aioria?.- Preguntó Aldebaran de Tauro.

- Iré allí para darle una mano a Milo. No me intenten detener.- Advirtió el joven castaño oscuro, dando un paso al frente.

- Espera.- Intervino Mu.- Sabes muy bien de que no podemos hacerlo.

- No pienso dejar sola a Athena, esas chicas son nuestra esperanza y si perdemos, entonces será el final para todos nosotros.- Advirtió el hermano menor de Aiolos y un tenso silencio surcó el ambiente, como si estuviera cortando el aire, nadie decía una sola palabra, estaban callados. Mu no podía discutir eso, era lógico y el peligro que representaba una derrota a manos de Eris los ponía a todos en el mismo barco, así que Aioria se fue alejando.

- ¡Espera!.- Oyó una voz y de ahí vieron venir a aquel sujeto cabellos y barba marrón oscura.- Yo iré con Aioria.

- Martín.- Lo reconocieron Mu y Aldebaran, ya que Shaka había sentido su presencia.

- Y nosotras también iremos.- Añadió Shaina de Ofiuco, quien venía con Marín de Águila para participar en la operación.

Mu suspiró, veía la determinación de sus compañeros, todos ellos iban a aportar su fuerza, voluntad y determinación en aquellas horas oscuras, cosa que no podía omitir, el peligro se hacía cada vez más cercano con la llegada del "Cometa Neo-Repulse", el cual parecía un "Segundo Sol" en mitad de la Noche Griega, así que tuvo que ceder ante esa orden.

- De acuerdo, pero tengan cuidado, no sabemos qué clase de trampas nos puede estar esperando Eris.- Les advirtió el Caballero de Aries a los presentes.

- Tranquilo, no pasará nada, además, solo preocúpate de que el "abuelo" no se olvide tomar su pastilla contra la artrosis.- Bromeó Shaina, cosa que Martín se lo tomó como una broma inocente.

Martín respiró con tranquilidad y de ahí avanzó hacia Mu.

- Volveremos pronto. No hay de qué preocuparse, mientras tanto, cuiden el Santuario.- Les deseó el ex-militar.

- Por lo que pude sentir, las chicas se encuentran a las puertas del Templo de Eris, por unos Valles, así que envíanos allí.- Informó Marín y tras finalizar con aquella orden, los cuatro fueron teletransportador hacia aquel lugar.

- Mucha suerte, amigos.- Les desearon Mu, Aldebaran y Shaka, mientras que todo quedaba en silencio y volvían a sus labores de vigilar el lugar.

Un próximo ataque era inminente.

[Nuevo capítulo y les aviso de que solo queda tres más para que finalice esta historia. Serán más largos y tendrán momentos de mucha tensión, así que a prepararse.

Mando saludos y agradecimientos para Sitx20/FrankHurk50, RCurrent, FreedomGundam96, lady-saintiasailor, PoLucy y los demás.

Cuídense, amigos y buen inicio de día Viernes para todos ustedes.].