Capítulo 54
Capítulo 54: El impacto que produjo el cuerpo de la Dríade lanzada por los aires contra el suelo, provocó la destrucción del sitio de la caída, arrojando restos de tierra y polvo, dejando un agujero y los escombros por todas partes. Aioria de Leo observaba a la rival que yacía inconsciente. Hysminai de Duelo se levantaba con el cuerpo temblando por el feroz golpe. El joven rubio oscuro mantenía su posición de batalla, mirando con seriedad y los dientes apretados a la oponente, ésta no era fácil de vencer, demostraba una gran resistencia y era toda una "Campeona de Élite" para la Diosa Maligna Eris.
Hallándose en la base del Monte Fuji, Japón, el Caballero del Templo del León observaba a la rival que comenzaba a dar "signos" de vida y de debía prepararse para el enfrentamiento que vendría.
- "Me he hecho cargo de unas Dríades invasoras, pero ahora, si no hago algo con el Meteoro, la Tierra estará...".- Pensaba para sus adentros aquel joven y recordaba que Shaka y Hurk habían ido hacia un "Universo de Anarquía" por otra rival.
De golpe, sacándolo de sus pensamientos, unas poderosas ráfagas de cuchillas dañaron parte de la Armadura Dorada de Leo, provocando que la sangre del joven saliera volando por los aires, tomándolo por sorpresa.
- ¡¿Qué...?!.- Quiso saber el Caballero y de ahí comenzaba a levantarse Hysminai, su Armadura "Leaf" había sido severamente dañada, al igual que su Casco, el cual fue destruido, por el ataque de su oponente, pero aún conservaba suficiente fuerza y determinación para luchar por su Diosa Maligna. Incorporándose, la joven miraba con seriedad a su "presa", estaba lista para continuar con el siguiente round y nadie la iba a detener en esos momentos.
- Jejeje, eres muy ingenuo, Aioria. Mi Daga no se ha quebrado todavía.- Dijo ella con tono de burla y eso sorprendió aún más al chico.
- ¡No puede ser...¿todavía puedes estar de pie después de haberte lanzado mi "Plasma Relámpago"?!.- Preguntó el hermano menor de Aiolos de Sagitario y eso era "música" para los oídos de la peli negra.
- Je, lanza todos tus puños a la velocidad de la luz que quieras, tú no podrás golpear ninguno de mis "Puntos Estelares", porque después que te corte con mi Daga, ¡ahora eres incapaz de lanzar cualquier ataque en mi contra!.- Mostró ella su habilidad en el manejo de esas armas blancas y estaba en lo correcto, ya que las heridas de Aioria lo imposibilitaban en seguir lanzándose contra ella.
- ¡Uh, ¿qué es esto?! ¡La herida parece estar quemándome!.- Sintió aquel calor abrazador sobre su pecho y brazos.
- Duele, ¿no es cierto?.¡Es la herida que produce mi "Serrated Blade"!. La sangre que ha sido tocada por ella, arderá por la "Llama del Duelo", justo como a mí, pero como los Humanos no pueden soportar el calor, sus células serán destruidas en el acto.- Añadió Hysminai más información al respecto.
- ¡¿Q...Qué?!.- Quiso saber Aioria y cuando iba a atacar, la peli negra alzó su brazo izquierdo al aire, provocando que el calor se elevara en las heridas del Caballero Dorado, quien retrocedió.- ¡Agh, es como si mi propio cuerpo se estuviera quemando...Mi cuerpo no parece escucharme!.- Gritaba adolorido el joven rubio oscuro.
- Hmp, por ahora la "Sangre del Duelo" debe haberse coagulado en tu cuerpo, ¡pero esta pelea se ha terminado, tu cabeza recibirá el siguiente golpe, Aioria!.- Sentenció Hysminai, lista para decapitarlo.- ¡PREPÁRATE! ¡"SERRATED BLADE"!.- Exclamó y lanzó su ofensiva contra él.
Lo que no se esperaba era que Aioria se levantara del piso, con dificultad, se puso en pie y con una mirada llena de valentía, el joven Santo de Oro extendió su puño izquierdo hacia la dirección de donde venía Hysminai, siendo alcanzada por el golpe del joven y ésta fue arrojada hacia adelante, estrellándose contra el piso nuevamente. Pronto volvió a levantarse, mirando con asombro aquella demostración nueva en Aioria y sin poder hablar por un rato largo, mientras que los ojos del rubio oscuro se clavaban en ella como los de un León salvaje y rugiendo, listo para atacar a su presa.
- Hmp, no me digas que has invertido el flujo de tu sangre para liberarlo hacia el exterior de tu...herida...- Quedó ella sin palabras ante esa estrategia nueva del muchacho.- Te...te has hecho con esta victoria, incluso con el riesgo de sangrar hasta la Muerte...me has impresionado, Aioria.- Mostró ella sus respetos, estando herida por el ataque recibido y mirándolo.- Tú eres el "Paragón de los Guerreros".- Felicitó la peli negra a su enemigo, mientras que el joven mantenía su seriedad al estar con ella.
- Esto es el simple papel de un Santo: Mi camino es distinto al tuyo, ya que ansias pelear.- Respondió el Caballero Dorado a aquella felicitación, pero cuando volteó su mirada, la rival ya no estaba.
- Sin embargo, un cuerpo que ha sido tocado por las Llamas no volverá a la normalidad.- Escuchó la voz de Hysminai en la lejanía de la Oscuridad de los Cielos Nocturnos
- ¿Qué?.- Preguntó Aioria ante esa información dada por ella.-
- Volvámonos a encontrar una vez más, en el "Destino del Nuevo Mundo".- Dejó ella su mensaje final, aquel "encuentro" que tendrían los dos para ver quién sería el ganador de la contienda.
Una vez que todo se calmó, en los Cielos de Japón se pudo ver un destello muy poderoso, irradiante de energía, siendo Aioria quien lo atestiguó todo: El "Cometa Neo-Repulse" había entrado en la Atmósfera de la Tierra. El Tiempo se estaba agotando y había llegado la hora de enfrentarlo.
Mientras tanto, con el Reloj en contra de todo pronóstico, Rainbow Dash de Delfín se encontraba avanzando a toda prisa por el Sur de los "Jardines de la Diosa Maligna". No podía perder tiempo, el enemigo estaba llegando a las puertas de la Tierra y, a pesar de las victorias sobre varias Dríades, debían cumplir con su misión de rescatar a la Diosa Athena de las garras del enemigo y detener el despertar de Ares cuanto antes. De repente, desde el Noroeste, hacia los pasos del cañón, un poderoso destello se elevó por los Cielos, iluminando a los mismos y llamando la atención de la peli arco-iris, quien se volteó para ver lo que había ocurrido.
- "¡El Cosmos de Twilight!. Debo darme prisa".- Pensaba la Secretaria de Saori, viendo que, en aquellos momentos, su amiga había logrado derrotar a Até de la Ruina, de forma definitiva.
Llegó hasta unos bellos Jardines con arquitectura helénica, ricamente decorada con pilares y un sendero de piedras pulidas de color blancas. El lugar llamaba su atención, parecía ser sacado de algún Palacio de Europa como el de Tullerías y Versalles, Francia. Rainbow caminaba sin bajar la guardia, no podía confiarse demasiado en los alrededores, los agentes de Eris estaban al acecho y podrían atacarla cuanto antes. De golpe, ella se detuvo, al final del pasillo principal, se podía divisar la entrada de un Palacio y el portón de hierro negro que lo acompañaba, sumado de que comenzaron a oírse pasos, sacándola de sus pensamientos por la belleza de ese sitio.
- Alguien más está aquí.- Dijo la peli arco-iris.- ¿Quién puede ser? ¿Un enemigo?. También puedo sentir el "Kanzashi Lunar" resonando por los alrededores. No debo bajar la guardia por nada del Mundo.- Sostuvo ella con seriedad y de ahí se fueron haciendo más cercano los pasos.
Para su sorpresa, ella giró su vista, nuevamente, hacia el pasillo principal y saliendo de aquel portón se hallaba un joven rubio, atractivo, vestido con camisa negra, corbata de moño roja, saco blanco con una rosa en su bolsillo y pantalones con unos zapatos oscuros. El muchacho observaba el lugar, lo examinaba y de ahí dirigió sus ojos hacia ella, llamando su atención.
¿Quién era ese muchacho?. Le resultaba también familiar. Pronto, el rubio esbozó una sonrisa y la saludó con tranquilidad.
- Oh, ¡hola!.- Saludó éste con amabilidad.- ¿También te has perdido como yo?.- Preguntó pero Rainbow seguía perdida en sus pensamientos y recuerdos, intentando hallar la respuesta ante aquel joven que se hallaba a su lado.
- "¿Qué está pasando? ¿Lo recuerdo?".- Pensaba la peli arco-iris seriamente, mientras que ese chico iba caminando hacia ella.
- Ah, discúlpame, no te asustes. Estaba volviendo a mi casa después de una fiesta, pero, de forma improvista, terminé despertando aquí, en este lugar desconocido y al verte, también doy por hecho de que también estás perdida, sumado de que podríamos conversar.- Siguió hablando el muchacho, primero se mostró preocupado y luego volvió a la calma.
- He venido para cumplir una misión muy importante.- Respondió Rainbow Dash al muchacho.- "¿Será una ilusión?. No parece ser un enemigo al acecho, pero esta persona está metida en un lugar en el que no debería estar. ¿Podría tratarse de una trampa?".- No quería arriesgarse con ir tan rápido, debía ser cuidadosa si quería recuperar el "Kanzashi" de ese lugar.
- ¿Eh? ¿Entonce sabes algo de este lugar? ¿Por qué estoy aquí?.- Comenzó el rubio con interrogarla, pero no recibía ninguna respuesta.
- "No parece ser un acto del enemigo, incluso si siento...como si lo hubiera conocido antes".- Pensó y de ahí se detuvo, mirando al muchacho.- No lo sé, sin embargo, este sitio no es seguro para una persona como tú.- Dijo y salió de sus pensamientos, expresando preocupación hacia aquel rubio.
- Ah, ya veo, muchas gracias. Esto es un desastre.- Sostuvo el chico, tranquilamente.- Por cierto, ¿lo que llevas puesto es una...Armadura?. Nunca había visto algo así antes.- Interrogó sobre la vestimenta que llevaba la peli arco-iris.
- Espera...¿yo te conozco?.- Quiso saber Rainbow y de ahí, cuando los pétalos de las flores volaban por los aires, el lugar se oscureció por completo, poniendo en estado de alerta a la chica.
- ¡¿Qué está...?!.- Preguntó el rubio con asombro.
- ¡Algo se acerca!.- Exclamó Rainbow y tomó posiciones de batalla.
De golpe, desde lo profundo de un estanque, una poderosa silueta oscura y de energía maligna se desplegó por los aires, brillando y con la fuerza de un tornado, éste se presentó ante sus oponentes.
- ¡¿Qué de...?! ¡¿Qué es esto?!.- Quiso saber el chico de traje blanco.
- ¡Quédate atrás mío!.- Le pidió Rainbow, quien lo iba a proteger.
- Oh, Malditos Pecadores. Soy el Maestro del Lago de los Juramentos, Horcos del Juramento y como pueden ver, los castigaré tomando sus vidas.- Se presentó aquel "Ente Fantasmal", revelando su nombre.-
- ¡¿Castigo?! ¡No hemos hecho nada!.- Se defendió Rainbow sobre aquel ataque.
- ¡E...Espere un momento. Es verdad, no hicimos nada malo para recibir un castigo!.- Pidió el rubio a aquel personaje, intentando calmar las cosas.
- Ustedes dos han quebrado una promesa antes. Es imperdonable. El romper un juramento es un Pecado Mortal, igual que infligir la seguridad de nuestro "Jardín". Y viendo que tu compañero de la Tierra es al que le habías hecho una promesa, tomaré la vida de uno de ustedes me servirá bastante, jejejeje.- Les explicó aquella situación y comenzó a reírse.
Pronto, los recuerdos de Rainbow Dash inundaron su mente.
- Eh...una promesa entre nosotros, ¿tú y yo?. ¡Espera! ¡No me digas que...tú eres...- Comenzó ella a recordar en su infancia, cuando en un bello Jardín como ese, la peli arco-iris se encontró con aquel joven rubio siendo niños y que hicieron aquella promesa en el Pasado, tomándose de las manos.
- ¿Rainbow?.- Preguntó el chico de traje blanco.
- ¿Edward?.- Añadió la muchacha.
- ¿Has recordado tu Pecado?. No importa lo que hagas, tus excusas no sirven ante mí. ¡Ahora, recibe tu castigo!.- Bramó Horcos y de ahí lanzó un ataque con rayos hacia la peli arco-iris.
- ¡RAINBOW, CUIDADO!.- Se lanzó el muchacho para protegerla, recibiendo el impacto contra su cuerpo.
Pronto, el muchacho y ella se arrojaron a las aguas del "Lago de las Promesas", éste había quedado inconsciente, mientras que escombros y restos de los adoquines y piedras se hundían con ello tras la explosión causada. Rainbow ahora lo reconocía, su nombre era Edward y lo había conocido durante su niñez en unos bellos Jardines hasta que fue escogida para seguir el camino de una Saintia Guerrera.
- "Edward. Estoy completamente segura de que estás confundido, aún cuando me has protegido de aquel ataque, tú siempre has sido una persona amable conmigo, pero ¿por qué a ti te tuvo que elegir esta vida de conflictos siendo una persona pacífica y amable?".- Pensaba ella con pena en su alma al ver a chico sufrir.
Flashbacks: Allí estaban ambos niños, en el momento en el que hacían su promesa.
- Rainbow, en el Futuro...- Decía Edward a la chica y esa visión desapareció.
Fin del Flashbacks:
- "Incluso si no puedo mantener mi promesa hacia ti, ¡haré todo lo posible para regresarte a la Tierra, sano y salvo!".- Prometió la Secretaria de Saori Kido, mientras que iba nadando hacia la superficie junto a Edward, jurando sacarlo de allí a toda costa.
Nuevamente tenemos un capítulo, tanto del manga de "Saintia Shö" como de este fic. Han aparecido dos nuevos personajes y un Pasado que los ata a Rainbow y a Edward, sin embargo, no todo es de color de rosas, este chico debe estar ocultando algo, por desgracia y eso lo veremos en Noviembre, cuando salga el siguiente episodio del manga.
Espero que les guste este nuevo capítulo, Alexander y Dimitri están ocupados, así que volverán más adelante con los saludos.
Nos estamos viendo, amigos. Saludos y agradecimientos para FreedomGundam96, lady-saintiasailor, Profesor Franco Romano y RCurrent.
Cuídense y buen Domingo de mi parte.
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