Capítulo 17
Capítulo 17: La pregunta del millón de Dolares para ganar el concurso: ¿Quién era esa persona que estaba arrodillada ante Athena y que parecía demostrar una gran tranquilidad en su voz?.
- ¿Tú...eres el Patriarca?. Preguntó la Diosa Athena.
- Oh, Athena. Estuve esperando este momento por tanto tiempo, por el día...en que aparecerías frente a mí. Le dijo con suma tranquilidad, conservando la cordura y dirigiéndose hacia ella con sumo respeto, pero manteniendo los ojos cerrados.
- "Este hombre es...¡¿El Patriarca que intentó asesinarme hace 13 años?!". ¿Acaso tu propósito es matarme?. Preguntó ella, tras reconocer al atacante que intentó acabar con su vida cuando era pequeña.
- No, la he traído para que expulse la Maldad que se encuentra en este Santuario. Le explicó la verdadera razón de por qué estaba allí.
- ¿Qué?. Preguntó Saori, sorprendida.
- Por favor, atáqueme aquí y ahora con ese Báculo. Pidió como deseo y orden para que pusiera fin a su vida.
La Diosa estaba helada, miró hacia atrás, allí estaba el Símbolo de su Poder, a su lado.
- Ese Báculo Dorado es un Símbolo Alterno de la Diosa de la Victoria al servicio de Athena. Se dice que tiene el poder para acabar con la voluntad de cualquier enemigo. Con ese enorme poder, por favor, acabe conmigo. Le explicó el papel que ejercía dicho Símbolo de Autoridad y luego le imploró para que cumpliera con esa orden.
- ¿Estás...eligiendo morir?. Preguntó Saori, dirigiéndose hacia aquel joven, el cual no elevaba su mirada, ¿acaso sentía esa persona vergüenza por el atentado que había intentado llevar a cabo en el Pasado?.
- Ahora...Athena...no hay tiempo...ah...ahhh...Uh...Ugh...Pidió, ya de forma desesperada, mientras que algo extrañaba comenzaba a ocurrir, la verdadera Naturaleza de ese hombre estaba por emerger.
- ¿Patriarca? ¿Qué sucede?. Preguntó Saori, preocupada por ese hombre y extendió su mano para ayudarlo, pero éste la rechazó.
- ¡NO SE ME ACERQUE!. [Ordenó y de golpe desenvainó aquella Daga que ocultaba dentro de las prendas suyas, listo para atacar, pero de vuelta, el lado bueno volvió a dominar la situación, los ojos de aquel hombre comenzaron a humedecerse y las lágrimas bajaban por el dolor y la vergüenza que sentía al intentar volver a atacar a la Diosa] Oh...Gran Diosa Athena...antes de que...incurra en...más Pecados...por favor...ejerza Justicia sobre mí...Pidió, quería que ella terminara con su maldición, con aquellos grilletes de locura que lo tenían atado desde hacía mucho tiempo.
- No. Se negó ella a tomar esa arma y ponerle fin a su vida.
- ¿Por...qué...?. Preguntó y con la mirada baja, sin poder dirigirse hacia ella.
- Porque pienso que un Dios no debería tener el poder de juzgar a las personas. Además, haces esto porque sinceramente quieres redimirte de tus Pecados, ¿me equivoco?. Le explicó el verdadero motivo y con ello de que veía que ese joven quería el perdón, quería disculparse por todo el daño ocurrido y por la sangre derramada en el Santuario.
El joven volvió a elevar la mirada, tras mantenerla hacia el piso, volvió para implorar hacia ella que acabara con su vida.
- Athena...te...equivocas...yo...yo...Iba a decirle, pero de golpe, algo extraño comenzaba a ocurrir en ese muchacho, cuyos cabellos estaban cambiando de color.
- "El color de su cabello, ¡¿cambió?!" Se preguntó ella, mientras que un aura de pura maldad llegaba con aquel cambio en los cabellos del Patriarca y éste se levantaba, mostrando su verdadera cara, una llena de pura maldad, odio y deseos de poder.
- Qué lástima, se te acabó el tiempo. Athena, laméntate, acabas de perder la única oportunidad que tenías para derrotarme. Dijo con aquella voz, la cual inspiraba miedo y severidad, mientras que empuñaba aquella Daga en sus manos.
- "¡¿Quién es él?!". Se preguntó la peli lila, viendo como esa arma iba hacia ella.
- La Tierra ¡es mía!. Hasta nunca, ¡Athena!. Exclamó y se preparó para acabar con su vida, sin embargo, una misteriosa Puerta se abrió y se llevó a la Diosa lejos del atacante.
Pronto, todo el Salón quedó en silencio y el Patriarca reflexionaba sobre los acontecimientos.
- "Así que te escapaste a través de la "Otra Dimensión", faltaba tan poco pero él se interpuso. Jum, está bien, las cosas no serían tan interesantes si se resolvieran así de fáciles. Te arrebataré tu poder lentamente y antes de que te des cuenta, esta Tierra será gobernada por alguien adecuado como yo". Pensó bastante serio y tranquilo, viendo sus manos, las cuales estaban heridas y ensangrentadas por la Daga que llevaba encima y que se hallaba empapada de sangre, para luego mirar hacia el tallado a piedra bisel de la Diosa.
Mientras tanto, volviendo al Coliseo, Rarity junto con Georg de la Cruz del Sur y Juan de Escudo se hallaban recuperándose del encuentro que habían tenido con Mayura de Pavo Real, la cual había logrado vencer a la traidora y Agente del Santuario, humillándola junto con sus dos Camaradas y dejándole aquella marca imborrable en su persona.
- Rarity, ¿qué significa esto?. Preguntó el rubio inglés hacia la peli morada, viendo que aún persistía Mayura en aquel sitio.
- Se terminó...¡ya no necesitan pelear más!. [Pidió ella a sus dos amigos y se dirigió hacia la rubia ciega] Señorita Mayura, la Señorita Athena se encuentra bien, por ahora tenga paciencia y crea en mí. Juan, Georg, lamento todas las molestias, pero quiero que peleen por la verdadera Athena, por la Señorita Saori. Pidió Rarity hacia aquellos dos Agentes del Santuario.
- ¡¿Qué?!. Se preguntaron ambos amigos.
Rarity elevó su brazo hacia el aire.
- Todo fue por Athena, sin embargo, mis acciones no pueden ser perdonadas. Señorita Mayura, me disculpo...por haber hecho...que levantara su mano. Le encomiendo a Athena. Delegó Rarity la responsabilidad en aquella ciega, para luego atacarse así misma con su ofensiva, pero fue salvada por Mayura, aunque quedó inconsciente.
- Tonta, no te molestes en salir del cascarón si no estás dispuesta a terminar con tu deber. [Criticó la rubia, mientras que sostenía a la Saintia inconsciente]. "Lo supuse, no hay evidencia de que fuera afectada por el "Veneno del Deseo"". Pensó Mayura y se preparó para irse de allí con Rarity en sus brazos.
- ¡Oye, ¿Qué crees que le haces?!. Preguntó Juan.
- Lo siento, pero ella se queda conmigo, solo reportenla como muerta para el Santuario. Dijo Mayura, dejando esa "tarea" para los dos Santos de Plata.
- ¡¿Qué?!. Volvió a preguntar el Caballero del Escudo.
- Descuiden, no voy a hacerle daño. Prometió la Santo de Pavo Real.
Ninguno de los dos amigos podía salir del asombro.
- Crean en las últimas palabras de esta chica: "No tienen que morir en vano". Finalizó Mayura y como por arte de Magia, desapareció del Coliseo junto con Rarity.
- Oye...¡PERO NO TE VAYAS ASÍ COMO NADA!. Gritó Juan.
- ¡QUÉ DEMONIOS!. Exclamó Georg.
- Creen en lo que dijo, es decir: ¿Que esa tal Señorita Kido Saori es la verdadera Athena?. Preguntó Juan con dudas y desconfiando ahora en el Santuario.
- Sí es así, ¿Qué demonios pasa en el Santuario?. Quiso saber Georg, también con desconfianza.
- ¡Maldición, esto es el colmo! ¡¿Qué tanta mala suerte podemos tener?! [Se cuestionó Juan y luego se volteó hacia su amigo inglés] ¿Qué hacemos?. Preguntó, ya más calmado, mientras que Georg estaba cruzado de brazos y pensativo.
- Me parece que...hay que pensarlo después de comer. Dio su respuesta final.
Ya había caído la noche en el Coliseo.
Volviendo con Saori, ella se hallaba flotando en la "Otra Dimensión", había sido salvada misteriosamente por alguien desconocido, evitando morir a manos del Patriarca que estaba preparado para llevar a cabo el atentado contra ella.
- Esto es...¡¿El Espacio entre Dimensiones Diferentes?! ¡¿Hasta dónde seré arrastrada?!. [Quiso saber la chica, quien llevaba el Báculo Dorado y de golpe, aparecía aquel Santo Dorado de Piscis] ¡Afrodita!. Lo reconoció la peli lila al rubio sueco.
- Vine para asegurarme de que regrese con bien por órdenes del Patriarca. Le informó.
- Como pensé, él...Dijo Saori, pero el rubio le tomó de las manos con delicadeza y educación.
- Ahora bajemos, tenga cuidado. [Pidió y salieron de la "Otra Dimensión", apareciendo en los balcones de la Mansión Kido] Entonces con su permiso. Pidió y se preparó para volver al Santuario.
- Espera, Afrodita. ¿Esto está bien?. Dejarme ir como si nada. Preguntó Saori ante todo el cúmulo de sorpresas que habían ocurrido.
- Solo me ordenó recogerla. Pero usted, ¿por qué dejó ir aquella oportunidad? ¿No estaba frente a frente con el Patriarca? ¿Aún si de ello...dependiese terminar la batalla por venir?. Preguntó el joven sueco hacia ella.
- Por hoy, con eso es suficiente, descubrí qué clase de persona es el Patriarca. Respondió Saori.
- Ingenua, así no podrá ejercer Justicia. En este Mundo donde estallan las Batallas, el Poder equivale a la Justicia. Pensaba que al ser la Diosa de la Guerra, habría de ejercer Justicia como Athena. Aquellos que no puede derrotar, no pueden defender, pero como supuse, solo es una niña sentimental. [Dio su veredicto, para luego disculparse] Me disculpo por esta continua falta de respeto, pero como Santo que protege la Tierra, jurar lealtad a un desconocido poco confiable sería como traicionar a la gente que vive en ella. Es que definitivamente no puedo hacer. Añadió en su explicación y disculpa.
- Es natural que el Poseedor de Gran Poder, como un Santo Dorado, piense de esa forma. Lo apoyó Saori en aquella charla.
- No lo sé, no puedo saber qué es lo que piensan los demás, aunque al final de cuentas, no soy un Dios, solo soy una persona mortal. Sin el Poder para conocer lo Absoluto, sólo la conozco a través de los Mitos y Registros del Santuario. Por eso, le pido que me demuestre la clase de Diosa que es usted, en la Batalla por venir. Finalizó Afrodita, para despedirse de la joven y volver hacia el Santuario en un abrir y cerrar de ojos.
Volviendo a los bosques:
- Agh, mi cabeza, ¿ahora qué hiciste?. Preguntó Sunset, quien se levantaba con un dolor en su cabeza.
- ¡Señorita Saori, ay! ¡El Aroma de las Rosas se lleva a la Señorita Saori!. Gritó Twilight, quien se despertaba y veía a Applejack a su lado, sonriente y tranquila, pero no sin antes recibir un golpe en la cabeza.
- ¿Cuántas veces te dije que no grites así? La próxima va más peor. Le amenazó la chica rubia-pelirroja a la agua marina.
- ¡Qué bien, al fin despiertas!. Exclamó la rubia vaquera y no le dio importancia a las amenazas de la Fénix.
- ¿Eh?. Se preguntó Twilight y pronto se encontró en una cama de hospital, acompañada por Applejack.
- Ya veo, por lo menos la Señorita Saori se encuentra bien. Dijo ella tranquila.
- Esas "Demon Roses" eran Rosas impregnadas en un narcótico muy fuerte, estuvimos inconscientes por un largo rato. ¡En cambio, tus heridas parecen más graves, pero me alegra de que estés bien, Twilight!. Exclamó con asombro la vaquera, mientras que la abrazaba.
- "Creo que voy a vomitar con tanta ternura". Pensó Sunset de mal humor.
- ¿Dónde están la Señorita Saori y Rainbow?. Preguntó Twilight.
- Sobre eso...Iba a decirle la chica, hasta que una misteriosa Águila apareció junto con un misterioso personaje.
- Por favor, ¡vaya jovencitas tan incrédulas!. No hay forma de que un que un Santo Dorado las viera como una amenaza, de haber sido las verdaderas "Royal Demon Roses", habrían muerto. Les dijo y reveló la verdad una mujer atractiva, bien proporcionada, sus cabellos eran pelirrojo-naranja, tenía un largo intermedio, portaba una Máscara sobre su rostro, lo cual impedía ver el color de sus ojos.
- ¡¿Quién eres?!. Preguntaron Twilight, Applejack y Sunset.
- Soy Marin de Águila, no creía que las Saintias que sirven a Athena serían tan ingenuas. Alegó la pelirroja-naranja.
- Qu...¿Qué quieres? ¡¿Eres otro enemigo?!. Preguntó la peli agua marina.
- Descuiden, no soy su enemiga, solo vine porque tenía asuntos por aquí. Mientras que ustedes dormían, varias cosas han empezado a suceder dentro del Santuario. Les comenzó a contar.
- ¿Qué?. Preguntó Twilight.
- Por ahora deben saber que la Santa Academia ha sido atacada. Informó Marin con seriedad, dejando a las chicas heladas.
Alexander: Epa, lo que nos faltaba, ahora un ataque contra la Santa Academia, ¿qué está pasando ahora?. Ah, saludos, Inferiores Seres Humanos, jajajajaja, es broma XD, soy yo: ¡Alexander de Mefistófeles, la Estrella Celeste del Liderazgo y la Reencarnación del Dios del Tiempo Kairos, reportándose!; Montana en estos momentos está ocupado y me dejó a cargo a mí. ¿Qué le habrá pasado a Cadence? ¿Sabremos más de ella y Eris? ¿Cómo será la Batalla que está por venir y que mencionó Afrodita?.
No se lo vayan a perder :D. Saludos para FreedomGundam96, lady-saintiasailor y PoLucy. Cuídense y que tengan un buen día Domingo.
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