Capítulo I
Saint Simpson-Louds: Saga de Zeus
[Hola a todos, espero que estén bien y que hayan comenzado muy bien este año, a pesar de la "Pandemia de Covid-19" que tanto dolor y molestas nos y sigue causando, pero bueno, vayamos al punto, a algo más agradable y que aquí está, después de su finalización en Agosto del año pasado, les traigo el nuevo y último arco de esta Saga de aventuras que comenzó a finales de Diciembre del 2014 y que termina este año.
En esta última entrega, teniendo lugar después de los acontecimientos de "Saint Simpson-Louds: Episodio G: Asesinos (Remake)", "Specters Dream: La Búsqueda de la Sapuris del Vampiro" (la cual pueden encontrar en Wattpad) y "Saint Simpson-Louds: Saga de Omnitron" (misma página), una misteriosa calamidad ha caído sobre la Tierra. El Olimpo ha provocado toda una Devastación a escala mundial y para ello, tanto Lincoln como sus hermanas y amigos partirán hacia dicho lugar para averiguar qué es lo que ha llevado a causar dicho desastre, sin embargo, el camino para obtener respuestas no será fácil.
En este múlticrossover dejo establecido que los personajes que se verán están reservados para sus respectivos dueños, lo mismo va para los OC de Geo (propiedad de eltíorob95) y Junk Hurk (propiedad de Franco M. Romano) y lo mismo va para la música que se empleará a lo largo de estos 20 capítulos. Solo soy dueño de mis OC y nada más.
El objetivo es compartir.
Y ahora...¡vamos a la historia!.].
Capítulo I: Preludio
"Cuando los Dioses quieren destruir a un Hombre, primero lo enloquecen"
Eurípides (484/480-406 A.C)
Silencio, Oscuridad, calma, ni una sola brizna de viento se podía sentir en aquel "gélido" lugar. Un Salón decorado con columnas helénicas del Período Clásico, altas, esbeltas y de color blanco como la nieve que se erguían con orgullo hasta tocar y sostener el enorme techo que cubría aquella sección. Todo lo demás estaba sembrado en las más profundas de las penumbras, donde solo unas pocas antorchas iluminaban el camino bajo un color rojo-anaranjado y pasando al amarillo, mostrando el vacío dentro de ese Salón.
Sin embargo, a pesar del silencio que se cernía sobre el lugar, una fila de asientos de piedra, tallados y esculpidos por algunas poderosas manos y cinceles cubrían esa extensión, revelando a un par de figuras cubiertas por la Oscuridad reinante. Uno de ello se acercó a su compañero de al lado, susurrando algo a su oído, perdiéndose en medio de aquel "Mar" de murmullos hasta que, de improvisto, el que se encontraba sentado en el Centro alzó una mano, pidiendo silencio y tras quedar sumida en la calma, todas las miradas pasaron a posarse sobre esa persona misteriosa, quien se giró y levantó su cuerpo del asiento, el cual tenía la apariencia de un Trono Imperial por los detalles que éste poseía, el diseño y por la posición en la que se encontraba esa figura.
- Entonces.- Habló la primera persona, aquella que había susurrado al oído de su compañero de al lado, llevando a que el sujeto del Trono lo mirara bajo una fría calma.- ¿Qué es lo que sabemos?.
Esa persona no dijo nada, no era tonta, podían ver que aquella "tranquilidad" era, en realidad, un reflejo de lo que sentía en su ser: Algún aura de decepción que recorría su cuerpo y alma. El aire parecía encresparse, unas diminutas chispas recorrían su alrededor, parecían estallar, formaban pequeños "Halos" de Luz hasta que se calmaban. Su mano derecha se alzó y señaló hacia una especie de "Ventana", una que no estaba cubierta por marcos ni vidrios, sino que estaba protegida, únicamente, por un enorme cilindro con forma de "Pozo de Agua", en donde podía verse la Tierra. Las nubes pasaban por los Cielos y un aire frío salía despedido desde su interior, como un cañón, moviendo los cabellos de aquel sujeto.
- La Tierra...La Humanidad que se dejó engañar.- Se oyó una voz femenina que surcaba todo el lugar, llevando a que se voltearan y vieran a una mujer muy hermosa, de largos cabellos color castaño, ojos marrones, lucía una tiara dorada sobre su cabeza, una túnica blanca con una capa con apariencia a un pavo real, debido a los colores que se hallaban presentes. Ésta fue hacia donde se hallaba el del Trono Imperial y tras lanzar una mirada hacia la Tierra, frunció el ceño al ver lo que había allí.-
Acto seguido, una misteriosa ráfaga inundó el lugar, moviendo los cabellos de todos los presentes, revelando a alguien que caminaba hacia ellos, a pesar de no poseer un cuerpo, se hallaba su esencia divina, la cual haría temblar hasta el más valiente de los Guerreros que osaran enfrentarlo. Los Soldados de la "Guardia Personal" se arrodillaron en el piso, una vez más, habiendo realizado este protocolo desde el comienzo de la reunión. Pronto, el ser invisible se detuvo y todos dirigieron su mirada hacia él, mientras que unos destellos se alzaron e iluminaron el lugar, revelando una especie de "Imagen", una en la cual se podían ver distintos acontecimientos de la Historia y sobre todo del Presente.
- Tantas guerras injustificadas, tanta muerte sin sentido, derramamientos de sangre, ¿para qué?.- Preguntó la mujer con su frío tono de voz.- Ellos nos dejaron atrás, se abocaron en arrodillarse ante gente como esa falsa Athena, Poseidón y Hades. No lo entiendo: Éramos nosotros los que teníamos el poder y ahora estamos en la parte final de la fila. No tiene sentido todo esto.- Continuó hablando y en una de las "reproducciones" se pudo ver varias muertes que impactaron a los reunidos.
- Abel...- Murmuró uno de los invitados, viendo cómo un joven de cabellos celestes, al igual que sus ojos, luciendo unas túnicas de color blanco y rojo, moría atravesado por una "Flecha Dorada" lanzada por un misterioso joven castaño, cayendo al piso, arrodillado y gritando de la furia.
- Apolo.- Se oyó la voz de una chica rubia-blanquecina, ojos de color miel y que llevaba una "Piedra Tika" sobre su frente junto a su vestimenta elegante. Cerró los puños, unas lágrimas fueron deslizándose por sus ojos, evitando no ser vista por los demás.- "Touma..."- Al recordar el nombre de aquel joven Guerrero, uno que había llegado a amarla, superando la relación Comandante-Soldado, llevó a que su corazón se cubriera de dolor.
- Y todo esto sigue.- Habló el ser invisible pero el sujeto del Trono Imperial habló.
- Detente unos minutos, Chronos.- Pidió éste y obedeció al instante.- Como pueden ver, ya hemos tolerado bastante este tipo de acciones que Athena, sus Caballeros y Aliados han llevado a cabo desde hace tiempo. Ahora que perdimos a varios de nuestros Camaradas más importantes, sobre todo a Apolo y los "Ángeles Guerreros" de Artemisa, nos da para entender de que la Humanidad es cómplice de este "Golpe de Gracia" hacia nosotros.- Dicho esto, pidió a Chronos que volviera a reproducir aquellas imágenes.-
Una tras otra, esas representaciones, como si se tratara de una película, una que nadie quería ver por el "contenido" que se ofrecía: Podía verse luchas en Asgard, poco después de lo ocurrido con Apolo, la derrota del Dios Loki a manos de unos Guerreros que portaban Armaduras Doradas y que tuvieron la ayuda de sus Aliados. Luego se pudo ver el Planeta Tierra, pero en éste no había ni un rastro de vida. La Humanidad había sido llevada, casi, al límite de la extinción y unas figuras humanas con ojos rojos y poderes malignos asolaban ese Mundo devastado hasta que se produjo una "Guerra Santa", de la cual esas personas perdieron y terminaron siendo destruidas. Sin embargo, lo que aquellos invitados vieron les dejó perplejos, helados, incluso uno tuvo que bajar la mirada y aguantar las nauseas que sentía al ver las partes más escabrosas.
- Aquellas personas, las cuales fueron Humanas pero que convirtieron en algo peor que los Titanes, se hacían llamar las "UnLouds".- Relató el sujeto del "Trono Imperial".- No entraré en detalles de lo que ellas hicieron, ya que lo han visto y...- Hizo una pausa, cerró los ojos y respiró profundamente, exhalando el aire y recuperando la compostura.- hasta yo he sentido ganas de vomitar.
Otro de los reunidos allí alzó una mano.
- ¿Qué sabemos de ellas?.- Preguntó otra mujer pero de largos cabellos rubios como el Sol y que llevaba una Corona decorada con flores y hojas.
- Bueno, Deméter, las UnLouds han sido eliminadas, así como también otras amenazas que veremos a continuación.- Respondió el hombre a ella.
- Pude sentir su maldad, incluso corrompieron a la propia Naturaleza. ¿Qué clase de personas eran?.- Dijo Deméter con el corazón dolido por ese daño tan terrible.
- Hay veces que el poder mismo corrompe a las personas, las lleva a hacer actos terribles como éstos y más al tratarse de que, empleando una desgracia que podría haber ayudado al Mundo, lo terminó por destruir con ellas, convirtiéndose en esos monstruos.- Una vez que el sujeto del Trono terminó de hablar, se pudo cómo la "proyección" se reanudaba.- Y el Ser Humano cometió tantos errores, se dejó guiar por malos consejos, caminó por senderos de dudosa procedencia y ahora tenemos estas consecuencias, vean, ¡vean lo que ellos han hecho!.- Señaló el hombre, ahora con un tono severo, mostrando las "Guerras Santas", en especial la ocurrida en aquel Mundo Alterno, luego había una en la Tierra Original, donde un muchacho castaño y de ojos verde-esmeralda combatía contra un joven con aquella tonalidad en sus cabellos pero éstos eran más claros, mientras que el primero portaba una misteriosa Armadura con Alas y de color violeta oscuro.
De ahí vino otra imagen, en donde había otro Planeta Tierra, pero que parecía ser más bien con tintes Futuristas, tras la destrucción de la Humanidad y que una persona/IA decidió devolver a la vida, logrando reconstruir su hogar, traer a su familia de regreso pero que llevó a un terrible error y luego su destrucción final.
- Nosotros también compartimos parte de la culpa.- Habló un joven musculoso y que portaba una Armadura de "Hoplita Griego" junto al Casco de color dorado.- Siempre les dije que los Humanos debían matarse entre ellos para mantener sus disputas en un equilibrio, pero miren cómo evolucionaron: Hicieron volar dos ciudades por los aires con bombas atómicas y lo volvieron a repetir en aquel Mundo de las UnLouds.
- Ares.- Habló Artemisa con seriedad, dirigiéndose hacia aquel Dios de la Guerra, el cual estaba cruzado de brazos y sus ojos parecían arder como el Fuego.
- Es la verdad, ¿para qué deberíamos preocuparnos por los Humanos?. Ellos mismos se están exterminando, nunca lo entenderán. Viven inmersos en su tan afamada "idea" de que hallarán la paz pero eso es un "Cuento de Hadas".- Objetó el joven, quien le lanzó una pequeña mueca burlona hacia las imágenes, en especial a aquellas rivales alternas eliminadas junto a las que vinieron de ese Universo con "IA".
- Con el debido respeto, entiendo que los Humanos cometan estos errores pero yo confío en la Diosa Athena. Ella conoce su papel.- Habló Artemisa ante la persona que se encontraba junto a Chronos, pero muchos de los presentes murmuraron por lo bajo, como si ella no estuviera en sus cabales.-
- ¿Hablas de la misma Athena que permitió la muerte de Febo Abel y Apolo?.- Oyó la voz de Deméter, quien no parecía estar muy contenta por las palabras que la rubia-blanquecina había dicho.
- ¡Silencio!.- Oyeron la voz del anfitrión y un trueno se oyó en la lontananza, perdiéndose su eco por las Montañas.- No hemos venido a dialogar tonterías, nuestro objetivo es terminar con esta "Miasma" de desgracias que ha caído sobre la Tierra y es obvio que Poseidón y Hades están del bando de Athena, así como también Asgard, así que Hera y yo hemos diseñado un plan que será la "Ficha Central" en la caída de la corrupción en el Mundo.- Dijo esa persona y se reveló su aspecto físico tras dejar la Oscuridad que lo envolvía.
- Pero, Mi Señor, ¿qué haremos de ahora en adelante?.- Deseó saber un nuevo integrante.
- Pronto, dentro de tres días, cuando la Luna y el Sol estén juntos para el "Eclipse del Siglo", será allí donde aquellos que una vez nos rindieron tributo, temblarán del miedo, sentirán cómo sus corazones se desgarran ante el dolor y desde las profundidades del Mundo, caerá una vasta y poderosa desgracia.- Anunció el personaje y tras decir eso, la gente comprendió que la reunión había terminado.
Una serie de antorchas se unieron e iluminaron todo el Salón, revelando el aspecto de aquel hombre, siendo éste uno de cabellos y barba blanca como la nieve, cuerpo musculoso y que portaba una túnica con un símbolo del Rayo en dorado. A pesar de que los presentes se habían retirado, Ares, Artemisa y Chronos seguían allí presentes, esperando a que las cosas se hubieran calmado tras ese "roce" que hubo con el Dios de la Guerra, el cual estaba cruzado de brazos y miraba hacia el hombre de barba, quien volvía a su sitio junto a Hera.
- No hace falta que me des un discurso sobre tu "postura", Ares.- Se le adelantó aquella persona, llevando a que el otro se detuviera y alzara una ceja debajo de su Casco de Guerra.
- Con el debido respeto, Oh Gran Padre de los Dioses, Zeus, esto no se puede quedar así como si nada hubiera pasado: Athena nos traicionó.- Dijo el Dios de la Guerra con seriedad en su voz.- Dejarla ir como si nada nos haría ver como los débiles que somos.-
- Un momento, estamos hablando de mi hermana, no puedes hacerle eso.- Intervino Artemisa, quien, a pesar de todo lo ocurrido, reconocía que, en aquellos momentos pasados, se había excedido en su poder y el "Olimpo" debió pagar las muertes de sus "Ángeles Guerreros" y Apolo.- Yo entiendo todo este punto, pero...ella no es responsable de esto.- Lo dijo con determinación, a pesar de la furibunda mirada de Ares.
- ¿Vas a permitir que esto se salga de control?.- Preguntó el Guerrero pero Zeus no respondió.- ¿Qué plan tienen en mente?.- Quiso saber y, justo en ese momento, las puertas que se comunicaban con el resto del Palacio, se fueron abriendo de par en par, llamando la atención de los presentes, hallándose con una pequeña figura, la cual iba avanzando hacia donde estaban ellos, caminando con paso serio, tranquilo, una mirada fría.
- No puede ser...- Quedó Artemisa sin palabras al ver a aquella persona que se acercaba, quedándole pocos metros para llegar hasta el "Trono Imperial".
Se trataba de un chico de cabello blanco como la nieve, ojos azules, llevaba una extensa túnica y que resaltaba su físico junto a unas hombreras de acero. Pronto, el joven llegó hasta su destino, mirando a los presentes y de ahí fue arrodillándose ante esas personas de gran poder y símbolos de autoridad.
- Cuánto me alegra de que hayas llegado, Geo, hijo mío.- Le dio la bienvenida Hera y caminó con su marido hacia donde estaba el albino.
Pronto, el joven alzó la mirada, una que produjo temor en Artemisa, mientras que Ares y Chronos podían presentir que algo muy interesante estaba por producirse con aquel muchacho.
- He regresado para formar ser aquel que traerá el castigo sobre la Humanidad. El que dejará caer el Rayo sobre los traidores y que los llevará ante la Justicia.- Habló el albino con determinación, levantándose y dándole un fuerte abrazo a sus padres, pero siempre manteniendo el respeto y los parámetros por el papel que éstos ejercían.
[Un inicio bastante tenso y para el siguiente capítulo iremos con los Loud y sus amigos. Ahora quedarán las preguntas y las respuestas que obtendrán más adelante.
Geo no es de mi propiedad, todos los derechos reservados para eltíorob95 y lo mismo para un OC perteneciente a Franco M. Romano. Muchas gracias, amigos, por dejarme usar a sus OC en esta historia.
Mando saludos y agradecimientos para ustedes, así como a los demás seguidores de esta historia. Nos estamos viendo, buen inicio de día Jueves y también...
¡Feliz Día de las Bromas 2021!.].
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