Capitulo 6

El Santuario de Athena

La sala del sumo patriarca

Una vez que los tres terminaron de comer se dispusieron a seguir, llegaron a la entrada del santuario, y a medida que avanzaban, las niñas se escondían detrás de aquel joven que era el único en el que podían confiar por ahora, pues los guardias se les quedaban viendo ¿raro? Tras llegar a cierto punto las gemelas comenzaron a cansarse.

-S-Señor Degel.-Musito Citlali.-Mmm? Que pasa Citlali?-Respondió el peliverde.-N-Nada... es solo que... y-yo... y-ya me canse...-...-Ya veo... Quieres que te cargue?-...-Eh... N-no, yo pensaba en descansar un poco...-...-Sugiero que mejor te cargo pues aun falta bastante camino.-...-Ehhhhhh! Noooooooo.-Respondió la menor alargando la "O" y haciendo una cara que a Degel le pareció muy chistosa.-Ven aquí.- Dijo el joven, y dicho y hecho cargo a la pequeña mientras que Meztli solo los veía de reojo cosa que Degel noto, y en un movimiento hábil termino por cargar a ambas pequeñas.-Señor Degel, no es necesario que nos cargue a ambas, con que cargue a mi hermana esta bien.- Dijo la mayor intentando zafarse del fuerte pero amable y seguro agarre del joven de orbes violeta.-Lo siento.-Respondió el.-Pero como ya he dicho antes aun falta bastante camino.-

Las gemelas no pudieron reprochar nada mas, y solo se dejaron llevar por el joven mientras comenzaban a caer dormidas; Un sonido las despertó, y ese era de una voz.

-Degel, que bueno que volviste, oye quienes son esas dos pequeñas que traes cargando?-...-Hola señor Hasgard, yo también me alegro de volver, estas pequeñas las encontré en Francia, acabando mi viaje las halle lastimadas y con varios días sin probar alimento ni bebida, las traje por que sentí una especie de cosmos poderoso en sus interiores pero que aun esta sin despertar.-...-Así que pensaste que lo mas prudente era traerlas aquí con su ilustrisima para que determine si se quedan o no, o me equivoco?-...-No, de hecho dio en el clavo señor, las traje precisamente por eso, podrían convertirse en santos femeninos al servicio de la señorita Athena.-...- Ya veo, y ya te he dicho que no me digas señor, puedes decirme solo Hasgard.-...-De acuerdo, Hasgard.-...-Bien, ya no te entretengo mas, debes venir cansado, ve ya con el patriarca, te debe de estar esperando.-...-Si, bueno, fue un gusto verte Hasgard, con permiso.- Y con esto dio por finalizada la charla.

-Señor Degel...-...-Mmm? Citlali, ya despertaron?-...-Si... Señor Degel, quien era ese señor con el que estaba hablando?-Pregunto la mas pequeña de las dos.-El? Se llama Hasgard, es el santo dorado de la constelación de Tauro.-...-Así como usted?-...-Así es pequeña Citlali.-.

Pasaron por los demás templos, en géminis no se hallaba nadie, pues Aspros recientemente había salido de misión, y su gemelo se mantenía oculto lejos del santuario, o bueno, en los alrededores. En cáncer tampoco había nadie, pues no había un caballero ahí aun, el joven aprendiz del patriarca aun se encontraba en entrenamiento, en leo, Illias hizo su aparición junto con su medio hermano Sisifo, tras explicarle brevemente la situación y un educado saludo de parte de las gemelas, el hombre los dejo pasar, virgo también se hallaba vació, al igual que libra, en escorpio no había nadie, pues Zaphiri se hallaba entrenando, sagitario estaba vació, ya que Sisifo se encontraba con su hermano Illias, y ya les había dado el consentimiento para pasar por su casa. Capricornio también se hallaba fuera por una misión, así que el templo estaba solo.

Finalmente llegaron a acuario y Degel aprovecho para ponerse su armadura y dejar las cosas cerca de su habitación, volvió a tomar en brazos a las pequeñas y marcho rumbo a las escaleras que conducían a Piscis; Una vez allí bajo a las gemelas por un momento mientras saludaba a Lugonis y a su tímido y reservado alumno Albafica.

Un segundo fue suficiente para que Degel se descuidase y la gemela menor saliera disparada rumbo al jardín de piscis, la mayor intento advertirles a los hombres, sin embargo no le hicieron caso, sino que el chico de cabellos azules se percato de la ausencia de una de las niñas y la preocupación de la otra, sin embargo el se preocupo cuando vio correr a la pequeña rumbo al jardín, le hablo intentando llamar su atención, pero afortunadamente consiguió atraer la atención de los otros dos presentes.

Corrieron rumbo al jardín, pero lo que vieron los dejo petrificados...

Se trataba de la pequeña Citlali quien jugaba y danzaba alegremente entre las rosas que cubrían el paso hacia la escalinata que conducía rumbo a la sala del patriarca, sin embargo les sorprendió el ver que no le pasaba nada, y el como jalo a la mayor invitándola a unirsele en su diversión, sus pequeños y menudos pies no dañaban las rosas, y las espinas no se clavaban en sus tiernas pieles, como si estas las aceptaran y reconocieran como parte de su jardin, inclusive parecían querer danzar con ellas.

-Esto es increíble...-Musito Degel sorprendido anonado por lo que sus ojos presenciaban.-Es imposible...-Susurro Albafica mas para si mismo que para los otros dos presentes.-No puede ser que sean inmunes al veneno... Ano ser que!- Una idea cruzo por la mente de Lugonis, quien al exclamar sorprendido atrajo la atención de los otros dos jóvenes presentes.-Rápido hay que llevarlas a la cámara del patriarca.-Dijo el hombre de gran belleza y cabellos rojos.

Y dicho y hecho, Degel convenció a Citlali de que ya era hora de ir con el patriarca, a lo que tras un adorable puchero acepto casi de mala gana.-Que mal, yo quería seguir jugando.-...-Después de ver al patriarca y según lo que diga tal vez podrás jugar de nuevo.-...-Lo dice en serio?!-...-Así es.-...-Yeiiiiii!!! Vamos con el señor patriarca.-...-Baja la voz, eres muy ruidosa.-Dijo la mayor de las dos, a lo que solo obtuvo como respuesta que Citlali se tapara la boca con ambas manos y después sonriera tiernamente.

Llegaron a la sala del patriarca, una vez adentro, Lugonis, Degel y Albafica lo reverenciaron, a lo que las gemelas solo se tomaron fuertemente de las manos y se quedaron unos pasos atrás de los hombres.-Su santidad.-Hablo Degel.-He vuelto de mi viaje de reconocimiento a Francia.-...-Ya veo que es así Degel, mas tarde me puedes dar tu reporte, por ahora, debo preguntarles el por que están aquí los tres, pues a Lugonis y Albafica no los mande a llamar, y también, sobre esas dos pequeñas niñas que se encuentran detrás de ustedes.-...-De eso queríamos hablarle señor.-Hablo esta vez Lugonis atrayendo la atención del patriarca, mientras este le hizo una seña a las gemelas para que se acercaran, inclusive se quito el casco para que ellas no temieran, se acercaron con cautela y el patriarca se acuclillo frente a ellas para verlas.-Sospecho que estas pequeñas podrían ser las gemelas de la profecía.-...-Que has dicho?!!!-...