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Love the Way You Lie [💀HadesxShun🔗]

Solo te quedas ahí
y miras cómo me quemo
Pero está bien,
porque me gusta cómo duele
Solo te quedas ahí,
y me escuchas llorar
Pero está bien, porque me encanta tu forma de mentir,
me encanta tu forma de mentir
me encanta tu forma de mentir

- Entonces, ¿cuándo podremos estar juntos?

- Muy pronto, mi tesoro... Muy pronto.- Murmuraste, mientras acariciabas mi rostro.- Pero ahora, debes despertar.

Me besaste por última vez, y después todo se volvió absoluta oscuridad.

Entonces el sonido de mi despertador se encargó de hacerme abrir los ojos con pereza, hacerme caer en cuenta de que todo había sido un sueño.

Llevaba varias noches viviendo así. Apenas cerraba mis ojos y recargaba mi cabeza en la almohada, me transportaba a ese enorme y verde prado, cubierto de flores y rodeado de frondosos y verdes árboles.

Pero eso era lo de menos. Lo que realmente me robaba el aliento, y me encantaba como aterraba por igual, era él.

Era un hombre sumamente hermoso, de piel blanca como la nieve, unos enigmáticos ojos de color aqua, cabellos negros como la noche, que contrastaban perfectamente con su pálida piel, facciones delicadas... Una belleza inhumana, digna de un Dios.

No sabía su nombre, pero en mis sueños él suele llamarme "Perséfone", como la reina del Inframundo de la mitología griega.

No tengo idea de porqué había comenzado a soñar eso. Pero siempre era lo mismo: aparecía en ese bello lugar, ese hermoso hombre aparecía, sin razón lógica, nos besábamos y hablábamos como si nos conociéramos de toda la vida, caminábamos por todo ese campo, y al estar cerca mi hora de despertar, se despedía de mí con un beso. Lo siguiente era yo, despertando al borde de las lágrimas, con un extraño sentimiento de nostalgia, tristeza, y un extraño vacío emocional, como si me hiciera falta algo y no supiera qué.

Sin poder evitarlo, terminé sollozando, mientras escondía mi rostro entre mis rodillas. Así me quedé por unos minutos, hasta que alguien entró a mi habitación, probablemente alertado por mi llanto.

- Shun, ¿estás bien?

Rápidamente, limpié mis lágrimas, y asentí con la cabeza, mientras mi amigo me tomaba de los hombros.

- Si, Seiya... Solo...

- ¿Una pesadillas otra vez?

Nuevamente asentí.

- Tranquilo, Shun.- Me sonrió el castaño.- Solo fue eso, un mal sueño. Todo está bien, así que no llores, ¿de acuerdo?

Le sonreí de vuelta lo mejor que pude, asintiendo.

Seiya me abrazó por un par de minutos, hasta que me calmé por completo, y después bajamos al comedor de la mansión para preparar el desayuno.

Desde la batalla contra Poseidón, hace más de un año, varias cosas han cambiado.

Saori asumió completamente su rol como Athena, y ha estado viviendo en el santuario desde entonces, supervisando todo.

Mi hermano, como siempre, se desaparece por largos periodos de tiempo, y no sabemos absolutamente nada de él. Ni una llamada, ni una carta, nada.

Shiryu se fue a los cinco picos para recuperarse de sus heridas, y ha estado bajo los cuidados de su maestro y de Shunrei. Suele enviar cartas de vez en cuándo, aunque no lo hemos visto desde hace meses.

Seiya y yo nos quedamos en la mansión, después de todo, a diferencia de los demás, no tenemos a dónde ir.

Hyoga... Es el más complicado de explicar. Él se quedó en la mansión con nosotros un tiempo, pero se fue a Siberia hace unos meses.

Oh, Hyoga de Cisne... ¿Quién diría que así como un día fuiste la luz que iluminaba mi vida, serías también la oscuridad que más me ha atormentado?

Hyoga y yo fuimos algo así como una pareja por un tiempo... Ni siquiera sé si llamarle así.

Desde niños fuimos bastante cercanos. Y cuándo nos reencontramos en el torneo galáctico, fue como si estuvieramos destinados a estar juntos.

Libramos varias peleas codo a codo, pero quizás el detonante fue durante la batalla de las doce casas.

Después de salvar la vida de Hyoga, y de que volviéramos vivos a casa, fue imposible negar la atracción que sentíamos mutuamente.

Todo parecía estar bien entre nosotros, y que podríamos ser felices. Pero todos los castillos que construí en el aire se vinieron abajo cuándo Ikki se enteró.

Hyoga me había pedido discreción, y no me negué, después de todo, las relaciones amorosas tienden a ser mal vistas en el santuario. Pero la verdadera razón fue mucho peor que eso.

Cuándo Ikki se enteró, su expresión es una que no he visto, ni antes ni después. Me fue imposible descifrar sus emociones en ese momento, y no hubo nada que pudiera haberme preparado para lo que mi hermano me confesó.

"Ustedes no pueden estar juntos, porque son medios hermanos."- Fue lo que dijo Ikki, después de reaccionar.

Hyoga terminó diciendo la verdad, viéndose acorralado. Fue un golpe bastante duro para mí, y del que aún trato de recuperarme.

No es fácil asimilar algo como que estuviste saliendo con tu hermano, sin saberlo.

- ¿Aún piensas en Hyoga?

Dí un respingo, casi derramando mi taza de té al escuchar la voz de Seiya.

- No.- Mentí.- Solo... Estaba pensando porqué tengo esos sueños, es todo.

Seiya no me creyó, fue obvio al ver su rostro.- Shun, no tengo idea de qué pasó entre ustedes para que discutieran y se distanciaran de ésta manera.- Era compresible, después de todo, nadie, a excepción de Ikki, sabía que entre Hyoga y yo había algo más que una buena amistad.- Pero, ustedes solían ser muy unidos. Quizás deberían hablar, y hacer las paces. Eres el único que puede hacer que Hyoga deje de comportarse frío y se abra más con todos.

Solo suspiré en respuesta.

- Sabes, después de todo, somos hermanos, ¿no?- Al parecer el único que sabía que todos somos hijos del mismo padre pero de distintas madres, además de Ikki, es Seiya. Pero de eso me enteré casi al mismo tiempo que Ikki me lo confesó.- Más que solo amigos o compañeros de armas, nos une la sangre. No deberíamos pelear entre nosotros.

Solo le sonreí a Seiya y asentí.- Está bien. Hablaré con él cuándo vuelva, ¿de acuerdo?- Otra vez mentí. No quería saber nada de Hyoga, no quería escucharlo, no quería volver a cruzar palabra con él si era posible.

Pero Seiya me creyó, ya que sonrió, y cambió de tema, hablando tan animado como siempre.

Mentir se me comenzaba a hacer tan común como respirar, ya me salía de forma natural, y nadie sospechaba al respecto.

[...]

Habían pasado ya algunos meses, todo había dado un giro inesperado, como siempre pasa en la vida de los santos atenienses.

Apenas ayer todo estaba en orden, y ahora, la guerra santa contra Hades está a punto de comenzar.

Tatsumi intentó mantenerme en la mansión, pero no puedo simplemente quedarme aquí de brazos cruzados, cuándo Athena, mis hermanos, y los caballeros dorados están en peligro. Yo también soy un caballero de Athena, y es mi deber pelear codo a codo con ellos.

No me fue difícil dejarlo fuera de combate, después de todo, ya no es rival para mí.

- Mátalo...

No supe qué fue eso... Esa voz que resonó en mi cabeza es la misma que la de él... La de ese hombre de mis sueños.

- Acaba con él...

Volví a escucharla, y cuándo me dí cuenta, estaba a punto de matar al mayordomo, asfixindolo con mi cadena.

De inmediato lo solté, y negué con la cabeza, para después huir fuera de la mansión.

Yo no ataqué a Tatsumi con mi cadena... Yo solo lo golpeé con ella, pero no la enredé en su cuello, ni mucho menos la apreté... Fue como si algo me controlase igual que un títere.

No tengo idea de qué me pasa, últimamente me siento raro, como si alguien se apoderara de mi mente y mi cuerpo por momentos. Hiciera cosas malas, con intenciones claras de lastimar o matar.

Afortunadamente, siempre consigo reaccionar a tiempo e impedirlo, pero temo que un día de estos simplemente no lo consiga.

No puedo decirte lo que realmente es,
solo puedo decirte lo que se siente.
Y ahora mismo hay un cuchillo de acero en mi garganta.
No puedo respirar pero todavía peleo
mientras pueda pelear
Mientras lo malo siente bien,
es como si estuviera volando.
Colocado de amor,
borracho de odio,
Es como si estuviera esnifando pintura.
y cuanto más sufro más me encanta,
Me asfixio
Y justo cuanto estoy a punto de ahogarme,
ella me devuelve a la vida.
Ella me odia, y eso me encanta.

No tengo idea de qué demonios pasó... Lo último que recuerdo es que estaba con Seiya y Orpheo, enfrentando a Radamanthys, y ahora...

Me encuentro en este hermoso campo, que solo he visto en mis sueños, y él está a mi lado.

- Hasta que llegas, mi Perséfone.

- ¿Dónde estoy?- Quería respuestas, y las quería ahora.- ¿Quién eres?

- Oh, lo lamento, amor mío. Qué descortés he sido.- Me sonrió calmo.- Estás en los campos Elíseos. Y yo, soy Hades.

No pude controlar el miedo que me invadió y me caló hasta los huesos.

¿Hades?, ¿por qué estaba aquí?, ¿qué estaba tramando ese Dios malvado?

- Vaya, veo que aún no haz recuperado tus recuerdos.- Volvió a hablar, mientras me hacía alzar el mentón. Normalmente me habría apartado, y hecho mi mayor esfuerzo por liberarme, pero no moví un solo músculo.- Pero no te preocupes, yo haré que recuerdes todo.

Me besó... Me besó, ya lo había hecho un par de veces anteriormente, pero éste era diferente.

De pronto, Miles de imágenes vinieron a mi cabeza, dónde veía a Hades, y a otras personas más. Y entonces recordé absolutamente todo.

- ¿Ahora lo recuerdas?

Asentí.

- ¿Recuerdas todo?, ¿incluso quién eres?

- Yo soy Perséfone, descendiente de Deméter y Zeus, y reina del Inframundo.- Hablé, ahora sabiendo quién era realmente, y mi verdadero propósito para estar aquí.- Reencarné como un mortal, para poder infiltrarme en el ejército de Athena, destruirlo desde adentro, y conseguir un recipiente para tí... Hades.

Hades me sonrió, para después rodearme con sus brazos.

- Es bueno al fin tenerte de vuelta, mi hermosa flor.- Susurró en mi oído, y yo no pude evitar abrazarlo, sonriendo en el proceso.- Sin importar qué versión tengo de tí... Si eres con tu verdadero cuerpo, el de una mortal, o el de un humano... He amado, y amaré a cada una de ellas. Porque tu alma pura, tu corazón amoroso, tu hermosa manera de pensar, y tu bella bondad, siguen intactos.

[...]

Después de un rato, Hades se retiró, dejándome completamente solo en ese lugar.

Sabía que él en este momento debía estar esperando que Athena apareciera para acabar con ella.

Sé que no debería importarme, después de todo, soy una deidad, soy quién reina el Inframundo, al lado de Hades desde la era del mito.

Sé que el propósito de Hades, de exterminar la maldad en el mundo, acabando con todos los humanos, es algo bueno. Yo estuve de acuerdo desde un inicio, porque así nosotros podríamos construir una utopía, un mundo hermoso, dónde solo existiera el bien, la justicia fuera inquebrantable, dónde los justos y bondadosos fueran recompensados, volviéndose protegidos de Hades, y los malvados fueran castigados como lo merecían.

Pero, por alguna razón, no puedo evitar sentir que estoy haciendo algo malo.

Me encontraba pensando en eso, cuándo percibí un cosmos familiar... No, no, por favor... Ikki de Fénix.

Definitivamente está peleando con Hades. Puedo sentir su cosmos ardiendo a todo lo que da.

- ¡Shun!

Incluso puedo escuchar su voz, gritando a lo lejos, llamando a su hermano.

- ¡Shun, despierta!

Ese mortal... No se rinde, aún sabiendo que no tiene oportunidad.

- ¡Shun, tienes que despertar!, ¡recuerda quién eres!

Pero... ¿quién soy?

En cuánto a mi alma, soy Perséfone, reina del Inframundo. Pero en esta era, al haber encarnado en un cuerpo humano, soy Shun de Andrómeda...

Maldición, es tan confuso... Hace 243 años, cuándo planeé todo esto, jamás imaginé que pasaría esto.

¡No puede ser!

Hades acabará con fénix si no hago algo al respecto... Sé que Hades es mi esposo desde la era mitológica, y que yo le juré lealtad... Pero no puedo permitir que mate a Ikki.

Salí de los campos Elíseos, y conseguí llegar hasta el cuerpo mortal en el que encarné. Conseguí inmovilizar a Hades, e impedir que asesinara a Ikki.

- ¡¿Qué estás haciendo?!

Hades y yo comenzamos una pelea en el interior del cuerpo, luchando por tomar el control.

- ¡Lo siento, pero no puedo permitir que lo mates!

Aún si soy una deidad, Ikki de Fénix fue mi hermano en esta vida, él me protegió durante años, sin importar las consecuencias. Él me recuerda tanto a mi hermana Despena... No puedo simplemente permitir que Hades lo mate.

- Hazlo, hermano. Ya no hay nadie que te detenga.

Alcancé a pronunciar esas palabras, cuándo haciendo uso de todas mis fuerzas, pude inmovilizar a Hades.

- Si no lo haces, el alma del poderoso Hades puede destruir mi cuerpo en cualquier momento.

Lo ví dudar. El poderoso caballero de fénix está dudando... No puedo permitir que vacile en este momento, o le podría costar la vida.

- Hermano, no te preocupes. Yo estoy muy felíz, porque a cambio de mi vida podré salvar a muchos seres humanos que habitan este hermoso planeta. No lo dudes y hazlo, hermano... Hazlo de inmediato, hermano.

Ikki siguió dudando por unos segundos. Incluso pude ver cómo derramó algunas lágrimas, pero al final atacó.

Después de eso, me es algo confuso recordar qué fue exactamente lo que pasó. Fue como si mi mente y mi cuerpo se desconectaran completamente, dejándome en una profunda oscuridad.

[...]

Lo siguiente que recuerdo es estar siendo sostenido por Seiya, quién no dejaba de llamarme por el nombre que tuve en esta vida.

- ¡Shun!

- Seiya... ¿Q-Qué pasó?

No podía permitir que nadie supiera mi verdadera identidad. Que no soy solo Shun, caballero de Andrómeda, sino la diosa del Inframundo, encarnada en un cuerpo humano.

- ¡Shun!, que bueno que estás bien.- Dijo Seiya, abrazándome.- ¡Haz vuelto!, finalmente haz vuelto.

- ¿Qué pasó?

Quería saber qué había pasado con fénix, en qué momento había llegado Pegaso, dónde estaban Athena y mi amado Hades.

- Athena logró expulsar a Hades de tu cuerpo.- Respondió Seiya.- Pero... Ella fue secuestrada, y ahora debemos llegar a los campos Elíseos para llevarle su armadura.

Espera
¿A dónde vas?
Te estoy dejando
No, no lo harás.
Vuelve,
estamos cometiendo los mismos errores
Aquí vamos otra vez,
es una locura
porque cuando va bien,
va genial.
Soy Superman con el viento a la espalda
Ella es Lois Lane,
pero cuando va mal es horrible,
me siento tan avergonzado.
Muerdo
Quién es este tipo?
Ni siquiera conozco su nombre,
la puse las manos encima
nunca caeré tan bajo otra vez.
Supongo que no conozco mi propia fuerza.

Fue un poco difícil mantener mi mentira, pero creo que ya lo asimilé y me acostumbré.

Al parecer, los caballeros dorados se levantaron de la muerte una vez más, solo para destruir el muro de los lamentos y abrirnos paso para llegar con Athena.

Sinceramente, comencé a dudar si la causa de Hades era correcta.

Durante el tiempo que viví como un mortal, como un caballero de Athena, observé, viví y aprendí tantas cosas...

Aunque algunos caballeros como Death Mask de Cáncer representaban la peor escoria de la humanidad, otros como Aioros de Sagitario demostraban que la bondad, el autosacrificio, y el amor, aún existían y podías apreciarlos si buscabas bien. Y otros más como Kanon de géminis y Shura de Capricornio, eran el vivo ejemplo de que nunca es tarde para hacer lo correcto si estás verdaderamente arrepentido, y que con amor, confianza, bondad y perdón es posible cambiar hasta el corazón más podrido.

Todos representaban varias cosas. Incluso caballeros que llegó a detestar, como Death Mask y Afrodita, que demostraron comportamientos sumamente reprochables y repugnantes, ahora estaban reunidos, aquí, solo para sacrificarse por un bien mayor.

Ví con mis propios ojos como todos los caballeros dorados se sacrificaron, dándonos a nosotros la oportunidad para continuar el camino.

Ahora me pregunto si de verdad estamos haciendo lo correcto, purgando completamente la Tierra, acabando con Athena...

No... No es correcto, Hades está equivocado, estamos equivocados. Y aunque lo ame con todo mi corazón, debo frustrar sus planes.

[...]

La batalla contra los dioses gemelos fue difícil. Aunque a mí no me hirieron en lo absoluto. Supongo que Hades les dió la orden de no lastimarme.

Pero ahora, estábamos frente a frente con Hades.

Sus ojos siempre dirán más que mil palabras. Sé que está confundido, quizás enfadado, tal vez decepcionado...

- ¿Vas a hacer esto, Perséfone?

Escuché su voz, que llegaba hasta mi mente por medio de su cosmos.

- Lo siento...- Fue lo único que pude decir.- Pero no es justo lastimar a inocentes.

Al final de la batalla, Seiya fue herido con la espada de Hades, pero eso le dió la ventaja a Athena, que aparentemente acabó con la vida de Hades.

Pero no lo hizo. Hades es mi esposo, mi amor, no lo dejaré morir en mi presencia.

Conseguí que su alma volviera al cuerpo mortal en el me encarné, salvándolo de una muerte segura a manos de Athena.

Sé que no es correcto que mienta de esta forma, pero no tengo opción.

Yo jamás imaginé que traicionaría a Hades, que lucharía por la causa de Athena, y que haría todo esto...

Supongo que subestimé mi propia fuerza.

Solo te quedas ahí
y miras cómo me quemo
Pero está bien,
porque me gusta cómo duele
Solo te quedas ahí,
y me escuchas llorar
Pero está bien, porque me encanta tu forma de mentir,
me encanta tu forma de mentir
me encanta tu forma de mentir

La guerra había finalizado, y el destino de cada caballero sobreviviente fue diferente.

Athena se alejó del santuario, y se aisló en medio de un bosque, para cuidar de Pegaso, que yacía moribundo, esperando en lenta y tortuosa agonía el día de su muerte final.

Ikki se desapareció, como siempre, y nadie sabía dónde podía estar. Quizás fue a buscar por el mundo cómo salvar a Pegaso, quizás a impartir justicia por su propia mano en el mundo, quizás simplemente para desaparecerse y olvidar todo por un tiempo... No lo sé.

Shiryu volvió a los cinco picos, en China.

Hyoga probablemente se fue a Siberia. La verdad no lo sé, y es quien menos me importa.

Y yo... Yo me quedé por un tiempo en la mansión Kido, pero luego Athena me pidió que me encargara de algunos asuntos de la fundación Graude, y de algunos más en el santuario. Así que he estado viajando de vez en cuándo, pero decidí mudarme al santuario.

Athena me concedió el permiso de habitar el templo de Virgo... De seguro si ella supiera quién soy en realidad, no tendría tantas consideraciones conmigo.

Creo que Hades volvió a dormir en lo profundo de este cuerpo mortal. He intentado hablar con él, pero no puedo, es como si no me escuchara.

Me siento fatal por haberlo traicionado de esa forma, de haber saboteado sus planes, de haberme aliado con el bando enemigo...

Pero una parte de mí me dice que hice lo correcto... Es tan confuso.

Jamás me había sentido así. Cuándo estaba al lado de Deméter, mi madre, siempre fuí cuidada por ella, y las ninfas.

Después, cuándo me convertí en la reina de Hades, él siempre me protegía, y nunca dudé de él.

Incluso, cuándo mi verdadero cuerpo fue destruido en la guerra santa anterior, Hades salvó mi alma, y me ayudó a reencarnar en este cuerpo mortal.

Supongo que después de todo, la Pandora de la guerra santa anterior, mi asesina, tenía razón.

"No eres más que un estorbo. Solo distraes al señor Hades, eres un obstáculo en su camino.- Aún puedo escuchar su voz, y ver su rostro lleno de rabia.- Por eso será mejor que mueras y desaparezcas."

Aún recuerdo cómo me atacó a traición, y me apuñaló con mi propia lanza, de la cuál se adueñó.

Ese hubiera sido mi fin, pero Hades me llegó a ayudar. Incluso asesinó a Pandora para vengarme.

A veces siento que Hades solo me ignora a propósito. Que realmente no quedó dormido, y que puede escucharme, pero elige fingir que no.

De ser así, supongo que de cierta forma tiene derecho a estar molesto.

Alguna vez quisiste tanto a alguien,
que apenas puedes respirar
cuando estas con ellos.
Lo encuentras
y ninguno de los dos sabe qué los golpeo.
Tienes ese sentimiento confuso y cálido
Si, sus escalofríos,
acostumbrado a tenerlos.
Ahora te estas poniendo malo
de mirarlos.
Juraste que nunca los habías golpeado,
que nunca has hecho nada para lastimarlos.
Ahora estás en las caras de los demás
vomitando veneno.
Y estas palabras,
cuando las escupes
empujas
tirandose del pelo
arañas, arañas, muerdes,
les tiras al suelo
les inmovilizas.
Tan perdido en los momentos
cuando estás en ellos.
Es la furia quien domina
la que os controla a los dos
Así que dicen que es mejor
que sigais cada uno por su camino.
Supongo que no te conocen
porque hoy
Eso pasó ayer,
ayer terminó,
es un día diferente.
Suena como canciones rotas
sonando de nuevo.
Pero se lo prometiste
La próxima vez guardarás la compostura,
no tienes otra oportunidad.
La vida no es un juego de la Nintendo,
pero tú mentiste otra vez
Ahora te toca verla marchar
por la ventana.
Supongo que por eso la llaman ventana de dolor

Han pasado varios meses desde que terminó la guerra.

Ahora Athena libra una nueva batalla. Ésta vez contra el Olimpo entero.

Pegaso fue secuestrado por los dioses olímpicos para atraer a Athena.

Fénix, Cisne y Dragón volvieron para unirse a la batalla. Y yo, manteniendo mi coartada como caballero de Andrómeda, también tendré que luchar.

Hades sigue sin responderme. Es más que obvio que está enfadado. En fin...

Ahora, me encuentro luchando contra algunas de las pléyades de Artemisa. No estoy usando todo mi poder, no quiero dejarme en evidencia y correr el riesgo de que alguien me descubra. Además de que usar todo mi poder sería peligroso para este delicado cuerpo mortal.

Aún así, conseguí derrotarlas con facilidad, y seguí mi camino, con el monte Olimpo como mi destino.

Cuándo estaba pasando por el templo de Artemisa, sentí un cosmos más que conocido para mí... Hades.

De un momento a otro, ya no me encontraba en el Olimpo, sino en los campos Elíseos, o al menos la imagen de lo que fueron antes de la guerra santa. Y Hades estaba ahí, enfrente de mí.

- ¿Por qué haces ésto, Perséfone?

Bajé mi mirada, abrazándome a mi mismo.

- Lo siento.- Susurré.- Pero... Ellos son mis hermanos en esta vida... Y no quiero dejarlos solos como dejé a Despena y Arion.

Terminé sollozando, apretando mis ojos, en un vano intento de contener las lágrimas.

- Me traicionaste, Perséfone.- Volvió a hablar Hades.- Se supone que somos los reyes del Inframundo. Somos un equipo, ¿valía menos para tí?

- ¡Claro que no!- Exclamé, y al alzar la mirada, me topé con esos hermosa ojos que solo él posee.- Te amo... Te he amado desde la era del mito, he amado cada una de tus reencarnaciones, y te sigo amando.- Añadí, acariciando su rostro.- Te amo tanto, que no puedo evitar sentir que me asfixio cuándo estás cerca... Y desde que decidí ayudar a Athena, y comenzaste a ignorarme, siento como si un cuchillo me cortara el interior cada día.

- ¿De verdad me amas?

Sentí como me rodeaba con sus brazos, y alzaba mi mentón con su mano.

Solo pude asentir, perdido en sus hermosas ojos.

- ¿Tú aún me amas?- Esa era una pregunta para la que necesitaba una respuesta.

Hades no dijo nada, simplemente me besó, mientras acariciaba mis cabellos. Yo correspondí felíz, hace mucho tiempo que esto no pasaba.

- A pesar de todo, no puedo odiarte, mi preciosa flor.- Respondió él.- Mi hermoso rey.

Volvió a besarme, y yo solo correspondí.

Sé que él ha cometido varios errores. Sé que para Athena es un dios cruel e injusto, pero Hades no siempre fue así.

Hades antes solía ser un dios sumamente justo, piadoso y lleno de bondad, dispuesto a ayudar a todo el que lo necesitara.

Pero las constantes traiciones y malos tratos de Zeus y el resto de dioses, poco a poco lo fueron alejando y corrompiendolo, hasta convertirlo en lo que es.

Sé que la vida no es un juego, no hay segundas oportunidades... Pero Hades les dió muchas oportunidades a los demás dioses y a la humanidad, pero todas fueron desperdiciadas.

Desde que Zeus repartió de manera injusta el cielo, el mar y el Inframundo, Hades comenzó a llenarse poco a poco de rencor. Pero aún así luchó incansable contra ese rencor, y siguió tratando de ganarse la confianza y el cariño de todos. Aunque fue todo en vano.

Después de la gigantomaquia, y de que nadie valorara los esfuerzos de Hades por proteger el Inframundo, la humanidad, y al resto de dioses, mi amado Hades no pudo más, y explotó en cólera.

Por eso es que decidimos ayudar a Tifón, y no intervenir durante la batalla. Al menos así pudimos concebir a nuestra primera hija, Melioe, diosa de los fantasmas y la oscuridad, princesa del Inframundo.

Hades quería acabar con los dioses y humanos que nunca lo apreciaron, y que siempre lo despreciaron y dejaron de lado... ¿Era justo, no?

Pero Tifón fue derrotado, y eso solo aumentó el rencor y la ira en Hades.

Así comenzó la guerra santa que se repite cada 243 años.

Hades le declaró la guerra a Athena poco después del final de la Tifonomaquia. Así comenzó esta pesadilla que parecía no tener fin.

Pero con la aparente muerte de Hades, ese ciclo quedaba cerrado.

Aún amo a Hades, y creo firmemente que puede volver a ser el dios que era antes. Que solo necesita volver a encontrarse a sí mismo, encontrar ese inmenso amor, bondad y sentido de justicia que vive en si interior. Sé que él solo necesita volver a amar, y todo rastro de maldad se irá.

- ¿En qué piensas, Perséfone?

Me sacó de mis pensamientos, aún teniendome entre sus brazos.

- Es solo que... Hades, ¿por qué quieres terminar con los humanos?- Pregunté nervioso.- Hades, ésto no es quién eres. Yo sé que eres un dios amoroso, justo y lleno de bondad... Solo recuerda, y jamás vuelvas a olvidarlo.

Él bajó la mirada, y suspiró pesadamente antes de responder.

- Es tarde para eso, Perséfone.- Dijo.- Gracias a tí, y al ver tus memorias de esta vida, he visto que no todos los humanos son malvados, al contrario, algunos están llenos de bondad... Pero muchas veces esa bondad es pisoteada por otros humanos horribles, que son el mal encarnado.

- ¿Y entonces por qué deberían pagar justos por malvados?

Hades besó mi frente, como solía hacer siempre.

- Aún si yo decido no alzar la mano contra ellos, sabes bien que no puedo decir nada por los demás dioses.

En eso tenía razón. Aún si nosotros decidíamos no atacar nuevamente a la humanidad y a Athena, el resto de dioses son malvados, despiadados y crueles.

Solo te quedas ahí
y miras cómo me quemo
Pero está bien,
porque me gusta cómo duele
Solo te quedas ahí,
y me escuchas llorar
Pero está bien, porque me encanta tu forma de mentir,
me encanta tu forma de mentir
me encanta tu forma de mentir

Después de hablar con Hades por un rato más, tuve que salir de mi mente, y volver al mundo real.

Ahora que teníamos un plan, no podía dar marcha atrás. Pero antes debo hacer una parada en uno de los templos que están más arriba.

[...]

Llegué hasta el lugar donde nos reuniríamos todos. Con la ayuda de Hades, conseguí llegar a la cima del monte Olimpo.

Ahí estaba Zeus, frente a Athena, quién sostenía a un caballero de Pegaso inconsciente y casi moribundo, un santo de Dragón herido, y el santo de fénix luchando por no caer.

No tardaron en percatarse de mi presencia, y por consejo de Hades, tuve que mostrar mi verdadera forma, decir quién era realmente.

Zeus no se atrevería a herir a una de sus hijas, y menos a una tan querida como Perséfone.

- ¡Oh, mi querida Perséfone!- El rey de los dioses fue hasta mí, abrazándome por los hombros.- Haz vuelto sana y salva.

Fénix estaba perplejo, sin creer la escena que corría frente a sus ojos.

Athena solo se quedó quieta, protegiendo a Pegaso y Dragón.

Tuve que obedecer a Zeus, acercarme a él, y hasta de golpear a fénix.

- Te daré una última oportunidad, Athena.- Se dirigió Zeus a si primera hija.- Rendirte o morir.

- Sabes bien cuál es mi elección, Zeus.

Athena mantuvo baja la cabeza, y cubrió a Seiya con su cuerpo. Sin duda le serviría de escudo hasta su último aliento.

Zeus estaba por rematar a Athena con uno de sus rayos. Pero de seguro no se esperaba lo que ocurrió a continuación.

Con una hoz de diamante, herí de muerte a Zeus en el abdomen. Y después lo rematé, decapitandolo.

Athena y los demás caballeros que la acompañaban no podían creerlo.

Perséfone, una de las hijas más dulces y bondadosas de Zeus, acababa de asesinar a su padre, y de hacer que la maldición se cumpliera.

Ahora, que Zeus estaba muerto, yo era el nuevo rey del Olimpo.

Ahora sé que dijimos cosas,
hicimos cosas
que no pretendiamos
Y volvimos a caer de nuevo
en los mismo errores (patrones).
La misma rutina.
Pero tu carácter es tan malo como el mío.
Eres igual que yo,
Pero cuando se trata de amar,
eres igual de ciega.
Nena, por favor vuelve
No fuiste tú,
nena fui yo.
Quizás nuestra relación
no es tan loca como parece.
Quizás eso es lo que pasa
cuando un tornado conoce a un volcán.
Todo lo que sé es
que te amo demasiado
para largarme.
Entra,
coge tus maletas de la acera.
No oyes sinceridad
en mi voz cuando hablo?
Te dije que esto es culpa mia,
mírame a los ojos
La próxima vez que esté jodido,
dirigiré mi puño contra la pared.
La próxima vez,
no habrá próxima vez.
Pido perdón,
aunque sé que son mentiras.
Estoy cansado de los juegos,
solo la quiero de vuelta.
Sé que soy un mentiroso,
si alguna vez vuelve a intentar marcharse,
la voy a atar a la cama
y prenderé fuego a la casa.

Con ayuda de Hades, conseguí apoderarme de la hoz de diamante que Cronos usó para castrar a Urano, y que permanecía custodiada por Deméter en su templo.

Gracias al plan de Hades, conseguí asesinar a Zeus, y por ende, quedarme con el trono.

Ahora todo dependía de mí. Yo estaba al mando, y todos los dioses debían obedecer mis órdenes.

Hice que Hefesto fabricara para Hades un cuerpo de arcilla, y que Afrodita lo dotara de belleza.

Así conseguí traer de vuelta a mi amado, a quién tanto extrañé.

Ahora, nosotros éramos los reyes de los dioses. Hades parecía felíz con eso.

Cómo el nuevo rey de los dioses, hice que todos aceptaran un pacto de no agresión.

Le concedí a Athena el control de la tierra. Liberé a Poseidón de su prisión, y le dí poder sobre los mares nuevamente.

Y el Inframundo, Melinoe era la heredera por derecho, pero lo rechazó. Así que decidí dejarlo en manos de mi hija menor: Marcaría, y de Thanatos. Ahora ellos eran los nuevos reyes del Inframundo.

- ¿Cómo está, mi rey?

Sonreí, y después volteé a un lado, dónde estaba Hades.

- Contigo a mi lado, siempre estaré de maravilla, mi señor.

Nuestros días eran mucho más felices. Hades había vuelto a ser el dios que era hace años. Nuevamente estaba lleno de amor, bondad, y un enorme sentido de justicia.

Quizás la forma en la que nos hicimos con el poder fue mala. Pero hemos hecho las cosas lo mejor que hemos podido. Y hemos tratado de mantener la paz en la tierra, el cielo y el Inframundo.

Los mortales que leen nuestra historia, suelen decir que Hades y yo somos como el día y la noche. Hades era un dios, que aunque justo y hospitalario, bastante solitario, hasta que yo aparecí en su vida.

Y tienen razón.

- Te amo.- Susurré, mientras besaba los labios de mi amado, jugando con su cabello azabache entre mis dedos.

- También te amo.- Respondió, acariciando mis cabellos verdes.

Ni siquiera yo puedo creer como es que Hades y yo somos tan diferentes, y tan iguales al mismo tiempo.

A ambos nos desagrada la maldad, la injusticia y el sufrimiento de inocentes. Pero cada uno actúa de forma diferente.

Hades sigue siendo bastante severo a la hora de juzgar, y no sé tienta el corazón con quién realmente merece un castigo.

Yo soy quién intercede, y trata de que todo sea un poco más justo. Pero si no encuentro bondad en ese ser, no dudo en apoyar a Hades.

No sé cuánto tiempo durará nuestro reinado. Después de todo, la maldición de Urano sigue encima de nosotros.

La cuestión es si nos destronará Melinoe o Marcaría... Realmente no lo sé, pero tampoco me importa.

Si hay algo que aprendí de los mortales mientras conviví con ellos, es que la vida es un regalo, y hay que aprovecharla al máximo.

Vivir cada momento como si fuera el último, disfrutar cada día como si fuera a morir mañana, amar a los míos como si fuera la última vez que pueda estar con ellos... Son cosas que jamás habría aprendido de haberme quedado en el Inframundo.

Es verdad que en mi anterior vida perdí mi cuerpo original. Pero este cuerpo mortal tampoco es tan malo, de hecho, es bastante similar a como era mi cuerpo real. Me gusta más de lo que creía.

Lo único que me importa es que ahora tengo a Hades conmigo. Que ya no habrá guerras, ni nada ni nadie que nos separe. Podré estar con él, y lo amaré eternamente.

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Bueno, este songfic está dedicado a Pixaly5

La verdad es que había visto algunos fanarts y leído algún que otro drabble de esta pareja, nunca antes había trabajado con ella.

Me fue algo complicado combinar la letra de la canción con una historia que siguiera el orden del universo de Saint Seiya, y siento que quedó algo flojo en algunas cosas.

Aún así, hice lo mejor que pude. Espero que te haya gustado 💕

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