Dejándose caer en la cama los recién casados lentamente se besaron,  de la misma forma que sin presas se empezaron a desnudar.  Querían disfrutar lentamente de su momento, sentir que nada les separaría en los años que les vendrían, empezar su vida de casados como se supone que correspondía, amándose bajo el llamado fuego de la pasión azotando sus pieles. 

- Sísifo... - Susurro el moreno, separando sus labios de su esposo. Ya para ese momento estaban desnudos y con un par de marcas provocadas por el otro. 

- Dime, Deu. 

- Te quiero dentro. - Sísifo no se hizo de rogar a la peticion. Igual, ambos sabían pediría su turno despues. 

El moreno se acostó boca abajo dejándole expuesta su "entrada"  para el gusto de su esposo. Sísifo dejo movió el largo cabello azul de su esposo, para besar en un camino empezando por su espalda hasta llegar a su "orificio" entre sus nalgas, besando allí por el tiempo que encontró necesario, hasta incorporarse, apoyando sus brazos en la cama a cada lado de su esposo, alineando su miembro  y de un solo golpe meterlo. El moreno no imito mayor sonido pero si se sobresalto, empezando a gemir a gusto con las embestidas de su esposo detrás de él. La cama rebotada  a cada embestida que se daban. 

Ya con el esperma de Sísifo manchando su interior, ambos se metieron a la bucha para arreglarse, con el contratiempo que inevitablemente lo repitieron allí, primero con felaciones lentas, luego con Sísifo reclamando el lugar del pasivo. No tuvieron prisas en salir ya que aun era temprano, específicamente, eran las 4 de la tarde. 

No eran de las familias más acomodadas, pero dinero no les faltaba, por lo que, decidieron conseguir alojamiento en una casa en la playa una semana como una tranquila luna de miel antes de volver a su cotidianidad. Querían el día para ellos 2, y la noche para recorrer el lugar. 

- ¿Listo? - Ya vestido, Sísifo entro al cuarto donde su marido se arreglado, aun eligiendo algo de los últimos detalles de la ropa que usaría. El castaño sonreía al verlo, desde conocerse, siempre sentía bastante fijación al moreno, que si bien no sabia porque exactamente, siempre tuvo bastante familiaridad con él. 

- Ya casi termino. -  El contrario le indico. El reloj marcada las 8 por lo tanto primero irían a comprar algo de comer, para despues recorrer la cuidad que estaba cerca de la playa. - ¿Listo para nuestra vida de casados? - Besando sus labios asintió. 

Tomaron llaves, teléfonos y carteras para cerrar antes de partir. Quisieron caminar, tomar la noche con tranquilidad sin importar a que hora vuelvan. 

- Ganas me van de meterte mano y que te dejen de mirar así. - En parte  para desgradado, en otra parte como era de esperar, 2 hombres adultos, bastantes atractivos solos en la calle llamo bastante la atención de varios, entre ellos un par de mujeres algo jóvenes. 

- No le tomes importancia. - Indico. - Concéntrate solo en mí. - Un poco cohibido asintió. Sin los mayores animados hablaban de una cosa y la otra, ya que eran solo temas triviales. 

Al cado de media hora caminando se toparon un restaurante al que entraron. Era de tipo bar, hace ya bastante tiempo que ellos no iban a uno ya que siempre iban cuando estaban con amigos. Mirándose mutuamente como si buscaran la aprobación del otro entraron.  

- Un gusto atenderlos... Guapos hombres. - Un tipo con sombrero, cabellos blancos, lentes y de apariencia sacada de cuento les residió.  - Siéntense y díganme ¿Qué desean?

- De momento solo comer. - Dicho esto, el hombre les entrego el menú junto a 2 tazas de té. 

- El té es mientras esperan, la buena comida toma tiempo. - Ambos esposos reaccionaron incomodos por la extravagancia de este hombre. Pero ninguno dijo nada y simplemente ordenaron. El hombre llevo las ordenes con su chef, dándole el tiempo que tardaría unos 15 minutos.  

- Veo que ambos parecen son muy unidos. Pocas veces veo amigos tan cercanos que con solo mirarse saben lo que lo que él otro piensa. ¿Una cosa del destino será? 

- ¿Enserio, parecemos así de cercanos? - Deuterus cuestiono, mirando por el rabillo del ojo el resto del lugar. Y bueno, parecía ser que esta incomoda conversación era mala suerte de ellos 2 por sentarse en la barra, porque había mesas con otros meseros más normales atendiendo. Sísifo por su parte se mantuvo cordial, siendo él quien más hablaría. 

- Usted parece ser adivino ¿Estoy en lo correcto? ¿Es tan simple con solo vernos?

-  ¿Les gustaría conocer la suya? El jefe me lo permite. - Ambos quedaron sorprendidos cuando de su mano saco unas cartas, emanando un brillo bastante peculiar. - El cosmos tiene la habilidad de hablar. 

- Siempre creí en lo sobrenatural. A ver que nos dice. - Deuterus hablo, su esposo le acompaño. 

- Primero que nada, asegurémonos que su palabra es verifica, ¿Puede adivinar algo de nuestro pasado? - Dejando las cartas en la mesa, cada uno saco 3  entregándoselas. 

- Ambos son de poca familia, tienen pocos familiares a los que que puedan llamar familia cercana. - Eso era verdad. - Se conocen desde hace años por lo que veo, más de 10. Que relación más duradera.  - Ninguno dijo nada. Estaba en lo cierto, Sísifo tenia 28 y Deuterus 26, empezando su noviazgo a los 22-20. 

Dejándole algo de confianza al hombre, haciendo cada indicación que les dio, primero el tarot luego adivinar algo en el té. Siendo esto ultimo lo que saco el escepticismo de los 2, pero tras ver lo que lo logro hace un rato no pusieron quejas. 

- Almas gemelas ~ Unidas desde hace siglos. Parece que esta es su cuarta viva viviendo juntos.  O mejor dicho, su cuarta viva ligados uno con el otro. La pasada fue la más trágica, apenas pudieron conocerse muriendo cada uno por sus ideales, la primera fue la más... Por decirlo "Especial" Donde inconforme su amistad los volvió a unir, la segunda fue una amistad puramente juvenil. - Explico, por la forma que todos reaccionaron tanto Sísifo como Deuterus se preguntaron si solo ellos podían ver el brillo que sus manos emitían, ya que nadie reaccionada ante eso. Era imposible que no lo vean.  - ¿Solo amistad no?

- Digamos que si. - El hombre les guiño el ojo, parecía que se dio cuenta que eran una pareja Gay. Pero no diría nada. 

- Interesante como funciona el cosmos, uniendo la flecha de sagitario con una de las caras de Géminis. Y ambas suelen ser doble-cara. - Ninguno entendió a que se refería con lo ultimo. Pero esta noche difícilmente se olvidaría.  - Ya les traigo su cena. - Y se fue. Ambos pagaron apenas ordenar, por lo tanto comieron tranquilamente mientras su adivino atendía a otros, ofreciéndoles licor.  

- Con que  4 vidas juntos. ¿Eh? Creo que hace mas especial nuestro matrimonio. - Mostrando uno de sus colmillos el moreno le sonrió. De no ser porque estaban en publico le hubiera besado, así que, solo acaricio su piernas de forma que pasara desapercibido. Al terminar, ambos agradecieron, aun tenían una noche para ellos 2 solos. 

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La luz de Athena que destruyo los dominios de Hades, liberaron las almas de todos los guerreros y criminales que allí se encontraban residiendo su castigo. Cada una de ellas siguió el camino de la vida por la reencarnación, encontrándose con quienes más amaban nuevamente pero cuya lealtad a su cargo como guerreros les impidió amar.