Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

¿Qué es el amor para... Un tigre? [🐯Dohko🐯]

La plática con Hasgard había sido hasta ahora de las más reconfortantes. El toro sabía bien qué decir para animar y darle valor a todo mundo, y con él lo había logrado, al menos ahora se sentía un poco más confiado, pero seguía teniendo curiosidad por saber las respuestas de todos.

Aún así, hizo caso a la recomendación de Hasgard, y fue a casa para dormir unas cuantas horas, para después bajar a entrenar un rato. Ahí se encontró a varios aprendices con sus maestros y santos de bronce y plata que entrenaban. Pasó un rato ayudando a algunos aprendices con sus técnicas y dándoles consejos, hasta que Tenma lo invitó a entrenar con él, Yato y Dohko, y Regulus accedió.

Eso le sirvió para despejar su mente y olvidarse de la situación que lo había hecho buscar todas las respuestas posibles. Hasta que el atardecer comenzó a teñir el cielo de color ámbar, y era hora de retirarse.

Yato, Tenma y los demás aprendices y santos de bronce y plata se retiraron a las cabañas que les correspondían, y él y algunos santos dorados que habían estado entrenando, a las doce casas.

Dohko le ofreció ir juntos, y Regulus rápidamente dijo que sí, aprovecharía para preguntarle también.

- Dohko.

- ¿Sí?- Respondió el castaño.- ¿Qué pasa, Regulus?

- ¿Puedo hacerte una pregunta?

- ¡Claro!- Sonrió el mayor.- ¿De qué se trata?

- ¿Qué es el amor?- Hizo aquella pregunta, haciendo que Dohko se paralizara por unos segundos.- ¿Qué entiendes tú por amor?, ¿qué es el amor para tí?

- Ah, yo... Lo siento, lo siento. Es que hace poco, Tenma empezó a hacer preguntas cómo esa, y bueno... Tuve que explicar muchas cosas y también ir a preguntar con el patriarca y aprender algunas que ni yo sabía, y...- Rió nervioso.- Bueno, no importa. Solo me tomaste desprevenido, por un segundo creí que harías preguntas incómodas como-

- ¡No!- Aclaró rápidamente Regulus. Ya había tenido suficiente con enterarse de las intimidades de Kardia sin pedirlo, no quería saber las de Dohko también.- Ya sé de dónde vienen los bebés, y todo eso. Solo responde lo que te pregunté por favor.

- De acuerdo, tranquilo. La verdad tampoco me gusta hablar de eso...- Sonrió nervioso Dohko.- Pues, creo que el amor es un sentimiento muy fuerte y bello, que surge entre dos personas.

- ¿Solo eso?- Cuestionó Regulus. Dohko había dado una respuesta incluso más corta y genérica que Shion.- Pero, ¿cómo sabes que sientes amor por alguien?, ¿cómo sabes que amas a alguien?

- A eso iba, maratonista.- Bromeó, despeinandole un poco el cabello.- Yo lo siento como una calidez, como un abrazo que se da con la mirada. Alguien que amas y que te ama, hace que puedas entender y afrontar la verdad, por más dura que sea. Esa persona especial es capaz de hacer que la oscuridad se vuelva claridad. Logra sanar cualquier malhumor, y cualquier momento a su lado es único y especial.- Añadió.- Cuando amas a alguien, incluso el silencio es romántico y se disuelve como miel en el té. Incluso hasta los momentos más tristes y dolorosos, son más fáciles de sobrellevar con esa persona especial al lado, porque con solo un destello puede convertir una lágrima en polvo estelar.- Era curioso como Dohko usaba tantas metáforas para explicar su punto, pero para sorpresa del propio Regulus, entendía perfectamente el concepto.- Las personas que amas, son la luz que eliges seguir y que te guiará, y te animará a seguir cuando sientas que ya no puedes más.

Regulus escuchaba atentamente a Dohko, prestando toda su atención al mayor, hasta que terminó su explicación que resultó ser más extensa de lo que creía.

Para ser sincero, era una definición bastante dulce y tierna. Sin duda, Dohko no temía mostrar sus emociones, cosa que para Regulus resultó curiosa, sabiendo que Dohko y Shion eran mejores amigos, y el peli-verde resultó ser todo lo contrario. ¿Acaso Shion era más abierto con su mejor amigo?, ¿o incluso con él era así de cerrado?

Se debatió mentalmente por un momento sobre preguntar eso a Dohko o no, pero al final lo hizo, explicando toda la situación. Y para su sorpresa, Dohko solo sonrió y negó con la cabeza.

- A Shion le cuesta un poco de trabajo expresar ese tipo de sentimientos, pero no significa que sea una piedra o algo así.- Sonrío el asiático.- Va a querer arrojarme al precipicio más profundo que encuentre si se entera que yo te dije ésto, pero, él sí está enamorado de alguien.

- ¿De quién?- Preguntó Regulus, esperando obtener la confirmación de sus sospechas, pero Dohko solo rió y le despeinó amistosamente el cabello.

- Eso no puedo decirlo. Pero sé que Shion lo considera un amor platonico, a pesar de que esa persona quizás... Solo quizás, porque no tengo forma de meterme en su mente para que me conste, pero sus acciones le delatan, también siente algo por él.- Respondió con una sonrisa.- Solo espero que algún día, logre ser sincero consigo mismo, y se atreva al menos a intentar decírselo a esa persona.

- ¿Le gusta-?

- Ya te dije que no puedo decir quién es.- Canturreó Dohko.- Shion es mi mejor amigo y yo no soy un soplón.

- Bien. Creo que sé quién es esa persona, pero no diré su nombre.- Habló el menor.- Pero, tomando el caso de Shion y "esa persona" como ejemplo, si tan seguro estás de que no eres correspondido por esa persona, ¿por qué sigues intentando llamar su atención, pero sin aceptar lo que sientes por esa persona?, ¿no es algo contradictorio?

- Pues sí, lo es.- Confirmó el santo de Libra.- Pero, sabes, hay una frase de un antiguo filósofo chino, que dice: "Ser profundamente amado te da fuerzas, mientras que amar profundamente a alguien te da coraje." Y creo que eso es lo que le pasa a la mayoría de las personas.

- ¿Qué quieres decir?

- Pues, saber que alguien te ama, hace que quieras ser mejor cada día, te hace sentirte importante y valioso, y que eres capaz de lograr todo lo que te propongas.- Explicó Dohko.- Pero amar profundamente a alguien, hace que quieras lo mejor para esa persona al costo que sea, que estés dispuesto a enfrentar cualquier peligro con tal de protegerlo y procurar su bienestar, a veces olvidándote incluso de tí mismo. Y bueno, creo que eso fue lo que le pasó a Shion.

Había tenido ya varias respuestas de qué era el amor y cómo se sentía, cada una con sus propias características y descrita a la manera de quién la decía.

Para Asmita, el amor era una fuerza muy fuerte y que debía ser igual para todos. Para Defteros era como el calor agradable del corazón de un volcán. Para Cid era como el filo de una espada. Para Sísifo era como una flecha. Para Kardia era el deseo de estar cerca y desearle lo mejor a alguien. Para Shion, al parecer, era un sentimiento que debía callar para no causar problemas. Para Albafica era un sentimiento que podía darte felicidad pero también causarte el peor de los dolores y dejarte una cicatriz permanente como una herida. Para Degel era el conjunto de sentimientos positivos hacía algo o alguien. Para Hasgard era una mezcla de miedo con locura que lograba equilibrarse. Para Dohko era un sentimiento digno de poesía, tan dulce y fuerte como el de un cuento de hadas, pero que si no se manejaba con cuidado, podía volverse una tortura.

Cada uno tenía una definición distinta, pero con ciertos puntos en común con alguna o algunas otras.

Dohko no tardó mucho en cambiar de tema, y Regulus le siguió la corriente, ya había obtenido su respuesta de cualquier forma. Así que el resto del camino transcurrió entre risas y chistes, hasta que finalmente llegaron al templo de Leo.

- Bueno, fue un gusto charlar contigo, Regulus.- Le sonrió Dohko.- Buenas noches, descansa.

- Gracias, Dohko.- Sonrió de vuelta el menor.- Hasta mañana.

Después de despedirse, Dohko atravesó el templo con el objetivo de seguir subiendo hasta Libra.

Regulus tomó una ducha y comió una manzana de las que tenía en su templo, y se recostó en su cama para intentar dormir, pero no lo lograba.

Tantas definiciones de qué era el amor lo hacían sentir que su cabeza estaba a punto de estallar. Tal parecía que ahora estaba más confundido que cuando decidió comenzar esa Odisea para obtener respuestas.

Al final, se rindió ante el insomnio, y decidió levantarse y salir de su templo para ir al de Virgo, con la esperanza de que Asmita tuviera algún consejo para arreglar el nuevo dilema que tenía, o al menos dejarlo meditar con él, el aroma a incienso siempre lograba calmarlo.

Subió las escaleras y trató de llamar a Asmita por medio del cosmos, pero al no recibir respuesta, pensó que quizás estaba meditando o durmiendo, así que decidió entrar con sigilo a buscarlo.

Le extrañó no ver a Asmita en su lugar de meditación sobre la plataforma de flor de loto. Decidió entonces ir a buscarlo a su alcoba, pero al estar cerca de la puerta escuchó lo que parecía ser un quejido.

- ¡Asmita!- Llamó al rubio, mientras intentaba abrir la puerta, preocupado de que se hubiera lastimado o algo así.- ¿Estás bien?

- ¡Regulus!- Exclamó el dueño del templo, sonando inusualmente alarmado.- ¡Sí!, todo está bien. No te preocupes.

- ¿Estás seguro?- Insistió preocupado.- Te escuché llorar, y yo...

Escuchar una risa que reconocería en cualquier lado al otro lado de la puerta, lo hizo comenzar a creer que definitivamente estaba siendo inoportuno.

- Lo siento. No sabía que estabas ocupado.- Se disculpó avergonzado.- Ya me voy.

Cuando estaba por irse, la puerta se abrió, mostrando a Asmita, con el cabello algo alborotado, y la ropa desordenada.

- ¿Qué pasa, Regulus?- Preguntó el rubio, mientras trataba de cerrar la puerta.- ¿Todo el orden?

- Eh, sí, sí. No te preocupes, ya me voy.- Tartamudeó nervioso el menor.- Lo siento. Debí irme en cuanto ví que no respondías. No quería molestar.

Nuevamente, Regulus escuchó esa risilla burlona escondida detrás de la puerta, pero no se atrevía a voltear. Lo siguiente que escuchó, fue a Asmita cerrando la puerta con fuerza.

- Regulus, ¿qué necesitas?- Insistió Asmita.- Si veniste hasta aquí en medio de la noche es por algo importante.

- En serio, Asmita. No es nada, ya lo olvidé.

- ¿El cachorro ya no sabe con qué definición quedarse?

Al escuchar esa voz, Regulus se erizó igual que un gato, y poco le faltó para brincar hasta el techo.

- Tranquilo, no muerdo... Bueno, a tí no.

- Kardia...- Gruñó Asmita.

- ¿Qué?- Dijo el peli-violeta, acercándose a Asmita, descalzo y con el pecho al descubierto.- Afortunadamente cerré la puerta con llave, sino ahí sí estaríamos en problemas.

Asmita gruñó bajo, mientras de forma inconsciente, sus mejillas se teñían de un leve rubor.

- De hecho... Sí, Kardia tiene razón.- Suspiró Regulus.- Después de escuchar tantas definiciones, ya no sé qué pensar... Se parecen en algunas cosas, pero en otras difieren, y... No lo sé. Algunas son demasiado dulces y optimistas, y otras... Realistas supongo.

El ridículo ya estaba hecho, qué más daba.

- Te lo dije cuando me lo preguntaste, y te lo repito, cachorro: Quizás sabes lo que es, pero te niegas a admitirlo. ¿Por qué?, pues no lo sé, eso solo lo sabes tú.- Dijo Kardia.- Quizás no soy el más inteligente de este Santuario, pero si hay algo que puedo asegurarte, es que si no eres sincero contigo mismo, vas a sentirte infeliz toda tu vida.

Regulus bajó la mirada y suspiró. Ya se sentía infeliz por estar tan confundido.

- La vida es muy corta, enano. No gastes tu tiempo tratando de encontrarle sentido a todo. A veces, las mejores cosas no lo tienen.- Le dijo Kardia.- Solo haz lo que te haga felíz, lo que haga que tu corazón quiera seguir latiendo, que te haga sentirte vivo, y que te haga sentir ganas de levantarte cada mañana.

- Es más complicado, Kardia.- Dijo Regulus.- Yo...

- ¿El cachorro está enamorado?

Regulus finalmente asintió. Más en ridículo no podía quedar con Asmita y Kardia luego de haber entrado al templo sin permiso e interrumpir un momento "especial".

- Lo sabía.- Sonrió Kardia.- Te lo dije, a mí no puedes engañarme.

- Ahora lo veo.- Murmuró el menor.- Pero... Bueno, ahora sé que sí, sí estoy enamorado, pero... Estoy seguro de que no soy correspondido y... No quiero arruinar las cosas.

- Suenas igual que Shion.- Soltó Kardia.- El que no arriesga, no gana. Quizás y esa persona termina entre tus brazos... O tú en sus brazos, eso lo sabrás tú...- Añadió Escorpio con algo de burla.- Pero ese no es el punto. El punto es que, por cobardía, quizás te pierdas de una de las mejores cosas de la vida. Solo sé sincero y haz el intento, si sale bien, perfecto. Y sino, bueno, puedes venir a llorar aquí hasta que te deshidrates.

- Solo espero que entonces no estés aquí.- Bromeó Regulus.

- Bien, procuraré dejarte libre a Asmita entonces.- Rió Kardia, revolviendole el cabello.

- Gracias.- Sonrío el joven Leo.- Por ahora, creo que mejor me voy. No los interrumpo más.

Después de eso, Regulus se retiró, dejando a solas al par de amantes nuevamente.

- ¿No vas a sermonearme?

- No. Manejaste muy bien la situación, admito que esta vez me sorprendiste.- Sonrió el rubio.

- Al menos yo dí la cara.- Rió Kardia.- No como otros, que se escondieron debajo de la cama como gatos asustados, ¿verdad, Sísifo y Defteros?

Asmita solo rió levemente y negó con la cabeza. Kardia definitivamente era una verdadera caja de sorpresas que no tenía fin... A veces ni siquiera él entendía cómo ese griego de cabello alborotado y actitud despreocupada y alocada había logrado entrar en su vida, y darle un giro de 180 grados.

Si hace años, alguien le hubiera dicho que iba a terminar en una furtiva relación poliamorosa, lo habría tomado a loco, pero ahí estaba...

Definitivamente, de las jugarretas del amor no se salvaba nadie.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro