Día de Sant Jordi [❄️Camus x Shura🐐]
Hace un par de días, el Patriarca había solicitado su presencia, viéndose forzado a dejar Siberia por unos días.
Las cosas no parecían pintar bien, al parecer, la guerra santa estaba cada vez más cerca, y el Patriarca le exigía ya nombrar a alguno de sus discípulos cómo santo de cisne. Camus estaba muy consciente de la responsabilidad que una armadura traía consigo, pero también del engaño del que ahora Patriarca se hacía llamar. Él desde un inicio sabía que prácticamente estaba criando a esos dos niños como ganado para matadero, el único fin de su misión era entrenarlos, darle a uno la armadura y entregarlo a disposición del Patriarca. Aún así, desobedeció sus propios principios y a diario se esforzaba por hacerlos alcanzar su máximo potencial y que tuvieran al menos una mínima esperanza de sobrevivir a las misiones seguramente arriesgadas que les serían impuestas.
Así que bajo la excusa de que aún podían llegar más alto, y que estaban muy reñidos, pidió más tiempo para tomar una decisión. El pontífice no estuvo felíz con esa respuesta, pero sin muchas más opciones y después de varios días dialogando con el aguador, cedió a darle un año más.
Una vez resuelto ese problema, Camus se alistaba para regresar a Siberia. Y fue justamente al llegar a Capricornio, cuando una figura conocida lo hizo detener su andar.
- Hola, Shura.- Saludó al guardián del templo de la cabra montés, esbozando una tenue y casi imperceptible sonrisa. Shura era de los pocos con los que se permitía ser un poco más informal.- Qué sorpresa verte en Capricornio a ésta hora. Creí que debías partir a una misión hoy.
- Así es.- Asintió el español.- Pero supe que hoy volvías a Siberia, y quería darte algo.
Camus se sorprendió un poco por esa respuesta. Era verdad que él y Capricornio mantenían una buena relación de camaradería, y siempre que coincidían, eran una compañía agradable el uno para el otro. Pero no esperaba que Shura hiciera esperar una misión solo por algo como eso.
- Feliz día de Sant Jordi.- Dijo el peli-negro, mostrando un peculiar presente: un libro, con una rosa de color rojo atada.- Es una festividad de mi país regalar un libro y una rosa cada 23 de abril. Y eres el único aquí que parece apreciar la lectura.- Añadió, mientras Camus, algo tímido, aceptaba aquel regalo.- Espero que no te moleste mi atrevimiento.
Vaya que nunca esperó recibir un regalo así, y menos en una fecha que no fuera su cumpleaños o algo así, y eso, solo porque sus discípulos le regalaban algo, y a veces Milo, Aldebarán o Shaka si coincidían en alguna misión o audiencia.
A decir verdad, desde niño había sido un gran amante de los libros, gusto que compartía con Shura, Shaka y el actualmente desaparecido Mu. Pero con sus responsabilidades como Santo y maestro, rara vez tenía tiempo de adquirir un nuevo ejemplar, así que para él, era un detalle perfecto.
- En absoluto. Muchas gracias, Shura.- Respondió finalmente, mostrando su sonrisa que rara vez era visible.- No sabía de esta fecha, pero el próximo año trataré de devolver el favor.- Prometió, dándole un corto abrazo al azabache.- Pero por ahora debo irme, y creo que tú también.
- Claro.- Le sonrió de vuelta Capricornio.- Que tengas buen viaje.
- Merci beaucoup.
Después de esa pequeña despedida, cada uno siguió su camino. Camus de seguro ni siquiera lo sospechaba, pero Shura estaba bastante felíz por haber logrado entregar ese regalo, con la esperanza de que Camus algún día descubriera si verdadero significado.
"Cada 23 de Abril, cientos de amantes de los libros, esperan recibir de alguna persona especial un libro acompañado de una rosa. Y otros esperan la fecha para regalarlos a esa persona especial, cómo declaración de sus sentimientos. Igual que Sant Jordi a la princesa Cleodolinda."
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Pues, no tengo mucho que decir. Solo que hoy es el día de Sant Jordi (o día de la rosa), y me dieron ganas de hacer algo.
Así que, por si nadie se los dijo, felíz día de Sant Jordi a todos 🌹📚
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