Cómo conocí a tu padre [♑Izo x Ox♉]
A sus 20 años, a mitad de culminar la universidad y estando dispuesto a ir en busca de aventuras durante sus vacaciones, usó sus ahorros para comprar un boleto de avión al primer destino que encontró disponible.
No sabía qué le esperaba, quería emprender un viaje sólo por primera vez, conocer lugares donde nunca había estado antes, había tantas cosas que quería ver, y no sabía por dónde empezar.
Cuando tomó la decisión de viajar al terminar sus estudios, pasó algunas semanas informándose sobre varios destinos, buscando alguno que llamara su atención, pero ninguno lograba convencerlo.
Estaba a punto de rendirse y desistir de la idea, cuando de pronto, encontró un destino que llamó su atención, y de inmediato buscó un vuelo, encontrando uno disponible casi de inmediato, cómo si de una señal divina se tratase. No sabía porqué, pero sentía que debía tomar el riesgo, y lo hizo.
El día tan esperado finalmente llegó y estaba nervioso, lo atribuyó a que simplemente dentro de unas horas estaría en un país desconocido, completamente sólo. Cualquiera en su lugar habría sucumbido al miedo, cancelado sus planes y vuelto a casa, pero él no.
Nunca fue alguien miedoso, jamás permitió que ser un Omega le impidiera hacer todo lo que quería, así que se tragó los nervios y abordó ese avión.
Buscó su asiento, lo que le llevó un poco de tiempo, hasta que finalmente lo encontró.
No era usual en él prestar demasiada atención a la apariencia de las personas, pero en esa ocasión le fue inevitable hacerlo al ver al que sería su vecino de asiento.
No quería incomodar al hombre a su lado, así que haciendo gala de su enorme autocontrol, simplemente puso sus maletas en el compartimiento que le correspondía, con algo de dificultad por lo alto que éste estaba y lo estrecho que era el pasillo, pero una vez que lo logró, se sentó en su asiento y se dispuso a leer un libro que había llevado y estudiar un poco sobre el idioma y las costuras del país al que se dirigía.
El vuelo comenzó, y él se dispuso a seguir estudiando su libro, pero una inusual sensación en él le hacía mirar de reojo al hombre a su lado, y devolverla a su libro al estar a punto de ser descubierto.
"Carajo, Izo, ¿qué diablos te pasa?"- Se reprochaba mentalmente a sí mismo por no poder dejar de mirarlo, y que su mente no dejaba de repetirle la idea de hablarle.
Sería un viaje largo, de más de ocho horas, así que debía buscar alguna forma de matar el tiempo y distraer su mente de aquellos pensamientos tan inusuales en él. Pero, de alguna forma, aquella vocesita en su cabeza pudo más que su voluntad.
- ¿Le...yendas de... La Nue-va Es... Pana?- Leyó con dificultad el título del libro que su vecino de asiento llevaba.- Lo siento, el español no es mi fuerte.- Se excusó, usando ésta vez el inglés, sintiéndose avergonzado por su mísero intento de llamar su atención, vaya que sacar temas de conversación no era una de sus virtudes.
- Oh, n-no importa. El mío tampoco.- Le respondió el contrario.- ¿Primera vez?
- Sí.- Asintió Izo.- ¿Y tú?
- También.
- Por cierto, mi nombre es Izo.- Se presentó, no queriendo estropear más aquella conversación-que inició con el pie izquierdo.
- Ox.- Le sonrió el rubio, e Izo sintió un leve revoloteo en el estómago, así como un leve calor en las mejillas.
- Un gusto.- Respondió, intentando desviar si atención a otra cosa que no fuera el Alpha que tenía al lado.- ¿Viajas sólo?
- Sí, lo tenía planeado así desde un inicio.- Le contó el rubio.- No sé porqué, pero desde hace tiempo tenía ganas de viajar sólo por primera vez. Conocer otros lugares, otras culturas, costumbres... No lo sé sinceramente.
Izo por un momento se quedó sin saber qué decir. Eso era justamente lo que él había pensado al momento de decidirse a viajar sólo. Muchos lo habían tachado de loco por querer ir sólo a un país extranjero por primera vez, siendo un Omega.
- ¿Y tú?
- Yo... B-Bueno...- "Izo, ¿qué pasa contigo?", se reprochaba a sí mismo en su mente por sentirse tan nervioso. Nunca fue alguien de muchas palabras, pero tampoco se ponía nervioso por hablar con alguien, incluso si no conocía a la persona, ¿entonces por qué ahora hablaba como idiota?- Yo... Yo también quería conocer otros lugares.- Respondió finalmente.- Fue difícil convencer a mi familia de dejarme ir sólo, pero... Bueno, aquí estoy. En un avión, en un vuelo de más de ocho horas, saliendo de mi zona de confort, hablando con alguien que acabo de conocer hace literalmente menos de cinco minutos.
- Eh, si, supongo.- Respondió el rubio.- No todos los días empiezas una travesía en otro continente.
- ¿Eh?, ¿travesía?- Preguntó Izo, algo confundido. ¿Había escuchado bien?
- Sí, mi plan es recorrer el país lo que pueda y después continuar a otro, y repetir.- Le sonrió el Alpha.- Dicen que el continente americano es muy grande y tiene mucha cultura en él. Quiero visitar al menos tres o cuatro de sus países antes de tener que regresar. Mi bisabuelo era de Brasil, así que quiero hacer una visita ahí como destino final antes de volver.
Izo quedó asombrado por aquel plan. Sonaba una locura, una que a él se le había ocurrido pero no había siquiera considerado intentar, al menos no en su primer viaje. Era la primera vez que conocía a alguien que parecía estar igual de loco que él.
- Vaya, suena interesante.- Admitió Izo, sonriendo de forma inconsciente.
- Y... ¿Tienes algún plan para cuando el avión aterrice?- Le preguntó Ox.- ¿Ir a un lugar en específico?
- Pues... En realidad no.- Admitió el peli-negro.- Tenía planeado solo ir a dónde me lleve el viento y ver qué hacer sobre la marcha, ¿y tú?
- Casi lo mismo.- Respondió el rubio.- En realidad solo planeé quedarme un par de días en la ciudad, y después ir a visitar una playa que no está muy lejos de ahí, unas cuantas horas en carretera, pero más no planeé.
Eso fue solo el inicio de una larga conversación que se extendió por horas, hablando sobre lo que sabían de aquel país, de todos los destinos turísticos atractivos, las costumbres, tradiciones, incluso Ox ayudándole a Izo a practicar el idioma. Resultó que gracias a su ascendencia brasileña, el rubio tenía un nivel bastante decente del español, a diferencia de Izo, que a pesar de su esfuerzo y dedicación, le era difícil entender y pronunciar muchas palabras y frases.
El viaje se les terminó haciendo bastante corto. Únicamente dejaron de hablar cuando se quedaron dormidos, pero después reanudaron su conversación.
Durante el trayecto, se dieron cuenta de que compartían varios intereses en común, además de que ambos querían ir en busca de aventuras. Entonces Izo propuso la idea de compartir el viajes, con la excusa de que los costos serían mucho menores si eran compartidos entre dos personas, y Ox aceptó.
Cuando el avión finalmente aterrizó, ninguno tenía una idea clara de dónde ir, pero Ox sabía hablar el idioma y eso facilitó muchas cosas, aunque el carácter de Izo también fue de ayuda para evitar ser víctimas de robo o algo así en esa enorme ciudad.
Al final fueron a conocer un poco de aquella ciudad, probar comida local, y mirar un poco de la cultura del país. Al final del día, consiguieron un lugar para dormir en un hotel cómodo y no tan costoso.
Ese fue solo el primero de todos los días que pasaron juntos, sin saber que ese viaje era apenas el inicio de una larga vida juntos.
...
..
.
- Y así es como conocí a tu padre.- Dijo Izo con una sonrisa, después de mostrarle a su pequeño hijo un álbum de fotos.
- ¿Entonces papá y tú se conocieron en un viaje?
- En realidad fue porque tu mamá no dejaba de mirarme, y por tener una pronuncias horrible del español.- Rió Ox al recordar que Izo siempre había sido pésimo para coquetear.
Izo solo rió al lado de su esposo, era consciente de que coquetear no era su fuerte, nunca había sido muy sociable ni expresivo, pero aún con todo eso, logró quedarse con el Alpha que él quería.- Pero al final ya ves. Dónde pongo el ojo, pongo la bala.- Sonrió orgulloso el azabache.
- ¿Y qué dijeron los abuelos cuando regresaron casados?- Preguntó inocentemente el pequeño Aldebarán.
Ambos se quedaron callados un momento, sintiendo una pequeña gota de sudor correr por sus frentes al recordar la reacción de sus padres cuando se enteraron.
- Eh... Mejor de lo que esperábamos.- Respondió Ox.
- Sí... Algo así.- Asintió Izo. "Alde es muy pequeño para decirle que su abuela casi estrangula a su padre cuando le dí la noticia."
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