A ver, ¿por dónde empezar?

Ayer, después de pensarlo mucho tiempo, decidí finalmente contarle a Julián, mi mejor amigo que soy gay.

La verdad, estaba muy nervioso y no sabía qué pasaría. Pero se lo tomó muy bien... Quizás demasiado.

Después de que se lo confesé, él me sonrió y me abrazó, y después me dijo:

- También me gustas, Sorrento. Sí quiero salir contigo.

¿El problema? ¡Que se lo confesé para decirle que he estado saliendo con uno de sus hermanos desde hace casi un año!

No supe cómo explicárselo, así que simplemente le dije que debía irme. Él me sonrió felíz, e incluso me fue a dejar a casa, y hasta me pidió que fuera a comer a su casa para darles la noticia a sus padres y sus hermanos.

Le intenté decir a Kanon, mi novio, sobre el malentendido, pero él se emocionó demasiado cuando le dije que Julián se lo había tomado bien, que ni siquiera me dejó hablar, y me pidió que fuera a comer con su familia para presentarme oficialmente con sus padres.

¡Faltan solo unos minutos para que los dos lleguen a recogerme!, no sé qué hacer, ahora tengo dos novios.