¿2 x 1? [🐉RadamanthysxPandora🔱x Ikki🔥]
No podía ser...
Uno de sus mayores temores estaba frente suyo...
¿Pero cómo rayos había pasado?
Tenía que ser una maldita broma cruel del destino...
Después de un par de semanas sintiéndose enferma, y de que su periodo no apareciera, decidió acudir al médico. Tenía una ligera sospecha, pero aún quería mantener la esperanza de estar equivocada.
Cuando le entregaron los resultados, y vió la palabra "positivo", sintió que su alma abandonaba su cuerpo...
Estaba embarazada. Casi dos meses...
El shock fue demasiado grande para ella, y terminó saliendo casi corriendo del hospital apenas el doctor abrió la puerta del consultorio. Condujo de vuelta a casa, y se encerró en su habitación para tratar de asimilar la noticia, que había sido como un balde de agua helada.
Un par de horas más tarde, cuando logró calmarse lo suficiente, llamó a los dos posibles culpables y los citó para esa misma noche. Ella no lo había hecho sola, así que ellos también iban a hacerse responsables.
Cuando la hora acordada llegó, les abrió la puerta e hizo pasar a la sala a ambos. Ikki y Radamanthys rápidamente se dieron cuenta de que estaban en problemas, bastaba ver el enojo reflejado en el rostro de Pandora, pero ahora quedaba saber qué habían hecho ésta vez.
Pandora no dijo nada, solo les tendió la hoja con los resultados, dejándola sobre la mesa de centro. Radamanthys fue el primero en tomar el papel, y junto con Ikki leyeron el resultado, llevándose una enorme sorpresa.
Se miraron entre ellos, luego a Pandora. Después devolvieron la vista a la hoja, y volvieron a ver a Pandora, y después a intercambiar una mirada. Totalmente incrédulos a lo que veían.
Un embarazo...
Eso definitivamente no se lo vieron venir.
Pandora no decía nada, solo mantenía baja la mirada, hasta que finalmente no aguantó más, y se quebró en llanto, abrazándose a sí misma.
Los dos dejaron la hoja de lado y fueron con ella para tratar de calmarla. Después de casi cinco años manteniendo una relación poliamorosa, sabían bien que Pandora muchas veces reprimía sus emociones hasta que la sobrepasaban.
- Tranquila, ninguno de los dos está enfadado.- Le dijo Radamanthys, abrazándola para calmarla.- Solo nos tomó por sorpresa, es todo.
Pandora solo pudo sollozar, dejándose abrazar por ambos. Quizás eran las hormonas, pero se sentía demasiado vulnerable y asustada. Ikki y Radamanthys se quedaron a su lado, permitiéndole desahogarse, hasta que finalmente consiguió calmarse lo suficiente para hablar.
- ¿Quieres tenerlo?- Le preguntó Ikki.- Los dos te apoyaremos en lo que decidas. No te sientas forzada a nada.
- No lo sé...- Suspiró la peli-negra.- Esto... Es tan inesperado, yo... No pensé que las píldoras fallaran. Siempre tuve tanto cuidado, y...- De nuevo, el llanto le impidió terminar de hablar, y nuevamente, ambos estuvieron ahí para contenerla y ayudarla a calmarse.
Era verdad que ninguno de los tres se había planteado, al menos no todavía, la idea de ser padres. Aún mantenían oculta la verdad de su relación a sus familias, sabían que sus familias no aceptarían una relación de más de dos personas. Así que para la familia de Radamanthys, solo Pandora era su novia. Para la de Ikki lo mismo. Y para la de Pandora, ambos eran solo amigos de ella.
Un bebé no estaba en sus planes, al menos no por ahora, pero quién tenía la última palabra era Pandora.
Al final, después de mucho llanto, conversaciones, pros y contras, y hacer y deshacer mil planes, finalmente tomaron una decisión: Lo tendrían. Ahora el problema era cómo darle la noticia a sus familias.
▪️▪️▪️
Los meses pasaron, hasta que el embarazo fue imposible de ocultar y tuvieron que decir toda la verdad a sus familias. Tal y como esperaban, no se lo tomaron a bien, y fue un verdadero escándalo especialmente de los padres de Pandora.
La madre de Ikki resultó ser la más comprensiva. Aunque, al inicio no supo qué decir ni cómo reaccionar, y le tomó unos días a solas asimilar todo, al final les brindó su apoyo, junto al hermano menor de Ikki.
El hermano menor de Pandora también terminó mandando al diablo a sus padres, y yendo a apoyar a su hermana. Aunque Ikki y Radamanthys no se salvaron de una que otra mirada asesina de parte del mellizo de la chica.
Al final, Pandora dió a luz a dos bebés, y al hacer las respectivas pruebas de paternidad, por mero protocolo del hospital, descubrieron que ese par de bebés era aún más especial de lo que creían en un inicio.
No era común que algo así sucediera, pero uno era de Radamanthys, y otro de Ikki. En pocas palabras: hermanos mellizos, hijos de la misma madre, pero de distinto padre.
Nicolás fue el primero en nacer. Era bastante parecido a su padre, a excepción del color de cabello, que había heredado de su madre. Flora, fue la segunda en nacer, había heredado el cabello rubio de su padre, y rasgos de su abuela paterna, de su madre a duras penas había heredado el tono de piel.
Ahora, la familia había crecido. Dejaron de ser solo ellos tres, e incluso tuvieron que mudarse a una casa lo suficientemente grande para los cinco.
Flora resultó ser algo más tranquila que su hermano, y dormía casi todo el día. Pero Nicolás era un pequeño torbellino andante, y darle de comer, vestirlo o bañarlo era una verdadera proesa.
- Si esto es ahora que es un bebé, no quiero ni imaginar cuando sea adolescente.- Decía un agotado Ikki, después de haber logrado darle un baño y dormir al inquieto Nicolás.
- Solo de ti podía salir eso.- Bromeó Radamanthys, igual de agotado, meciendo a la pequeña Flora, después de que se pusiera a llorar cuando intentó dejarla en su cuna.
Vaya que sufrían cuando Pandora tenía que salir de viaje por su trabajo y los dejaba a cargo de los bebés. Solo ella lograba controlar a las fieras que tenían por hijos. Pero al menos sufrían juntos, no imaginaban qué sería de ellos sin el otro.
Definitivamente, criar a dos niños no iba a ser nada fácil, pero juntos no había imposibles. Habían demostrado que su relación era tan funcional y sana como cualquier otra, y aunque inevitablemente, tendrían muchas cosas qué hablar cuando los niños llegaran a cierta edad, no se arrepentía de nada.
Para cuándo Pandora volvió a casa del viaje, la escena que encontró de sus dos esposos dormidos en el sillón de la sala, sentados, sosteniendo a los bebés en brazos, le derritió por completo el corazón. En silencio se acercó para sostener a los bebés y llevarlo a sus cunas para arroparlos y darles un beso de buenas noches. Después volvió con los dos hombres en la sala para despertarlos y llevarlos a dormir.
Tan agotados estaban, que ni siquiera prestaban atenciones a dónde iban, y se las tuvo que ingeniar para evitar que chocaran contra algo o se tropezaran en la escalera, pero consiguió llevarlos a la habitación y arroparlos.
Solo sonrió enternecida, después de besar las mejillas de ambos. Los miró dormir por unos minutos, hasta que ella misma se quedó dormida también.
Definitivamente, no se había equivocado con ellos. Si los tenía a ellos, lo tenía todo.
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