-Lo lamento mucho.-Dice con lagrimas en esos ojos color castaños.

-Es mejor que te vayas antes que sea mas difícil.-Dice el pequeño de cabellos azules, que se hacia fuerte ante la pequeña de cabellos oscuros que dio un paso hacia atrás para darse la vuelta dándole la espalda.

-Y..y...—Queriendo acercarse pero como podría hacerlo después de rechazar sus sentimiento hacia a ella.

-Yo siempre que quere, no importa si tú corazón le pertenece a otra persona.—Apretando los nudillos con fuerza queriendo mantener esa compostura ruda.

Aquellas palabras dieron un sabor amargo para ambos , en medio de la noche en el puerto donde se prometieron verse para despedirse, pero dio un curso predestinado dejando cicatrices y ya no sabia si era buena idea haberlo echo fue mas doloroso.

-Me tengo que ir.—Lo que se dio la vuelta , pero al escuchar unos pasos aproximándose hacia a ella la hicieron que girará haciendo que se topará con unos ojos color azules, lo que no pudo reaccionar la pequeña sintió ese cálido abrazo y cerca suyos un cálido beso inocente que la dejo impactada, al separarse de ella se apartó de inmediato.

-Te esperare eternamente.—El cielo se torno gris y comenzando a caer las gotas de lluvia.- Me convertiré en un caballero muy fuerte y cuando lo haga iré a buscarte.—Jurandoselo lo que no pudo decir nada.

Se retiro alejándose lo mas rápido que pudo, dejando ahí parado, viendo la figura alejarse, poco a poco iba despareciendo antes sus ojos.... Palabras que nunca fueron rotas hasta el momento de crecer  el niño tuvo un destino cruel, para luego convertirse en un caballero pero la vida le traería el pasado nuevamente.

Un grupo de jóvenes aparecen en el santuario para ser protegidas de los enemigos, era las ultimas doncellas que quedaban  , pero que sucede que la lealtad que juraron hacia su Diosa  solo era una mascara que estaba oculta en esa sonrisa falsa.