—En mi vida vuelvo a creer que lo que me das en jugo y no vino— Se quejó mientras se recostaba en el sofá, su cabeza le estaba dando vueltas.

—Tranquilo Shaka, ya se te va a pasar—respondió Mu sentadose a su lado y mirando en dirección a la mesita dónde el rubio había colocado el regaló que Milo le había entregado.

—Shaka, ¿no vas a abrir el regaló que te dió Milo?—preguntó esperando la reacción de su pareja.

—No—hablo y luego dió un suspiro. —Lo haré mañana, me siento muy cansado ahora.

Mu no dijo nada sobre eso, fingió que no le importaba aunque en realidad si tenía curiosidad por lo que el escorpión le había regalado al virgo.

Por un momento cuando vio a Milo usar la ropa de Shaka penso que este quizás lo estaba engañando con el guardián del octavo templo, intentaba convencerse a sí mismo de que eso era un error, que Shaka jamás lo engañaría, pero la cercanía que había empezado a tener con Milo lo hacía dudar en algunas ocasiones.

Además, virgo no había mostrado interés en tocarlo más allá de darle pequeñas caricias en el rostro, darle besos, abrazos y tomarlo de la mano.

—Shaka, ¿cuándo tendremos relaciones sexuales?—preguntó sin más.

Esas palabras sorprendieron muchísimo al contrario, no había pensado aún en tener sexo con Mu. —Aun no he pensado en eso Mu—confesó mientras se sentaba mirando fijamente al mencionado.

—¿No te parezco suficiente como para tener sexo?—cuestionó con su voz apunto de quebrarse.

—No es eso Mu, simplemente creo que es muy pronto para ello— Le acomodó un mechón rebelde detrás de la oreja —Todo será a su debido tiempo, Mu. No te preocupes— Sonrió y le dió un beso en la frente.

—El hecho de que aún no tengamos sexo, no significa que mi amor por ti sea menos, yo te amo, Mu, eso no lo dudes— Acarició con dulzura la mejilla del guardian del primer templó, para luego volver a recostarse en el sofá.

Mu por su parte no dijo nada más, simplemente observó dormir a Shaka, se le notaba bastante cansado por lo que decidió cargarlo en sus brazos e ir a dejarlo a su habitación para que pudiera dormir cómodamente en su cama.

Luego salió del sexto templo, rumbo al templo de Aries. Al pasar por Géminis no escucho nada, le pareció un poco extraño pues creyó que Saga y Aioros tendrían algo, pero se alegro un poco al pensar que quizás no tuvieron sexo esa noche.

Al llegar al templo de Aries, Mu se recostó en si cama mirando fijamente el techo.

Tiempo antes de que empezará su relación con Shaka, Mu había empezado a tener sentimientos por el Géminis, creyó que con el pasar del tiempo esos sentimientos se irían, pero eso no ha sido así.

Sigue sin poder evitar sonrojarse al estar cerca del guardian del tercer templó, su corazón se acelera cada que habla con él y la idea de que tocará un cuerpo que no fuera el suyo, lo lastimaba.

Deseaba tener sexo con Shaka para intentar que los sentimientos por Saga se fueran o al menos que disminuyeran, pero Shaka no parecía estar listo aún.

Había pensado en dejar al virgo y declarar sus sentimientos al Géminis, pero no podía dejarlo, lo amaba también a él. En esos momentos su corazón estaba hecho un lío, si tan solo Shaka hubiera tomado la iniciativa antes, quizás ahora el no estaría debatiendo entre quedarse con él o irse con Saga.

Soltó un suspiro ondo antes de decir: —¿Por qué esto es tan difícil?— Llevó ambas manos a su rostro y se frotó los ojos, estaba cansado y necesitaba una ducha.

Se levantó de la cama y fue directamente a la ducha, poco a poco se fue desvistiendo hasta quedar completamente desnudo, el agua fría de la ducha pronto comenzó a recorrer todo su cuerpo, permitiéndole relajarse un poco.

—Shaka me ama, él no sería capaz de engañarme con Milo—dijo para si mismo. —Pero Milo tiene fama de ser mujeriego, ¿qué puede impedir que se fije en mi Shaka y quiera quitarmelo? ¿Y si logra que Shaka se fije en él y me deja?—

Tenía miedo de perder a Shaka, no quería perderlo, lo amaba muchísimo, pero tampoco quería perder a Saga aunque esté en ningún momento le haya mostrado interés en querer algo con él.

Mu se había dado cuenta de la forma en como Saga sonreía cuando estaba con Aioros, la forma en como sus ojos brillaban cuando lo miraban y eso le molestaba porque sabía que el Géminis nunca lo vería de esa forma.

Termino de ducharse y se vistió, fue hasta su habitación y se recostó nuevamente sobre su cama.

—No tengo a Saga, pero al menos si tengo a Shaka y no pienso dejar que ese alacrán me lo quité solo porque lo suyo con la hielera no haya funcionado—dijó mientras se acomodaba en su cama y luego dormirse.

Este es el capítulo de hoy, espero les guste ^^

Ver sus comentarios y las estrellas que le dan a cada capítulo me motiva mucho a seguir escribiendo esta historia, gracias.

Pienso actualizar semanalmente todos los jueves.

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