
12
¡ALERTA!
ESTE CAPÍTULO TIENE UNA ESCANEA+18
PTD: Es mi primera vez escribiendo algo así, no me juzguen si lo hice mal.
—¿Creen que sigan peleando? —cuestionó Milo a la vez que caminaba apoyando su brazo derecho en la nuca del de cabello aguamarina.
—Las parejas tienen discusiones, nada que no arreglen entre ellos después —respondió Saga intentando no caer al piso por el mareo que tenía tras haber bebido tanto.
—Sinceramente espero y el patriarca no haga caso a los chismes —comunicó Afrodita mientras llevaba en la espalda a un Deathmask que luchaba por mantenerse despierto para escuchar lo que sus compañeros decían.
—¿Qué chismes? —preguntó con curiosidad el caballero de sagitario.
—En el pueblo cercano hablan sobre nosotros y nuestro gusto por personas de nuestro mismo género. Nos llaman gays —indicó Camus.
—Yo no soy gay, mi novio si lo es —se apresuró a decir el leonino al mismo tiempo que sonreía y observaba al capricornio que lo cargaba en brazos.
—Se imaginan que el patriarca si termine su relación con el maestro Dohko y decida prohibirnos estar con nuestras parejas? —Mu miro al suelo con tristeza mientras pronunciaba esa palabras. Él no deseaba tener que alejarse de Shaka, odiaba la simple idea de tener que hacer eso.
—No digas esas cosas Mu, tranquilízate. Ellos no van a terminar su relación —dijo Aldebarán para luego poner su mano en el hombro derecho del pelilila.
—Cambiando de tema, escuche que nuestro buen amigo Aldebarán está detrás de una de las amazonas —el mencionado se detuvo por un segundo mientras sus mejillas se tornaban de un leve color rosa.
—¿Qué estás insinuando, Milo? Shaina solo es una buena amiga —preguntó el de Tauro mirandolo.
—Así que es Shaina —habló el caballero de escorpio mientras sonreía de lado.
El rostro de Aldebarán podría estar compitiendo con u tómate en ese momento. —No digas tonterías —dijo el toro para luego continuar a pasos apresurados a su templo.
Nadie dijo nada más, solo se limitaron a ver cómo su compañero se alejaba de ellos.
—Bueno queridos compañeros, como verán ya llegamos a mi templó, pueden pasar yo les doy mi consentimiento, Death se quedará aquí, no pienso ir a dejarlo hasta allá cuando puede quedarse aquí conmigo —Sin decir algo más, Afrodita se apresuró a dejar acostado al de Cáncer sobre el sofá mientras escuchaba como los demás caballeros pasaban por su templo.
Una vez las voces dejaron de escucharse en la cercanía, Deathmask abrió sus ojos y se levantó pues no quería estar acostado en el sofá, él quería a su belleza flor.
Caminó hasta la cocina donde sentía el cosmos de su amado, con pasos silenciosos se acercó y lo abrazó, juntando su pecho con la espalda del peliceleste.
—No se supone que deberías estar acostado, dijiste que estabas muy mareado como para caminar, por eso te traje en mi espalda, cangrejo —expresó el guardián del décimo segundo templó.
—Mentí, solo quería que tú me llevarás —Llevo ambas manos hasta las caderas de contrarió e hizo pequeñas caricias sobre ellas, a la vez que besaba su cuello.
—Estás borracho, debes ir a dormir, no sabes lo que haces —Intentó alejar a Deathmask para que no continuará con lo que estaba haciendo.
—Sí estoy borracho, pero también se lo que estoy haciendo y lo que quiero hacer hoy para celebrar este día, florecita —Dejo un beso más en su cuello para después morder levemente la oreja de Afrodita, lo que hizo que el pisciano se sonrojara.
Luego, el poseedor de la armaduras de cáncer hizo que su compañero se girará y lo cargo en sus brazos para llevarlo hasta la habitación, al llegar lo dejo parado, dándole la espalda a la cama.
Deathmask beso los rosados labios de Afrodita, al tiempo que se disponían a ir quitándose poco a poco las prendas de ropa que cubrían sus cuerpos.
Al quedar ambos desnudos, el de Piscis se recostó en la cama, Cáncer se puso encima de él y volvió a besarlo, pero está vez con un poco más de intensidad. Su mano derecha acariciaba la entrada de su florecita, mientras que el contrario acariciaba con una de sus manos el miembro erecto de su pareja, ambos gemían entre besos.
Ninguno tenía experiencia en lo que estaban apunto de hacer, por lo que se dejaban guiar por sus instintos y por lo poco que habían leído en la biblioteca del santuario sobre este tipo de cosas.
Dejaron de besarse por falta de aire, Deathmask fue bajando dejando un pequeño caminó de besos en el cuerpo de Afrodita hasta llegar a la entrada, dónde con cuidado empezó a lamerla, mientras que él otro solo se estremecía de placer. Metió su lengua y simuló pequeñas estocadas, lo que hizo que el pequeño pez se estremeciera más y soltará gemidos de placer.
Tiempo después decidió empezar a abrir un poco más la entrada, por lo que llevo dos de sus dedos hasta su boca y los humedeció con saliva para después meterlos y empezar a simular que era un tijera, los abría y cerraba. Con su otra mano el peliazul tomó el miembro ya erecto de su amado pez y se lo metió a la boca para comenzar a chuparlo.
—D-deathmask, c-creo que m-me voy a c-correr —dijo Afrodita con la respiración agitada.
El mencionado simplemente aumento la velocidad con la que chupaba el pene de Afrodita hasta que este se corrió, sacó el miembro de su boca, tragó del semen y dejo un poco para luego ponerlo en la entrada de Afrodita como lubricante —No hay que desperdiciar ni un poco, Dita —dijo después de ello.
El pez no pudo evitar sonrojarse, ante esa reacción el cangrejo sonrió de lado y tomo su miembro erecto, colocó solo la punta dentro de la entrada de Afrodita —¿Estas listo? —cuestionó antes de continuar.
—S-sí, pero promete que no serás brusco —respondió con un notorio sonrojo en el rostro.
—Te lo prometo, Dita — Tras decir eso, Deathmask comenzó a meter su pene poco a poco dentro del mencionado. Las estocadas pronto empezaron, al principio fueron lentas para que el de piscis no sintiera tanto dolor.
Afrodita sentía como el grueso miembro del cangrejo entraba y salía de su entrada, afortunadamente estaba lo suficientemente humedecido en esa zona como para que el dolor fuera menos.
—M-más r-rapido —dijo entre gemidos. Deathmask volvió a sonreir, amaba la sensación de estar dentro de la persona que amaba, y el hecho de que le pidiera ir más rápido solo lo exitaba aún más.
—Tus deseos son órdenes —respindió tomando las caderas del peliceleste y empezando a penetrarlo con más rapidez. Afrodita llevó sus manos hasta su boca para tapar sus gemidos.
—No calles esos gemidos, déjame escucharlos, son música para mis oídos —expresó cáncer.
Piscis hizo caso y dejo que los gemidos continuarán saliendo de su boca, la sensación de sentir el pene de su pareja dentro de él lo estaba volviendo loco, quería seguir teniendo dentro, que siguiera penetrandolo toda la noche si era necesario.
El sonido de dos cuerpos chocando inundó todo el templo de piscis, gotas de sudor recorrian sus desnudos cuerpos, no les importaba a tener el corazón latiendo con rapidez pues el placer que experimentaban era mucho más importante.
—C-creo que m-me voy a c-correr otra v-vez —comunicó un sonrojado y jadeante pez.
—C-creo que y-yo también —Deathmask subió la velocidad, dió unas estocadas más antes de que ambos se corrieran juntos.
Deathmask saco su erecto pene lleno de su propio semen.
—Quiero más, dame más por favor — Afrodita hizo que Deathmask se acostará en la cama y luego se puso sobre el, tomo nuevamente el pene del cangrejo y lo metió suavemente en si entrada.
—Si es lo que quieres, entonces lo haremos hasta que estés satisfecho —tomo las caderas del pequeño pes e hizo que de un solo sentón entrara todo su pene.
Así continuaron toda la noche, entre gemidos de placer experimentaron diversas posiciones.
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