Milo abrió más los ojos con sorpresa por haber sido completamente ignorado por el rubio de ojos zafiros, vio como el caballero seguía haciendo las compras, segundos después el Escorpiano se decidió por ir y ayudar a su compañero.

Ambos continuaron con las compras.

Mientras en el Santuario, en el cuarto de vino, Mu y Camus permanecían pensando en que estarían haciendo sus parejas, en el fondo ambos sabían que ellos los amaban pero en ese momento los celos los empezaban a dominar, tan solo esperaban que pronto llegara la noche para poder juntarse nuevamente. -¿En que piensan tanto?- Preguntó Saga mirando al peliaguamarina y al pelilina. -¿En que Shaka y Milo están juntos y solos?- Añadió Shura oliendo un poco el vino.

Los guardianes de Aries y Acuario fruncieron el ceño al escuchar esas palabras, confirmando lo dicho por el Capricornio. -No deberían preocuparse por alguna infidelidad por parte de ellos, está más que claro que los aman.- Volvió a hablar el Caprino mirándolos a los ojos. - Ah, por cierto, Camus, ¿Cuándo dijiste que llegaría esa misteriosa persona?- Dijo el pelinegro esperando una respuesta por el mencionado.

-Esta noche o mañana.- Respondió sin mucha importancia. - La curiosidad de Saga y Mu provocó que ambos hicieran la misma pregunta al mismo tiempo. -¿Quién es?- Las mejillas de Aries y Géminis tuvieron un leve sonrojo. -Ya sabrán, por ahora terminemos esto rápido, no tengo planeado quedarme aquí mucho tiempo y permitir que el bicho este solo junto a la rubia por muy cercano a un dios que sea.- Comento volviendo a hacer su trabajo.

Por otra parte Aioros, Aioria, Shiriu, Seiya y Hyoga estaban limpiando la habitación donde se llevaría a cabo la fiesta, el polvo provocó que todos los presentes soltaran un estornudó. -Parece como si no limpiaran esta habitación desde la generación del maestro Dohko.- Comento el Leo limpiando una mesa. -Hablando del viejo maestro, ¿Saben dónde está?- Preguntó el portador de la armadura de dragón. -Creo que está con el patriarca revisando unos papeles.- Respondió Sagitario intentado contener la risa al ver cómo su hermanito hacía todo lo posible por limpiar sin ensuciarse.

-Bueno, espero que realmente esten revisando unos papeles y no estén haciendo otra cosa.- Hablo el Leonino, segundos después un sonrojo se apareció en sus mejillas debido a que se dió cuenta que lo que había dicho podría ser mal interpretado, cosa que si paso. -M-me refiero a que espero y no estén hablando sobre sus viejos tiempos o bebiendo.- Sugiero con tartamudeo.

Mientras que con Dohko y Shion se podía escuchar como el librano le decía ciertas cosas al antiguo caballero de Aries. -Shion, más, más, más duro.- El peliverde le hizo caso a su amorcito y empezó hacerlo más duro, intensificando el sonido de algo cochar. -¿No crees que ya es suficiente? Mira la pobre araña ya está bien muerta.- Dejo de pisar al animal y miro a Dohko. -Esta bien. - Respondió soltando un suspiro porque el animal ya no le haría daño a él o a Shion, el patriarca se sentó en la silla y continúo revisando esos papeles con misiones que recientemente había recibido.

-¿A quienes enviaras a la misión en Tokio?- Preguntó Dohko. -Planeo enviarte a tí y a Milo, ¿Que dices?- Dejo de mirar los papeles y lo miro a los ojos. -Por mí esta bien, podré molestarlo otra vez con la comida china.- Sonrió al recordar la vez que Milo no comió porque la comida eran alacranes. - Cambiando de tema, ¿Crees que Hades no planee un ataque al santuario durante la fiesta?- Tardó unos segundos antes de responder. -Tambien pienso que el podría hacer un ataque y le dije a la señorita Athena que deberíamos poner guardias, pero ella insistió en que no era necesario, igualmente debemos estar alerta.- Dohko asintió y se dispuso a seguir ayudando al ex caballo dorado.

En otra parte del santuario se podía ver al pescesito junto al cangrejo, Afrodita se encargaba de quitarle el veneno a su rosas y Deathmask era quien hacía pequeños ramos que después pondrían en las mesas o usarían Escorpió y Virgo para la decoración. -Viste lo celoso que se pusieron Mu y Camus cuando Athena envío a Milo y a Shaka solos a hacer las compras?- Hablo el peliceleste mientras quitaba el veneno de una bella rosa al tiempo que la cortaba. -Sí, lo noté, supongo que ellos creen que si se juntan les podrían ser infieles, sinceramente dudo de que algo así pasé.- Respondió el guardián del cuarto templo, acomodando bien un ramo.

-Yo también lo dudó, solo espero que ellos no tengan problemas o lleguen a terminar su relación solo por celos.- Agregó el protector del último templó.

En las calles de Rodorio se puede ver cómo un peliazul y un rubio continuaban con su misión. -Oye, ¿Ya le compraste un regalo a Mu?- Pregunto curioso el portador de la armaduras de Escorpió. -No, aún no lo hago, ¿Y tú ya le compraste algo a Camus?- Respondió ordenando las cosas que había comprado. -No, pero ahora iré a comprar algo que a él le guste.- Dejo las comprás aún lado del Virgo y se fue corriendo a ver qué le podría comprar para dárselo como regaló.

Se acercó a una pequeña tienda y con la mirada empezó a buscar algo, logró divisar un pequeño libro de color azúl marino. -Disculpe señorita, ¿Podría decirme de que habla ese libro?- La joven de cabello negro, piel clara y ojos verdes se sonrojo levemente al ver al hombre que había preguntado por el libro. - Es un libro informático sobre la cultura de diversos países como Rusia, Japón, la India, España, Brasil y otros países. - Era perfecto para Camus. -Me lo llevó, ¿podría envolverlo en papel de regalo?- La joven tomo el libro e inmediatamente lo envolvió en papel de regaló del mismo color del libro.

Milo desvío la mirada hacía unos palitos de incienso. -¿Podria decirme de que son esos palitos de incienso?- Hablo señalando los palitos.