Santuario de Athena

-decidido, tal como se acordó en la anterior reunion...Lia y Milo  ustedes dos iran a Siberia... -hablo el Patriarca a ambos mirandolos desde su silla, quienes mantenian una postura de respeto a su superior-

-¡si su eminencia!... -hablaron en conjunto-

-...otra cosa más... Lia, lleva ropa abrigadora que unos pajaritos me contaron que eres propensa al resfrío... -le miró sonriendo leve-  no quiero que una de mis mejores guerreras vuelva a enfermar

-... c-claro señor... como usted ordene... -sonrío leve mirando al Patriarca de cabellos verdes- no volvera a suceder... "claro...muy seguido" -pensó-

-bien... pueden retirarse... -en eso ambos asintieron poniendose de pie y saliendo de la sala Patriarcal-

Narra Milo

-creo que notó tú último resfrío...que duró aproximadamente una semana mi amor... -le sonreí revolviendole los cabellos con cariño-

-jajaja no puedo creer que lo haya notado cariño... -sonrío acomodandose el cabello- pero mas chistoso es que pide que me cuide y nos manda a un lugar frio...

-bueno... pero sólo es por un día...pasaremos una noche en el lugar -comente bajando los escalones junto a ella mientras la tomaba de la mano- llevate ropa abrigadora...

-... si, pero aún asi me helaré -comentó mirandolo mientras se apoya en su hombro-

-esbose una leve sonrisa- conmigo no te helaras... -le miré y le bese la frente- salimos mañana al alba asi ganamos tiempo...

-... eso más... jajajaja... -solto una risita tipica de ella mientras miraba las estrellas del cielo- bueno, como estare contigo capaz el día pase muy rapido, no es justo exijo más días...

- jajaja...aprovecharemos estar sólo los dos mi amor... -le sonreí picaro-

- que ideas tendras cariño, esa carita te delata... -sonrío de igual manera-

- ¡muchas! Jajaja... -rei un poco mientras bajamos al templo de escorpio para preparnos ya que partiriamos al alba, tenia planeado terminar nuestra mision de manera rápida y pasar tiempo juntos en aquel lugar-

Al día siguiente antes que los rayos del sol salga, la claridad apenas se hacia presente escuchando el trino de algunas aves que comenzaban a anunciar el nuevo día.

Narra Lia

-bostesé mirando el cielo, con un gran abrigo en mano, la armadura estaba dentro de la caja recargada en mi espalda y otras cosas más personales- uff... que sueño tengo...

-buenos días Lia... me ganaste en despertar... -apareció Milo listo para emprender el viaje, se acerco a su amada y le dío un corto beso en los labios-

-...buenos días Milo... -sonreí leve despues de corresponder aquel beso que me dio mi amado- y si te gane...porque si no me levantaba, era seguro que me dormia y no cumpliriamos la hora que acordamos para salir...

-esbozo una sonrisa ante el comentario de Lia- como si no te conociera, se nota que te gusta dormir y no madrugar... -mira el cielo observando cómo algunas aves volaban- bueno ¿nos vamos?...

-...claro que si!... estoy lista para comenzar la mision... ojala no me enferme -comienzo a reir un poco encendiendo levemente mi cosmos-

-...ya te dije si te enfermas yo estare ahi para cuidarte... como la otra vez...-enciende su cosmos levemente mientras le sonrié-

-...jajaja yo igual quiero cuidarte como aquella vez que te lastimaste por tus entrenamientos extremos... -le sonreí, recordando cuando se lastimo por su entrenamiento con Dita, claro que igual pero con descando se recuperaron-

-...bien vamonos... -este la miro decidido-

En eso dos destellos de luz se perdieron por el horizonte en direccion a Siberia donde sería la misión.

Siberia, un lugar donde el invierno es muy grudo y sus habitantes viven en casas cálidas y abrigadoras, aprendieron a vivir con el frío extremo, tanto los que viven en pueblo como alejados de estos en pequeños clanes nómadas.

Una vez llegando, ambos se encuentran a pie de una colina, mirando el gran paisaje blanco que ofrecía el lugar. Lia llevaba puesto un gran abrigo que le cubria hasta la rodilla, coloco si cabello a un costado y se coloco el gorro de dicho abrigo y unos guantes muy grueso.  Milo de igual manera, con un gran abrigo y guantes pero sin el gorro; ambos ahi contemplaron el paisaje por unos minutos para despues despedirse porque tenian que dividirse, Lia hacia el sur y Milo al este.

En la tarde noche en Siberia

Narra Milo

Llegue apresuradamente a la misma colina donde quedamos en que nos reuniriamos despues de explorar los lugares que nos toco supervisar, note que Lia que no habia llegado aún, bueno supuse que ya llegaría, sólo debo esperar, me senté en una roca mirando hacia el horizonte, aquel paisaje blanco era muy lindo, a pesar del frio tenía ese paisaje una belleza peculiar.

-...¿quie soy?... -una voz femenina se escucho detras de él-

-unas manos con guantes cubrieron mis ojos de manera delicada, pero la voz de mi amada era reconocible, sonrei leve-... eres tú Lia... aunque hayan miles armando alboroto, tu dulce voz seria reconocible para mí sea cual sea la circunstancia...

- me gusta saber eso mi amor... -sonrío y retiró sus manos de los ojos y lo abrazo por detrás, pasando sus brazos por su cuello apegándolo hacia ella, recostando su rostro en su hombro besando su mejilla- y... ¿cómo te fue?

-...todo bien y tranquilo, sin ningun problema...sólo te extrañe a ti -sonreí de lado, sintiendo la calidez de su abrazo y retiré uno de mis guantes para poder acariciarle la mejilla, sentí que estaba helado, la brisa del lugar estaba muy fría-

Narra Lia

- sentí el su cálida mano sobre mi rostro helado por aquella brisa, lo abrace con un poco de fuerza mientras le sonreía- yo igual te extrañe mucho, pero igual me fue todo bien...

- me alegra escuchar eso linda... bueno ya anochecera, y el frio aumentará, que te parece si vamos a un lugar para pasar la noche, antes de venir hise una reservacion en una cabaña muy pintoresca... -comentó mientras de ponía de pie separandose del abrazo de su amanada para tomarla de la mano-

- ¿en serio?... me alegra saber que pasaremos la noche aquí, en un lugar cálido...porque ya me estoy helando, ya no siento mis mejillas... bueno las sentí cuando me acariaste con tus cálidas manos -le sonreí mientras él comenzo a caminar guiandome por donde pasariamos esa fria noche-

-...si precisamente por ello decidí quedarnos aqui, mañana regresaremos al Santuario cuando las temperaturas no esten tan bajas... -comento metiendo su mano junto a la de ella al bolsillo de su abrigo apegandola mas a él para transmitirle calor-

-si...despues de tomar un poco de chocolate caliente como desayuno o café...-comente apegandome más a él mientras caminabamos en direccion a la cabaña-

A la distancia después de caminar unos minutos, se logra apreciar una pequeña cabaña, en medio de la nieble, suficiente como para pasar una noche.

-wauuu es muy linda... -comente acercandome junto a Milo a la cabaña- no pense que habria lugares asi, la nieve casi lo oculta...

- si...pero hay lugares así para poder descansar comodamente -comento buscando las llaves de la cabaña-

-primero lo primero... quieres tomar ¿café? Yo si...para calentar el cuerpo... -cometé mientras veía que abría la puerta y un aire cálido salió de adentro, la chimenea había atemperado el lugar-

-claro que sí...lo que gustes preparar... -sonrío entrando junto a su amada a la cabaña y cerrando la puerta para que el calor que habia dentro no salga-

-bien... ire a traer dos tazas de café... -deje mis cosas casi en la entrada, me quite el abrigo, ya no hacía falta, dentro del lugar estaba cálido dejandolo en un sillón y camine a la cocina-

Narra Milo

Vi como mi amada se fue a la cocina por un poco de bebida caliente, me quite el abrigo y lo deje en el sillon, las cosas que trajimos y las armaduras las meti más al centro de la cabaña, realmente el lugar era pequeño, pero muy lindo, camine hacia la ventana y me apoye en el umbral de este viendo hacia afuera.

-con cuantas cucharillas de ¿azucar?... -pregunto desde la cocina-

-con tres por favor... -conteste voltenando un poco para luego volver a mirar a través de la ventana lo maravilloso que estaba el cielo-

- bueno...aqui tienes, como te gusta... -se acerco con las tazas de café- yo tomo con cuatro cucharillas de azucar... -comento divertida-

- recibi la taza de café- gracias linda... -sonreí leve-

-... pasa algo ¿Milo?... -pregunto curiosa-

- nada malo, no te preocupes, sólo que recorde que esta es la tercera vez que vengo de misión a Siberia... sólo que hay diferencias... -le sonreí leve-

- ¿en serio?... y cuando fueron esas otras dos veces... -pregunto mientras tomaba un poco del café-

- antes que llegues al Santuario... venía aquí, cumplia la misión y regresaba, no tenía lugar para admirar la belleza del lugar -deje la taza de café en una mesita cerca de la ventana y retiré de las manos Lia taza que sostenía dejandola junto a la mía- mira esto... -la mire y la tome de la cintura apegandola a mí y hacia la ventana- mira lo bello que es el cielo...

-wauuu... es hermoso, es la primera vez que veo algo como esto... -contemplo asombrada el cielo al ver tal belleza a traves de la ventana-

-yo las veía al irme, esas son la auroras boralis, pero ahora yo quería verlas contigo, aquí juntos los dos... -sonreí con ternura mirandola apregandome más a ella-

-...es realmente hermoso, gracias por pensar en mí y hacerme conocer bellezas naturales como estas... -sonrío feliz apegandose más a él pasando sus brazos por su cuello con delicadeza tocando su cabello azulado- te amo mucho...

- yo igual te amo mucho y gracias a ti por acompañarme en esta misión... -sonreí pasando mi mano por su mejilla y sus cabellos negros-

-... ire a donde tú vayas, yo estare contigo -sonrío-

-... me ganaste la frase -le sonreí mirando sus ojos- yo igual ire contigo a donde tú vayas... es una promesa...

- yo igual lo prometo...

No me resistí más y uni mis labios con los suyos, sintiendo su calidez y el amor que ella me trasmitía en aquel beso que se torno apasionado, la abraze de la cintura atrayendola a mi aferrandome a mi amada

Narra Lia

Por sus labios sentí cuanto me amaba, correspondí aquel beso que se torno apasionado y demandante, me aferre a mi amado saboreando esos labios que me demandaban seguir besandolo, con mucho gusto le satisfacía a él como yo misma de él, la falta de aire se hiso presente y nos tuvimos que separar, me quede mirandolo a los ojos mientras regulaba mi respiración, con una leve sonrisa

-...esta noche éste hermoso cielo es el testigo de cuanto nos amamos... -hablo con la respiracion un poco entrecortada-

- lo abrace con cariño recostando mi cabeza y rostro en su pecho sintiendo como su corazón latía un poco acelerado en ese momento sentí sus brazos cubrirme en un abrazo sopreprotector - ...no solo de nuestro amor sino también un futuro juntos...

-tienes razon...de un futuro juntos... -sonrío besando su frente-

Y ambos se quedaron viendo a través de la ventana aquel cielo adornado por las auroras  borealis, siendo testigo del amor  que ambos sentian.

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Aqui el día tres!...wau me tarde en actualizar...pero comprendan que la tesis toma tiempo, pero aún asi busco el tiempo para escribir, espero que les haya gustado hoy si me inspire mucho jajaja les quiero a todos y cuidence ya ire actializando las otras historias que tengo.

Un fuerte y cálido abrazo a todos.
Con cariño...
Lia🌹