Música recomendada para la pelea:
https://youtu.be/-3fSpUbx8yQ
Ambos guerreros estaban frente a frente, uno en posición de guardia mirando desafiante a su rival y el otro con una mirada despectiva, con el báculo de Sailor Plut en una de sus manos.
El del paliacate rojo corrió rápidamente hacia Rubeus y comenzó a lanzarle puñetazos y patadas, pero el de cabello rojo los esquivó todos evidenciando que era bastante ágil, para a continuación contraatacar a Ralf lanzándole golpes y patadas. Pero el militar del escuadrón Marte esquivaba la mayoría de los ataques de Rubeus y los que no, se los cubría con ambos brazos.
Mientras se agachaba para evitar una patada del guerrero de Black Moon, Ralf aprovechó para conectar un puñetazo en el mentón de su enemigo y de un rápido movimiento sujetarlo de sus pies y pecho, sin perder tiempo lo lanzó hacia arriba gracias a la fuerza de sus brazos. El cuerpo de Rubeus impactó contra el techo para caer sobre los brazos y hombros de Ralf, cuando esto sucedió él usando su fuerza envió al de cabello rojo de cabeza al suelo.
El de chaleco marrón rodó rápidamente en el piso para esquivar un puñetazo de su adversario y sin perder tiempo se puso de pie, se alejó un poco flotando en el aire y comenzó a reírse.
- Je je, sabía que solo con eso no podías caer derrotado - dijo el militar con su puño derecho y rodilla izquierda apoyados en el suelo
- Nada mal, un humano normal hubiera terminado con la columna quebrada y con serias lesiones en la cabeza ante ese movimiento, pero yo ya superé mi humanidad - respondió Rubeus riendo
- Ok, veamos que más tienes imbécil - contestó Ralf con una sonrisa burlona en el rostro
Sin perder tiempo, el del paliacate rojo saltó hacia su oponente con ambas piernas extendidas hacia adelante con la intención de conectar una patada, pero su enemigo ágilmente la esquivó y contraatacó con un par de golpes y patadas que no alcanzaron a ser cubiertos por Ralf, quien luego de recibir los ataques salió disparado hacia una de las paredes chocando de espalda contra la misma.
- Tienes una fuerza increíble pero se necesita más que eso para vencerme, cosa que dudo que logres - comentó Ralf poniéndose rápidamente de pie y chocando ambos puños entre si
- Ten la seguridad de que te enviaré a la tumba, ahora yo soy un híbrido hombre-terminator, no tienes la menor chance de derrotarme - aseguró Rubeus agitando el báculo de Plut
- Excelente, podré hacer chatarra de una máquina con mis propias manos, ya verás que no me gané el apodo de "The One-Men Army" por nada - respondió el del paliacate rojo sonriendo
De esta manera continuaron el combate intercambiando puñetazos entre sí, en un momento determinado Ralf lanzó una patada en dirección a la cabeza de su adversario, pero éste logró evitarla y con ambas manos agarró la pierna para a continuación revolearlo y arrojarlo contra el piso como si fuera un costal.
El militar se puso de pie enfurecido pero algo mareado ya que había sentido el impacto y estaba comprobando que lo que había dicho Rubeus no era mentira.
- Se nota que este tipo tiene implantes cibernéticos, si recibo de lleno sus ataques soy hombre muerto - pensó Ralf para sí - ¡Muy bien, ya fueron suficientes tonterías! - exclamó decididamente el hombre
- Jaja cierto pero eres un intruso, debes saber que no tengo piedad con nada ni con nadie - fue la respuesta del de cabello rojo
- No perderé más tiempo bromeando contigo, tengo algo mucho más importante que hacer - contestó el del paliacate rojo
Sin más palabras Rubeus voló hacia Ralf y lanzó un puñetazo que fue esquivado por su adversario, como consecuencia de eso el golpe pegó en la pared, haciendo un hueco de tamaño mediano en la misma, pero a pesar de eso el guerrero de Black Moon no mostró dolor en la mano.
El militar del escuadrón Marte tomó con ambas manos, del hombro y de una de las piernas a Rubeus, lo levantó rotándolo hasta dejarlo cabeza abajo y así lo echó contra el suelo con fuerza.
Sin perder tiempo el de pelo rojizo se puso de pie sobándose el cuello y corrió hacia su enemigo, quien lo recibió evitando su puñetazo y agarrándolo del brazo para lanzarlo contra la pared con un movimiento de su cuerpo. Ese momento fue aprovechado por Ralf para acercarse y darle a Rubeus un golpe tras otro antes de que pudiera pararse, dando en total de cuatro puñetazos con cada mano, se notaba además que los puños del militar de paliacate rojo estaban encendidos en llamas, creando de esa manera leves quemaduras sobre los brazos, torso y rostro del guerrero de Black Moon.
Sin embargo Rubeus reaccionó tirando una patada que impactó en el pecho de Ralf, logrando de esa manera quitárselo de encima, a continuación intentó pisar la cabeza de su enemigo que estaba en el suelo pero éste rodó rápido por el suelo y se puso de pie.
Pero el de cabello rojo no le dio tiempo para reaccionar, rodeó a Ralf por la cintura con ambos brazos y sin soltarlo pegó un salto hacia atrás para que la espalda y el cuello del militar choquen contra el piso, antes de que éste pudiera levantarse, Rubeus lo golpeó en la cara con el báculo de Plut provocando que el cuerpo de su adversario saliera disparado y fuera a dar contra la pared. No conformándose con eso, tomó al hombre del paliacate rojo de uno de los hombros y de una pierna para levantarlo cabeza abajo y lanzarlo al suelo con fuerza.
A continuación, Rubeus soltó el báculo y metió la cabeza del rival bajo su axila, aprovechando que estaba levantándose, lo levantó sobre sus hombros de modo que el cuerpo de su oponente estaba orientado hacia abajo con su cuello curvado y descansando sobre el hombro del guerrero de Black Moon. Entonces éste, agarrando sus piernas, se dejó caer hacia atrás para que el hombro del militar choque contra el piso y su cabeza impacte entre el hombro y el suelo.
Con el castigo recibido, Ralf evidenció sangre saliendo de la boca y la nariz pero aun así se puso de pie, logrando bloquear una patada de Rubeus con sus brazos, pero por la fuerza del impacto igual fue a dar contra la pared de nuevo. Eso no le impidió evitar un puñetazo de su enemigo que hizo otro hueco en el muro al chocar la mano contra el mismo.
- Este bastardo es duro de verdad, pero aun así tengo que vencerlo si quiero llegar hasta Rei - pensó el militar - ¡Ven maldito, cabeza de escoba! - gritó Ralf con rabia
Rubeus gritó con rabia y se arrojó sobre su rival, pero éste logró agarrarlo de un brazo y lanzarlo contra el piso, a continuación recibió en el abdomen, numerosos puñetazos envueltos en llamas por parte de Ralf quien prosiguió con una fuerte patada que pegó de lleno en la cabeza, ahora era la boca del guerrero de Black Moon la que evidenciaba sangre.
Mientras el de cabello rojo se ponía de pie, Ralf inclinó su cuerpo hacia abajo como si fuera un toro, así corrió hacia su adversario para embestirlo de la misma manera que un toro lo hacía ante el torero, para al final enviar a Rubeus dos metros hacia arriba sobre el aire, por la fuerza del impacto. De esa manera, el del paliacate rojo saltó hacia donde caía el de Black Moon con sus piernas extendidas hacia adelante, logrando conectar una patada en la espalda del villano antes que su cuerpo llegara al suelo, enviándolo de boca contra la pared.
- Has demostrado ser un hombre muy fuerte... ¡Pero se acabó, ahora te destruiré! - exclamó el de cabello rojo rabiosamente mientras se levantaba, quien tenía sangre en su boca y nariz
El de Black Moon extendió los brazos y comenzó a levitar de nuevo, rápidamente disparó de los mismos una energía de rayos color verde, que fue esquivada por Ralf gracias a un salto lateral. Ante esto Rubeus repitió su ataque una y otra vez, pero su adversario los evitaba saltando y rodando por el suelo.
- ¡Serás muy fuerte físicamente pero no tienes magia a larga distancia y yo sí, estas acabado! ¿¡Hasta cuando podrás esquivar mis ataques!? - dijo el de pelo rojizo riendo malévolamente
De esa manera, el de chaleco marrón no daba ninguna tregua y sin detenerse continuaba atacando con sus poderes mientras que Ralf se las arreglaba para evitar los ataques, hasta que al ver un pequeño grupo de barriles cerca del sector que estaba justo debajo de donde flotaba Rubeus, se le ocurrió una idea.
El militar del escuadrón Marte no sabía qué era lo que contenían esos recipientes pero la etiqueta de "Inflamable" en uno de ellos le sugería un buen método para derribar al enemigo, corría él también un riesgo ya que la explosión que produciría podía derrumbar el pasillo y ya no podría rescatar a su mujer, pero no había otra manera factible de hacer bajar al suelo a Rubeus...
Así que Ralf decidió jugársela y mientras esquivaba los rayos verdes, se acercó a su arma que estaba en el suelo y la tomó. Agachado apuntó hacia los barriles pero justo cuando iba a disparar, un rayo de Rubeus impactó de lleno en su pecho lo que provocó que su cuerpo saliera disparado hacia atrás y cayera boca arriba al piso, pero aun así apretó fuertemente la mano que sostenía el arma para no soltarla ya que sabía que si se le caía ya no podría volver a agarrarla.
- ¡Ughhh... maldito... infeliz! - balbuceó dolorido el hombre con una sensación de quemazón en el torso, efectivamente tenía gran parte de su chaleco antibalas roto y quemado además de heridas en el pecho.
El de cabello rojo reía en señal de triunfo pensando que ya tenía ganada la pelea al ver a su oponente aturdido poniéndose de pie trabajosamente.
- ¿Hacia dónde apuntabas? ¿¡Cuando ibas a acabar conmigo!? - preguntó el guerrero de Black Moon mofándose de Ralf
- No te apuntaba a ti, gran idiota... y con respecto a tu segunda pregunta, ¡Ahora! - exclamó el del paliacate rojo
El militar disparó la ametralladora directo hacia el barril con la marca de "Inflamable" e inmediatamente se produjo una explosión que logró desestabilizar a Rubeus y que su cuerpo recorriera varios metros hacia el lado donde él estaba antes de caer al suelo. Pero él también había sido impulsado hacia atrás por la onda expansiva, dando una vuelta con su cuerpo para quedar boca abajo en el suelo.
Unos pocos segundos después, Ralf se levantó trabajosamente ya que estaba dolorido y contempló el pasillo, había escombros frente a sí pero por suerte no se había derrumbado totalmente y aparte, el fondo del pasillo no sufrió daños considerables por lo que podía pasar perfectamente y llegar hasta donde estaba Rei.
- Al parecer el material del que está hecho este lugar es bastante resistente a una explosión como esta - pensaba el militar para sí
Frente suyo, Rubeus se ponía de pie y evidenciaba sangre en los brazos y rostro, además de una expresión de furia en el mismo.
Viendo eso, Ralf levantó uno de sus puños cerrados creando sobre éste un destello de fuego y a continuación corrió velozmente hacia su rival para taclearlo y postrarlo sobre el suelo, con sus dos manos cerradas comenzó a darle un golpe tras otro hasta completar cinco con cada puño, al final con su mano derecha dio un último gran puñetazo al guerrero de Black Moon, logrando con dicho golpe levantarlo del suelo varios centímetros.
Rubeus se puso de pie luego de algunos segundos pero no tuvo tiempo de reaccionar ya que el hombre de paliacate rojo corrió una vez más hacia él mientras concentraba su fuerza sobre sus manos. Rápidamente lanzó un primer golpe sobre el cuerpo de su enemigo, seguido de varios sucesivamente y debido a la velocidad con que los daba, parecía que la mano con la cual golpeaba fuera más de una, impactando de esa forma al de Black Moon más de diez veces seguidas para a continuación rematarlo con un súper puñetazo el cual lo envió hacia arriba volando para después caer pesadamente al suelo.
El guerrero de pelo rojo se puso de pie con algo de dificultad con una mezcla de dolor y rabia, evidenciando estar bastante ensangrentado por los dos ataques especiales recibidos, aun así se rió descaradamente.
- Me sorprende que te pongas de pie y te rías después de molerte a puñetazos, gusano - dijo Ralf mientras jadeaba dolorido
- Pegas como un tanque... pero puedo aguantar todo lo que tengas... ¡Ya te dije que soy un terminator! ¡Te aniquilaré! - gritó el guerrero de ojos rojizos
- Veremos si aguantas mi técnica más poderosa, ¡Este será tu fin! - respondió el del paliacate rojo rabiosamente
El sujeto con la media luna negra en su frente extendió los brazos y concentro energía de color verde en los mismos al mismo tiempo que Ralf se inclinó un poco dándole así la espalda girando sobre su cuerpo, mientras concentraba toda la fuerza que le quedaba sobre el mismo. Las esferas verdes aumentaban de tamaño en los puños de Rubeus mientras que el poder concentrado color fuego, comenzaba a cubrir el cuerpo del hombre de paliacate rojo.
- ¡Hasta nunca, basura! - exclamó rabiosamente el de cabello rojo mientras extendía los brazos hacia adelante para disparar su poder
- ¡Galáctica Phantom! - gritó Ralf el nombre de su técnica
Ambos contendientes estaban separados por unos pocos metros, el guerrero de Black Moon disparó sus rayos verdes pero el militar del escuadrón Marte ya había salido disparado hacia él a una velocidad increíble, Ralf recibió algo de la magia verde en su torso mientras que el resto pasó a sus costados e igualmente golpeó fuertemente con su brazo derecho a Rubeus, quien se vio encendido en llamas saliendo disparado hacia atrás para chocar contra la pared y romper lo que quedaba de la misma formando un gran boquete, por la fuerza del impacto parte del techo del sector se derrumbó, cubriendo el lugar donde se encontraba el cuerpo de quien se encontraba allí.
Ralf sentía las piernas flojas pero igual se alejó unos pasos para evitar que algún escombro lo golpeara.
- Burn in hell for ever...(quémate en el infierno para siempre) - murmuró en su lengua materna el hombre del paliacate rojo en referencia a Rubeus - Me has hecho perder un tiempo valioso - agregó con una pequeña sonrisa
El hombre de la Unidad Marte estaba de rodillas en el suelo jadeando con el cuerpo entumecido y dolorido por haber usado toda su fuerza y por haber recibido parte del poder de la técnica de su enemigo, Ralf sabía que si hubiera tardado unos instantes de más en ejecutar su Movimiento Especial, habría recibido de lleno el ataque en cuyo caso hubiera muerto... en lugar de eso tenía el pecho con quemaduras y heridas abiertas sangrantes, eso dolía pero él podía aguantarlo perfectamente.
El del paliacate rojo se puso de pie con dificultad y agarró de nuevo su arma, buscó con su vista en el piso el Báculo del Tiempo de Sailor Plut y lo tomó también cuando lo encontró, al mirarlo se fijó en algo que ya había notado cuando dicho objeto estaba en manos de Rubeus: faltaba la Esfera Granate de la parte superior.
Razonando en eso y deseando que su esposa estuviera aún con vida, Ralf se abrió paso entre los escombros de la zona y continuó camino como pudo, hacia el fondo del pasillo.
Mientras tanto, Nataku miraba lo que estaba pasando a través de las pantallas al mismo tiempo que el Gran Sabio se reía de una forma perversa.
- Es inútil que te resistas, muy pronto harás lo que se te programó y le diremos adiós a la reputación de la buena Neo Reina Serenity luego de que Zafiro acabe con ella - aseguró el encapuchado
- Parece que a tu amigo de cabello rojo le patearon el trasero, no están resultando las cosas como tú esperabas - respondió el de cabello plateado mofándose del villano
- ¡Eso lo veremos, ellos no saldrán con vida de aquí eso te lo aseguro! - respondió Wiseman alzando la voz
- ¡Yo no seré tu esclavo, pienso ayudarlos a cumplir con lo que vinieron a hacer! - exclamó el de ojos dorados con rabia
- No podrás salvar a ninguno de los tres, ¡Que obstinado eres! - dijo el tétrico encapuchado desde la pantalla central
- Ya veremos si puedo o no... - contestó Nataku
Entonces el de cabello plata agarró el banquillo en donde estaba sentado y lo arrojó con furia contra el monitor en donde se proyectaba la imagen del Gran Sabio, quebrándola en pedazos.
Rápidamente salió corriendo por donde había llegado hasta que llegó a la puerta del ascensor, lo tomó y descendió hasta la planta baja, a continuación avanzó por una gran sala que tenía varios aparatos idénticos a los que se usaban en los hospitales para hacer tomografías computadas, o sea a los tomógrafos computarizados con los que se hacían los escáneres.
En una de las camillas estaba el cuerpo de un soldado de la Resistencia sedado o muerto, que vestía pantalones negros, botas y chaleco antibalas del mismo color, Nataku lo vio y decidió que le venía bien para cambiarse de ropa ya que aun tenía puesta la bata, así que se acercó rápidamente para sacarle las ropas.
Mientras tanto James Colt estaba aún encerrado en su celda, golpeando la puesta de la misma y mirando por la ventanilla al mismo tiempo que gritaba por ayuda, pero no había quedado ninguna persona cerca ya.
Una expresión de miedo se apoderó de su rostro al ver que algo se acercaba al lugar en donde se encontraba él porque ese algo no era humano, se trataba de un T-600 fuertemente armado.
El joven rubio retrocedió para alejarse de la puerta cuando el terminator se aproximó a su celda y asustado vio cómo abría la puerta y entraba...
Música recomendada para la siguiente escena:
https://youtu.be/YhGrgfjVYfU
En otro sector del área de celdas, Sailor Cosmos y Zafiro estaban frente a frente y mientras la primera estaba en posición de guardia sosteniendo su báculo con ambas manos, el segundo flotaba mientras una energía color morado rodeaba su cuerpo.
- Se acabó todo para ti Neo Serenity, me encargaré ahora mismo de matarte a golpes - desafió quien tenía la media luna negra en la frente
- Los bocones son los primeros en caer, tendré que darte una lección... no tengo tiempo que perder- respondió la de peinado odango sin intimidarse
Dicho esto, Cosmos sostuvo su cetro con su mano derecha y apoyó la punta de abajo en el suelo, a continuación giro a su izquierda e hizo una pose y después lo mismo pero para su derecha, rápidamente se puso de frente a Zafiro sosteniendo el cetro de nuevo con ambas manos para después girarlo con las mismas y alzarlo hacia arriba, el extremo superior del báculo ya se había iluminado con una energía entre blanca y amarilla.
- ¡Por el poder del Cristal de la Luna Plateada! - exclamó la Reina
Inmediatamente el brillo del cetro se convirtió en un haz de luz que se dirigió rápido hacia Zafiro, pero éste se elevó más cerca del techo y el ataque de Sailor Cosmos pasó por debajo de él destruyendo parte de la zona.
- Maldición, no logré darle - se quejó la Senshi al ver que su técnica había sido evitada
Cuando Cosmos quiso reaccionar ya tenía a Zafiro encima, quien le lanzó una patada que dio en su cabeza lo que provocó que saliera impulsada hacia el muro de su izquierda y que chocara contra el mismo de frente para caer boca arriba en el piso.
Antes de que la soberana pudiera ponerse de pie y volviera a tomar el cetro que se le había caído, el guerrero de Black Moon ya estaba encima de ella apretando su garganta con ambas manos.
- ¿¡Querías darme una lección verdad!? ¿¡Ibas a enseñarme!? Tienes razón, esto será rápido pero serás tú quien terminará acabada - gritó Zafiro con rabia mofándose de la Senshi
- Me... parece... que... cantas... victoria muy... pronto... - balbuceó Neo Serenity mientras tosía y forcejeaba con ambas manos intentando sacar de su cuello las manos de Zafiro
Los ojos de la mujer estaban ya enrojecidos y lagrimosos, le faltaba aire poco a poco, mientras que el de cabello negro continuaba apretando su cuello cada vez con más fuerza y furia, Sailor Cosmos debía hacer algo rápido...
Ralf había llegado al fondo del pasillo y ya había recuperado algo de fuerza, contempló la puerta frente a si... detrás de ella estaba Rei, al fin llegaba, finalmente la encontraba después de tanto tiempo de búsqueda y angustia.
El de cabello castaño oscuro sentía su corazón latir con fuerza de la emoción, igualmente en ese momento recordó lo que le había dicho Michiru: "...solo venía a decirte que tengas mucho cuidado y más aun cuando logres llegar hasta Rei" y además su hermana le había dicho que ella había visto en su Espejo de Aguas Profundas, que él moriría protegiendo a Rei. Entonces, recorrió atentamente con su vista el sector del pasillo en donde se encontraba, hasta que a su derecha notó que una parte de la pared era de un color ligeramente más claro que el resto de la misma.
El militar de paliacate rojo intuyó qué era lo que significaba eso y sin perder tiempo, sacó de su cintura un explosivo C4 y fue a colocarlo en el piso cerca de dicho sector del muro.
Una vez que terminó de preparar el explosivo y de asegurarse de tener aún el detonador en su cinturón, se dirigió al panel a un costado de la puerta de la celda y accionó un botón que hizo que la misma comenzara a abrirse.
Cuando la entrada estuvo ya abierta, Ralf entró corriendo a la oscura sala y vio el gabinete de cristal transparente que contenía el cuerpo de la Sailor del Fuego.
La expectativa y la emoción aumentaron en él, allí estaba ella sedada y el movimiento del pecho evidenciaba que estaba con vida. Entonces el hombre apoyó su arma y el báculo de Plut en el suelo, con ambas manos intentó abrir la tapa superior del gabinete pero por más fuerza que hizo no pudo ni moverla.
- ¡Aarrgh... maldición! Debo de necesitar un código para poder abrir esta tapa - protestó Ralf notando el pequeño panel con botonera en el costado derecho del gabinete - En fin, abrirla a tiros no me conviene porque corro riesgo de herir a Rei, así que tendré que hacerlo a puñetazos - agregó el del paliacate rojo
De esta manera, Ralf comenzó a dar numerosos puñetazos a la tapa hasta que logró quebrarla y luego de quitar los trozos de cristal sueltos, tomó el cuerpo de su mujer y lo saco de allí para luego apoyarlo en el suelo.
- Rei, cariño... ¿puedes oírme?, responde por favor - dijo el de cabello castaño oscuro mientras pasaba un brazo por la espalda de ella y con la otra mano acariciaba la frente de la mujer
El continuó hablándole a su esposa para que volviera en sí pero ella seguía sedada, la abrazaba contra su pecho y besaba su cabeza pero no despertaba, no perdía las esperanzas porque sabía que una vez que pasara el efecto despertaría y además, sentía la respiración de la chica.
El hombre contemplaba el rostro de su mujer, su belleza no dejaba de ser admirable a pesar de estar dormida y sus cabellos se sentían suaves al tacto, observó su cuerpo el cual evidenciaba leves cicatrices en las piernas y brazos lo que indicaba que había sido lastimada y que las heridas cicatrizaron, aun así eso no disminuía su hermosura.
- Se atrevieron a lastimarte, los haré pagar... - murmuró el del paliacate rojo sintiéndose indignado - ¿Pero qué demonios? - se preguntó desconcertado al ver que Rei perdía su transformación y volvía a aparecer su uniforme de miko
Igualmente él continuó intentando reanimarla y así pasaron unos cuantos minutos hasta que decidió acercar sus labios a los de su mujer, dándole así un tierno beso en la boca.
Cuando hizo eso, los párpados de Rei comenzaron a moverse y sus ojos a abrirse, las pupilas castañas de Ralf y las púrpuras de Rei se encontraban una con otra e inmediatamente una gran alegría se apoderó de ambos.
- ¡Rei, mi vida! - exclamó el de cabello castaño oscuro con lágrimas en los ojos
- ¡Ralf, mi amor! - dijo ella con el mismo tono de voz, también con los ojos lagrimosos
Acto seguido, ambos se abrazaron fuertemente y se dieron un largo, apasionado y anhelado beso en la boca. Parecía que el alma les había vuelto al cuerpo a ellos, ese contacto después de tanto tiempo de incertidumbre, angustia y sufrimiento era algo que necesitaban, representaba lo mismo que encontrar agua representaba para alguien perdido en medio de un caliente desierto después de días sin una gota de liquido.
Luego de continuar besándose un rato más, ambos se miraron con amor.
- Viniste mi amor, que alegría me da verte aquí - dijo Rei sonriente
- ¿Cómo no iba a hacerlo? Te busqué por todo el país, no iba a rendirme hasta encontrarte - respondió Ralf
- Oh gran kami, ¿Qué te pasó en el torso? - preguntó la de cabello negro notando las quemaduras y heridas de su esposo
- Puedo aguantarlo, en el camino me encontré con Rubeus y tuve que pasar sobre él para llegar hasta aquí - contestó el del paliacate rojo - También he notado las cicatrices de tus piernas y brazos antes de que te des-transformaras, ¿Te lastimaron? - preguntó además
- Bueno, me torturaron para sacarme información pero no les dije ni una sola palabra, quiero que veas esto - respondió Rei e inmediatamente se puso de pie y de espaldas frente a Ralf
De esta manera, la chica se abrió y se bajó la parte superior de su uniforme, a continuación agarró su cascada de cabello y se la volcó hacia su pecho para que quede su espalda al descubierto y poder enseñársela a su esposo.
- Cielos... estas son... - dijo Ralf sorprendido mientras pasaba sus dedos por las cicatrices que se distribuían por toda la superficie de la piel de la espalda de ella
- Si, son quemaduras cicatrizadas... tal como te dije, me torturaron para hacerme hablar pero jamás revelé nada - respondió la senshi - Pero si no me mataron en todo este tiempo es porque me necesitan viva para crear la apariencia del nuevo terminator - continuó diciendo Rei
- Malditos bastardos, lo pagarán... - comentó con rabia el de cabello castaño oscuro
La conversación se cortó cuando ambos sintieron una puerta abrirse en el pasillo cerca de donde estaban, venía del mismo lugar en donde Ralf había colocado la carga C4.
- Atrás linda, esto ya lo proveí - dijo el de cabello castaño oscuro indicando a su esposa que se escondieran detrás del gabinete de cristal mientras él volvía a agarrar su arma y el cetro
- Ellos sabían que vendrías por mí, había un compartimiento secreto afuera del cual están saliendo T-600 - contestó la de ojos purpuras señalando el pasillo frente a ellos, en el cual comenzaban a aparecer los terminators
- Michiru vio algo en su Espejo y me previno, tengo una sorpresa para ellos - informó el del paliacate rojo sacando el detonador de su cinturón - Feliz navidad, chatarras - agregó irónicamente Ralf al momento de accionar el dispositivo
Inmediatamente una explosión se produjo en el pasillo y los Exterminadores volaron en pedazos, salvo un par que aún no salían del cuarto secreto, cuando lo hicieron caminaron con dificultad porque el techo se había derrumbado parcialmente.
- ¡Y feliz año nuevo! - exclamó el hombre apuntando y disparando el lanza-granadas de su arma para volar a los terminators que quedaban
- Estuvo genial pero no muy prudente de tu parte, mira el derrumbe que provocaste - dijo la sacerdotisa
- Calma linda, era eso o que nos acribillaran no había otra opción, aparte mira aún podemos pasar por encima de los escombros - contestó el del paliacate rojo
- Esta bien, por cierto ¿Viniste solo? - preguntó la Senshi
- No, vine con la Reina -
- ¿¡Cómo!? ¿¡Y la dejaste sola!? - preguntó Rei con tono reprobatorio, mirando enojada a su esposo
- Me parece que la subestimas, ella es una guerrera poderosa y aparte se quedó con otra arma como la que tengo yo en su mochila, te entiendo ya que también es mi amiga y me preocupa que le pase algo malo pero confío en ella, además vino a rescatar a su padre y yo vine a sacarte de aquí a ti, era lógico que cada quien debía seguir caminos diferentes - contestó él sin perder su calma
- Tienes razón mi amor, lo lamento - se disculpó la de cabello negro apenada
- Descuida, ahora debemos salir de aquí para reunirnos con ella - dijo Ralf con una pequeña sonrisa ya que conocía el carácter de su mujer y que se preocupaba por su amiga - ¿Puedes moverte bien? - preguntó además
- Siento mi cuerpo algo entumecido pero estoy bien, no tenemos tiempo que perder... ¡Por el poder del cristal del planeta Marte! - exclamó Rei para volver a transformarse en Super Sailor Mars
Serena y Zafiro ya comenzaron a luchar y en el próximo capítulo continuarán, esperen el siguiente.
Me disculpo por la demora, como pueden ver subí una segunda creepypasta que ya pueden encontrar y leer por si no lo han hecho aún y se viene en estos días una tercera que espero que les guste.
Me despido hasta la próxima no sin antes agradecer a quienes se toman el tiempo para leer y comentar mis historias, realmente lo valoro mucho.
Quiero enviar un saludo especial a mi amiga Azumi Kou Kido, que no puede estar aquí por falta de Internet, espero vuelvas pronto!
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