Capitulo Uno: Dia de Escuela.
Hola a todos: Me llamo...bueno...mi nombre es Sisu Datu, tengo 14 años, y voy en segundo de secundaria, pero un día conocí a una misteriosa gatita llamada Mittens, la cual luego me convirtió en Sailor Socut, ahora soy una guerrero luna, que lucha por el amor y la justicia. ¡Soy Sailor Moon!
XXX
Había perdido aparentemente para siempre todos sus recuerdos, y quizá, eso a la larga, seria lo mejor, después de todo, en realidad no parecía que hubiera algo que pudieran hacer. Al menos en ese momento, las cosas solo seguían y seguían empeorando de manera preocupante, pues las distintas amenazas aun estaban al acecho, y una vez que estas se hicieran presentes, ya no parecía que hubiera nada que hacer para detenerlas.
Ella era a la que mas querían, y por tanto, se decidió a raíz de eso, que deberían hacerlo, y de echo, eso fue lo que hicieron, lucharon hasta el final, y estuvieron mas que dispuestas, todas ellas, hasta de dar su vida, de darla toda, con tal de poder salvarla. Cosa que al final, ellos no pudieron evitar en lo mas mínimo. O al menos, todo el poder que ellas creían que tenia, se había perdido, casi de manera irremediable.
Pero aun les quedaba una mas, una mínima esperanza. Y por eso murieron para que ella pudiera ser salvada. Pero aun así, decidieron que no la iban a dejar sola. Que aun podía dar mas, o al menos, eso aun esperaban ellos. Y se las arreglaron por tanto, para que ella, aun siguiera con vida. Pese a que no parecía que fuera fácil seguir teniendo esperanzas.
En aquella batalla, se perdieron muchísimas, vidas, incontables vidas, y sobre todo, aquellas que eran todas a las que Sisu mas amaba en el mundo, ahora le habían sido arrebatadas, y la pobre dragona azul, no pudo hacer nada para evitarlo, sino todo lo contrario, tuvo que verlas morir frente a sus hijos, y en ese momento, ella lo lamento, lloro como nunca antes había llorado en toda su vida, al no poder creer de verdad, que todo hubiera tenido que terminar así, las vio en sus últimos momentos, Sisu vio a todas sus hermanas morir frente a sus ojos. Y lamento enormemente no haber podido hacer nada para ayudarlas. Las cuales incluso le dijeron, que huyera, que no podía quedarse ahí, pues era ella a quien querían. Entonces fue ahí cuando se fueron, y Sisu no pudo hacer nada para ayudarlas.
Con el ultimo aliento que les quedaba de vida, las chicas la llevaron lejos, y solo así ella pudo salvarse, o al menos, una de ellas fue quien la puso a salvo, y su esposo, su hija por su parte, también fue quien la puso a salvo.
No recordaría como, pero ella fue puesta en un completo sueño. Todas murieron aquel día, de manera irremediable, pero al menos ella estaría a salvo. La neo reina se había salvado, o al menos iba a estar segura. Desde luego que lo haría. Tan solo esperaban que así fuera.
Esa mañana, antes de poder despertar, Sisu había tenido un sueño, un sueño muy extraño, la dragona, no sabia como era posible, pero se encontró vestida con un hermoso vestido de novia, y bajando las escaleras, tomada de la mano, con un hombre que ella en ese momento no reconoció, pero que se veía muy apuesto, un hombre con muy elegante traje oscuro, y que en un punto, al bajar ellos. Ella la tomo de las caderas, para luego sujetarla de los brazos, y estar a punto de besarla muy apasionadamente, cuando de pronto...
¡Nip!, ¡Nip!, ¡Nip!, ¡Nip!, ¡Nip!, ¡Nip!, ¡Nip!, Nip!
El despertador se mantuvo sonando una y otra vez en la mesita de noche de la habitación, pero por algo estaba sonando el despertador, pues ya no era de noche. Sino todo lo contrario, ya era demasiado tarde en realidad. Y el despertador de echo, ya había sonado varias veces. Pero ella no le hizo caso. Sino que siguió y siguió durmiendo plácidamente hasta que en un punto, el sueño de Sisu por fin llego a su fin, en el momento justo, para el momento en que ella se movió, comenzó a rodar y retorcerse lo suficiente, como para acabar por caerse de la cama, y reaccionar por fin. Ella se sentó en el suelo de su habitación, sobándose aquel fuerte golpe que se había dado, y fue solo entonces cuando por fin escucho, los sonidos del despertador, mismos que de echo, y al ver justo después la luz del sol, finalmente la hicieron reaccionar. Espantarse, levantarse sobresaltada, y tomar el mismo despertador, solo para darse cuenta, de que ya era muy, pero muy tarde para ella. Sisu casi de inmediato pego un fuerte grito de horror, y al instante comenzó a movilizarse de un lado a otro por toda su habitación.
Se vistió completamente a las prisas, mientras seguía empacando mas y mas cosas en su pequeña maleta, sin dejar de chillar levemente al darse cuenta de que en verdad le iba a ir, muy, pero muy mal.
??: Sisu, levantate, vas a llegar tarde a la escuela.
??: De echo ya vas muy tarde en realidad.
Sisu solo se sintió peor al escuchar dichos comentarios.
Sisu: Mama, ¿Porque no me levantaste mas temprano?
??: Te dije hace media hora, y no me hiciste caso.
Su madre entonces solo se apresuro a levantarse lo mas rápido posible, y fue al menos en ese momento, que todo lo que ella hizo, ya casi, o tal vez mejor, no iba a servir de nada.
Bajo casi corriendo las escaleras hasta llegar a la sala, y luego entro rápidamente al comedor, donde luego fue recibida, por una dragona mucho mas grande, que solo yacía mirando a la nada, con la mirada perdida, sentada en la mesa, mientras tomaba de cuando en cuando, un sorbo de una pequeña taza de te. La dragona, de echo, ya le había preparado su almuerzo a Sisu desde hace ya un rato, y solo suspiro al darse cuenta de que una vez mas, la dragona no se había vuelto a levantar a tiempo.
Sisu entro con prisa hacia la habitación. Y ahí pudo ver a su madre, que leía como si nada el periódico completamente tranquila. Sisu tan solo alcanzo a darle un rápido beso en la mejilla a su madre, mientras salia de la casa por la puerta principal, casi como una bala.
De verdad estaba fatal, al menos lo estaba una vez mas, tal y como lo pensó su madre hace un momento, Sisu tan solo comenzó a correr a toda velocidad, rumbo a su colegio, pero aun así, sabiendo ya, que no iba alcanzar a llegar a tiempo, y que de echo, francamente, ella ya para este punto se habría perdido al menos un par de clases, seguro que su maestra la regañaria tanto. Y ella de echo, si se lo preguntan, era algo que no quería ni imaginarse, todos los días, era lo mismo, y aunque ya estaba harta de eso, por mas que lo intentaba, no podía cambiarlo, parecía que era como si necesitara que siempre alguien entrara a su cuarto y luego la emparara para hacer que ella reaccione. O bueno, tal vez quizás ni eso funcionaria.
Una vez en la calle, la dragona siguió su camino, y continuo corriendo a toda velocidad. Mientras Sisu avanzaba por las calles, solo pedía pensar, en lo muy y muy fuerte, que probablemente su maestra la iba a regañar una vez que la viera, pero si una cosa era segura, era que definitivamente no iba a tener piedad de ella. Con toda seguridad seguro, la iba a hacer pasar mucha vergüenza, mientras la regañaba delante de todos. En serio que Sisu no se podía imaginar una peor o mas incomoda, molesta o tediosa manera de comenzar la mañana. Con cada momento que pasaba, Sisu sólo seguía y seguía molestándose por todo lo que ya era evidente y que ella no podia detener, ni tampoco hacer nada para poder cambiarlo, muy lastimosamente, la suerte con la que Sisu iba a correr, era una con la que ella estaria siempre condenada a tener que pasar durante todo el resto de sus vidas. No tenia remedio, para nada. Al final, parecía que esto era lo único que le tocaba a ella. Y sinceramente, no dejaba de ser una de las cosas que mas le molestaban a ella.
Sisu no quería aceptarlo, pero sabia que simple y sencillamente no tenia caso quejarse, era de esas cosas que simplemente sucedían, era algo que ya no podría evitar, y se estaba cansando de verdad, de tener que repetirlo otra vez.
En un punto mientras corría por las calles, Sisu se encontró con algo que le llamo mucho la atención, algo que la hizo aun con toda la prisa que tenia, olvidarse de lo que había pasado, y correr en su auxilio en ayuda de esa pobre chica.
A lo lejos, Sisu pudo ver, como al pasar por una calle, mas concretamente por un estacionamiento, la dragona pudo ver desde lejos, como todos seguían entre varios niños cebras, maltratando, y jaloneando a una pobre gatita, una gatita negra con blanco, la cual se estaba quejando mucho, de todo lo que estaban haciendo. Pero era muy pequeña y muy débil, en comparación a ellos, como para detenerlos. Sisu en ese momento, no se lo pensó dos veces, y rápidamente corrió en su ayuda, gritando, y espantando a los niños con sus respectivos gritos, y hasta ahuyentándolos, al hacerles creer que los iba a agredir, estos al ver a la dragona, de inmediato dejaron a la gata, y huyeron a toda velocidad de ahí. Sisu se aseguro de que se fueran, y solo entonces, logro y pudo salvar a la gatita de sus maltratadores.
Cuando se volvió para mirarla, esta aun seguía tirada en el suelo inmóvil, pero no le había pasado nada malo por fortuna, no estaba herida, ni tampoco lastimada. Estaba bien, pero aun seguía algo aturdida, y mareada. Sisu preocupada se acerco de inmediato a ella, y la reviso para asegurarse, para ver que estuviera bien, preocupada de ver, que por fortuna, no le habían echo daño. Fue entonces cuando se percato de algo en ella, en su frente, tenia una bendita, un pedazo de cinta, tapándole en la frente, y por poco, a Sisu le pareció que ese mismo pedazo le estaba cubriendo algo, sentó a la gata, y lentamente Sisu comenzó a despegarle aquella bendita, solo para darse cuenta justo en ese momento, de que en su frente tenia algo, una marca o algo que parecía tener la forma de una luna.
Hasta el próximo capitulo.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro