SIETE
—De todas las ideas, esta es la más estúpida que te he visto tener.
—¿Qué tiene de malo?
—¿QUE TIENE DE BUENO?
Mientras Bakugo parecía tener una leve discusión con Denki dio una leve mirada a sus compañeros, y eventualmente, asimismo.
De repente comenzó a cuestionarse todas sus acciones pasadas.
—A mi me gusta como me veo, ¿no parezco un gatito lindo? —mencionó Reita mientras fingía arañar al aire.
Si. Estaban todos vestidos de gato.
¿La razón? Hasta el momento nadie conocía las intenciones del porqué el rubio eléctrico había decidido que tener trajes de gato iba a ser un buen plan.
—A Aizawa-sensei le gustan los gatos, una vez uno se metió a la instalación y en vez de expulsarlo lo acarició.
Esa fue la explicación.
—Realmente te ves como estúpido.
—Aiura, ¿puedes dejar de molestarme SOLO CINCO MINUTOS?
—No.
—Chicos, no discutan aquí por favor —interceptó Teruhashi, la cual por cierto tuvo muchos problemas en el camino debido al hermoso disfraz de gato que le quedaba a la perfección, ganándose varios halagos de por medio.
Ya se encontraban afuera de las instalaciones, todos preparados vistiendo ridículamente estúpidos.
Incluso se les presentó hace unos pocos minutos un rubio altanero que mencionó algo despectivo hacia la clase A burlándose de ellos.
Bueno, se hubiera enojado pero no lo culpaba, ¿por qué siquiera aceptó algo así? oh, claro, si no lo hacía, su hermano empezaría a tirar comentarios sospechosos que prefería evitar.
—Bien, entonces ustedes van a pasar caminando como gatos ante las cámaras para llegar a la habitación y- ¿QUE HACES?
Ya había sido todo un escándalo pasar por siquiera el patio del lugar, haciendo muchas maniobras extrañas y sinceramente estaba agotado de fingir, así que solo pasó caminando causando que sus compañeros le siguieran.
—¡Sé que los trajes son buenos pero así los observarán! —primera vez escuchaba al rubio preocupado, pero en realidad no había mucho problema ya que ante las cámaras eran invisibles (cortesía de Saiki). En otras palabras, todas esas maniobras y planes estúpidos eran en vano.
¿Se creyeron que un plan así de estúpido tendría éxito? No sin la ayuda del psíquico, al menos.
—Hay que tener fe bro, además nadie nos ha visto. Yo digo que los trajes funcionan incluso si caminan como humanos, fue un plan increíble.
—Gracias Sero, la verdad si quedaron geniales.
—¿Si sabes que los traje los hizo Momo y no tú verdad? —interrumpió Uraraka quien fue ignorada por estos, causando que suspire.
—Luego de un tiempo te acostumbras —le mencionó Jiro que la había escuchado, dándole una mirada de cansancio —no hay quién los entienda aveces.
Decidieron detener esa charla cuando ya llegaron al pasillo de las habitaciones.
—¿No les parece raro que no nos hayamos topado con ninguna persona?
Teniendo a un psíquico de su lado no es para nada extrañable, en realidad.
—¡Mira, te mostraré mi cuarto! —y con esas palabras los dos obsesionados (Izuku, Kaido) salieron corriendo hacia el cuarto del peliverde, emocionados por compartir más recuerdos juntos.
—OI, ¡DEKU NO SE PERMITE CORRER EN LOS PASILLOS!
—Tampoco se permite gritar en los pasillos —agregó Todoroki por primera vez mientras se sentaba en uno de los sillones.
—¿EH?, ¿QUE MIERDA DIJISTE?
Ambos se miraron por unos segundos, el rubio con esa característica mirada que hacía doblegar de miedo a los débiles, mientras que el de cabello bicolor se hallaba con su típica expresión.
—Tampoco se permite gritar en el pasillo, eso fue lo que dije. ¿No escuchaste?
Y antes de que este se abalanzara contra Todoroki fue interrumpido por una leve palmada en la espalda de cierto pelirrojo.
—¡Bakugo, no puedes ser agresivo sabiendo que tenemos invitados! además ya hablamos sobre decir las cosas con amabilidad, no necesitas gritar.
—Si, si, como sea. No quiero estar en el mismo lugar con un montón de extras —con un gruñido de resignación Katsuki se retiró del lugar; una rápida ojeada a sus pensamientos y confirmó lo que ya sabía; se fue a su cuarto.
—¿Dije algo malo? —todos miraron en dirección a Todoroki.
—Claro que no, ya sabes como es Bakugo.
—Chihuahua con rabia, sí —mencionó el chico para luego asentir, confirmando sus propias palabras de esa manera y teniendo una mirada pensativa.
Se extrañaron ante ese apodo pero decidieron dejarlo pasar para entablar conversación con completos desconocidos, de los cuales, decidieron confiar para entrar a uno de los lugares con mayor seguridad.
Bueno, la inteligencia nunca estuvo de su lado, de todas formas. Era eso y que cada uno se había hecho la idea de que todo esto era un sueño. Un sueño que llevará mucho, mucho tiempo.
Las chicas parecían llevarse bien entre sí, aunque se podía ver a Kokomi un poco tensa mientras hablaban con ella.
Debe estar incómoda.
Por otro lado las otras personas también parecían estar metidas en su propio mundo mientras intercambiaban información.
Aiura era buena en caso de que tuvieran problemas con los diferentes universos; podía esquivar preguntas y manejar la situación como una profesional. También estaba Reita.
Mentira.
Ese chico jamás ayudaría ni aunque quisiera, terminaba estropeando todo de igual forma, pero con quien sí podía contar era con Akechi.
El psíquico se encontraría totalmente solitario de no ser porque su mirada volvió a fijarse en el inexpresivo chico con cabello de dos colores, logrando que se retomara el tenso aire que tuvieron la primera vez que establecieron miradas.
Aunque ahora había una pequeña diferencia, porque el contrario parecía por unos breves momentos dejar de tener esa estúpida mente en blanco que tanto detestaba para abrir paso a un pensamiento.
"Raro"
Y eso fue todo.
El psíquico normalmente no se enfadaba con facilidad, pero que esa fuera la primera palabra proveniente de él hizo que su interior ardiera de enojo, y hubiera sido peor de no ser porque escuchó un carraspeo de otra persona que tampoco estaba socializando exactamente.
—¿Y cuánto tiempo van a estar aquí? porque pueden llegar los profesores en cualquier momento.
—¿Cómo es que Iida no nos acusó o siquiera estuvo de acuerdo con esto? —preguntó Mina mientras intentaba recordar algún momento donde fueran regañados.
—No puede hacerlo, ¡está cumpliendo un reto! Ayer jugando verdad o reto le dijimos que no puede acusar a nadie, así que aquí estamos —respondió rápidamente Uraraka con una sonrisa demasiado inocente para ser real.
—¿Y aceptó tan rápido?
—Mencionó algo de que debe aceptar las consecuencias de sus acciones para luego decir que no le quedaba de otra.
—¡Pero no me iba a imaginar que algo así pasaría!
—Nadie, de hecho, nadie.
Se quedaron en un incómodo silencio por unos segundos, hasta que escuchó a Reita decir algo de querer ir al baño.
¿Él, solo? Nunca
"Aiura, debes acompañarlo"
La mencionada se alteró ante esas palabras, mirando a Saiki con odio en sus ojos.
"¡No iré sola!, si voy a ir, será contigo. No voy a aguantar a Reita estando solo"
Miró a ambos psíquicos por unos segundos sabiendo que no tenía de otra pues Reita no podía controlar sus estupideces ni aunque quisiera.
Con unas pequeñas afirmaciones mentales el trío salió del lugar yendo al dichoso baño.
De todas formas andaban confiados ya que tenían a Kusuo a su lado, ¿que podía salir mal?
—¿Si saben que en nuestros cuartos hay baños verdad? —le susurró Denki a Sero mientras les observaba irse.
—Ni idea bro, creo que no —le respondió este para luego mirarse fijamente y encogerse de hombros.
De todas formas nadie les prestó la suficiente atención.
Incluso si sabían que era muy peligroso dejarlos salir así como así, pues quedarían expuestos.
Pero como decía, la clase A era rara. Realmente extraña.
Bueno. La verdad... Tuve algunos percances en mi vida, yo digo que del nivel autor de AO3 subiendo fanfics; de hecho, debería irme a AO3.
Solo por eso no hay banner esta vez>:(
Por cierto, esto está escrito hace años, por eso está con redacción media extraña. Voy a subir lo que tenía escrito y luego comenzaré otra vez.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro