"Lo siento"

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Di me alguna vez escuchaste del deseo del mar?

Veras en un pedazo de papel escribirás tu mas grande anhelo o deseo, lo enrolladas y lo pondrás en un frasco de cristal, cuando estés frente al mar lo arrojarás con todas tus fuerzas y sin temor, y espera a que algún día este se cumpla...

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Fuera de la ciudad donde el viejo muelle esta,

Hay una mujer observando el mar;

Un mito se contó y se extendió

Generación por generación.

Una pequeña de cabellos tricolores, piel morena, y ojos amatista se encontraba llorando, era el amanecer, y como todas las mañanas antes de que se despertara su compañera de cuarto ella salía, recordaba que hace mucho tiempo un chico la acompañaba a ver el mar y este siempre depositaba una botella con un mensaje dentro.

'En una botella coloca un papel

Con tu deseo en él...

Con todas tus fuerzas avienta al mar y

"tu sueño" se realizara'

- ¿Por qué haces eso? – ella recordó a ver preguntado.

- Es un deseo... nunca has escuchado la leyenda de mil mares... pide un deseo, una nueva ilusión escríbelo en un papel... dentro de un frasco avienta sin temor... El océano te lo hará realidad... eso tienes que hacer para que se cumpla.

- ¿dime que es lo que más deseas? – pregunto ella.

- pues que mi princesa tuviera pechos muy grandes – dijo el chico.

- ¡Yugi! – grito ella.

- Lo siento solo bromeaba... mi deseo es que seas muy feliz...

- Pues si eso es lo que deseas, quédate con migo por siempre, porque solo cuando estas con migo soy realmente feliz – y ella le regalo una sonrisa sincera.

- Ya veo – y sonrió.

Que las olas te alejen botella de cristal,

Protege el mensaje que escribí,

En calma se aleja de aquí, pronto desaparecerá...

Mientras estaba en la ciudad con su amiga, veía carteles de los nuevos gobernadores del reino. Una chic de cabellos castaños y ojos verdes piel morena, Mana. Y a su lado el un joven de cabellos castaños y piel un poco más clara pero igual de morena, Seto. Ambas pasaron por lo que alguna vez fue el castillo de Atem, y ella se le quedo viendo a ese enorme lugar que estaba descuidado y perecía qué caería en cualquier momento.

Ella recordó, cuando subió al trono, puesto que su padre había muerto, y ella al ser la única heredera al trono, fue nombrada reina.

Siempre estabas ahí para hacerme feliz,

Jamás te importaba lo que te pedí,

Te cause mil problemas porque egoísta fui,

Ella recordó que a pesar de querer subir al trono no deseaba la muerte de su padre, ella siempre fue una niña mimada, todo lo que ella deseaba todo se lo daban.

Un día el apareció, su hermano gemelo, al que habían escondido y criado como un sirviente más, él siempre estuvo para ella.

Pero no mostrabas tu sufrir,

Muy tarde en tendí los pecados que cometí,

Pero tú ya no estas...

Ella siempre pedía todo, y su hermano todo lo cumplía, él nunca mostro algún sufrimiento, y eso a ella le dolió.

Durante mucho tiempo ella no sentía amor más que por sí misma y para su hermano, pero más sin embargo un día un príncipe que la cautivo apareció pero este ya tenía a quien amar, y esa era Anzu, ella en un ataque de ira al saber que ellos se casaban, ella la mando a matar el mismo día que mando a su ejército a atacar a aquel pobre e ingenuo país, lastimosamente no supo quién fue el en cargado para esa tarea...

- ¿Yugi? – hablo una chica y esta salió de su ensoñación.

- Si...- dijo ella y ambas se fueron.

Si ella ahora usaba el nombre de su hermano, no solo por su protección si no porque quería vivir una vida que el no pudo.

- ¡Yugi! – grito cuando vio a su hermano con sangre en su ropa, él le regalo una tierna sonrisa.

- Lo la mentó parece que la asuste no fue mi intención que me viera en estas condiciones – dijo el con una sonrisa que parecía que en cualquier momento se rompería.

Dos días más tarde ella sonreía de victoria pues la maldita princesa Anzu había muerto, eso significaba dos cosas Seto estaría libre y ya no tendrá que preocuparse, pero antes de ingresar al cuarto de su hermano que estaba en el servicio ella oyó un sollozo y ella solo pudo con templar desde de la puerta, ella no quería lastimarlo, jamás fue su intención.

Ahora era demasiado tarde...

No hay nadie que pueda mi deseo cumplir,

Ahora solo queda el mar...

Mi pequeña ilusión se aleja más y más,

Con mis lágrimas y arrepentimientos,

Por desgracia todo este dolor,

Cuando todo acabo...

Ella mientras caminaba y pasaba frente a la gran plaza vio donde su hermano había sido decapitado.

Ella aun recordaba las últimas palabras de su hermano y como iba vestido. Todo parecía que sería un día tranquilo cuando de la nada los aldeanos comenzaron a amontonarse en frente de palacio, fue entonces que su hermano apareció su cabello que por lo general estaba un poco más largo fue cortado a quedar a la misma altura y mismo peinado que ella, usaba un vestido pantalón color blanco sin escote como el de ella, un brazalete y pulsera, unos aretes, una gargantilla hechos en oro, además de traer un pequeño dije que adornaba su cabeza.

- Descuida mi pequeña nadie te dañara, vístete con mis ropas los vamos a engañar – dijo al ingresar cuarto sonriente y con unas ropas que eran de él perfectamente dobladas.

- Pero... de que hablas... es broma... - dijo algo asustada.

- Princesa le ruego, que huya por favor, fui yo el que asesino en usted hay bondad...

- No... puedo huir y dejar las cosas así... - dijo en un intento de que todo fuera un mal chiste. Él la jalo asía él y le susurró al oído.

- Apresúrate, mi ropa te quedara, tienes que escapar y ya no mirar atrás... - él le beso la frente y ella lloraba, era el adiós.- Todo estará bien tu y yo solos similar, nada me pasara, ya no debes de llorar – mientras limpiaba sus lágrimas -

Que las olas te alejen botella de cristal,

Protege el mensaje que escribí,

En calma se aleja de aquí,

Pronto desaparecerá...

Lastimosamente fue la ultimas que el dio, después de eso él fue decapitado en su lugar.

Ella como todos los amaneceres se encontraba cubierta por una capa, un vestido sencillo, unos calentadores y con lágrimas en los ojos.

Ella a las orillas del mar, callo de rodillas y como todos los días le suplico al mar que cumpliera su deseo de verlo.

Mi pequeña ilusión se aleja más y más,

Con mis lágrimas y arrepentimientos...

- Que las olas te alejen botella de cristal, protege el mensaje que escribí, en calma se aleja de aquí, pronto desaparecerá... Mi pequeña ilusión se aleja más y más, con mis lágrimas y arrepentimientos... - ella seguía llorando y sus manos juntas como rezando. – Si en la próxima vida pudiera renacer: - sintió como alguien la abrazada...

- 'Deja me conocerte otra vez amor...' – ella hablo y su hermano tambien y por unos breves minutos pudo ver a su hermano.

Si en la próxima vida pudiera renacer: 'Deja me conocerte otra vez amor...'

Ella quedo sola y así vivió hasta que la muerte se la llevo.

Lalalalalararalalara.. laalalala...lala.larararalalala....lalalalaa.....

En algún lugar del mundo en otra época tal vez un niño de cabellos tricolor, ojos violetas, estaba armando un rompecabezas.

- ¿Qué haces? – pregunto una niña de cabellos tricolor, ojos violetas, piel pálida, muy similar al niño entraba con un libro que narraba una triste historia que le había enseñado su tutor Seto... Kaiba Seto...

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bien solo falta uno y esta historia trágica acabara, gracias a todos aquellos que se han tomado la molestia de  leerme y esperar por esta historia.