"Te dije que me las pagarías".

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Hace mucho tiempo en la tierra de la traidora inhumanidad.

Mana era una mujer criada para tener una familia y ser feliz o al menos ese era el estereotipó con el que la habían criado, pero aun así ella sabía magia y por supuesto también defenderse por sí misma.

Ella nuca en su vida pensó que tendría que vengar a su marido, y mucho menos que liderar una revolución en contra de tan tirano reino.

Si bien ella sabía de la injustica del reino de Egipto, de sus gobernantes para con su reino, a ella era algo que no le importaba, pero a su esposo Mahad sí. El creía que el reino tenía esperanza (aun) con la nueva princesa que había ascendido al trono (aún mejor), pero ella vio que incuso con la nueva princesa... todo estaba podrido, y aunque trato de hacer desistir a su esposo de tan absurda idea, esta no pudo.

Era un día como cualquiera y a ella y a su esposo lo habían invitado a un baile en palacio, por la celebración de sucesión del trono; todo fino y elegante la Reina era hermosa, sus cabellos tricolor (rojo, negro y amarillo), su piel tan hermosa y tan suave al tacto... pero lo que más le llamo la atención era la figura que estaba un lago de ella como si fuera su sombra, el chico con un rostro similar al de la princesa, cabellos Tricolor sujetos en una coleta, pero este al vez de vestir como lo aria un príncipe, este estaba vestido de sirviente. Quien diría que esa noche definiría la historia.

Ella observo toda noche a la princesa y a su sirviente, ella observo que la princesa se había encaprichado con el príncipe del reino del otro lado del mar (Seto), pero este estaba perdido por la princesa del país de alado, y aunque ella no le agradaba la nueva Faraón tenía que admitir que ella tenía razón era una zorra enmascarada en ángel, también vio cómo aquel sujeto que se parecía a la reina, veía por ella y parecía que su universo fuera en torno a esta, vio el cuadrado amoroso que se formó en esa noche, el príncipe seto estaba enamorado de la princesa Anzu, la princesa Anzu estaba encaprichada con el príncipe Seto... pero parecía que ella sentía algo por el lacayo de la Faraón, y este a su vez le correspondía pero... estaba más al pendiente de su alteza y la reina estaba encaprichada por el príncipe Seto.

Días des pues y a pesar de todo el ruego que ella le hizo a su esposo este no desistió de su idea de hacer entrar en razón a la cruel gobernante, después de todo Mahad pertenecía a la corte, pero lo que no contaron (ninguno de los dos) que ella era un más mimada, terca, necia, testaruda que su antecesor. Y cuando su esposo trato de corregirla pues esta simplemente mando a decapitarlo en medio de la plaza para que aprendieran su lugar y nadie jamás de pusiera en su contra.

Ella lloro mares y le prometió y juro venganza

Ella afino sus artes, en la espada y su magia, un día su reina le declaro la guerra al país de la princesa Anzu, el reino estaba casi desprotegido, pero a pesar de haber ganado las pérdidas fueron grandes.

Ella estaba con lo que había quedado del príncipe pues era d dominio público que la vida de la princesa fue arrebatada, los detalles ella no los sabía pero a pesar de todo a ellas no le hacía falta saberlos. Estaban en la cantina, la mayoría de los aldeanos estaban presentes.

- ¡Es hora de tomar armas, no podemos quedarnos sentados! – grito y todo el mundo volteo a verla. – Aldeanos, amigos, compañeros... ¿Cuánto más debemos soportar? ¿Hasta que nuestros niños sean grandes y tengan sus propias familias y a pesar de todo seguir siendo esclavos de la familia real? - todos comenzaron a murmurar.

- ¿y que sugieres que ágamos? – dijo alguien desde el fondo de la cantina.

- Simple levantarnos, derrocar ahora que el palacio está débil. – les dijo la Mana.

- ¡sí, tiene razón! – se oyó de varias voces.

- ¡Mañana caerá la monarquía brutal de su alteza ATEM!

Y así el día prometido llego, todos estaban alborotados, ella vestía trajes de un guerrero de color rojo y en su mano derecha la espada de su amado, a su lado izquierdo, se encontraba el príncipe seto con el rostro cubierto con una máscara.

Ellos entraron muy fácil al palacio pues los soldados no fueron enemigos, se rindieron muy fácil, todos escaparon dejándola sola. Llegaron a la sala donde ella se encontraba.

Ella uy quitada de la pena cuando ellos llegaron a donde estaba se volteó y les dio una reverencia, y les sonrió.

- Este es tu fin – dijo el príncipe a la chica ella vio de reojo al príncipe y después vio a la la reina y cuando lo hizo no supo porque pero a su mente vino aquel amargo recuerdo de aquella fiesta a la que asistió donde le presentaron a la reina, donde vio a la chica con unos ojos tan puros que se pensaba que no sería como sus antecesores. Y después vio al chico que parecía que estaba dispuesto a todo con tal de estar con su hermana y que esta estuviera bien. Ahí frente ella estaba la princesa con ojos tan duros y tan cambiados...

- Si es que usted lo dice – dijo ella lo más orgullosa, fina y delicadamente posible como solo una persona criada en el seno imperial.

Decidieron que la hora de la ejecución seria a las tres de la tarde, en privado sin que nadie se diera cuenta la princesa les dio sus palabras finales.

- Dejen la vivir, yo la mate – dijo la princesa, pero fue ahí que ellos se dieron cuenta que al que tenían no era una ella si no un el, y no era nada más y nada menos que el principal sirviente de la princesa.

Mana

Me sorprendí mucho cuando el rebelo su ultimo deseo y este era que dejáramos a su hermana, como lo pensé antes y como lo sostengo, el dio, daría y dará todo por ella, vi como el príncipe Seto serraba los ojos en señal de aprobación y el solo camino a la orca como si aún fuera la princesa y con sus últimas palabras recito "¡ah! Es hora de la merienda" y como si fuera ella y no estuviera a punto de morir. Ella/él se inca y la guillotina hace su trabajo, ya no hay más reina, ya no hay más sirviente, solo hay un cadáver sin cabeza y con ello todos los pecados de la familia real fueron pagados...

En un par de segundos todo acabo.

Han pasado años desde que la última Faraón gobernó, actual mete nos guiamos por representantes, no he sabido nada de ella, algunas veces llego a ir rumores de que se le ha visto a la princesa en el pueblo o más bien a las afueras del pueblo, cerca de los muelles, pero como di mi palabra no la he ido a buscar, y tampoco planeo acerolo...

Su pongo que ella a de vivir en suarrepentimiento... si tan solo ella hubiera cambiado, si tan solo ella hubieravisto lo que tenía aun lado, pero ya es tarde, ahora ella está sola y el ya no está más y el hubiera no existe...