Neo

«Y en exclusiva Sarah Petrov nos cuenta sobre su recuperación y metas para el futuro...

—Comenzaste tu última etapa de rehabilitación hace poco tiempo. ¿Cuáles son las expectativas que tienes? —pregunta la periodista.

Sarah aparece en primer plano, un poco rígida ante la cámara, pero eso en ningún momento le quito lo hermosa que es.

—Tal vez sea un poco prematuro, pero según los pronósticos médicos espero poder volver antes de que comience la liga nacional.

—Por supuesto, imagino que debes estar impaciente por volver al hielo.

Ella asiente con una pequeña sonrisa.

—Deseo poder comenzar con mi preparación para la liga cuanto antes. También tengo en la mira el Grand Prix. »

Apago la televisión para no seguirme atormentando con esto.

Desde nuestro regreso a Los Ángeles he entrado en un círculo vicioso de autocompasión. Ver videos de competencias de patinaje artístico en las que participaba Sarah. Verla ahí tan hermosa con esos trajes de colores brillantes, moverse de manera tan delicada y enérgica al mismo tiempo. Tan llena de gracia.

Si me estaba convirtiendo en un hombre miserable que no podía superar una ruptura. Bueno digamos que mi experiencia en ese sentido no era mucha y tampoco es que quisiera recordar la última vez que estuve así.

Y aunque Phoebe ha hecho lo imposible por mantenerme ocupado con cualquier encargo por más ridículo que se le ocurriera, eso no había evitado que me sintiera pésimo y perdido. Funcionando en automático solo para no preocupar a nadie a mi alrededor, pero en el momento que regresaba a mi departamento y me encontraba completamente solo, la situación cambiaba considerablemente.

En mis momentos más oscuros me había refugiado en lo único que me quedaba, la música.

***

La mayoría de las personas esperaría una noche de total desenfreno para la despedida de soltero de una celebridad, pero henos aquí rodeados de una atmósfera extraña mirándonos las caras mientras un par de magos hacen su show en el escenario.

—Recuérdame ¿De quién fue la idea? —le pregunto a Jesse, también conocido como el padrino de la boda.

—De los gemelos. No sé como me dejé convencer de que ellos se encargarían de esto —responde rodando los ojos hacia los gemelos que se encuentran en la mesa más cercana al escenario riéndose como focas con epilepsia.

—Pero si lo miran desde otra perspectiva se imaginan si llegaban con desnudistas o algo por el estilo —dice Keith, miembro de una nueva banda de la compañía a la que Apolo estaba produciendo y con quien había comenzado una amistad.

—Eso habría sido mucho más entretenido para nosotros —bromea Athan—. Ahora solo los gemelos se la están pasando bomba.

Estamos veinte hombres aquí, entre los cuales mi padre y Tom se encuentran en el fondo riéndose de todos nosotros. La mayoría conversa entre sus compañeros de mesa mientras beben algo, de la misma manera que nosotros.

—Te lo dije, debiste dejar que yo me encargara. —Llega Dominic con un vaso de whisky en las manos acompañado de Travis.

Jesse se refriega la cara con desesperación.

—Al menos Apolo parece que se la está pasando bien.

Todos regresamos a ver a mi hermano que se encuentra conversando animado a dos mesas de donde nos encontramos. Al final nos resignamos a pasar la noche disfrutando de la compañía de amigos y una conversación. Mientras la persona más importante en esta noche lo disfrute, lo que nosotros pensamos no tiene nada que ver.

***

Me despierto muy temprano en la mañana. La boda no será sino hasta las 2pm. Sin embargo, por encargo de mi querida cuñada, hoy tengo una misión especial.

Hoy será un día muy especial para Apolo y todos estamos haciendo todo lo que está en nuestras manos para que sea un día inolvidable.

En cuanto dejo todo listo en el lugar donde será la fiesta luego de la ceremonia, me ha tomado gran parte de la mañana, apenas tengo tiempo para ir a cambiarme. Por suerte había dejado mi traje listo en la casa de Malibú.

Y es que a pesar de lo que había planeado la madre de Phoebe inicialmente, Apolo y ella quisieron realizar una ceremonia simple en la playa de nuestra casa. Mientras que la fiesta se realizaría en el salón que la madre de Phoebe había alquilado. De alguna manera todos salían felices y bueno por suerte no estaba tan lejos de la casa.

Era una boda fuera de lo común, para una pareja fuera de lo común.

Conduzco hasta la casa donde desde unas cuadras antes es un verdadero caos. Hay autos estacionados por todas partes y es que, aunque la ceremonia es para las personas más allegadas de Phoebe y Apolo, no deja de ser de más de 60 personas. Somos más numerosos de lo que imaginé.

Subo directamente a la que hace un tiempo era mi habitación y ahora la ocupaba Tom. Me había dejado poder dejar mi traje aquí para poder prepararme con un poco de tranquilidad en casa y no tener que regresarme hasta el departamento para luego venir hasta acá.

Tomo una ducha rápida y me visto con tranquilidad. Desde el balcón puedo ver como la mayoría de los invitados ya están aquí. Reviso mi reloj, faltan 40 minutos hasta que comience la ceremonia. Creo que va siendo buena hora para bajar a ver cómo está todo.

Al bajar me encuentro con la mayoría de mis hermanos reunidos en el salón.

—Creo que se les olvidó invitarme a esta reunión —bromeo al llegar al último escalón de la escalera.

Nix vestida con un vestido turquesa claro, color escogido para la dama de honor, viene hasta mí y comienza a arreglar el desastre que es mi corbata a juego con su vestido.

—No sabíamos que ya estabas aquí —dice Thanos desde el sofá.

—Llegué hace un rato, subí a vestirme. —Nix alisa las solapas de mi chaqué—. ¿Dónde está Basha?

—Ha ido por Phoebe. Apolo está de los nervios, así que se ofreció a traerla él mismo —me cuenta Nix visiblemente divertida.

Esto causa la risa de varios de los presentes y es que es de esperarse, nadie se imaginaría a Phoebe escapando a último minuto.

—Apolo tiene miedo de que Phoebe se dé cuenta de que se está casando con el hermano equivocado —bromea Thanos señalándose a si mismo.

—¿Tengo miedo de que? —pregunta Apolo tomándonos a todos por sorpresa. Lo veo llevar su chaqué negro con plateado su cabello oscuro perfectamente peinado en una coleta baja.

No puedo describir lo que siento viéndolo así. Si bien soy testigo de su felicidad con Phoebe casi a diario, hoy resplandece. Hoy no puede ocultar su felicidad, creo que ninguno de nosotros lo ha visto tan feliz nunca.

Estamos todos ya en la playa. El juez ya se encuentra aquí para oficiar el matrimonio. Tengo a un nervioso Apolo caminando de un lado a otro. Nuestros padres están sentados en la primera fila y lo miran con una sonrisa. Supongo que es algo normal de las bodas.

Jesse consulta su reloj y se acerca a mi oído.

—Ya deberían estar aquí —me dice en voz baja mostrándome la hora.

Según lo programado llevan unos diez minutos de retraso, pero siempre he escuchado que las novias llegan tarde a la boda así que pienso que es normal,

—Ya vendrán. Basha fue a recogerla.

Él me da una mirada de cachorrito. Veo a Nix acercarse hacia mamá y llevársela hacia la estancia dispuesta en la playa para que la novia se prepare por lo que supongo que Phoebe ya está aquí.

En cuanto el organizador ya la señal todo el mundo comienza a colocarse en su lugar. Unos instantes después la marcha nupcial comienza a sonar.

Apolo se endereza en el altar y todos se ponen de pie. Unos segundos después Basha aparece a nuestro lado.

—Por un momento pensamos que te robaste a la novia —le dice Jesse palmeándolo en el hombro.

—Lo siento. Tuve que desviarme.

—¿Por qué...

Me toma de la cara y me la gira hacia al frente interrumpiéndome. Al hacerlo la veo caminando junto a Nix llevando el mismo vestido de dama de honor.

—Tuve una buena razón para desviarme —me dice pasándome el brazo por los hombros—. Esta vez, tu hermano amargado te aconseja que no dejes pasar esta oportunidad.