Capítulo 2
Neo
Junio 2016
—Por supuesto que había pensado en la forma más romántica para declararme, le escribí una canción con cada uno de los más profundos sentimientos que tenía por ella, el problema es que tal vez debí hacerlo en un lugar más privado.
»Ahora mi vida era un poco más complicada, primero porque, por supuesto no tuve una mejor idea que declararme en medio de mi fiesta de cumpleaños donde no solo había cientos de personas, sino que también había prensa. Sí, lo sé, no fue buena idea, pero cuando lo pensé no sonaba tan mal. Aunque tuve la ayuda de mi hermano y nuestra manager no había previsto que Valerie se sintiera mal al ser el centro de atención, que mis demás hermanos se enfadaran tanto conmigo que dejaran de hablarme o que la prensa estaría encima de mí como moscas a la mierda.
»Pero vamos por partes, me declaré a la chica más hermosa y dulce que he conocido nunca. Valerie es todo lo que había soñado y mucho más, pero para ella yo era demasiado. Pongámoslo en contexto soy dos años mayor a Valerie, ella es una mujer hermosa, dulce, es buena escuchando y tiene un corazón que vale su peso en oro, podría recitar todas sus virtudes, pero como cualquier mortal también tiene defectos uno de ellos y el que más problemas presentaba era su inseguridad. Claro que estaba justificada a que desde una corta edad estaba resignada a tener que usar una silla de ruedas por una extraña enfermedad que volvía a sus piernas cada vez más débiles, pero déjenme ser claro esa silla no le quitaba ni un ápice de encanto. Entendía que debía ser muy difícil para ella, pero esconderse del mundo tampoco era una solución. Otro defecto que amenazaba con hacerme perder la cordura era el complejo de inferioridad que sentía, este iba de la mano con su inseguridad, siempre decía que yo debía buscarme otras amigas u otra compañía, que ella no era suficiente para mí y creo que ya estoy lo suficientemente crecidito para poder decidir eso por mí mismo.
»Ahora que estamos en la misma onda vamos al punto uno. Valerie estuvo a punto de tener un ataque de pánico cuando me baje del escenario luego de declararle mi amor, supongo que esa no fue la reacción que esperaba conseguir, pero también supongo que no soy tan listo como Apolo para adelantarme a las situaciones. Por si fuera poco, mi mala suerte solo acababa de empezar, con algo de ayuda pude llevar a Valerie a otro salón donde pudimos hablar un poco y ¿quieren saber que me dijo? Recuerdan que mencione su complejo de inferioridad bueno aquí es el mejor momento en el que salió a relucir. Me rechazo. Con todas sus letras, me dijo que no podía estar conmigo por que ella era muy poca cosa para mí. No sé cómo le hice para no tomarla de los hombros y sacudirla a ver si se daba cuenta de las tonterías que me decía. Dios, era la mujer de mis sueños y ella no era capaz de verlo. De alguna manera terminé por convencerla de que no me respondiera en ese momento, que tomáramos las cosas con calma y ya luego veamos cómo avanzaban.
»En un momento de descuido antes de que abandonáramos nuestro refugio paré el andar de la silla y me puse frente a ella, tan cerca que era capaz de ver mi reflejo en sus ojos. Y no voy a jactarme de ser un niño bueno, por que en ese momento no lo fui de ninguna manera. Reclamé sus labios con tanto anhelo que sentí como toda la adrenalina me recorrió el cuerpo en tan solo un segundo. Sus labios eran tan suaves como el terciopelo, dulces como el mejor de los manjares y tímidos, esa combinación hizo que perdiera la razón. Todos los misterios del universo tuvieron sentido en ese preciso instante. Sabía que era ella, que solo podía ser ella.
»Eso nos trae al problema número dos, mis hermanos. Aunque tuve el apoyo de Apolo, los demás no compartieron tanto mi entusiasmo, me sorprendió que incluso los gemelos me dieran la espalda en ese momento y no es necesario decir que me dolió, me dolió como una patada en los huevos, así de feo. Entendía su molestia, ahora que pienso las cosas con calma no fue el mejor lugar para hacerlo y es muy seguro que el momento tampoco era el correcto, pero el día en que la razón le gane a mi corazón me volveré un amargado. Ha pasado una semana y aún no me hablan, sé que lo harán tarde o temprano, pero aun así es incómodo, es la primera vez que se enfadan conmigo tanto tiempo.
»Y esto nos traía al punto número tres, la prensa. No pueden hacerse una idea de todas las formas macabras en las que he pensado en hacerlos sufrir, llegué a la conclusión de que podría darles comida con laxantes para que sientan lo que yo con su presencia. Ahora luego de cinco años entiendo a lo que se refería Apolo con que debíamos tener cuidado con la prensa. Valerie y su familia están resguardados por que de alguna forma la agencia oficializó nuestra relación antes de que existiera, pero no era culpa de ellos yo no pude decirles que las cosas no habían salido como esperaba, lo que se traducía en que ahora ella tampoco me hablaba por que estaba molesta con que yo le haya mentido a la prensa acerca de nosotros. Genial ¿verdad?
»Luego de esta perorata donde les he puesto al corriente de lo que me sucede, y les hablo a ustedes por que estoy más solo que un rábano con todos enfadados conmigo, podemos intentar encontrar una solución juntos.
Tomo a Timothy y a Josephine de su jaula dónde estaban atentos a lo que les decía, que triste es tener que hablarles a mis mascotas. Aún podía llamar a Alejandra, pero quería poder verla y contarle lo sucedido personalmente. Era una lástima que no pudiera salir por que había al menos una docena de reporteros esperando en la puerta del complejo.
Me desplomo en la cama llevando a mis dos puercoespines conmigo, en los últimos días han sido mi única compañía. He hablado un par de veces con Phoebe, pero no ha sido lo suficiente para poder desahogarme y estaba consciente de que ahora ella estaba muy ocupada con la fundación. Con Apolo no se diga, él estaba más ocupado todavía y hasta ahí llegaba la historia.
Debía pensar en lo que iba a hacer y debía hacerlo pronto. Antes que nada, debía solucionar las cosas con Valerie y demostrarle que mis intenciones son buenas y sinceras, ahora que le he confesado todo lo que hay en mi corazón, no soy capaz de verme sin ella a mi lado.
Tanteo encima de la cama en busca de mi celular, había aceptado como parte de mi castigo revisar todas las locuras que la prensa se había decidido a decir de mí. Por si eso no fuera poco debí desactivar mis redes sociales por que mis fans tampoco estaban muy contentas con la noticia. Sabía que Alejandra estaba haciendo cuanto le era posible para tratar de mantenerlas a raya, pero aunque era la presidenta de nuestro club de fans no era posible que pudiera controlar a todas. Además, era el precio a pagar por ser una figura pública.
Muchas cosas jugaban en mi contra en este momento, pero creo que es mi propia cabeza mi peor enemigo.
Escucho que llaman a mi puerta, las personas que pueden ser en esta casa son reducidas contando que cuatro de mis hermanos no me dirigen la palabra. Dejo a mis dos puercoespines a un lado con cuidado antes de ponerme de pie sin mucho ánimo. Al abrir la puerta mi madre levanta dos tazas de chocolate caliente.
—Mi niño ha pasado muy triste estos días.
Nuestra mamá a cambiado en el último tiempo para bien, yo no tengo tantos recuerdos de ella cuando era niño, casi siempre recuerdo que me cuidaban niñeras o Apolo, sobre todo este último. Así que al contrario de mis hermanos mayores yo no guardaba mucho resentimiento hacia ella por lo que nuestra relación se podía llamar normal.
—Supongo que me lo he buscado —admito. Me hago a un lado para dejarla pasar y cierro la puerta.
—Cariño, como madre debo decirte que me pareció hermoso lo que hiciste y no podría sentirme más orgullosa de ese corazón de oro que tienes. —Toma asiento en el sofá de dos asientos que se encuentra junto a la ventana y palmea el asiento libre para que me una a ella—. Pero como representante eres un terror mediático.
Me siento junto a ella y me extiende una de las tazas. Mi madre ha sido por años una de las más famosas representantes de artistas. Ella ha trabajado con las grandes estrellas de Hollywood desde que tengo memoria. Ahora aún se encarga de alguno de ellos y muchas agencias la buscan, pero ha decidido recuperar el tiempo perdido con nosotros.
—No pensé que estoy terminaría de esta forma, mamá —declaro con tristeza. Claro que en mi mente todo era color de rosa, pero supongo que nada sale cómo uno lo planea.
—Corazón. —Acaricia una de mis mejillas con suavidad—. En la vida nada sale como lo planeamos, pero depende de nosotros aprender de nuestros errores y no volver a cometerlos.
»Cariño, siempre debes tener en cuenta que eres una persona pública, eso nunca se te debe olvidar. Todo lo que tu decidas, digas o hagas será juzgado por todo el mundo y puede afectar a los que te rodean.
—Pero mamá, que sea parte de la industria no quita el que sea un ser humano —refuto porque no estoy de acuerdo con que todo el mundo se crea con derechos sobre mi vida.
—El show business es así, cariño. Los ojos del mundo estarán sobre ti en cada paso que des. Por eso debes aprender a sobrellevar esto en tu vida y acoplarlo. Estoy de acuerdo conque eres el dueño de tu vida y como madre no pienso permitir que nadie te quite ese derecho, pero debes entender que hay maneras en las cuales hacer las cosas para que no vuelva a suceder lo que ha pasado en esta ocasión.
Había pensado en que lo había hecho así, hablé con Danielle y con Apolo, les dije que lo haría y ellos me prometieron que me ayudarían, lo hicieron, pero las cosas no salieron como yo esperaba. Ahora me doy cuenta que si tal vez lo hubiera hablado con mi madre, quizás ella me habría dado una percepción distinta y hubiera hecho las cosas de otra manera. Mi madre era experta en esta industria y yo fui un tonto al pensar que un novato como yo iba a salir bien librado.
»Arriba esos ánimos mi niño, que lo único que no tiene solución es la muerte, así que, dicho esto vamos a buscar la mejor forma de solucionarlo.
***
Me sentí mucho mejor luego de conversar con mi madre, es maravilloso poder tenerla cerca, sabe tanto y siento que puedo aprender tanto de ella. Si miro un poco atrás al recordarla la veo como una persona fría y distante, siempre impecable con sus trajes a medida y con su expresión inmutable, claro eso antes de que comenzara a discutir con Apolo por cualquier detalle. Verla ahora es como si fuera una persona completamente diferente.
Mi celular vibra anunciándome que tengo un mensaje nuevo.
Alejandra:
Agente especial reportándose de la misión. El club de fans se encuentra en calma.
Neo:
¡Eres la mejor!
Alejandra:
¿Acaso lo dudabas? O debo recordarte que llevo más de la mitad de tu vida salvándote el trasero.
Sonrío ante sus palabras, pero tenía razón. Alejandra no solo era la presidenta del club de fans de Lux desde su creación, sino también mi mejor amiga desde la primaria. La conocí cuando tenía ocho años, se mudó a Los Ángeles luego que su padre fuera traslado a una base militar cercana. Era una niña con un carácter difícil, siempre terminaba en la oficina del director por haberse liado a golpes con alguno de los niños. Yo por mi parte era un niño adorable, no era el más popular, pero tampoco me trataban mal, claro que ayudaba el que tuviera cinco hermanos mayores, solo digamos que no era una buena idea meterse conmigo. Alejandra pasaba la mayor parte del tiempo sola, las niñas la hacían a un lado por que era demasiado para ellas y los niños temían terminar con algo roto, pasaron unas cuantas semanas hasta que me armé de valor para llevar mi bandeja de comida y sentarme en la misma mesa; debo admitir que casi me hago encima cuando me vio una mirada asesina, esa con la que me veía cada que le decía que debía conseguirse un novio. Ese día ella se convirtió en mi mejor amiga luego de decirle unas cuantas verdades a Clarie Johns de la clase de a lado luego de que me hiciera llorar por golpearme con su libro y eso hasta el día de hoy. Era difícil poder vernos fuera de la escuela por que su padre era una persona muy estricta y luego ella tuvo que mudarse luego que él falleciera, pero nunca perdimos el contacto y desde que regresó a la ciudad hace cinco años, pues ahora estamos más cerca.
Alejandra era esa parte de mi vida que me reservaba para mi mismo. Mis hermanos no la conocían, sabían de la existencia de mi mejor amiga que por muchos años creyeron era imaginaria y sospecho que lo siguen haciendo; y eso simplemente me encantaba. Aunque era una parte de toda esta locura a la que llamaba fama, también era esa roca firme que me mantenía con los pies bien planteados en la tierra.
Neo:
Cómo poder olvidarlo si me lo recuerdas al menos una vez al día.
Alejandra:
Es que debes tener presente lo genial que soy.
¿Cómo lo llevas tú?
¿Ya te hablan tus hermanos? O debo ir a darles una lección.
Neo:
Me encantaría ver eso.
No, aún no lo hacen, pero está bien me lo he buscado solo.
Hablé con mi mamá al respecto y cree que solo hay que darles espacio.
Yo creo lo mismo.
Alejandra:
Me gustan las cosas mas movidas, pero si lo quieres así.
He hablado con mi hermano y dice que si deseas puedes pasar unos días acá. Estoy segura que nadie te buscaría aquí.
Neo:
Es una idea tentadora, lo hablaré con Apolo y mi madre. Creo que les parecerá bien.
Alejandra:
Trato, avísame y te preparo el sofá.
Neo:
¿En serio? ¿El sofá? ¿Vas a hacer dormir a uno de tus ídolos en el sofá?
Alejandra:
¿Ídolo? Ni que fueras Basha. Jajajaja
Ruedo los ojos por su respuesta, me olvide mencionar que mi mejor amiga está enamorada platónicamente de mi hermano. Así es, Basha le quita el sueño a Alejandra desde hace muchos años, no está demás decir que le he querido presentar a mi hermano en más de una ocasión, pero ella siempre me ha dicho que prefiere mantener su imagen genial de idol. Supongo que cuando admiras a alguien lo idealizas al punto que si lo conoces en persona corres el riesgo de que no sea lo que te imaginaste y te decepciones.
Neo:
Está bien. Me quedaré en el sofá siempre de que tú prepares el desayuno.
Alejandra:
Habló su majestad.
Solo porque te quiero idiota.
Avísame en cuanto tengas noticias.
Salgo de la aplicación de mensajes para buscar el número de Apolo, si hay alguien a quién deba avisarle de mis planes es a él y sobre todo no quiero causar más problemas.
No pasa mucho tiempo hasta que mi hermano atiende mi llamada.
—Enano ¿sucedió algo? —pregunta apenas descuelga.
—Eh... no. Bueno te llamaba por algo, ¿estás ocupado?
—Estoy solo en la oficina así que podemos hablar ¿qué sucede? —Puedo notar en su voz que está preocupado por mí.
—Nada malo, hablé con Alejandra y me ha invitado a quedarme en su casa hasta que las cosas se calmen. Pienso que si me voy de casa un par de días eso hará que la prensa se calme un poco.
—¿Alejandra? ¿Nuestra presidenta?
—Sí, nos conocemos hace mucho. Mucho antes de que tú la contactaras.
—Neo, sabes muy bien que no me gusta que me oculten cosas. —Eso sonó un poco enfadado—. Debo suponer que ella es la amiga de la que tanto te has jactado estos años.
—Si.
—Vale, no preguntaré más por ahora. Ella y su hermano han demostrado que son personas de confianza, además Oscar trabaja en prensa podrá despistarlos con facilidad. Creo que es una buena idea que te quites de la vista pública, lo hablaré con mamá y pensaré la mejor forma de que salgas de ahí.
—Lo siento. —Es lo único que atino a decir al escuchar su voz cansada.
—No tienes por qué disculparte, enano. Hiciste lo correcto, no estaba en tus manos cómo se desarrollaran las cosas. Ahora me preocupas tú y sé que en casa los idiotas de nuestros hermanos no deben estar dejándotela fácil. Lo demás déjalo en mis manos.
—Gracias, Apolo.
—Siempre que me necesites, enano.
***
Convencer a mi madre de que era una buena idea no resultó ser tan sencillo como pensé, pero terminó por entender el punto de Apolo y el mío. Ahora salir era algo distinto, tengo la suerte de que vivimos en una urbanización privada que para ingresar uno debe ser residente o una persona autorizada para hacerlo, aquí viven varios actores y gente del medio por lo que las medidas de seguridad era un punto a favor de este lugar.
Así que a mi querida amiga tenía que ocurrírsele un plan para poder salir y no pudo ser uno mejor que llevarme en el maletero, pero obvio no crean que era así de simple debía estar oculto debajo de algunas cosas para que no me vieran ya que los vidrios de su auto no eran polarizados. ¿Porqué no se nos ocurrió algo mejor? Bueno por supuesto que pensé en otras cosas, pero todas ellas incluían la cooperación de mis hermanos y ellos no estarían muy felices por eso. Además, no pensaba molestar más a Apolo con esto, así que Alejandra y yo estábamos solos en esta extraña aventura.
—En serio te ves muy gracioso ahí metido —comenta Alejandra graciosa. Apunta su celular hacia mí—. Esto quedará guardado para la posteridad.
—Guarda eso Ale y cierra la puerta. —Hago un puchero estoy muy incómodo.
No puedo creer que su maletero sea tan pequeño o es que yo soy muy grande. No lo tengo muy claro, pero ese no era el punto quería alejarme de la casa lo más pronto porque aproveche para irme mientras mis demás hermanos están en la oficina con Apolo.
—Gruñón.
—Linda.
—Siempre, cariño. Ahora no te hagas el adulón que debemos salir de aquí en una sola pieza.
Cierra la puerta con un golpe fuerte, esto provoca que mis oídos zumben. Siento en el momento en que enciende el auto y comienza a moverse. Esto es irreal. Solo me imagino cómo serían los titulares si los paparazzi nos descubrieran. Lo sé, lo sé me gusta comerme la cabeza pensando en qué podría pasar, pero seamos sinceros serían muy graciosos. Fuera del hecho de que no les tengo mucho aprecio en este momento, debo admitir que suelen ser muy creativos a la hora de poner los encabezados.
—¡¡Wuju!! Tú, mi querido y encerrado amigo, eres libre —declara Alejandra desde el asiento del conductor—, pero esperaremos a llegar a casa para darte tu calcetín, Dobbyneo. Cuando lleguemos serás un elfo libre.
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