Había un joven principe de nombre bakugou katsuki el cual era conocido como el "principe del reino de la inhumanidad" este tenía una actitud infantil,explosiva y muy déspota.
El chico a corta edad tuvo que hacerse cargo de un reino entero a causa del fallecimiento se su madre.
Sin embargo a causa de esto el pequeño príncipe no sabia controlar adecuadamente un reino...
Cual fue su solución?
Pues gente que lo mal aconsejó le decía que el podía hacer lo que quiciera que el era el mejor...
A su lado del chico siempre había una joven sirvienta de cabellos castaños largos rizados ala cual era muy unido el joven príncipe,la cual siempre cumplía con todos sus caprichos de el rubio sin decir nada.
Un día como cualquier otro se organizó un baile al que bakugou fue invitado en donde se enamoró de una princesa enamorado de la joven quería tenerla al lado suyo sin embargo la joven estaba comprometida con un joven príncipe del reino vecino ...
El molesto fue a llamar a uno de sus jefes de ejército ordenando con una voz pacífica "quiero que destruyan el reino de verde para hoy..."

Y como ordeno el joven príncipe se hizo destruyeron el reino y el príncipe izuku midoriya fue asesinado.

Lo que no sabía era que una persona estaba planeando una revuelta contra el, el día llego y varios soldados y sirvientes huyeron dejando solo al soberbio principe solo en su castillo a merced de la gente.

Cuando por fin lo capturaron el solo los miro entre enojado y tranquilo extrañando a la guerrera y simplemente le dijo....

"AHG QUE GROSERA!"

El principe fue llevado a la cárcel mientras veía por la pequeña regilla donde podía ver al exterior esperando a su condena....

Una guillotina lo esperaba.

El dia llego y a las 3:30 empezaron a zonar las campanas indicando la hora del final la muerte del tirano.

La joven de rojo miró al príncipe y dijo

"Tus ultimas palabras pecador"

El rubio cenizo miró a la gente y sonrió de forma pacífica

"Ah... Es hora dela merienda"

Y así calló la guillotina sobre la cabeza del joven rubio mientras que la gente se hiba y celebraba la muerte de aquel pecador había alguien llorando mirando la cabeza del rubio en el suelo y la guillotina bañada de sangre fresca.