Capítulo XXXVIII
HOLA A TODOS!!
ESTE CAPÍTULO SE LO DEDICO A LornaGuzman PORQUE EL DÍA 15 DE ENERO FUE SU CUMPLEAÑOS. ¡¡¡FELICIDADES!!!!
ESPERO QUE OS GUSTE Y DISFRUTÉIS DE LA LECTURA
¡¡¡BESOTES ENORMES!!!
***
Las puertas de uno de los clubs más elitistas de Londres se abrieron dándoles paso a un mundo exclusivo de hombres. White's no permitía la entrada a ninguna mujer bajo ninguna circunstancia, pero se rumoreaba que si algún miembro insistía en ello, alguna podía penetrar esos muros infranqueables para mantener un encuentro íntimo. No eran más que rumores porque nadie admitiria que había visto a alguna o que él mismo había cometido aquella afrenta a las reglas del club.
Damon saludó con un ligero cabeceo a un grupo de caballeros que charlaban mientras se preparaban para marcharse. Ellos hicieron lo mismo pero sus ojos siguieron al grupo que se alejaba durante unos segundos más de lo necesario antes de comentar entre ellos que los rumores sobre la boda de Arlington debían de ser ciertos porque éste estaba demasiado serio. Ya no lucía su habitual sonrisa y eso sólo podía conseguirlo una mujer. Ellas te quitaban hasta el último resquicio de alegría del cuerpo si se lo proponían. Estallaron en carcajadas y siguieron con las bromas mientras se marchaban.
Les habían informado que Lord Wick se encontraba allí y aunque a Damon le hubiera gustado que su encuentro se realizara en un lugar más privado, no pensaba postergarlo por más tiempo. A su lado, Nick y Gabe hablaban entre sí mientras que Cribbs se mantenía en silencio al igual que él, buscando al hombre en cuestión entre todos los que se encontraban reunidos en una de las salas más visitadas. Algunos charlaban entre sí mientras que otros se limitaban a leer, incluso logró ver al coronel Prescott que dormitaba sin que nadie pareciera molestarle lo más mínimo. Gabe había concertado un encuentro con él allí mismo para tratar de convencerle de que corroborara que Liseth era su hermana y por lo tanto hija de su padre. La historia que se habían inventado dependía mucho de que ese hombre admitiera ese dato. Así que mientras Gabriel mantenía esa charla con el viejo coronel, Damon tendría una mucho menos agradable con el padre de Rosemarie Wick.
Nick y Gabe se alejaron, despidiéndose con un gesto, y lo último que Damon pudo ver, era como se miraban entre sí para ver quien despertaba al caballero. Una tenue sonrisa se dibujo en su rostro antes de que sus ojos dieran con el motivo de su búsqueda. Ni siquiera se dio cuenta de que a su paso las conversaciones se convertían en murmullos y miradas soslayadas. Su atención estaba por completa en el hombre que le daba la espalda.
Supo el instante preciso en el que le comunicaron quien se le acercaba porque su postura se tenso y los hombros se cuadraron, aún así cuando se volvió para encararlo, una tensa sonrisa, que no engañó a nadie, lo recibió.
- Lord Arlington, me alegro de verlo, ya estábamos comenzando a dudar que volviera alguna vez a codearse con sus pares.- Su tono era relajado pero la mirada era fría y dura.-
Algunos de los presentes rieron por lo bajo y Damon esbozó una sonrisa.
- He estado muy ocupado últimamente, pero no dude que a partir de ahora se nos verá mucho más.-
A nadie le pasó desapercibo que había hablado en plural y todos vieron como Lord Wick casi se atragantaba con el humo del puro que aspiraba en ese momento.
- Me gustaría hablar con usted en privado, si es posible.- Damon bajo el tono de voz pero estaba seguro que serían oídos.-
- Claro que sí muchacho. Si es por aquella inversión que realizó antes de marcharse, le puedo asegurar que no tiene por lo que preocuparse.- Mintió descaradamente aunque le estaba costando la misma vida y se notaba.-
A Damon no le costó esfuerzo alguno en seguirle la corriente durante unos minutos hasta que decidieron ocupar uno de los saloncitos privados para hablar de negocios. Los dos sabían demasiado bien que el tema que les traía entre manos era otro mucho más importante y personal, pero parecía que estaban de acuerdo en que aquello no se convirtiera en una atracción de circo de la que se pudiera hablar después.
Tan enfrascados estaban en sus propios pensamientos, ninguno prestó atención a que Cribbs entraba tras ellos en la habitación y cerraba la puerta, manteniendose junto a ella con los brazos cruzados sobre el pecho.
- Bien, dejémonos de juegos.- Wick no perdió el tiempo en cuanto se supo a salvo de oídos indiscretos.- Va a explicarme ahora mismo que tipo de juego depravado se traía con mi hija.-
Damon comprendía demasiado bien al hombre, incluso sabía que el único culpable era él, pero no iba a permitir que le acusaran de mostrarse de manera deshonesta.
- Le puedo asegurar que en ningún momento me he comportado de forma incorrecta con la señorita Wick, siempre....-
- Me importa bien poco lo que pueda usted asegurarme. Le creía una persona de honor, un hombre de palabra, pero ha resultado ser solo la sombra de un caballero.- Estaba comenzando a sudar de manera copiosa por lo que extrajo un pañuelo del bolsillo y se lo pasó por el rostro con movimientos bruscos.- Ahora dígame, ¿es verdad que está casado?. Necesito escucharlo de sus labios aunque lo que realmente creo es que tiene a una mujerzuela en su cama y que como el hombre caprichoso que es, ha olvidado que mi hija...-
Damon no le permitió seguir, en cuanto escuchó que insultaban a su mujer se lanzó sobre el hombre en un rápido movimiento, lo agarró de las solapas de la chaqueta y pegó su rostro al de él. Las palabras se negaron a salir de pura rabia, pero tras unos segundos la voz volvió a él. Ronca y profunda.
- Retire ahora mismo sus palabras.- Siseó entre dientes y con los ojos afiebrados de cólera.- No permitiré que nadie insulte a mi esposa, ¿me ha oído?. Retírelo si no quiere que me olvide de su edad y en éste momento le de tal paliza que dudo mucho que pueda volver a levantarse.-
Wick lo miró sorprendido por aquella reacción. Era él al que habían humillado, y a su hija por supuesto, pero pareciera que fuera al revés. Trató de soltarse de su agarre pero le fue imposible y mientras tanto no dejaban de mirarse a los ojos como dos animales dispuestos a saltar el uno sobre el otro en cualquier momento.
- Estoy esperando.- Su colera aumentaba a cada segundo que pasaba sin escuchar las disculpas que creía que se merecía.-
Cribbs se había acercado con rapidez al ver como el ambiente se había caldeado tan rápidamente pero se mantuvo aparte esperando que no tuviera que intervenir.
- ¿Su esposa?.- Dijo mucho más molesto.- Entonces es verdad, está casado.-
A Damon no le gustó su respuesta. No era lo que esperaba que dijera. Necesitaba que se disculpara, así que se limitó a mirarlo y a apretar los puños.
Algo tuvo que ver en su mirada que de pronto Wick se relajó lo suficiente como para ceder en ese punto.
- Lamento lo dicho, mis disculpas.- Dio entre dientes.-
Los segundos pasaban y Damon no lo soltaba. Calibrara se eran sufiecientes esas palabras dichas con desgana, pero por último pensó que él también tenía por lo que disculparse y que quizá estaba demasiado sensible con el tema. Separó sus dedos, uno a uno, y en cuanto Wick se sintió liberado se alejó unos pasos hasta encontrarse fuera de su alcance.
- Creo que merezco exactamente lo mismo de su parte, Lord Arlington. Un disculpa. Hace apenas dos meses cortejaba a mi hija, desaparece de pronto y cuando regresa, todo son rumores de que ha vuelto con una mujer, que resulta ser su esposa. Mi pobre niña...esperaba su propuesta.-
- Lamento de verdad lo sucedido, pero en mi defensa, sólo puedo decir que era imposible que pudiera ofrecerle matrimonio porque llevo casado algo más de dos años. No sabe como me mortifica que por mi culpa, su hija se encuentre en esta situación.-
Toda la rabia de Damon se había evaporado al darse cuenta que la muchacha era la que sufriría sin tener absolutamente nada que ver con todo lo sucedido. Se sentia francamente mal pero no podía revertir lo ocurrido y una disculpa no sería suficiente, lo sabía.
- Ahora espero que me explique, cómo es posible que yo y mi hija malinterpretáramos la situación, porque no es posible que sabiendo que sus intenciones no podían ir más allá, cortejara frente a toda la buena sociedad a una señorita. ¿Comprende que su nombre está en boca de todos?. ¡Maldita sea!.- Se paso la mano por los ojos con enojo. Si tuviera unos años menos...Realmente esperaba que todo fueran habladurías, que como máximo tuviera una amante pero que recapacitara en cuanto hablara con usted, pero una esposa...lo cambia todo.- Pareció que toda la fuerza desaparecía de su cuerpo y se desplomó en un sillón cercano. Cerró los ojos un momento para volverlos a abrir llenos de dolor.- Nadie creerá que Rosamarie sigue tan inocente como antes de mezclarse con usted, ¿lo comprende?. Todos pensaran que la sedujo.- Estaba totalemente abatido.-
Cribbs escuchaba atentamente la conversación y cerraba y abría los puños cada vez que se ponía en duda la inocencia de Rosamarie.
- Le puedo asegurar que no es así, siempre me comporté con ella con la más absoluta corrección.- ¡Qué lio!. Se sentía impotente ante el hecho de que nada podía hacer al respecto. La reputación de la muchacha estaba mancillada para siempre y él era el responsable de ello. ¿Qué tipo de reparación podía ofrecerle a un padre por eso?. Merecería cualquier trato que le quisiera dar pero lo único que le tranquilizaba algo era saber que no había sido consciente del mal que hacía. Rosamarie era una muchacha demasiado agradable como para tener que pasar por todo esto.- Sé que sus posibilidades matrimoniales se han reducido bastante...-
Lord Wick soltó una risa cargada de sarcasmo.
- ¿Bastante?. Yo diría que han desaparecido por completo. Ningún hombre de bien le propondrá matrimonio pensando que ...- No teminó la frase y tragó con fuerza.- ¿Cómo ha podido actuar de forma tan desconsiderada?. Usted es el culpable de todo y no hay nada que pueda hacer para remediarlo.- Se levantó como si su cuerpo le pesara el doble y tuviera la mitad de energía.- Lo mataría aquí mismo si pensara que con ello conseguiría algo, pero lo único que lograría es que mi familia sufriera por saberme encarcelado y aumentaría su dolor. Mi hija, no sale de su habitación desde el primer momento en el que los rumores comenzaron a circular, incluso sus amigas le han dejado de lado, aduciendo que es alguien caída en desgracia. Está pensando en recluirse en un convento...quizá sea lo mejor.-
Lor Wick hablaba en susurros como si nadie más estuviera en la habitación allí con él.
- Comprenderá que no quiera saber nada más de usted en lo que me resta de vida. Creo que no podré mirarlo siquiera sin pensar que he sido demasiado poco hombre como para no vengar el honor de mi pequeña.-
Cada palabra que escuchaba se clavaba en el alma atormentada de Damon. Era merecededor de cada una de ellas.
- Tendré que alejarme de Londres, sí eso será lo mejor.- Murmuraba mientras se dirigía hacia la puerta para marcharse.-
- Lord Wick.- Damon lo detuvo.- Si en algo vale mi ayuda, me gustaría ofrecerle una pequeña compensación por todo lo sucedido, puede utilizarlo para incrementar la dote, si lo desea. Aseguraré que nada reprochable pasó entre su hija y yo. Se que es poco, pero es la verdad y lo único que puedo hacer.-
El caballero no se volvió al momento pero cuando lo hizo, los ojos le brillaban de rabia.
- Espera comprar su dignidad, con dinero.- No salía de su asombro.-
- Está equivocado, no pretendo hacer eso, sino compensarle de alguna manera. Con una dote más sustanciosa sus posibilidades aumentaran considerablemente.-
- Me lo tengo merecido.- Lord Wick sorprendió con estas palabras a los primos.- Un conde, me dije. Un conde se ha interesado por mi hija, y no escuché a mi esposa, sus dudas respecto a su reputación, su fama de mujeriego incorregible porque nunca se atrevería a jugar con una muchacha de su misma clase social, eso jamás lo haría un conde. Me cegué con el título y no vi al hombre que se escondía tras él y lo único que he conseguido es arruinar socialmente a mi propia hija. Yo soy el culpable, por permitirle visitarla.-
Damon no podía decirle que él había pensado seriamente casarse con la muchacha y que había sido el primer sorprendido cuando supo que no podría hacerlo porque eso arruinaría todo lo que habían urdido para justificar la ausencia de su esposa durante todo ese tiempo. Si él tenía que quedar como el más vil de los hombres para que Liseth no sufriera lo haría, pero no había contado que durante el proceso otra mujer sufriría del escarnio social y se debatía en qué era lo correcto. Aunque tras un segundo de dudas tuvo claro que siempre protegería a su fierecilla, aunque eso le pesara en su conciencia por el resto de su vida.
- Dile la verdad, Damon.-
Cribbs habló por primera y ambos hombres se volvieron hacia él sorprendidos de no haber reparado en su presencia hasta ese momento.
Damon lo miró sin comprender y Lord Wick los miró a ambos alternativamente.
- Creo que ha llegado el momento. Y no voy a permitir que ésta locura siga su curso.- Habló con tal seguridad que nadie diría que estaba improvisando.- Verá, Lord Wick, usted sabe que Rosamerie y yo nos conocemos desde niños, nuestras familias son íntimas desde que tengo memoria.- El hombre cabeceo sin saber a donde quería ir a parar.- Yo siempre he estado enamorado de ella, pero sabía que usted nunca me tendría en consideración por mi falta de título. De todos es bien sabido que era para usted un requisito indispensable y su hija jamás le hubiera decepcionado aceptando a alguien que no lo poseyera. Es demasiado obediente y le tiene en alta estima.- Aseguró sabiendo que tenía todo la atención puesta en su persona.-
- ¿Quiere decir que mi hija le corresponde?.- Lord Wick no sabía como no se había dado cuenta antes de lo que sucedía ante sus propias narices.-
- Mi primo aquí presente, se ofreció muy amablemente a interceder por mi ante ella, pero usted no le permitiría que él se acercara jamás a su hija debido a su fama de mujeriego como bien ha dicho, así que fingió interés y durante sus paseos juntos, trataba de animarla a que hablara con usted y a convencerlo de que estábamos enamorados. Ella se rehusaba una y otra vez, pero Arlington estaba seguro de poder ayudarme e insistía.-
Lor Wick lo miró no sabiendo si creerlo o no.
- ¿Y qué haría Arlington cuando yo viera que la proposición por su parte no llegaba?.- Comenzó a recelar de lo que Cribbs le contaba.-
- Yo estaba dispuesto a contarle la verdad. Había pensado que nada sucedería si entre ellos no había un compromiso. Ella le rechazaría simplemente. No sería demasiado extraño debido a su reputación de calavera.-
Damon no salía de su asombro. Parecía que las únicas que podían inventar historias descabelladas no eran las mujeres de su familia.
- ¿Y porqué no me lo dijo directamente?. Sería mucho más fácil y rápido.- Lord Wick estaba mucho más animado que momentos antes y miró al Cribbs recriminándole su papel en aquel feo asunto.-
- Porque pensé que si no era yo solo el que abogaba por esa unión usted lo tendría en cuenta. Creí que si ella estaba a mi lado y ambos le decíamos lo que realmente deseábamos, podríamos convencerle. Me doy cuenta que actué mal y debería de haberlo enfrentado como un hombre y no pedir ayuda pero en ese momento no vi otra salida y ahora Arlington será condenado por algo en lo que no ha sido culpable. Jamás trató de hacerle algún mal a Rosamerie, me consta.- Se negaba a mirar a Damon a los ojos porque pensaba que entonces toda su entereza se vendría abajo.-
- ¿Y porqué no ha dicho nada?.¿Porqué ha dejado que pensara que se había burlado de ella?.- Los miró esperando una respuesta por parte de alguno de los dos.-
- Proque yo se lo pedí.- Cribbs parecía realmente arrepentido.- Pero he visto que todo se ha complicado demasiado y no veo más salida que decir la verdad a pesar de no contar con la aprobación de su hija. Ella siempre hará lo que usted crea más conveniente.- Le aseguró sabiendo que casi lo tenía convencido y consciente de a lo que se exponía.-
Damon tosió cuando Cribbs se acercó hasta él para ponerse a su lado. Lo miró diciéndole que no tenía porque mentir de esa manera para salvarlo a él.
- No lo hago solo por ti.- Le susurró momentos antes de que Lord Wick llegara junto a ellos.-
- ¿Entonces tu deseas casarte con mi hija y ella te corresponde?. ¿Podríamos decir que Lord Arlington actuaba como casamentero?.- El color había vuelto a su rostro y hablaba animadamente.- Es posible que eso la salve, ¿verdad?, sobre todo si hay un compromiso real entre ustedes. Si ella se sigue negando por satisfacer mis ambiciones, la obligaré.- Dijo casi riendo.- Incluso su reputación subirá varios puntos al interceder para que dos jovenes enamorados se reunan.- Se dirigió a Damon en ésta ocasión aunque sin esperar respuesta.- Bien, bien, bien. Le espero en mi casa esta tarde. Tenemos mucho de lo que hablar ....-
Lord Wick salio de la habitación apresuradamente con demasiadas cosas en la cabeza como para pensar en lo ilógico de todo aquello.
- ¿Te has vuelto loco?.- Casi grito sin poder creerselo aún.- No tenías que sacrificarte para evitar que mi nombre fuera arrastrado por el fango, me lo merezco. No me importa si todos creen que trate de seducirla, después de todo es lo que siempre he sido, un seductor. Lo lamento por ella, porque no lo merece, pero no te arrastraré a ti también en todo esto. No tienes que hacerlo, aunque te lo agradezco, pero....¡Maldición y condenación eternas!- Se movía por la habitación como un león enjaulado.-
- Lo hago en mi propio beneficio, así que no tienes que agradecerme o recriminarme nada.- Cribbs estaba bastante tranquilo después de que todo hubiera pasado. Sabía que había hecho lo correcto a pesar de lo precipitado en que había actuado.-
Damon se detuvo y lo miró atentamente. Comenzó a esgrimir una sonrisa que terminó en carcajada.
- Condenado muchacho.- Lo abrazó con fuerzas antes de soltarlo y golpearle la espalda.- Estás enamorado de la joven, por eso haces esto y yo pensando que tratabas de salvarme de la quema.- Cribbs se ruborizó intensamente ante sus palabras pero no las negó.- Pero creo que te agradezco más el que la salves a ella de las habladurías que él que lo hagas conmigo también, de paso. Desde ahora seré poco más que alguien a quien pedir consejos de amor, ¿Te imaginas?.-
Suspiró satisfecho de tener un primo como Cribbs, no dudaba que el muchacho era lo mejor que podía pasarle a una mujer. Rosamarie Wick tenía que estar agradecida por tenerlo a su lado.
- Ahora sólo espero que ella me acepte.-
Damon se puso serio al instante.
- ¿Quieres decirme que todo eso de que ambos estáis enamorados no es cierto?.-
- No exactamente.- Cribbs le respondió sin entrar en detalles pero ante la mirada insistente de su primo, claudicó.- Ella no parece corresponderme pero creo que es una buena resolución al problema. Tu quedas bien ante todos, ella también lo hace y todos contentos.-
- ¿Y tu, estarás también contento?.-
Damon no pudo evitar preguntarlo porque comenzó a preocuparse. Quería que fuera feliz como lo era él. Descubrir que realmente pensaba eso, le golpeó con fuerzas. Desde que Liseth había irrumpido en su vida se sentía diferente a pesar de que al principio no estuviera muy de acuerdo. Ella le había cambiado en tantas formas que ya apenas se reconocía. No quedaba casi nada del Damon de antes. Su interior había ido transformándose sin apenas darse cuenta y eso lo maravillaba a la vez que lo aterraba de igual manera.
- Espero que sí porque me he jugado demasiado en ésto.-
- Si puedo ayudar en algo, no tienes más que decírmelo. Cualquier cosa.-
Cribss sabía que era cierto pero también era consciente de que esa batalla tenía que lucharla solo.
Gabriel apareció seguido de Nick. Ambos los miraron y bucaron a Lord Wick por la habitación sin encontrarlo.
- ¿Qué ha sucedido?.- Preguntarón a la vez.-
- Cribbs, se acaba de comprometer.- Sentenció Damon y rio ante el gesto de incredulidad de los dos.-
***
Apartó los labios del miembro totalmente flácido y se los relamió, consciente de que él no había apartado la vista de su rostro.
Conocía a los hombre y sus deseos y trataba de complacerlos generalmente, para que ellos se lo agradecieran de la misma manera, pero ésta vez sus intenciones eran diferentes. Necesitaba algo de ese hombre en concreto y mediante el sexo estaba segura de obtenerlo.
Solían bajar la guardia después de haberse corrido y comenzaban a hablar de temas que en otras circunstancias hubieran mantenido en secreto. Eran tan predecibles que la mayoría llegaban a aburrirla mortalmente.
- Isabella...-
Ella se irguió frotándose contra él. Sus pechos rozaron su miembro y ascendieron por su vientre. Se alzó para alcanzar su cuello y pasarle la lengua por la vena que le palpitaba con frenesí. Deslizó la mano por el costado hasta dejarla apoyada en su pecho, para sentir los latidos de su corazón. Sabía que le encantaba lo que le había hecho y ahora era su turno para sacar ventaja de ello.
- ¿Te ha gustado?.- Le dijo mimosa conociendo la respuesta de antemano pero queriendo oírla.-
- Sabes que sí.-
El hombre le alzó la cabeza y le dio un beso duro. Abrió sus labios con fuerza y aspiró su lengua de forma tosca pero Isabella no se quejó, al contrario, profundizó el beso a la vez que restregaba su cuerpo lujurioso contra él.
- Eres tan hombre, tan varonil, nadie me había saciado como lo haces tu.- Mentía, pero no se sentía mal por ello y eso siempre funcionaba. Lo creían sin dudar jamás de su palabras. ¡Qué idiotas!.-
- Ven, recostémonos y déjame reponerme unos minutos antes de que puede disfrutar de ésto.- Le introdujo la mano entre las piernas y le abrió los pliegues con los dedos para frotarla varias veces.- Eres una mujer caliente, ¿verdad?.- Ella comenzó a jadear, ésta vez de verdad.- Me gusta que lo seas.- Le aseguró introduciendo un dedo lubricado por su ano.-
Isabella respingó por la sorpresa pero se relajó al instante disfrutando de la sensación de ser embestida por ese lugar en concreto.
- Sí...- Gimió pidiendo más.-
El la volteó y ella se sostuvo sobre sus manos y rodillas. Esperando. Anhelando que la penetrara. Sus dedos la hacían gritar y cuando la creyó preparada se introdujo en ella en un solo movimiento.
- Juraría que disfrutas más siendo follada por aquí que por donde debería de hacerlo.-
Isabella no le contestó pero a cambio se movió con más brio, exigiéndole que fuera más rudo, más agresivo. Con una de sus manos se acarició su sexo para aumentar el placer. Lo sintió arremolinarse en su vientre y estallar dejándola satisfecha.
Por ahora.
Cuando él se vació dentro de ella debido a las contraciones que le exprimían el miembro, se dejó caer sobre las sábanas exhausto. Ella se acurrucó contra él pasandole una uña por el pezón. Dibujándoselo una y otra vez hasta ver como se contraía.
- Y ahora me dirás aquello que me prometiste.- Le comentó como si realmente no le importara que se lo dijera o no.-
La miró durante unos instantes y se apartó de ella sentándose en la cama y dándole la espalda.
- ¿Y puedo saber cual es tu interés en todo ésto?. Fue un comentario sin importancia sobre alguien a quien conozco.-
¡Maldito imbécil!. Ese simple comentario le había dado acceso a su cama, de otra manera jamás le habría permitido tocarla.
Se incorporó y se pegó a su espalda. Sus brazos le rodearon los hombros y dejó que sus manos le acariciaran el pecho. Mordió su lóbulo juguetona antes de proseguir. Debía de tener cuidado o él se cerraría en banda a decirle lo que tanto le interesaba.
- Es solo curiosidad femenina, amore. Nada más que eso.- Le aseguró.-
Él pareció relajarse un poco ante su despreocupación y volvió a tumbarla, pero ésta vez se colocó entre sus piernas que lo recibieron con agrado.
- Eres demasiado insistente.-
- Sólo cuando no me salgo con la mía.- Rió de manera seductora.-
- Un mujer fascinante, Lady Isabella.- La halagó.-
- Espero parecérselo, Lord Ives.-
***
David observaba al hombre apostado frenta a la casa. No siempre era el mismo y lo sabía porque llevaba varios días atentos a sus movimientos.
Los había descubierto por casualidad y ahora le intrigaban muchísimo. ¿Qué hacián allí?. Su curiosidad lo estaba matando. Bueno, eso también, pero era el poder justificarse a sí mismo el que abandonara las tareas que a diario le asignaba su profesor, lo que le hacía buscar algo mejor que hacer. Letras, ¡Puag!, para que servía saber tanto, no lo entendía pero lo hacía porque Pru insistía en ello, y además se esforzaba muchísimo. Su profesor estaba bastante contento con sus avances en tan poco tiempo así que no sería demasiado malo si por esa vez se escabullía por la puerta trasera y se acercaba un poco al hombre que lo tenía tan intrigado.
No le hablaría, ni siquiera se dejaría ver. Sólo quería saber que rostro tenía y a lo mejor de paso, averiguaba a que dedicaba las horas muertas apoyado en aquel árbol. De vez en cuando se paseaba calle arriba para volver al mismo sitio de nuevo, o se distraía hablando con los repartidores, pero aparte de eso no hacía nada más hasta que otro ocupaba su lugar y entonces se marchaba. Entonces el que le había relevado adquiría la misma rutina de desidía.
¡Ah, no podría dormir tranquilo hasta que averiguara que sucedía!.
Se escabulló de su cuarto procurando no hacer el menor ruido y bajó las escaleras sin que nadie lo viera.
Cruzó como un rayo la masión. Y ocultándose como pudo del jardinero llegó hasta la parte de atrás del jardín y salió contento de haberlo conseguido.
Cuando llegó a la esquina miró hacia donde el misterioso hombre estaba y cuando creyó oportuno, cruzó corriendo la calle. Se situaría a su espalda y se ocultaría tras los setos para poder espiarlo sin ser visto.
Cuando llegó al lugar justo temió asomarse y que lo sorprendieran, pero se levantó y echando un rápido vistazo volvió a agacharse deprisa. Él estaba de espaldas, así que poco podía ver.
Esperó un tato, y otro más, pero no lograba verle el rostro. Decepcionado se convenció de volver antes de que le echaran de menos cuando escuchó a alguien que le hablaba a su escurridizo amigo.
- ¿Algo nuevo, Ron?- Dijo el recien llegado.-
-Absolutamente, nada. Como siempre, Dick.- Bufó con fastidio.- Si no fuera por que me pagan....-
- Está bien, ya te puedes ir. Me quedo yo.-
David los escuchaba tratando de leer entre líneas a que se referían.
- ¿Seguimos vigilando solamente o hay nuevas ordenes?.- Preguntó esperanzado Dick.- Necesito algo de acción.-
- Vigilancia, solo.- Ron también estaba harto de aquello pero debiéndole dinero a Blaize...la fecha del término del plazo estaba demasiado cerca y estaba pensando desaparecer, pero no se lo diría a sus hermanos. Cuanto menos supieran mejor.-
David se congeló en el acto. Ellos vigilaban a alguien, ¿Sería posible que Eddy quisiera raptarlo y regresarlo con él?. Sabía que debía de estar rabioso por no haberle podido poner la mano encima pero no hasta el punto de contratar a alguien para que lo vigilara. ¿O sí?.
Con cuidado de no ser escuchado volvió a la casa con el cuerpo tembloroso ante la posibilidad de que aquello que había pensado fuera posible.
Se enfrascó en sus estudios sin demasiado éxito porque sus pensamientos estaban en otra parte demasiado lejos del papel que tenía enfrente.
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