Capítulo XXXI
HOLA DE NUEVO!!!
AL FIN ES DOMINGO JIJIIJ AQUÍ ME TENÉIS DISPUESTA A COMENZAR A ESCRIBIR EL CAPÍTULO SEMANAL. SÉ QUE OS DEJÉ CON MUCHA INTRIGA EN EL ANTERIOR Y ESPERO QUE CON ÉSTE QUEDÉIS SATISFECHOS!!!
MUCHÍSIMAS GRACIAS A TODOS POR LEER SEMANA TRAS SEMANA Y POR TODOS VUESTROS COMENTARIOS Y VOTOS. ;)
OS DIRÉ, AUNQUE YA ENVIÉ UN MENSAJE A TODOS MIS SEGUIDORES, QUE FanyyR ME HIZO UNA ENTREVISTA BASTANTE EXTENSA EN LA QUE PODRÉIS SABER ALGO MÁS SOBRE MI Y SOBRE MIS HISTORIAS. LA PODÉIS ENCONTRAR SI EN EL BUSCADOR DE WATTPAD PONÉIS " El Rincón de FanyyR " Y ALLÍ VÁIS AL CAPÍTULO QUE DICE " Entrevista a Auxi Soto " . CREO QUE OS GUSTARÁ Y ESPERO QUE OS PASÉIS A LEERLA!!
¡¡¡BESOTES ENORMES!!!
***
- No te preocupes, verás como pronto estarás bien de nuevo.- Damon buscó con los ojos a alguien pero al no encontrarlo, gritó sin importarle los modales.- ¡Quiero al doctor Grummer aquí, enseguida!.-
Liseth lo miró por un instante como si no lo conociera o mejor dicho como si no lo reconociera, y tenía que admitir que ver sangre en ella lo había sacado de sus casillas, había terminado con la poca paciencia que tenía desde que Meredith y compañía habían irrumpido por sorpresa en su hogar.
- Te aseguro que no es nada.- Le aseguró ella oprimiéndole un brazo para tranquilizarlo.-
- No dirías lo mismo si llegas a ver lo pálida que estás.- La apretó contra su pecho casi asfixiándola.-
- Apenas me escuece, sólo que la sangre me marea un poco, pero por favor, no llames al doctor...-
Liseth trató de desenterrar la cabeza, que él oprimía en su cuello, y mirarlo. Deseó poder tranquilizarlo y parte de su enfado se esfumó al verlo tan preocupado. ¿Debía de importarle algo si se encontraba en ese estado, verdad?.
Casi sonrió pero se contuvo porque casi todos los presentes la miraban inquietos. Se sintió algo imcómoda por ser el centro de atención y, no sin esfuerzos, logró que Damon la dejara respirar un poco.
Las damas seguían con mucha atención la conversación y no se perdían ni uno de los mimos que Arlington le prodigaba sin dejar de hablar entre ellas.
- Son apenas unos arañazos, querido.- Lady Pru se tranquilizó en gran medida cuando consiguió verlos de cerca. Por un momento pensó que era mucho más grave.-
- Quiero a ese perro fuera de ésta casa....- Damon no podía apartar la mirada de ella. No hasta que no se le pasara la angustia que había sentido.-
- ¡Oh, vamos!. Ha sido un accidente, no voy a permitir.....- Liseth dejó de hablar en el momento en que lo vio.-
Un hombre, al que jamas había visto antes, traspasaba la puerta y se acercaba a ellos con determinación. Tuvo que admitir que era bastante apuesto pero parecía contenerse por algún motivo. Cerró los puños a ambos lados de su cuerpo sin dejar de caminar y entrecerró los ojos para mirar a Damon. Liseth siguió su mirada y después volvió a prestarle atención.
¿Porqué parecía que se iba a abalanzar sobre su esposo?.
Y fue en ese momento cuando, unos ojos de un verde intenso la miraron directamente, dejó de respirar y contuvo el aliento. Su mirada se transformó inmediatamente. Transmitía anhelo, preocupación, reconocimiento, pero sobre todo cariño. ¿Cariño?. El corazón de Liseth comenzó a latir deprisa, sentía que lo conocía. Sabía que no era posible, jamás lo habría olvidado, pero cuando sus ojos conectaron algo dentro de ella supo que lo que días atrás le parecía improbable, había ocurrido. No podía hablar y sentía la boca seca, pero tampoco podía dejar de mirarlo.
Él rompió el contacto visual para volverlo a centrar en Arlington, que parecía no notar su presencia al igual que el resto de personas que la miraban solo a ella.
Liseth lo vio entrecerrar los ojos y endurecer la mirada hasta que parecieron dos gemas que refulgían con luz propia.
Algún movimiento pareció alertarlos de que alguien más estaba entre ellos porque de pronto Marion saltó, llena de excitación.
- ¡Gabe!.- Se apresuró a lanzarse en sus brazos y él la recibió sin dejar de observar a su objetivo. La apartó con suavidad dirigiéndole apenas una mirada y Marion parpadeó sorprendida.-
Todos comenzaron a hablar al mismo tiempo. Unos dándole la bienvenida y otros explicando lo que sucedía, pero Stanton no tenía ojos para nadie más que para su amigo.
- Me alegra verte.- Damon sintió como Liseth se separaba de su lado para permitirle saludar y no le gustó, pero tras confirmar que ella podía mantenerse en pie por sí sola se relajó un poco.- Por fin has vuelto.-
- Y yo pienso que lamentarás que lo haya hecho.-
No le dio tiempo entender lo que sus palabras querían decir porque un segundo después, el que era su amigo, con el que tanto se había divertido, hablado y vivido, le asestó un golpe en el estómago que lo dobló en dos.
Escuchó los gritos de las damas y él sólo pudo tratar de entender porqué, cuando un segundo golpe, ésta vez en la mandíabula, casi consigue hacerlo caer.
- ¡Qué demonios...!.-
Lo esquivó por muy poco y lo miró con los ojos desorbitados sin entender nada.
- Te avisé de lo que pasaría.- Gabe estaba fuera de sí y se acercó, acechándolo.-
- ¿Avisarme...?.-
Damon dejó de hablar porque un Gabe totalmente desconocido se precipitó sobre él y volvió a golpearle con demasiada fuerza. En ese momento decidió responderle porque a pesar de que jamás se había planteado la posibilidad de matarse a puñetazos con uno de sus mejores amigos, tampoco iba a dejar que éste lo utilizara como un saco de boxeo.
***
David dejó la cocina de la que había conseguido una manzana enorme a la que le hincaba el diente con satisfacción. Buscaría a Minny y a Thomas y dejaría a los perros en el lugar que le habían habilitado cerca del establo para que pasaran la noche. Al principio, allí solo se quedaba Darling pero parecía que Thomas prefería estar junto a su amigo a estar durmiendo en la misma habitación que Lady Pru. Ella se había sentido insultada por el abandono, naturalmente, pero al final terminó aceptándolo con una sonrisa traviesa.
David adoraba a esa mujer, la quería de verdad, y por supuesto a Arlington y a su preciosa esposa, Liseth. Su vida había cambiado tanto que veces temía despertar y volver a encontrarse durmiendo en el establo de " El Buho".
Suspiró satisfecho y hundió los dientes en la jugosa fruta. Escuchó unos gritos y al principio no supo reaccionar pero después corrió tan rápido como su piernas se lo permitían. ¿Qué podía estar sucediendo?. Entró en el vestíbulo tan deprisa que patinó y calló sobre el trasero.
No podía creer lo que veía. Varias mujeres correteaban de aquí para allá entre gritos y recriminaciones. Liseth parecía una estatua a la que solo el pestañeo la delataba de tener vida. Lady Pru abría los ojos cada vez más mientras boqueaba totalmente atónita.
Siguió buscando lo que producía todo éste comportamiento tan extraño cuando los vio.
Se estaban matando a golpes. O más bien, el extraño estaba propinándole una paliza a Arlington. Darling trataba de morderlo mientras que Ambrose hacía esfuerzos por contenerlo, pero Thomas, le ladraba amenazador y no dudaba que se lanzaría sobre el hombre de un momento a otro
Se levantó con rapidez y sin pensarlo se dispuso a defender a su familia. Nadie iba a hacerles daño. Jamás.
Corrío y cuando estuvo lo suficientemente cerca se lanzó sobre la espalda del agresor. Rodeó el cuello con sus brazos, y sus piernas se afianzaron a su cintura. Enlazó los pies para agarrarse mejor, pero a parte de eso, poco pudo hacer más. El hombre se sorprendió y trató de quitárselo de encima.
Durante esos segundos, Damon consiguió levantarse del suelo a duras penas.
David no lo pensó dos veces y le mordió la oreja lo más fuerte que pudo.
- ¡David!.-
Lady Pru trataba de soltarlo pero él apretó más los dientes. No iba a parar hasta que le arrancara el trozo o hasta que ese desalmado se lo quitara de encima. Lo que primero sucediera.
Marion se interpuso entre los dos contendientes evitando que Gabriel se lanzara de nuevo al ataque y casi grita de nuevo, ésta vez de dolor, cuando su esposo se retorció y manoteó tratando de quitarse a un niño que lo mordía con saña.
Nick y Vincent llegaron en ese momento y se sorprendieron de ver allí a Stanton.Aunque no comprendían lo que había pasado vieron el estado lamentable en el que se encontraba Damon y se hicieron cargo de la situación al instante.
- Suéltalo, hijo.- Recomendó Vincent mientras sujetaba al crío por la cintura.-
- Por favor, David.- Le suplicó Lady Pru que tenía lágrimas en los ojos y eso hizo que él abriera poco a poco la boca para dejar ver el reguero de sangre que cubría el cuello de Gabriel.-
Una vez que puso los pies en el suelo se lanzó a los brazos de Lady Pru pero sin dejar de vigilar al hombre que se había atrevido a golpear a uno de los suyos. Tembló al saber que el desconocido era al menos tres veces más grande que él y que bien podía zurrarle hasta el cansancio, pero no lamentaba su participación en ese trifulca. Arlington habría hecho lo mismo por él, estaba seguro.
- ¡¡Pero que es lo que te ocurre!!.- Damon se encaró con él pidiendo explicaciones rodeándose las costillas con un brazo.-
Liseth se apresuró a su lado para calmarlo y comprobar cuan dañado estaba y lo mismo hizo Marion con su esposo que la rodeó por la cintura al momento.
- Te avisé. Te dije lo que pasaría si su familia sabía lo que habías hecho con ella.- Gabe señaló con la cabeza a Liseth. Jadeaba de pura rabia.-
Liseth no pudo más que mirarlo sin creer del todo que algo tan descabellado podía suceder. Miró a Marion abrazando al agresor de su esposo. ¿Sería posible...?. Recordó que ella la vio en la mansión en la que sabía que había vivido su madre, en esa misma calle, pero pensó que eran los nuevos propietarios. ¿Podría ser verdad...?. La esperanza se abrió paso a empujones y tragó con fuerza conteniendo las lágrimas que amenazaban por salir.
- ¿Gabriel?.- Preguntó en un tembloroso susurro.-
Damon aún protestaba y Nick pedía calma. Las mujeres no sabían donde acudir primero, si socorrer la herida de Liseth, buscar posibles fracturas en Arlington o preguntar a Stanton que lo había llevado a comportarse de aquella manera.
Gabe sólo tenía ojos para Liseth.
Asintió ante su pregunta incapaz de hablar. Quiso moverse y acercarse para tenerla entre sus brazos pero no consiguió moverse un solo milímetro.
- ¿Gabriel Stanton?.- Liseth volvió a preguntar para asegurarse aunque ya sabía la respuesta. Ésta vez, su voz llevaba impresa una alegría que no pasó desapercibida para Damon.-
La miró extrañado de que ella lo conociera. ¿Dónde?. ¿Cuando?.
Su mujer salió disparada de su lado y se precipitó sobre Gabe. Damon abrió la boca con incredulidad. Stanton apartó a su mujer con delicadeza pero con prisas y la recibió con gusto contra su pecho. La abrazó con fuerza y le besó el pelo. Respiró su olor y por primera vez en mucho tiempo, se sintió completo. Ahora todo estaba en su sitio.
El silencio que siguió describió perfectamente la estupefacción de todos los presentes.
- Te he buscado tanto, Annie, tanto....- Le susurró al oído mientras la escuchaba llorar de alegría.-
- Te creía en América...tan lejos....pero tratamos de verte, de verdad que lo hicimos...- Se aferró a él. No lo conocía pero siempre lo había querido y ver sus ojos, le traían tantos recuerdos de su madre que no pudo más que pensar que a partir de ahora, todo iría bien. No podía ser un mal hombre, no como su padre. Gabriel la había estado buscando y eso es lo que contaba.-
- ¿Alguien quiere explicarme lo que ocurre aquí?.- Damon miró a un Nick tan asombrado como él.-
Los escuchaban cuchichear entre ellos pero no podían oír con exactitud sus palabras.
- Tienes que curarte esa oreja.- Liseth le acarició la cara con ternura.-
Gabe sonrió y su rostro se transformó por completo. Era más que atractivo, era arrebatador.
- Viéndote se me olvida hasta el dolor.- Rió por lo bajo.- Pero tu también debes de prestar atención a ésta herida.-
Marion seguía la escena con incredulidad hasta que escuchó que él la llamaba Annie, de todos, era la que más cerca se encontraba y no pudo reaccionar a tiempo. ¿Annie era Liseth?. ¿Cómo era eso posible?.
Damon necesitaba que alguien hablara antes de que él mismo explotara. ¿Cómo era posible que todo aquello estuviera sucediendo en la misma noche?. Miró a su esposa en los brazos de su amigo. ¿Se conocerían de antes?. Sería probable que entre ellos...No era imposible. Gabriel solo había amado de ese manera a Marion. Tendría que ser otro la explicación, pero maldita fuera mil veces la puerta del infierno si entendía porqué la abrazaba como si le perteneciera.
-Gabriel.....- Le dijo amenazador. Solamente lo llamaba por su nombre completo cuando estaba más que molesto.-
Stanton se dignó a mirarlo sin apartar a Liseth de su lado. Es más, pareció pegarla más a él y Liseth parecía muy feliz de que lo hiciera.
- Todo esto me parece increíble.- Gabe comenzó a hablar y todos callaron porque sabían que algo importante tendría que decir para explicar su actitud.- En todos estos años, siempre pensé en encontrar a mi familia.- Miró a la mujer que tenía junto a él con infinita dulzura.- Jamás creí que al final estuviera tan cerca que podía dejar de buscarla....Os diré que he encontrado a mi hermana, Annie.- La besó en la mejilla durante una eternidad. Necesitaba sentirla cerca después de tanto tiempo buscándola.-
Damon lo miró pensando que se había vuelto loco. No había otra explicación. Ella era Liseth Trimble, ahora Liseth Arlington.
- Creo que estás confundido. Ella no puede ser tu hermana.- Aseguró consiguiendo que se separaran y llevando a su esposa junto a él. Donde debía de estar.-
- El confundido eres tu. Ella es mi hermana Annie...-
Lady Remington no dudó en sacar un pañuelo para secarse las lágrimas que sabía que no tardarían en llegar. Lady Abbigail la imitó.
Meredith abrazó a Marion sabiendo que para ella también era importante que su marido encontrara a su hermana.
- Entonces, tu madre....- Nick se acercó y palmeó la espalda de su amigo, dándole su apoyo.-.....lo siento muchísimo.-
- Lo sé.- Gabriel trató de sonreír pero al pensar en la mujer a la que no vería más le inundó la tristeza. Entonces miró a su hermana y la alegría ocupó su lugar. La vida no había querido que los tres estuvieran juntos de nuevo, pero eso no impediría que ellos dos compartieran su recuerdo.-
- Tienes que estar equivocado, Gabe. Ella no es Annie. Su nombre es Liseth.- Damon no entendía el porqué insistía en aquel disparate.-
Liseth poco a poco volvió a la realidad. Ahora tendría que dar muchísimas explicaciones y no sabía si Damon le perdonaría esa pequeña mentira, pero la mirada verde de su hermano, se regodeó en la palabra hermano, le dio los suficientes ánimos.
- Creo que tengo que decir algo, Damon.- Se aclaró la garganta para poder continuar.- Mi nombre es Anna Liseth Stanton. Trimble es el apellido de soltera de mi abuela.-
Damon apenas podía creerlo. Ella le había mentido desde el principio. Lo que más le dolía era que aún de la intimidad que habían compartido no le había dicho la verdad, ¿pero porqué?.
- Siempre supiste que él era tu hermano.- Le dijo dolido por la falta de confianza.-
- Sabía que Gabriel Stanton era mi hermano.- Aclaró.- Tu nunca te referiste a él de esa manera. Simpre lo llamabas BeCastle o por su nombre de pila. No podía imaginar que eran la misma persona. Además, suponía que el estaba en América. Esa es mi última información. No tenía forma de saberlo.-
- Bienvenida a la familia, Annie....¿o prefieres que te llamamos, Liseth?.- Marion dudó pero prosiguió sin darle mayor importancia.- Me alegra de tenerte por fin entre nosotros y ahora más, al saber que conseguiste cazar a Arlington.- Comentó para aligerar el ambiente.-
Gabriel abrazó a su mujer que no dudó en acurrucarse junto a él y darle un beso transmitiéndole su cariño. Con un pañuelo que sacó del ridículo, le limpió la sangre de cuello y se lo presionó sobre la herida.
Vincent pensaba que el mundo, al fin y al cabo, no era tan grande como parecía. Su mirada se cruzó con la de Lady Cartwrihgt que parecía algo perdida en toda aquella situación.
- Gracias.- Liseth estaba tan feliz que apenas sentía el enfado de su esposo a su lado.-
- ¿Cómo se supone que lo has averiguado?. Saliste de Londres hace semanas a encontrarte con ellas.- Damon aún pensaba que todo eso era un increíble error.-
Layd Pru interrumpió antes de que comenzaran las preguntas y respuestas, porque estaba segura de que serían muchas y de que se interrumpirían continuamente unos a otros.
- Pero antes, pasemos al saloncito del té, por favor.- Señaló con una mano la dirección, aunque sabía que la mayoría de ellos conocían el camino.- Minny, trae el agua y los lienzos. Tendremos que atender a Liseth y al caballero. - Miró a los heridos.- Además Lord Arlington necesitará cuidados....- Esperaba que el doctor Grummer llegara pronto.-
Gabriel sentía punzadas en la zona mordida y buscó al causante. Lo encontró muy erguido junto a un perro que parecía querer comérselo.
- No pensaba que mi amigo estaba tan bien protegido.- Le dijo con mucha seriedad.-
David lo evaluó con la mirada antes de responder.
- No creo que sean amigos. Usted lo golpeó.- Le dijo sin demostrarle miedo alguno.-
- Lo hice, pero porque se lo merecía. Además, le avisé que le ocurriría, aunque realmente no sabía que fuera yo el que lo tuviera que hacer.- Reflexinó arrepintiéndose un poco de su acción. Pero sabiendo que volvería a hacerlo si se diera la oportunidad de nuevo.- ¿Y por cierto, quien eres tu?.-
- Yo soy primo de Arlington. Y la próxima vez que lo amenace piense en su otra oreja.-
Gabriel no pudo evitar reír ante la contestación. A partir de ahora tendría que tener mucho cuidado el que se atreviera a meterse con Damon.
- Por cierto....- Recordó a la persona que había dejado esperando en la puerta y se separó de Marion, no sin antes darle un rápido beso en los labios. La había extrañado enormemente.- Ahora vuelvo.-
Liseth lo siguió con la mirada y Damon sentía que no podría contenerse durante mucho más tiempo.
- Cuando toda ésta locura haya pasado, tu y yo, tenemos una conversación pendiente.- Le murmuró para que solo ella pudiera oírlo.-
Liseth recordó que aún seguía muy enfadada con él y lo miró con mucha seriedad.
- Ya todo está más que aclarado entre nosotros. Esperaremos a que tengamos noticia del padre Tunner y entonces veremos que hacer....-
- Nada de veremos, tu te quedas aquí y eso no es negociable.- Tenía tantas cosas en la cabeza que no sabía que le asombraba más, el cambio de actitud de Liseth o el que fuera la hermana perdida de Gabe, Annie. ¿Cuándo terminaría ese endemoniado día?.-
- Claro que es negociable....-
Se calló cuando vio quien acompañaba a Gabriel en ese instante.
- ¡Señora Pearce!.- Se llevó las manos a la boca y después al corazón, sin creer lo que sus ojos veían.-
- Annie,...- La mujer procuraba no llorar pero era un caso perdido. Abrió los brazos mientras se acercaba casi a ciegas.-
Liseth la abrazó con fuerzas. Ella representaba una época muy feliz de su vida. Había sido el ama de llaves de la familia McKenzie, para la que su madre y ella habían trabajado durante muchos años y con el tiempo, habían llegado a considerarla parte de su familia.
- Te escribí. No tanto como debiera pero lo hice.....- Le aseguró.- ¿Recibiste mi última carta?.-
La señora Pearce asintió sin soltarla.
- Sí y gracias a ella, hemos podido encontrarte. Las anteriores no me llegaron porque ya no trabajaba para los Mckenzie, y el idiota de Robert McKenzie nunca me entregó las cartas que venían para mí. Conseguí que la cocinera prometiera tratar hacerse con la correspondencia antes de que ese estirado mayordomo las rompiera y las tirara a la basura. Le expliqué que estaba esperando noticias tuyas y ella, que siempre te tuvo aprecio, me aseguró que habías escrito pero que Robert no permitía que me las dieran para que así volviéramos a estar en contacto. Asno amargado.- Murmuró por lo bajo y Liseth no tuvo más remedio que echarse a reír.- Pero ésta última si que llegó y por ella supe que te encontrabas en Gloucester, pero nada me decías del fallecimiento de tu madre....- La tristeza se hizo presa de ella y terminó callando.-
- Lo lamento, pero no quería que te entristecieras demasiado. Tampoco te lo dije en las anteriores. Quería que pensaras que todo iba muy bien y así no preocuparte.- Se apartó de ella para darse cuenta que estaban solas en el vestíbulo. Solo Damon y Gabriel las esperaban a unos metros.-
- En ella me pedías que me reuniera contigo, y aquí me tienes.- Le dijo feliz de haber tomado aquella decisión.-
- Sí, aquí estás.- Le apretó la mano y la urgió a caminar para reunirse con el resto.- En cuanto llegaras pensaba contarte todo. Lo de mi madre...., mi boda y por supuesto el nacimiento de mi hijo.-
Damon las vio acercarse y se apresuró a tomarla por el codo. La manga desgarrada le caia sin gracia sobre la piel y el sangre seca le confería un aspecto frágil pero ella parecía radiante a pesar de todo.
Había reconocido a la mujer que la acompañaba. Miró a Gabriel y después a su mujer. El parecido estaba ahí para el buen observador. Él por supuesto era el vivo retrato de su padre, pero había ciertas similitudes un vez que los veías juntos. El verde de sus ojos eran idénticos y cuando la volvió a ver en casa de su tía, en Gloucester, sabía que le recordaba a alguien. Incluso Nick había comentado algo así hacía apenas unos minutos. Había terminado casado con la hermana de su amigo sin saberlo. Entendía la furia de Gabriel, claro que sí, pero estaba deseando saber porqué ella no le había contando nada de esa parte de su vida, porqué se había cambiado de nombre y porqué lo miraba últimamente como si fuera el peor de los hombres.
***
Gabriel no podía dejar de observarla. Entendía perfectamente la fascinanción que podía un hombre sentir por ella. Comprendía el porqué, Damon, había hecho todo lo posible por conseguirla, pero al saberla, su hermana, todo cambiaba. Era curioso pensar, que cuando se trata de la mujer, la hija o la hermana de otro, todos actuaban de manera egoísta, pero que cuando esa mujer era una integrante de tu propia familia, el mismo hecho, era un agravio y no se medía de la misma forma.
Su hermana era una mujer atractiva, mucho más que Marion, no le importó reconocerlo, y todo residía en que su belleza era algo salvaje y provocadora. Marion era más bien de rasgos finos y clásicos, pero Annie era ardiente y subyugante. Para él no había otra como su esposa, estaba claro, pero ahora tenía que reconocer que su hermana era una verdadera tentación.
Miró a Damon y su actitud posesiva. Esperaba por su bien que la estuviera tratando como se merecía, aunque después de su charla con Lord Amery aquella misma mañana, lo dudaba.
Habían dormido en una posada antes de enfrentar su última jornada de viaje y cual no fue su sorpresa, cuando se encontró con Amery allí mismo. Era un compañero de juergas de Damon y parecía que seguiría los mismos pasos de donjuan que su amigo. Tras saludarse efusivamente, el muchacho le caía bastante bien, pasaron a hablar de temas intrascendentes.
- ¿Y ya te enteraste del último escándalo de Arlington?.- Le dijo riendo.-
Gabriel ya conocía la verdad sobre que su hermana Annie había terminado casada de forma muy dudosa con Damon y esperaba que no se refiriera a eso. Saber que su nombre estaría corriendo de boca en boca sin tener culpa de lo sucedido, le tenía ya bastante enfadado. Estaba deseando llegar a Londres para enfrentar al que parecía que era su cuñado.
- Llevo semanas fuera de Londres.- Le contestó mostrando poco interés.-
- Pues siéntate porque lo necesitarás.- Bromeó y ocupó un asiento haciendo que el lo hiciera su lado.- Verás, según cuentan, Damon tiene nueva amante. Parece ser que la mujer lo atrapó con sus encantos.- Hizo un gesto curvando las manos sobre el pecho para hacer saber, exactamente de que encantos hablaban.- Aunque también dicen que le acompañan otros muchos. Apenas se le ha visto por Londres, cosa muy rara en él, yo apenas tuvo unos minutos de charla cuando me lo encontré una mañana montando a caballo, parecía algo apresurado y no le di importancia.-
Calló esperando ver alguna muestra de interés por parte de Gabriel pero al ver que éste no hacía ningún comentario, siguió con algo menos de entusiasmo.
- Bien, al parecer, ha pasado días bastante entretenido encerrado en su mansión de St James. Se ha gastado una fortuna en ella. La ha vestido con lo mejor que el dinero pueda comprar y se dice que es una cortesana francesa. Una de las mejores.- Le brillaron los ojos y se relamió los labios, sin apreciar que Gabriel se ponía más y más tenso a su lado.- Me han asegurado que en unos días la subastará en su propia mansión. Dejará que un afortunado puje para conseguirla porque está cansado de ella, es una mujer muy temperamental, por lo visto....Yo pretendo ganarla porque muy buena tiene que ser para haber tenido a Damon tan atareado cuando ambos sabemos que no se digna a mirar a una mujer más de dos veces.....-
El golpe le llegó tan de improviso que lo tiró de la silla y si no llega a ser por unos parroquianos que tomaban cerveza en la mesa cercana, le hubiera dejado sin dientes y sin ningún hueso sano.
Habían volado hasta Londres, tanto así que la señora Pearce se había sujetado con fuerza al asiento del carruaje para no terminar estampada contra el techo. Lo que no había podido evitar era ser zarandeada de un lado a otro.
Y ahora, algo más calmado, aún no podía creer del todo que la tuviera frente a él.
Annie, lo miró y sonrió, y él no tardó en devolverle la sonrisa. Tenían tanto de que hablar a solas que no veía la hora de hacerlo, sin embargo, antes tenía que aclarar ciertos puntos con todos los que los esperaban. Eran su familia, en menor o mayor grado, y se lo debían.
Vio como Damon la sostenía por el codo y tuvo deseos de apartarlo de un empujón. Ese hombre había conseguido que ella estuviera en bocas de todos.
Sabía que terminaría perdonándolo tarde o temprano, pero en ese momento lo único que le importaba era saber lo que realmente quería ella y él estaba dispuesto a ofrecerle su protección y cariño en el caso de que no quisiera quedarse junto a Damon, después de todo cuando el se marchó parecía que las cosas no iban demasiado bien entre ellos.
Volvió a mirar a su amigo y se negó a reconocer los cambios, más que visibles, que se apreciaban en su trato con su hermana.
Tendría que hacer muchos méritos para que él se la confiara por completo ahora que la había encontrado.
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