Capítulo XXVIII
HOLA A TODOS!!!
SON LAS 15:25 DEL DOMINGO 5/10/14 Y ESPERO QUE ÉSTA SEMANA LA ACTUALIZACIÓN DEL CAPÍTULO SEA COMO DIOS MANDA. LLEVAMOS DOS SEMANAS QUE SÉ QUE AVISA, EN SU MAYORÍA, MÁS BIEN TARDE PERO ESO ES MEJOR QUE NUNCA :)
LO LAMENTO PERO NO PUEDO HACER NADA AL RESPECTO. SIEMPRE PONGO UN MENSAJE A TODOS LOS SEGUIDORES PERO SI NO TIENEN ACTIVO EL AVISO EN WATTPAD PARA VERLO EN FORMA DE CORREO, NO PODRÁN VERLO. ;(
ESPERO QUE ÉSTE CAPÍTULO OS GUSTE UN POQUITO Y PROMETO QUE HARÉ LAS 20 COSAS SOBRE MI MAÑANA. HE PENSADO PONER LAS MÁS GENERALES Y DESPUÉS HACER UNA SEGUNDA PARTE CON ESAS PREGUNTAS MÁS PRECISAS QUE ME HABÉIS HECHO COMO ......¿TE INSPIRAS EN EXPERINCIAS PERSONALES AL ESCRIBIR ESCENAS ALGO SUBIDAS DE TONO?....¡AY,DIOS! MIRA QUE OS GUSTA SABER JAJJAJAJAJA
AGRADEZCO A TODAS LAS QUE HAN CONTRIBUIDO A LA CAUSA ;) Y NO OS PREOCUPÉIS QUE AVISARÉ EN CUANTO LO TENGA LISTO!!
¡¡¡BESOTES ENORMES Y HASTA PRONTO!!!
***
Abrió la puerta y no pudo evitar sonreír al ver a Liseth frente al espejo con el vestido que se pondría esa noche para la tan ansiada cena. Lo sostenía contra su cuerpo para ver el efecto que causaría pero estaba dispuesto a hacerle ver el que provocaba en él en ese mismo instante.
Se acercó deseando poder abrazarla pero se contuvo porque la necesidad que sentía de ella lo abrumaba, así que se obligó a dejar sus manos quietas y fingir que no prefería lanzarse sobre ella y hacerle el amor allí mismo, sobre la alfombra. Se prometió cumplir ese deseo, más adelante, en otro momento no demasiado lejano.
Liseth se dio cuenta de su presencia y lo miró a través del espejo con una intensidad que lo hizo tambalear. Sus ojos, como siempre, le impactaban de tal manera que tardaba unos segundos en recuperarse. Realmente estaba radiante y la felicidad que transformaba su rostro en cuanto lo veía no podía ignorarse.
Tragó con fuerza porque no se sentía merecedor de su amor. Ella lo amaba, se lo había confesado y no podía negar que le gustaba saberla suya pero era un maldito egoísta, lo sabía. Liseth merecía que la amaran con locura y veneración pero pensar en que otro hombre la tocara.....Apretó con fuerza la mandíbula ante esa idea.
Jamás.
- ¿Qué te ocurre?. Pareces tener deseos de matar a alguien.- Medio bromeó al ver el gesto adusto de Damon.-
- No es nada.- Contestó sin hacerle saber lo cerca que estaba de acertar.- Vas a ser la mujer más hermosa que alguna vez haya estado cenando en Arlignton House.-
- Adulador.- Se rió y lo miró por encima del hombro provocándolo.-
Fue incapaz de resistirse. En menos de un segundo la tenía abrazada contra su pecho y sus labios le besaron justo debajo de la oreja porque sabía lo que eso le provocaba. Se complació cuando la sintió estremecerse contra él.
- Es simplemente la verdad y nada ni nadie podría hacerme cambiar de opinión.- La hizo reír con su halago y le gustó el sonido que escapó de entre sus labios.- Éste vestido sólo realza lo que ya posees y estoy a punto de lanzarme a averigüar que otros tesoros escondes.- Le mordió el hombro dispuesto a cumplir su amenaza.-
Liseth le golpeó suavemente el brazo regañándolo pero se acurrucó aún más contra él, feliz como no lo había estado nunca.
- Tengo mucho de lo que ocuparme aún, Damon. En unas horas tendremos aquí a los invitados...- Dejó que su esposo le recorriera el cuello con los labios.- Damon...- Le susurró sin apenas fuerzas para seguir resistiendo.-
- Tienes razón, como siempre.- Se quejó mientras abandonaba la tarea de seducirla.- Pero ahora mismo me será totalmente imposible salir de ésta habitación si no queremos que la servidumbre se escandalice al ver el bulto de mis pantalones.- Rió al comprobar que Liseth se sonrojaba.- Y sabrán, sin ningún género de dudas, quien me lo produjo.- La acusó fingiendo estar molesto.-
- Está bien.- Dijo librándose de su abrazo suavemente.- Siéntate en esa silla, mientras termino de preparar lo que necesitaré esta noche.- Le aconsejó tirándole un beso que él fingió coger con una mano y llevárselo al corazón.-
- Tienes doncellas para que hagan esa tarea.- Le recordó poniéndose cómodo y viéndola ir de aquí para allá recogiendo cosas y desechando otras.-
- Lo sé, pero a mi me gusta hacerlo y además, todos están muy ocupados preparando nuestro primer acto social.-
Damon la observó y pensó que Liseth no podía estar en ningún otro lado. Ese era el sitio perfecto para ella.
Liseth ocupó la banqueta del tocador jugó con el cepillo de plata que tenía a mano.
- Espero no cometer ningún error imperdonable.- Sonrió con valentía pero Damon sabía que estaba algo inquieta y le guiñó un ojo para tranquilizarla.- La pelirroja es Meredith, la esposa de Nick, que es el hombre moreno de ojos negros, y son los condes de Laughton.-
Damon asintió una vez más porque ya habían tenido esa conversación antes de levantarse esa mañana y después de haber practicado una postura algo exigente en su ejecución. Sonrió más ampliamente al recordarlo.
- Marion es rubia y la mujer de Gabriel, son los Vizcondes de BeCastle, él no estára presente porque se encuentra fuera.- Siguió recordando cosas de los invitados para sentir que tenía algo de control sobre la situación. Jamás había estado tan nerviosa y aunque los demás podían notarlo, estaba segura que no veían ni siquiera la mínima parte de como se sentía realmente.- Después tenemos a Lady Abbigail, la madre de Nick, de la que me has comentado que no tiene una sola cana a pesar de su edad. Lady Remington, la madre de Marion y tía de Meredith y por último Lady Cartwright, que es una joven viuda pero que sin embargo no vendrá de negro....- La historia de la mujer la intrigaba bastante. Casada tres veces a su corta edad y según se decía era la causante de que sus maridos hubieran abandonado este mundo, claro que Damon le había asegurado que era una absoluta idiotez pensar así cuando se la conocía y ella estaba segura que era cierto pero no podía dejar de sentir una enorme curiosidad.-
- Se me olvidaba mencionar que por último están invitados Vincent Holdford, un amigo de Nick. Me lo presentó hace algo más de un año, te agradará, y Adam Blazey, aunque realmente no creo que aparezca.- Dijo sin darle mayor importancia.- Y ahora quiero que me acompañes porque mi presencia aquí se debe a que necesito enseñarte algo que acaban de traer pero me has distraído con tu cuerpecito seductor.- Le ayudó a levantarse con exagerada galantería.-
- Claro que sí. La culpa es mía por tener a un marido que se pierde en ensoñaciones.- Le colocó la mano en su antebrazo con delicadeza.-
- Nada de ensoñaciones, eres bastante real.- Le aseguró y tiró de ella para que abandonaran la habitación lo antes posible porque no sería responsable de sus actos en el caso de que se quedaran un minuto más.-
***
El grito de alegría de Thomas le hizo saber lo contento que estaba con su regalo. Liseth le saludó con la mano y el niño la miró sin dejar de reír.
Damon los había reunido en los establos y les había presentado al nuevo integrante de la familia, un adorable pony color canela, de pelaje tan suave que hasta a ella le entraron unas ganas locas de abrazarlo y no dejarlo ir. Por supuesto Thomas había saltado y chillado deseando tocarlo, gusto que le facilitó Damon al alzarlo y sentarlo sobre el animal que los miraba con curiosidad.
El niño se había enamorado automáticamente del pony y a ella le había encantado verlo tan feliz.
En ese momento estaba dando una vuelta por el patio. Damon lo sujetaba con firmeza y no podía evitar el gesto de orgullo de ver lo bien que Thomas se mantenía sobre la silla a pesar de su corta edad.
- Tiene buenas piernas, fuertes y firmes, como todos los Arlington. No podía ser de otra manera.- Le dijo al pasar junto a ella en una de las ocasiones y Liseth asintió dándole la razón.-
David los miraba con los ojos brillantes y aplaudiendo con ganas cada vez que el pequeño miraba hacia ellos.
Damon decidió que ya era suficiente y desmontó al pequeño que parecía no estar del todo de acuerdo de terminar con la diversión. Lo sostuvo en brazos mientras se acercaban a Liseth y David .
-¿Y bien, te ha gustado?.- Damon le revolvió el cabello a su hijo.- ¿Sabes? No tiene nombre, así que tendremos que buscarle uno muy bonito.....- Se golpeó la barbilla como si pensara muy seriamente en el tema.- ¿Que te parece...?.-
-¡Chocolate!.- Gritó Thomas muy contento.- ¡Chocolate!.-
Damon miró a Liseth y estalló en carcajadas.
- ¿Quieres que tu pony se llame Chocolate?.- Le dijo intrigado por su respuesta.-
- Sí.- Acompañó la única palabra con unos movimientos de cabeza tan bruscos que Damon temió que le saliera rodando.-
- Bueno, parece que está decidido. Se llamará Chocolate.- Dijo mientras lo dejaba en el suelo y le tomaba de la mano.- Al menos no ha decidido llamarlo Damon...- Susurró antes de besar a su mujer y atraerla hacia él.-
Liseth rió y le rodeó la cintura.
- Es lo más bonito que he visto nunca.- David aún no podía apartar la mirada soñadora del pony.-
Damon lo miró divertido.
- Espero que no sea verdad porque pienso llevarte a Tattersall a que escojas el tuyo propio.- Se complació al ver como David abría los ojos desmesuradamente y la barbilla le caía hasta casi tocar el pecho.- No será un pony, por supuesto. Conseguiremos el caballo más bonito y elegante de todo Londres.- Le aseguró.-
- ¿Lo dice en serio?. ¿Me comprará un caballo después del incidente de la fuente?.- Damon asintió.- ¿Después de romper los jarrones del vestíbulo?.- Otro movimiento afirmativo de cabeza.- ¿Después de lo sucedido en la biblioteca?.-
Damon volvió a asentir mecánicamente pero mientras David se marchaba gritando de alegría llevándose a Thomas en volandas, según él necesitaba contárselo a Lady Pru, frunció el ceño al registrar por completo la última pregunta.
- ¿Qué demonios ha ocurrido en la biblioteca?.-
Se enfrentó a Liseth esperando una respuesta pero ésta se limitó a alzarse de puntillas y darle un beso. Aprovechó el momento y se lo devolvió pero pensaba averigüarlo de todos modos.
Tendría que interrogar a Ambrose. Solamente esperaba que.....Liseth se pegó a su cuerpo y dejó de pensar.
Liseth lo tentó con los labios y se abrió a él por completo. Se sentía tan contenta que pensó que a partir de ese momento todo tendría que ir a mejor. Ya enfrentaría las habladurías a su debido tiempo, pero teniéndolo a su lado era capaz de afrontar cualquier cosa.
Definitivamente su relación con Damon iba viento en popa.
***
- ¿Casado?.- Meredith a punto estuvo de graznar debido a la sorpresa.-
- ¿Estás segura, Marion?. Estamos hablando del Conde de Arlington, de Damon.- Lady Cartwright no podía salir de su asombro.-
Marion comenzó a quitarse los guantes con tirones enérgicos.
- Por supuesto que estamos seguras.- Miró a su madre y a Lady Abbigail que asentían sonrientes y algo impactadas aún por la noticia.- Una de las doncellas de mamá llegó con el chisme ésta misma mañana.-
Meredith aún era incapaz de reaccionar.
¿Damon casado?. Era algo tan asombroso e inesperado...Ella había intentado emparejarlo con Kate pero parecía que entre ellos no saltaba la más mínima chispa. Era curioso porque el muy libertino encandilaba a todas las mujeres desde los quince años hasta los ochenta y si no lo lograba es que aún eran muy niñas o estaban muertas.
Recuperándose algo de la impresión tiró de la campanilla para llamar a Sanders. Necesitaban algo más fuerte que el té.
- Necesito saberlo todo, así que empezad.-
Se sentaron todas muy juntas como si así pudieran transmitirse antes la información.
Lady Remington carraspeó dándose importancia ya que ella había sido la primera en enterarse.
- Según dicen, Damon llegó con su esposa hace apenas unas semanas. La conoció durante un viaje y se enamoró perdidamente de ella, tanto así que le propuso matrimonio sin demorarse lo más mínimo. Por lo visto es púpila de su tía, Lady Prudence, y la muchacha es lo más tierno y delicado que pueda existir. Es huérfana, pero posee una grandiosa fortuna heredada de sus difuntos padres. No está muy claro si posee título o no, ni si es familia de Lady Prudence o solamente la hija de algún conocido, pero aseguran que es toda una belleza y posee unos ojos muy singulares.- Terminó de contar en el momento en el que Sanders entraba en la habitación.-
- ¿Qué le pasa a sus ojos?. ¿Tiene tres?.- Bromeó Kate haciendo que todas rieran.-
- Sanders, por favor, puedes traernos ...¿Jerez?.- Miró a las demás esperando su aprobación.-
- Para mi un poco de Brandy por favor.- Marion necesitaba algo que realmente le sacara de la estupefacción.- El Jerez en éste caso es demasiado ligero.-
- Eso es cierto, para una ocasión como ésta necesitamos algo que nos ayude. Traíganos Brandy, Sanders.-
El mayordomo estuvo a punto de decirles que el Brandy no era una bebida para las damas pero se tragó las palabras. Al señor no le haría gracia saber que su mujer lo tomaba pero ¿Quién era él para decirle tal cosa?. Como el buen empleado que era se marchó dispuesto a cumplir con su encargo.
- Los ojos....- Recordó Lady Abbigail.-
- ¡Ah, sí!.- Lady Remington volvió a concentrarse en su relato.- Dicen que tiene uno de cada color y que es francamente desconcertante cuando te mira.-
Marion se echó a reír.
- Hubiera sido más divertido si tuviera tres ojos, ¿verdad, Kate?.-
La aludida estuvo de totalmente de acuerdo.
- Sin duda, le harán falta más de dos para tenerlo controlado. Ese hombre es algo fuera de lo común. Las habladurías sobre sus conquistas se quedan cortas y no te haces una idea hasta que no lo ves por ti mismo.- Dijo sin poder llegar a imaginar que tipo de mujer sería la que le había echado el lazo al escurridizo Conde.- Aún recuerdo aquella cacería y a lady Hendon.- Se estremeció para aseverar sus palabras y todas la imitaron.-
- Tienes razón. Ese hombre es un caso grave de magnetismo sexual.- Lady Abbigail recordaba ese episodio en concreto con diversión.-
Todas la miraron con los ojos saliéndose de las órbitas.
- ¿Qué?. Puedo tener mis años pero aún tengo ojos con los que mirar y sentido común para apreciar lo que ven. Lo quiero como si fuera mi hijo pero tengo que reconocer que es un hombre que puede hacer perder la cabeza a más de una.-
- Tienes razón y eso será a algo que tendrá que enfrentarse la pobre muchacha. ¿Creéis que conoce su fama de mujeriego?. Si todo fue tan rápido entre ellos como dicen.....- Lady Remington expuso su preocupación abanicándose con fuerza.-
- Si Damon decidió casarse supongo que estará enamorado.- Meredith no podía pensar en otra posibilidad.-
-....O tal vez existe otro motivo.- Añadió Marion.-
Se giraron para mirarla con gesto interrogante.
- Pensad por un momento, si ella es pupila de su tía como dicen. La tuvo que conocer cuando viajó para visitarla y si la pobre señora se encontraba en cama enferma, Damon pudo seducirla y entonces Lady Prudence lo obligó a casarse.- Marion terminó con el ceño fruncido.-
Ninguna quería imaginar que eso fuera así pero en el fondo sabían que era lo más probable.
- La señorita Wick se sentirá muy desilusionada y además su padre no estará muy contento.- Kate se compadeció de la pobre muchacha.-
- Tienes razón, pero me preocupa más que tipo de persona es la esposa de nuestro querido, pero desconsiderado, Damon. Espero que no sea ni tan tierna ni tan delicada como se comenta, porque sino Damon se cansará de ella en un abrir y cerrar de ojos. Sólo tenéis que recordar esa absurda lista que hizo antes de marcharse. Prácticamente buscaba a una marioneta a la que pudiera mangonear y seguir haciendo lo que le viniera en gana.- Meredith deseaba que su amigo encontrara a una mujer con la que pudiera ser tan feliz como ella lo era con Nick.- Por cierto, tengo que informar a Nick, pienso lo que dirá en cuanto.....-
- ¿Crees que no lo sabe?.- Marion tenía sus dudas.-
Meredith cuadró los hombros.
- Nos lo contamos todo y no creo que me ocultara algo como eso. No, señor. Hace días que Damon volvió y si se lo hubiera contado a Nick, yo lo sabría.-
- No te lo contaría si su amigo le pidiera que no lo hiciera.- Marion no daba su brazo a torcer.-
- ¿Qué motivos podía tener Damon para ocultarlo?.- Kate interrumpió el cruce de palabras para evitar que Meredith se molestará más de lo que ya estaba.- Si en realidad está casado, ¿porqué no se ha mostrado ya con ella?. ¿Porqué no os la ha presentado hace días?.-
- No lo sé.- Lady Abbigail le quitó el abanico a Lady Remington para darse un poco de aire.- Pero está claro que ésta noche iba a desvelarnos el secreto. Todas estamos invitadas y si seguimos aquí de cháchara no estaremos listas para la cena.-
- Esto es muchísimo más importante que ponerse un vestido.- Susurró Marion.- ¿Y si realmente no está casado y vive con su amante?.-
Lady Remington miró a su hija censurándola por un pensamiento tan escandoloso.
- No creo que se atreviera.....-
- ¿Tu crees?.- Meredith comenzó a darle algo de crédito a sus palabras.- Todas conocemos a Arlington y lo poco que le importa lo que se diga de él.-
- Eso sin duda alguna le daría más validez a lo que ha llegado a mis oídos.- Lady Abbigail se deleitó cuando las cuatro mujeres se volvieron a ella acusándola de callar hasta ese momento.- No dije nada antes porque no quería quitarle protagonismo a mi buena amiga, Amanda.- Miró pidiéndole perdón a Lady Remington.-
- Está bien, te perdono solo si lo que tienes que decir merece la pena.- Bromeó.-
- Es por eso que fuí a tu casa hoy, a contártelo, pero en cuanto llegué me abrumaste con lo que tu ya sabías y se preferí callar, porque era más lógico lo que tu contabas que el disparate que había llegado a mis oídos.- La animaron a continuar con aspavientos y resoplidos ansiosos.- Según dicen, Damon tiene en su casa a su amante, una mujer morena demasiado bella para su propio bien, que lo tiene completamente hechizado. Cuentan que se ha gastado una fortuna en proporcionarle todos sus caprichos. Algunos aseguran que le ha comprado un carruaje en color rosa porque es su color preferido y que la colma de regalos. También cuentan que no es inglesa, su acento la delata.....- Se inclinó para dar el golpe final a su relato.- Parece ser que es una princesa rusa.-
- ¡¿Una princesa rusa?!.- Dijeron Meredith y Marion a la vez.-
Se miraron unas a otras sin saber que creer y que no.
- Pero hay algo que no me cuadra en esta versión.- Siguió diciendo Lady Abbigail.- Si es en realidad su amante, ¿Cómo es posible que la instale en su casa al mismo tiempo que a su queridísima tía?. Me inclino más por que sea su esposa o quizás se exageró demasiado y realmente es su prometida o tal vez ni siquiera eso. Puede ser que la pobre muchacha sea la protegida de Lady Pru y las lenguas ociosas de Londres hayan comenzado a inventar.-
- Es posible, pero entonces, no comprendo que Damon no nos la haya presentado. Ni siquiera se ha dignado a visitarnos a Marion o a mí.- Negó con la cabeza varias veces sabiendo que algo se le escapaba.- Mentira o no, voy a ir ahora mismo a visitarlo y a salir de dudas.-
- Y nosotras contigo.- Dijo Marion mientras las demás se ponían de pie para marchar cuanto antes.-
En ese instante se diero cuenta que el Brandy que habían pedido se encontraba sobre la mesita y los vasos estaban servidos con dos dedos de licor.
Nadie había reparado en Sanders cuando dejó la bandeja allí, justo enfrente de ellas.
- Señoras....- Invitó Meredith a que cada una cogiera su vaso.- Por la verdad.- Brindó alzando la copa.-
- ¡Por la verdad!.-
Chocaron los vasos y bebieron con decisión provocando unas cuantas toses, gargantas ardientes y ojos lagrimosos.
***
- Estoy seguro que Meredith se alegrará de verte, Vincent.-
Nick le indicó que lo siguiera hasta donde Sanders le había comentado que se encontraba reunida con unas visitas. Las saludarían y después las dejarían solas.
- Espero que no te importe haber venido tan temprano pero no me apetecía quedarme en casa y pensé en tomar algo contigo antes de dirigirnos a Arlington House.-
Vincent lo había pasado a recoger en White's y ya se encontraba vestido de etiqueta para la cena. su aspecto era intimidante como siempre debido a su estatura y su robustez.
- No te preocupes, me cambiaré lo más rápido posible y aún tendremos tiempo para charlar esperando a que Meredith termine de hacerlo.-
Cuando los dos hombres cruzaron la puerta de la estancia donde las damas se encontraban se detuvieron en seco antes de decidir a quien debían de ayudar con el ataque de tos que las estaba matando.
Nick golpeó suavemente a su esposa en la espalda para luego seguir con su madre.
¿Qué demonios ocurría?.
Les quitó el vaso de las manos y lo dejó en la mesita junto a la botella de ....¿Brandy?.
- ¿Os encontráis mejor?.- Preguntó mientras trataba que Lady Remington respirara de nuevo.-
- Nick, has llegado en el momento oportuno.- Meredith sentía aún la garganta algo irritada. No pensaba probar jamás ese licor horrendo. No podía entender a los hombres que lo bebían como si de agua se tratara.- Estamos por salir....-
- Meredith, dentro de pocas horas tenemos que acudir a una cena. No creo que sea el momento de marcharte. Además, tenemos visita.- Le señaló con la mirada a Vincent que aún sostenía la mano de Lady Cartwrigth que tenía el rostro demasiado rojo.-
- Me alegro volverlo a ver, Señor Holdford.- Se acercó hasta él y apenas lo saludó se giró de nuevo hacia su marido.- Te aseguro que es mucho más importante, y además a donde vamos es justo a Arlington house.-
- Entonces podrás esperar algo más y arreglarte adecuadamente.- Le dijo mirándola sin comprender del todo tanta prisa.- Todas deberían de hacerlo.- Las miró una por una.-
- Me parece que no has escuchado las últimas noticias sobre el bueno de Damon.- Hizo señas para que todas se pusieran en movimiento hacia la puerta.- Se dice que se casó, que tiene una amante o que piensa tenerla, no sabemos cual será la opción más correcta pero pensamos salir de dudas en cuestión de minutos. Gracias al cielo, vive cerca de aquí.-
Nick dejó de pensar y comenzó a maldecir interiormente. Trató de fingir sorpresa y poner el gesto que se esperaba en ese momento pero fracasó estrepitósamente al ver como Meredith lo miraba con atención.
- ¿Tu sabías algo?.- Le dijo esperando escuchar una negación por su parte.-
- ¿Algo sobre qué?.- Preguntó y se sintió idiota.-
- Lo sabías y no me lo dijiste.- Le acusó.-
Vincent lo miró compadeciendose de él y cruzó los brazos en la espalda con tranquilidad, sin embargo todas las mujeres, ¿Por todos los demonios del infierno, cuántas había?, se pusieron al lado de Meredith y lo miraron fijamente. Unas con asombro y otras censurándole abiertamente. Su madre le dirigió una mirada de profundo pésame que se le clavó en el alma.
- No podía decírtelo. Era Damon al que le correspondía contártelo.....- Nick intentó hablar en un tono conciliador.-
- Te lo pregunté varias veces, ¿recuerdas?, y en todas las ocasiones me dijiste que no sabías nada, que era su tía la que se encontraba en su casa. ¿Pensabas que no me interesaría lo que le estuviera ocurriendo a Damon?. No era normal en él tanto alejamiento. ¡Ni siquiera se presentaba a desayunar!.- Terminó diciendo como si aquello explicara el comportamiento extraño de Arlington, aunque ese dato decía mucho de lo ocupado que había estado Damon ultimamente porque era muy común que estuviera sentado en la mesa incluso antes de que ellos bajaran. -
Nick se acercó a ella para pedirle perdón pero Meredith dio un paso atrás rechazándolo.
- Te repito que no podía contártelo. Si quieres podemos hablar a solas y entenderás...-
- No creas que no sabrás lo que pienso de ti, al igual que Damon me escuchará decirle unas cuántas cosas, pero ahora tengo que salir y en vista de que parece ser que no somos de confianza, a partir de ahora no veo porqué debería de contarte a dónde voy y con quien.-
Nick sabía que ella se molestaría pero no pensaba que se lo tomaría así.
- Vamos, Meredith, eres una chiquilla.....-
- Claro, cada vez que no se hacen las cosas como tu quieres, aludes a mi edad o más bien a la falta de años.- Elevó el mentón como tantas veces había visto hacer a su prima.- Y como la niña que soy voy a coger una rabieta que me durará varios días. Nadie podrá decir que no actúo según mis años.-
Se giró y se marchó por la puerta seguida en tropel por todas las demas.
Nick se quedó varios minutos sin saber que hacer.
- Amigo, no te ha dado ni siquiera una oportunidad.-
Sintió el brazo de Vincent sobre sus hombros y le pesó una tonelada.
- No me ha dejado terminar una maldita frase. Adoro a esa mujer pero te aseguro que en momentos como éste soy capaz de cometer cualquier locura.- Se pasó la mano por el cabello.- Vamos, tenemos que ir tras ellas. Son capaces de irrumpir en casa de Damon y no dejar títere con cabeza.-
Vincent estaba seguro que sería eso lo que ocurriría. No conocía demasiado a la esposa de su amigo pero ya le caía bien.
- Parece mentira que aún no sepas que a una mujer no hay que ocultarle nada por lo que puedan sentir interés y parace que por Arlington sienten un especial cariño.-
- Meredith asegura que él salvó nuestro matrimonio y yo en parte le doy la razón, pero qué podía hacer. Me encontraba entre la espada y la pared. Además no es algo tan grave. Se ha enterado a la misma vez que todos los demás. ¿Porqué darle tanta importancia?.-
- Porque le hubiera gustado ser la primera. Y porqué ha sentido que no confiábais en ella. Seguramente ahora pensará que no le contásteis nada por temor a que lo divulgara a los cuatro vientos en cuanto os diérais la vuelta.-
Nick lo miró y pensó que Vincent conocía a las mujeres como a la palma de su mano.
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