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Capítulo XXIV

HOLA A TODOS!!

BUENAS TARDES, AQUÍ EN ESPAÑA, O BUENOS DÍAS, PODÉIS ELEGIR EL QUE MEJOR OS VENGA.

AQUÍ TENÉIS OTRO CAPÍTULOS Y AUNQUE NO HE LLEGADO A LA PARTE QUE QUERÍA (COMO ES POSIBLE QUE SEAN TAN CORTOS EN MI MENTE Y LUEGO AL ESCRIBIRLOS SE ALARGUEN TANTO JIJIIJ) OS ASEGURO QUE ESTÁ MUY CERCA!!! :)

QUIERO DECIROS QUE ME HICIERON UNA PEQUEÑA ENTREVISTA PARA UNA OBRA LLAMADA "OPINIONES" DE rudii123, OS AGRADECERÍA QUE OS PAS'ARÁIS Y LA LEYERÁIS, Y POR SUPUESTO, SI QUERÉIS VOTARLA Y COMENTAD LO QUE OS APETEZCA. ENVIÉ UN MENSAJE A TODOS MIS SEGUIDORES CON EL ENLACE DE LA ENTREVISTA PERO AHORA LO DEJARÉ TAMBIÉN EN LOS COMENTARIOS ABAJO DEL CAPÍTULO. RECORDAD QUE SERÁ EL ÚLTIMO DE TODOS LOS COMENTARIOS!!!

BESOS MILES Y HASTA PRONTO!!

***

- ¿Y bien, quién dormirá contigo ésta noche?.-

Liseth sonreía al niño mientras él se demoraba mirando a los presentes una y otra vez. Parecía saber que en ese momento todos los ojos estaban puestos en él y se sentía protagonista. Le gustaba darse su tiempo para decidir con quien se iría en esa ocasión.

Lady Pru y David le sonreían descaradamente animándolo a elegirlos mientras que Minny, que lo sostenía en brazos, trataba de que el niño no tardara demasiado y lo animaba diciendo un nombre tras otro.

Sólo Damon parecía no prestar atención esa noche. Ella sentía sus ojos recorrerle el cuerpo lentamente con una desfachatez absoluta. Sabía que nadie lo observaba y que todos miraban a Thomas, así que jugaba a ponerla más nerviosa aún por la noche que se avecinaba. Lo miró advirtiéndole que se comportara con un gesto y él, maldito fuera su atractivo, se limitó a sonreírle de una forma que le calentó hasta la raíz del cabello.

Promesas y más promesas eran lo que le enviaba con cada mirada.

- Papá.-

Liseth se giró hacia su hijo con la boca abierta por la impresión. Jamás antes había pronunciado esa palabra y se emocionó tanto que se lanzó a abrazarlo con fuerza arrebatándoselo a una Minny sorprendida por su impulso.

- Repítelo, Thomas, para que todos te oigan, vamos.- Le besó una moflete mientras que hinchaba el pecho de cariño por su hijo.-

- Papá, quero.- Alzó los bracitos hacia su padre sin dejar de sonreír y todos los ojos se posaron en un Damon que no había reaccionado aún.-

En un principio no podía creerse que por fin lo hubiera elegido a él, por supuesto que le gustaba y casi había soltado un grito de alegría cuando fue consciente de lo que significaba tenerlo en su cama durante toda la noche.

Durante esa noche en concreto.

Eso quería decir Liseht no estaría.

Se tragó la palabra malsonante y consiguió alegrarse de nuevo porque su hijo quisiera tenerlo a su lado.

Se acercó al pequeño y lo elevó por encima de su cabeza. El niño reía feliz mientras pataleaba de excitación.

- Muy bien, ésta noche dormiremos juntos.- Miró a su hijo y le guiño un ojo.- ¿No roncarás verdad?.-

Thomas parpadeó un par de veces sin comprender la broma por la que todos reían.

- Está bien, Minny, puedes llevártelo y acostarlo.- Damon lo besó antes de entregárselo a la muchacha.- Y ahora, podemos pasar a cenar.-

Le ofreció el brazos a Liseth y David hizo lo imitó haciendo que Lady Pru riera al aceptarlo. No era habitual que los niños cenaran con los mayores pero David debía de aprender mucho y habían decidido que las normas de etiqueta en la mesa las aprendiera sobre la marcha, después de todo estaban en familia y si el muchacho se equivocaba de cubierto podían corregirlo sin más.

Liseth estaba muy animada y parloteaba sin cesar sobre cualquier cosa. Le lanzaba miradas coquetas a Damon y éste se las devolvía pero no con tanta intensidad como hasta hacía tan solo unos minutos.

Comenzó a preocuparse, no mucho, pero sí lo suficiente para que llegara a preguntarse si había ocurrido algo que justificara su cambio de actitud. Parecía el mismo de siempre pero a hora su coqueteo era....superficial y no la ardiente seducción de la que había estado siendo objeto.

Suspiró pensando que nunca comprendería a los hombres.

- David, un consejo. Tendrás que aprender que cubierto es el adecuado en cada ocasión, pero mientras tanto, siempre vas tomando los que se encuentran más alejado del plato, y así sucesivamente con cada plato que te presenten, ¿entiendes?.-

David asintió con la cabeza a Damon. Se había descorazonado al ver tantísimos tenedores, cuchillos y cucharas puestos en la mesa. Él solamente conocía un cubierto de cada y a veces ni eso, porque comía con las manos. Todo eso sería bastante complicado así que pensó que lo mejor era observar a los demás e imitarlos en todo. Fijó su atención en Arlington, era un hombre que inspiraba respeto a pesar de su buen humor y quería llegar a ser como él y si para conseguirlo tenía que esforzarse y dar lo mejor de sí mismo, lo haría. Era consciente que no todos tenían la misma suerte que él y no pensaba desaprovecharla lo más mínimo. Desdobló la servilleta y la puso en sus piernas no sin que antes se le cayera al suelo. Se deslizó de la silla y en menos de un segundo ya estaba en ella otra vez con la escurridiza servilleta de vuelta. Suspiró al ver que nadie parecía haberse dado cuenta.

Damon se rió al ver los esfuerzos de David en comportarse lo mejor posible y no quiso avergonzarlo haciéndole ver que se había dado cuenta de su desliz como todos los demás en la mesa.

- David me ha contado que habéis pasado una tarde muy entretenida en el parque.- Lady Pru se llevó la copa de agua a los labios.-

- Es verdad, pienso visitarlo a menudo. Los niños pueden jugar allí y no sentir que pueden romper otro jarrón.- Dijo Liseth entre risas.-

David pareció avergonzado al recordar los dos enormes jarrones que habían roto en los primeros días de su llegada.

- Vamos, primo, no hay porqué lamentarlo. Después de todo estás en casa de tu familia.- Damon trató de animarlos.- Eso no quiere decir que puedas volver a hacerlo, ¿comprendido?.- Tampoco quería animarlo a seguir con su racha destructiva, junto con Thomas, y pensar que no tendría castigo ninguno.-

David lo miró con los ojos abiertos y la boca tan abierta que casi tocaba el pecho. Le había llamado primo, como si realmente fuera hijo de Lady Pru.

- Sí, milord.- Consiguió decir pero al ver la mirada de advertencia del caballero rectificó con prontitud.- Sí, Arlington.-

Una sonrisa de oreja a oreja se dibujó en el rostro de David el resto de la noche.

Damon observaba a Liseth con resignación. No podía decir que no pasaría la noche con Thomas para pasarla con ella. La deseaba como nadie, pero también quería que su hijo lo viera como un padre cariñoso y ahora que el niño parecía dispuesto a mostrarle mayor confianza él no podía rechazarlo de buenas a primeras.

Entonces supo que eso podía repetirse en el futuro en más de una ocasión y aunque hasta ahora no importaba, las circunstancias habían cambiado mucho. Tenía unos padres que también necesitaban tiempo para ellos y además un gran número de noches tendrían que salir a cumplir con los compromisos que se les presentaran. Thomas tenía ya casi dos años y tenía que acostumbrarse a dormir solo en su habitación junto a su niñera, por supuesto.

Aunque Minny era quien estaba con él hasta que se quedara dormido en la habitación de la persona que el niño había elegido para pasar la noche, se marchaba tan pronto esa persona decidía dormir. Al niño lo que realmente le gustaba era despertar con alguien diferente cada mañana.

Esa noche no tenía escapatoria y su estado de ánimo se podía describir como felizmente resignado, aunque lamentablemente descontento. Por otro lado parecía que Liseth aún no se había percatado que su noche se había ido al traste por completo.

Tendría que hacerle ver a Liseth que con Thomas en su dormitorio era imposible que ellos se dedicaran a juegos de adultos.

Su entrepierna se quejó de forma notable y él estuvo totalmente de acuerdo con ello.

- Bien.- Carraspeó para que su mujer le prestara atención. Parecía absorta en sus pensamientos pero la mirada estrellada de sus ojos le decían claramente en lo que estaba pensando.- Creo que ésta noche con Thomas junto a mi, tendré que tener cuidado de no aplastarlo.-

Lady Pru asintió dándole la razón.

- Lo más probable es que él te aplaste a ti. Ese niño se mueve demasiado por las noches y termina totalmente atravesado en el colchón....- Liseth fue dándose cuenta de lo que ocurría a medida que hablaba y las palabras fueron perdiendo fuerza.- ....¡oh!.- Terminó por decir totalmente abatida.-

- Si...¡Oh!.- La imitó Damon mirándola con intensidad. Se inclinó hacia ella para susurrarle y que los demás no le oyeran.- No creas que no deseo pasar la noche contigo pero....-

Liseth se mordió el labio sabiendo lo que quería decir. Ella no había pensado en lo que la elección de Thomas significaba, tan deseosa estaba de que pasaran las horas para que se pudieran retirar a dormir que no había prestado la debida atención a lo que sucedía.

- No te preocupes, hay muchas noches más.- Le dijo fingiendo una animosidad que estaba lejos de sentir.-

Damon le besó la mano que hasta ese momento le palmeaba la suya, consolándolo.

- Eso me temo...Parece que siempre ocurre algo que nos impide disfrutar el uno del otro.- Le recorrió el rostro con la mirada deseando besarla allí mismo.- Mañana no habrá nada en el mundo, que me impida tenerte donde deseo y como deseo.- Le aseguró complacido de ver como ella se sonrojaba y miraba sobre su hombro para ver si los demás estaban escuchándolos.-

Lady Pru los miraba con curiosidad y David estaba tratando de cortar una manzana con cuchillo y tenedor. Damon se irguió y tomó una entre sus dedos y sin mayor reparo le pegó un buen mordisco. David lo miró fijamente y lo imitó. Ambos sonrieron sin poderlo evitar.

- Hay cosas que es más fácil hacerlas con las manos, ¿verdad?.-

David afirmó varias veces con la cabeza mientras le daba otra gran mordisco a la fruta.

Liseth se imaginó lo que podría hacer él con sus manos y con su boca y una ola de calor la consumió por completo.

***

- Nick, ¿Sabes si las damas que se rumorea que tiene hospedadas Arlington en su casa tiene hijos?.-

Lauhgton casi se atraganta con la comida que trataba de tragar. Tomó un vaso de agua haciendo tiempo para que bajara el nudo que tenía en la garganta y decidir que contestar.

Su mujer lo miraba preocupada, incluso se levantó de la mesa para palmearle la espalda con fuerza.

¿A qué venía esa pregunta?.

- No es importante.- Le aseguró Marion que se encontraba sentada a su izquierda.- Es solamente que hoy nos hemos encontrado en Green Park a un niño que debe de ser familia de él. El parecido es notable y hasta nos dijimos que bien podía ser su hijo, pero descartamos esa posibilidad al imaginar que tanto tu como Gabriel lo sabrían.- Se sonrieron entre ellas ante tan descabellada idea.- Así que hemos pensado que bien podían ser familiares los que estarían alojándose en Arlington House y el tema de las damas estaría resuelto, así como de la posible amante.-

Nick aún no sabía si decir lo que sabía o mantener silencio. En el caso de que Meredith supiera que él era conocedor de lo que sucedía y no se lo había llegado a contar en su momento....

- Damon, me comentó que nos invitaría a todos a una cena en unos días. Supongo que es para presentarnos a su huéspedes.- Se atrevió a comentar y rápidamente ocupó su boca con otro bocado que no le supo a nada.-

- ¿No te ha dicho nada?.- Meredith lo miró con duda.- Me parece bastante extraño....¿Me lo dirías si fuera así, verdad?.-

Nick soltó los cubiertos. Decidió que no podía decirle que lo sabía porque sin dudarlo se presentarían allí en ese mismo momento y Damon necesitaba algo de tiempo con su mujer. Así que se propuso a dar la información que sabía que podía desvelar. Tendría que hablar con Damon para advertirle que no desvelara nuca, bajo ningún concepto, que sabían de la existencia de Liseth y Thomas desde el mismo día que volvió a Londres.

- Simplemente me dijo que una de las damas había estado enferma y aún se está recuperando. Por eso mismo, no os ha comentado nada, porque deseaba que no tuvieran visitas a las que no podrían atender debidamente.-

- ¿Quienes son?.- Marion no podría fingir que no estaba interesada en la respuesta.-

- Su Tía Pru y...- Nick no sabía como seguir porque había asegurado que no sabía nada más y acababa de contradecirse.-

- ¡Entonces algo sabías!.- Lo acusó Meredith sin llegar a estar del todo enfadada.- Seguramente sean ella y su doncella. Sé que Damon le tiene mucho aprecio y quizá quería darnos una sorpresa. Me alegro que la pobre mujer está algo mejor. Se fue muy preocupado por su tía a Gloucester y me alegra que la haya traído consigo.-

Nick se alegró de que pensaran que la enferma había sido Lady Pru.

- Er...Sí, parece que no era tan grave como Damon temía.-

- Me imagino a Damon divirtiéndose con los rumores que corren sobre él y manteniendo el secreto hasta que se canse de ello. Claro que si tampoco a frecuentado sus amistades durante estos días, es normal que las lenguas se hayan desatado imaginando que lo retrendía entre cuatro paredes.- Marion rió divertida.- Bien, en unos días conoceremos a la dama y si es la mitad de simpática que su sobrino, tendrá a toda la sociedad comiendo de su mano en un periquete. Y a él le daré un tirón de orejas por habernos tenido tan abandonadas.-

- Y nosotras imaginando hijos....- Meredith no podía dejar de reír.- Seguramente el pequeño Thomas nos lo recordó y sacamos conjeturas rápidamente por el misterio que rodeaba a sus visitantes. Creo que en el fondo somos tan maliciosas como Lady Milham.-

- La diferencia es que guardamos nuestras suposiciones entre nosotras y no las vamos divulgando como si fueran ciertas.- Le aclaró Marion.- Lady Milham sería capaz de inventar, vete tu a saber que cosa.- Acompañó la frase con un revoloteo despectivo de manos.- Te aseguro que si es ella la que ve al pobre Thomas, ahora mismo Damon sería padre de una docena de hijos, como poco.-

Nick las escuchó disparatar durante un rato pero lo que lamentaba realmente era no haber dicho la pura verdad en cuanto comenzó aquella conversación. Simplemente tenía que haber dicho que Damon se lo acababa de contar y punto. Si ellas decidían correr a conocer a Liseth, ¿Qué mal podían hacer?.

Era duro debatirse entre la lealtad a un amigo y a su propia mujer. Sólo esperaba que Meredith comprendiera su silencio y lo perdonara, porque estaba seguro que lo sabría de un momento a otro, aunque tenía una carta a su favor, que solo Damon era el que debía desvelarlo en el instante que considerara oportuno.

***

Damon mantenía el cuerpecito de Thomas contra él. Era consciente de lo frágil que era el niño y al principio había estado muy nervioso por si se daba una vuelta dormido hacia el lado equivocado, pero ahora parecía que se había acostumbrado a sentirlo y dudaba que cometiera ese error. En el otro lado de la cama habían puesto almohadones para evitar que Thomas se cayera al suelo por lo que esa posibilidad esta cubierta.

Miró al alrededor pensando si Liseth estará tan despierta como lo estaba él y si estaba imaginando lo que podrían haber estado haciendo como lo hacía él.

¿Era correcto tener una erección de ese tamaño con su hijo durmiendo a su lado?.

Refunfuñó entre dientes porque las imágenes eran tan nítidas que su cuerpo reaccionaba ante ellas. Se acomodó el dolorido miembro como pudo y trató de dormir.

***

Algo la había despertado.

Miró alrededor aún medio dormida y casi salió corriendo cuando descubrió un enorme cuerpo que se inclinaba sobre ella.

- Shhhhh, Liseth, soy yo. Vas a conseguir despertar a Thomas.-

- ¿Damon?.- Preguntó sorprendida.- ¿Qué ocurre?.-

El colchón se hundió cuando se introdujo en la cama y ella se apartó un poco para hacer sitio.

- Thomas quería dormir contigo también.- Le oyó susurrar.- Así que lo traje hasta aquí.-

Liseth lo vio acomodar a su hijo entre ellos cuando sus ojos se acostumbraron a la escasa luz.

- ¿El niño te dijo eso?.- Ella sabía que Thomas era prácticamente imposible de despertar una vez que caía dormido.-

- Más o menos.- Admitió de mala gana Damon mientras se acomodaba y hacia que ella recostara la cabeza en la almohada.-

- ¿Más o menos?.- Dijo tapándose la boca con la mano para evitar reír descaradamente.-

Damon le acarició el cuello con ternura antes de suspirar con dramatismo.

- Está bien, era yo el que no podía dormir imaginándote a ti. Sola. En la cama.- Tuvo especial cuidado de no aplastar a Thomas al acercarse más a ella.- Ahora creo que podré descansar sin problemas.- Le aseguró.-

Liseth no dejó de sonreír durante un buen rato sintiendo la mano de su esposo en la cintura.

Thomas estaba de lado sobre ella y Damon los envolvía a ambos.

***

Adam Blaize observaba con detenimiento desde la barandilla de la primera planta, como los clientes apostaban en las diferentes mesas que tenía distribuidas por el salón.

Podían elegir entre una gran variedad de juegos, desde el clásico póker a la ruleta, pasando por el veintiuno o por los dados.

A pesar de ser bastante temprano aún, parecía que no cabía un alfiler. Una vez más se felicitó por haber tomado la decisión de abrir "La doncella". El nombre no era el más adecuado pero ninguno de sus garitos los tenían. Le gustaba llamarlos de manera que sugirieran todo lo que a él le faltaba en su vida.

Este nombre en concreto que recordaba a la inocencia, a risas tímidas y ojos de mirada límpia....dejó de pensar en ella. Era un imposible y él no podía ofrecerle lo que se merecía. Hacía mucho tiempo que había renunciado a volverse a enamorar pero cuando la veía le hacía desear tener una familia propia.

Maldijo en voz alta. Últimamente ella le ocupaba demasiados pensamientos.

Vio como Xuan-Li le hacía una seña y miró en la dirección que le indicaba.

Entrecerró los ojos al divisar a Ron Douglas. Era hora que le recordara que estaba esperando su dinero.

- Mike.- Llamó sin levantar la voz.-

- Dígame, jefe.- Respondió al instante el hombre que había ganado más combates de boxeo clandestinos y que aún podía contarlo.-

- Traéme a Ron. Tendré unas palabras con él.- No era necesario decirle que en el caso que no quisiera aceptar su invitación lo trajera a la fuerza y que utilizara sus puños si era preciso.-

Confirmó que las chicas que trabajaban entreteniendo a los clientes hacían su trabajo. No sólo se encargaban de ofrecer sus servicios sino que también tenían que entretener con sus encantos a los jugadores más dispuestos en ver un poco de carne que en ganar una partida.

Decían que en el juego y en el amor todo valía.

Él se conformaba con el juego. El amor te hacía perder dinero.

Vincent Holdford dejó caer la colilla del puro al suelo y la pisó con despreocupación.

- Me dijiste que ésta noche me dedicarías un par de horas, amigo.- Le dijo pasándole un brazo por los hombros.-

- En cuanto arregle éste asunto, estaré contigo.- Adam sonrió pero sus ojos se mantuvieron fríos como el hielo.-

- Acabo de volver a Londres y no creo que pueda volver a marcharme, pero he querido visitarte a ti primero y mañana haré lo mismo con Nick Starling. Deberías venir y recordar viejos tiempos.-

Adam negó con la cabeza.

- Ahora es el conde de Laughton. Y la verdad no me siento cómodo entre la nobleza.- Paseó la mirada por su negocio antes de volverse por completo y tenerlo de frente.- Él a veces ha ido a "La Paloma" y hemos mantenido el contacto. Le envié una nota informándole que ahora estoy aquí y espero que aparezca de un momento a otro. Dicen que está muy enamorado de su mujercita.- Añadió sin malicia.-

- Sí que lo está. Es una mujer bastante agradable. La conocí hace algo más de un año en su casa y aunque sólo estuve unos días me hizo sentir muy cómodo. ¿Y tu para cuando piensas buscarte a una?.- Bromeó sabiendo que Blaize aún lloraba una pérdida.-

- Y eso me lo dice un hombre que está solo.- Le contestó con algo de diversión en los ojos.-

- Bien, ese es uno de los temas de los que tengo que hablar contigo. Me caso.- Dijo barriendo todo rastro de humor de su expresión.-

- ¿Y quién es la afortunada?.- Le preguntó pero ya sin mirarlo porque Mike se aproximaba hasta ellos, casi arrastrando a Ron por el brazo.-

- Eso es lo que tengo que decidir.- Dijo en un murmullo cosnciente de que su amigo ya no lo escuchaba.-

***

Tenia algo caliente pegado en la espalda.

Liseth trato de abrir los ojos, pero le pesaban demasiado así que decidió dejarlos cerrados unos minutos.

Los acontecimientos de la noche anterior le vinieron de pronto y no pudo controlar la felicidad que la embargó. Damon había ido a su dormitorio para dormir con ella.

Tenía una lectura muy diferente de ese pequeño detalle. No habían podido pasar la noche que ambos deseaban pero él la había buscado igualmente.

Se acurrucó contra el cuerpo de Thomas que dormía plácidamente contra su pecho, y al hacerlo se pegó aún más al de su esposo que estaba detrás de ella.

Lo escuchó gruñir y de pronto algo le oprimió un seno. Tan absorta había estado en sus pensamientos que no había advertido la mano que lo rodeaba con posesividad.

Damon se movió contra ella y ajustó su ingle a su trasero con total precisión. Liseth notó el abultamiento que se acomodaba entre sus glúteos y dejó de respirar un segundo debido a la impresión. No lo recordaba tan grande o tal vez aún no estaba del todo despierta y su imaginación le estaba jugando una mala pasada.

- Buenos días.- Damon le apartó el pelo y le besó el cuello dejando escapar un suspiro complacido.- ¿Cómo has dormido?.- Dijo aún con la voz un poco pastosa.-

Era incapaz de concentrarse con él tan cerca y con su mano acariciándole el costado, sin contar con la que aún no soltaba el pecho.

- Muy bien, gracias. ¿Y tu?.- Dijo en un tono ligero que no demostraba lo nerviosa que se sentía.-

- Ummmm.....- Movió sus caderas disfrutando con el roce.- Para ser la primera vez que duermo con alguien, y contando que han sido dos personas.- Aclaró.- Me he despertado de maravilla.-

Terminó rodeándole la cintura con la mano para pegarla más aún a él y acariciándole el pecho mientras le besaba tras la oreja.

Liseth se mordió el labio.

- Thomas....- Advirtió.-

- Es cierto, lo siento.- Paró de acariciarla pero no se apartó un milímetro.- Tenemos que prevenir esta situación en un futuro.-

Liseth asintió comprendiendo lo que quería decir.

- Estamos prácticamente en nuestra luna de miel y aunque quiero muchísimo a mi hijo, hay lugares en los que no aprecio demasiado su presencia. Además creo que no podemos seguir con eso de que cada noche duerma con alguien diferente. Tendremos que idear la forma en la que vaya dejando atrás esa costumbre. Es lo más sensato.-

Liseth ya lo había pensado cuando aún vivían en Gloucester pero no se había decidido a hacerlo. ¿Eran egoístas?. Podía ser, pero ahora era un buen momento para empezar como otro cualquiera.

- ¿Liseth?.- Damon le acariciaba el vientre con la mano abierta.-

- ¿Sí?.- Le respondió nerviosa y se cercioró de que Thomas no había despertado.-

- No pasará de ésta noche.- Le prometió.- Me importa bien poco lo que ocurra. Ya puede Francia invadirnos que nada me impedirá pasarla contigo. No he deseado a una mujer como te deseo a ti, ni he anhelado tanto unas horas de intimidad como las que anhelo pasar contigo. Solo pensarlo hace que me excite de tal manera...- Gruñó antes de levantarse con rapidez.-

Liseth no se había recuperado aún de sus palabras cuando escuchó que la puerta de comunicación entre las habitaciones se abría y cerraba.

Era mejor que se hubiera marchado porque sabía que él estaba al límite de su resistencia y estar en una cama con tu hijo no era el mejor momento de dejarse llevar por la pasión.

Abrazó a Thomas y trato de calmarse un poco.

Ella tampoco estaba muy lejos de perder por completo el dominio sobre su cuerpo.

Se encargaría de que esa noche nada ni nadie pudiera interrumpirlos....o al menos eso esperaba.

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