Capítulo XIX
HOLA A TODOS!!!
AQUÍ TENÉIS EL RESTO DEL CAPITÚLO ANTERIOR, ESPERO QUE OS GUSTE....MUCHOS BESOS Y HASTA EL DOMINGO!! :-)
***
Green Park estaba casi desierto a esa hora de la mañana por lo que el conde de Arlington pudo disfrutar con tranquilidad del paseo a caballo sin tener que preocuparse de esquivar a otros jinetes o ir saludando aquí y allá a los conocidos con los que podía cruzarse.
El día anterior habían llegado por fin a Londres y al recordar el rostro de Liseth y David al ver el vestíbulo de Arlington House, no pudo más que sonreír. Estaba orgulloso de su hogar pero tenía que admitir que solía impresionar a los que lo veían por primera vez. Sus antecesores, no podía decir cuantas generaciones atrás habría que remontarse, habían viajado en una ocasión a Austria y se habían quedado impresionados con los majestuosos palacios en los que se habían hospedado, así que habían querido que su residencia en Londres tuviera ese tipo de magnificencia y estaban orgullosos de haberlo conseguido.
El vestíbulo era buena prueba de ello. Había sido diseñado de forma circular y desde el centro se alzaba la impresionante escalera, con pasamanos dorados, que se dividía al llegar a la planta superior. Una enorme lámpara de araña colgaba desde el techo que, por su tamaño, había pensado más de una vez si no terminaría cayendo y aplastando a algún pobre desgraciado que tuviera la mala suerte de encontrarse en ese momento debajo. La mitad superior de las paredes estaban cubiertas por una sucesión de espejos que miraras a donde miraras conseguían reflejarte una y otra vez, y la inferior era de madera oscura y labrada formando un primoroso jardín de rosas. Todo ello unido a los enormes jarrones de la más exquisita porcelana, a los candelabros de plata y a la luz que entraba a raudales por las enormes ventanas, hacían que se te cortara la respiración.
Damon había observado a Liseth mirarlo todo con los ojos abiertos pero se recuperó con prontitud y pudo disimular su asombro, en cambio David estuvo por varios minutos con la mandíbula desencajada intentando decidir a donde mirar primero.
Thomas se soltó de la mano de su madre y correteó sin parar de reír seguido por los perros, ante el asombro de Ambrose, el mayordomo. Damon nunca había visto en él una reacción tan cómica y tuvo que procurar no soltar una carcajada cuando Perro se acercó a olisquearlo. Afortunadamente su tía se hizo cargo de la situación y en un instante todos subían las escaleras para acomodarse, seguidos de sus equipajes.
Había salido bien temprano esa mañana para ir a la mansión de Gabriel y Marion, necesitaba hablar con él y explicarle lo sucedido durante su inesperado viaje, pero de poco le había servido ya que su amigo, a pesar de alegrarse de su vuelta, había recibido noticias que le aseguraban haber encontrado a su madre y a su hermana, a las que llevaba buscando casi dos años. Así que se había marchado para dejar que se hiciera cargo de los preparativos del viaje, alegrándose enormemente por él. Estaba disfrutando de un relajante paseo a caballo antes de dirigirse a casa de Nick y Meredith, pretendía llegar una vez que estuvieran levantados, con haber aparecido a una hora intempestiva en casa de Gabriel tenía suficiente.
- ¡Arlington!.-
Damon frenó a su montura y sonrió al hombre que se acercaba con una sonrisa de bienvenida en el rostro.
- ¡Amery, muchacho!. No hubiera imaginado nunca, que pudieras estar despierto a estas horas.- Sonrió sin poderlo evitar.-
Maxwell Croxton, Lord Amery, era un granuja simpático, demasiado atractivo para su propio bien, y para el deleite de las mujeres que parecían rifárselo. Se había propuesto ser el mayor calavera de Londres y por el camino que llevaba, estaba a punto de conseguirlo. Era compañero habitual de correrías y ambos se llevaban bastante bien a pesar de no ser más que eso, su amistad no iba mucho más allá. Se divertían pero poco conocían el uno del otro de ambiciones, anhelos y deseos íntimos.
- Voy de regreso, se me hizo algo tarde.- Le guiñó un ojo y ambos rieron de buena gana.- ¿Cuándo regresaste?. Saliste con tanta prisa que dejaste a Lady Isabella suspirando por los rincones.-
Damon torció el gesto al oír el nombre de la dama. Se había olvidado por completo de la italiana y sospechaba que iba a ser un problema. Era una mujer insistente que no solía aceptar que la dejaran antes de que ella se cansara de la aventura. Enfrentaría el problema cuando surgiera y esperaba que no le montara una escena debido a su carácter voluble y apasionado.
- Tuve que ocuparme de algo con urgencia, pero ya estoy de vuelta.- Dijo como aclaración sin dar más explicaciones.-
- Espero contar contigo esta noche. Dicen que han abierto un nuevo salón de juegos, clandestino por supuesto, y que las mujeres allí ofrecen servicios bastantes especiales.-
- Lo lamento pero creo que me será imposible.- Añadió espoleando su caballo y alejándose mientras se despedía de Lord Amery.-
No estaba de acuerdo con la decisión de Liseth de mantenerse en secreto hasta que ella estuviera preparada o hasta que apareciera el bendito cura, lo que sucediera primero. Londres era un hervidero de chismes y antes o después se sabría de su presencia y de la de Thomas y comenzarían a circular versiones disparatadas, a cada cual más absurda.
Tendría que hablar con ella de nuevo al respecto.
***
-¡Buenos días Sanders!.-
El mayordomo lo recibió con una media sonrisa a la vez que se apartaba para dejarle paso.
- No se preocupe en anunciarme, pretendo darle una sorpresa. ¿Dónde se encuentra?.-
Sanders suspiró con resignación. Era inútil proceder con el conde de Arlington como con el resto de los visitantes, él hacía lo que le venía en gana y siempre entraba con prisas.
- Está en su despacho.-
Arlington le hizo una señal con la mano dándole a entender que le había oído pero ya se alejaba en esa dirección aún antes de que terminara de escuchar la respuesta. A pesar de todo el mayordomo se alegraba de que estuviera de vuelta. Lo conocía desde que era pequeño y siempre había apreciado su trato amable, sin tantos artificios ni prepotencia como la mayoría de los nobles.
Damon no se molestó en llamar sino que abrió sin más asomando la cabeza. Se sorprendió de ver allí a Gabe.
- ¿ Os divertís sin mí?.-
Los dos hombres se giraron hacia el sonido de su voz y mientras que Nick se sorprendía gratamente de su presencia, Gabe le sonreía divertido.
- ¿Cuándo has llegado?. ¿Lady Pru se encuentra bien?.- Nick le palmeó la espalda a la vez que le abrazaba.-
Damon supo que Gabe no le había comentado nada de su encuentro unas horas antes.
- Todo perfectamente. Estuve en casa de Stanton y me extraña que no haya arrastrado a Marion escaleras abajo para partir lo antes posible.- Lo interrogó con la mirada.-
Gabriel rió con ganas mientras que ocupaba un sillón haciendo que los demás lo imitaran.
- Tenía que concretar ciertos aspectos con Nick antes de mi marcha, no podía irme sin más. Además Marion no vendrá conmigo. Me ha convencido que viajaré mucho más rápido si ella no me acompaña, y tiene razón, sería una distracción contínua y todos sabemos que las mujeres necesitan descansar con más frecuencia. Haré el viaje a caballo para volver lo antes posible. La extrañaré.- Concluyó haciendo una mueca de fastidio.-
- ¿No pretenderás ir sin compañía, verdad?. Los caminos no son seguros y un hombre viajando solo....- Nick mostró su preocupación.-
- Por supuesto que no, llevaré conmigo a dos hombres. Calculo que en unas dos semanas estaré de vuelta. Sí consigo dar con ellas y contando que quieran venir a Londres, quizá regrese algunos días más tarde.-
Damon miró a Nick ambos sabían lo que significaba para su amigo ese momento y esperaban que no fuera otra falsa esperanza.
- ¿A dónde te diriges?. Dijiste que estaban muy cerca de aquí.- Damon no pudo más que preguntar para saciar su curiosidad.-
- No pienso hablar sobre ello. Las veces anteriores os conté todo y no resultó nada bueno de ello, así que en ésta ocasión no os daré detalles hasta mi regreso, y entonces espero que sean buenas noticias.- Gabriel sonrió al ver el rostro decepcionado de Arlington.-
- No te tenía por alguien supersticioso, Gabe.- Se mofó Nick.-
- Y no lo soy.- Aseguró.- Pero creo que Damon es el que nos tiene una sorpresa, algo ha comentado ésta mañana, pero yo estaba tan impactado por la noticia recibida que no le he prestado la debida atención.- Con una mano le incitó a hablar.-
Damon se puso en pie para poner en orden sus ideas antes de comenzar. Nick no disimulaba su curiosidad y Gabriel se inclinó un poco como si así pudiera escuchar mejor. Se aclaró la garganta y notó que estaba nervioso.
- Nick, ¿recuerdas en día de tu boda?.-
- Cómo olvidarlo.- Su gesto fue una mezcla entre alegría y fastidio por lo sucedido en aquel momento.- Fue un día especial, demasiado para mi gusto.-
Todos rieron porque conocían perfectamente la historia.
- Bien, sabes que partí a Reading y me ausenté durante dos semanas......-
Comenzó a contar la historia desde su inicio, era lo más fácil, y desde ahí fue exponiendo los hechos tal y como habían ocurrido. Sus amigos pasaban de la risa a la incredulidad en cuestion de segundos y aunque pretendían interrumpirlo haciendo miles de preguntas, él insistía una y otra vez que primero la explicación y después aclararía cualquier duda que tuvieran. Quería decirlo todo en voz alta y así poder sentir que podía compartir sus problemas y aligerar el sentimiento de culpa que no podía evitar tener.
-....y aquí estamos todos. Sin saber si estoy o no casado, con una mujer que me está volviendo loco por sus cambios de humor y con un hijo que es mi viva imagen. Sin olvidarse de mi tía, David y los dos perros.- Se sentó tan pronto terminó de hablar y espero con paciencia las reacciones de los hombres que lo miraban estupefactos.-
- ¿Un hijo de casi dos años?.- Nick pensó que era incluso mayor que los suyos propios.-
- ¿Una esposa desde hace más de dos años?.- Gabriel no podía creerlo.-
Damon asintió con un movimiento de cabeza a ambas preguntas.
- ¡Demonios!. Sabía que tu no podías escoger a una buena mujer y hacer las cosas bien. Algo debía de ocurrirte para destacar. No sé como lo consigues pero siempre te ves envuelto en este tipo de situaciones y ahora resulta que llevas casado tanto tiempo como yo y no lo sabías.-
- No creas que para mi no fue una sorpresa. Tardé en asimilarlo pero realmente no creo que esa boda sea válida....-
- Pero harás lo correcto, no puedes dejar a la muchacha a su suerte. Tiene un hijo tuyo.- Gabriel lo miró con intensidad.-
-Por supuesto que lo haré, pero Liseth insiste en que nuestra unión es legal y hasta que no aclaremos ese punto no piensa actuar en consecuencia. Para ella está siendo difícil saber que lo que ella creía hasta ahora puede que no sea verdad.- Damon estaba algo molesto porque Gabriel pensara que no pensaba responsabilizarse de ellos.-
- Tienes que admitir que ninguna mujer decente podría estar conforme con toda la situación. Hay mucho en juego. Si comienzan los rumores de vuestra boda y alguien descubre que realmente no existió.....- Nick pensó que no le gustaría que su Meredith hubiera pasado por eso.-
- Qué locura montar todo aquello de la boda para conseguir infundir valor a una mujer...- Gabriel aún no creía lo que Damon les había contado.-
- No era para poder llevarla a la cama....bueno, eso también, pero en ese momento lo único que pensé es que merecía tener un inicio en su nueva vida digno de ser recordado y no un simple revolcón que le produjera más dolor que placer..- Damon trataba de explicar lo que había sentido pero no le gustaba hablar en aquellos términos de Liseth y ellos parecían darse cuenta de ese hecho.-
- Te entendemos pero es todo tan enrevesado que aún trato de reponerme de la impresión.- Nick se levantó y sirvió tres copas de coñac.-
Todos bebieron de un solo trago y volvieron a rellenarlas sin decir una palabra.
- ¿Y que opina la familia de la muchacha?.- Gabriel no podía evitar pensar en su hermana y que no le gustaría que aquello le hubiera ocurrido a ella.-
- No tiene.- Damon lo miró con seriedad.- Perdió a su madre meses antes de que todo ésto ocurriera. Ahora yo soy su familia.-
- Tienes suerte porque creo que tendrías más que un ojo morado si llega tener parientes que pudieran ofrecerle su protección.-
Nick estaba de acuerdo con ello pero también notaba que Damon era consciente de las implicaciones de todo aquel asunto y trató de aligerar un poco el ambiente.
- ¿Y posee algunas de las cualidades de tu famosa lista?.-
Damon sonrió por primera vez desde que comenzara a contar la historia.
- Absolutamente ninguna. Es terca y con un genio demasiado fuerte. No teme mostrar su opinión y no se muerde la lengua en ningún momento, pero también es cariñosa, simpática, puedes hablar con ella de cualquier tema sin llegar a bostezar de puro aburrimiento, compasiva, alegre, segura de sí misma, fuerte, tremendamente hermosa.....-
- Vale, vale, un dechado de virtudes.- Le cortó Nick y Damon supo que se había dejado llevar por el entusiasmo.-
Gabriel y Nick se miraron sorprendidos por la forma en la que Damon se expresaba de la muchacha. Nunca lo habían oído hablar en ese tono de ninguna mujer y que lo hiciera de la que se suponía era la suya era más que extraordinario.
- ¿Y qué piensas hacer cuando ella se entere del tipo de vida que has estado llevando mientras se creía casada?. A ninguna mujer le gusta saber que las han engañado, por mucho que tu no te supieras casado, y ahora tendrá que encontrarse con todas tus amantes y conque toda la sociedad sabe de tus devaneos. La miraran con lástima algunos, y con malicia la mayoría.- Nick no temía decirle la verdad a su amigo. Después de todo había que ser realista.-
- Ella lo sabe. Se lo conté y esa es otra de las razones por la que sospecho que quiere postergar su aparición, pero no cambiará el como me he comportado, así que lamentándolo mucho, tendremos que lidiar con ello.-
- Espero que no pretendas seguir como hasta ahora.- Gabriel no pudo evitar sermonearlo.- Sé que tu pretendías exactamente eso, seguir con tu vida después de casarte pero las circunstancias no son las mismas que habías imaginado. Por lo poco que has contado de ella, no pretende permitirte ese tipo de comportamiento. ¿Qué harás?.-
Damon pasó el dedo por el filo de su copa no quería admitir que se sentía atraído cada vez más por Liseth. Aún tenía que aclararse a sí mismo lo que eso significaba y por otro lado estaba temiendo el momento en que tuviera que reconocerlo ante ellos. Tanto había afirmado que nunca se enamoraría que sabía que sería motivo de burla al verlo caer.....¿Amor? ¡Pero que demonios le pasaba!. Aquello no era amor, era simple deseo. Ella le gustaba, sí. Se sentía a gusto a su lado pero sabía que aquello pasaría de un momento a otro.
- Le he prometido fidelidad. Quiero intentarlo, es lo menos que se merece....-
- Pero no estás seguro de conseguirlo.- Gabriel terminó la frase por él.-
- Desde que nos volvimos a encontrar, lo he sido. Y sólo pienso en ella cuando me imagino con una mujer, pero no sé lo que pueda ocurrir en el futuro.- Estaba francamente incómodo con aquella conversación.- Todos sabemos como soy. Años avalan mi comportamiento y sería un verdadero embustero si afirmara con rotundidad que nunca, jamás, la engañaría.-
- Yo puedo afirmar que soy fiel a Meredith y creo que Gabriel puede decir lo mismo....-
- Pero es diferente, ambos amáis a vuestras esposas mientras que yo.....sólo siento atracción, poderosa, sí, pero atracción al fin y al cabo.- Las palabras le dejaron un gusto amargo tras pronunciarlas.-
- ¿Sabes, Damon?. Creo que necesitas recapacitar sobre lo que sientes. Si sólo existiera atracción, no estarías aquí discutiendo sobre ello. Te estarías riendo y gastando bromas sobre otra más de tus amantes, sin nombres como siempre haces, pero no dudes que sería exactamente eso lo que harías y no le dedicarías al asunto más del minuto de rigor.- Nick estaba seguro de que Damon estaba completamente enamorado de su mujer pero era tan obtuso que aún no lo veía. Se mofaría de él si las circunstancias fueran otras pero ese no era el momento oportuno.-
Gabriel, en cambio, lamentaba todo el asunto. Por Damon y por ella, Liseth, que si era el tipo de mujer que su amigo había descrito, sufriría mucho cuando su marido volviera a las andadas. Aunque tenia que admitir que había mucho más de lo que Damon había contado y esperaba, por su bien, que Nick tuviera razón. Quería lo mejor para él y eso implicaba amar y ser correspondido.
Damon quedó más confundido después de esa conversación pero afortunadamente la charla derivó en Thomas y de aquello si que podía hablar con absoluto orgullo y despreocupación.
- ¿Y cuando pretendes presentárnosla?. Meredith deseará visitarla hoy mismo, en cuanto le cuente...-
- Te agradecería que no le comentaras nada aún. Liseth quiere algo de tiempo para aclimatarse. Te diré algo de aquí a unos días.-
- Si Marion se entera por otros que te casaste y no le has dicho nada...- Gabriel le sonrió haciéndole ver que no lo pasaría demasiado bien.-
- Y si Meredith está a su lado en ese momento, dudo mucho que quede algo de ti.- Nick rió por lo bajo.- Te daré unos días pero después yo mismo se lo diré. No quiero imaginarme que averigüe que yo lo sabía y no se lo había contado, pero me aseguraré de que entienda los deseos de tu esposa y se contenga de acudir a visitarla.-
- Por mi parte, no le diré nada a Marion, yo afortunadamente me marcho hoy mismo, así que os dejo el placer de decírselo cuando queráis.-
- Estoy deseando que conozcáis a mi familia.-
Damon sonrió tan ampliamente que a ninguno de los dos hombres les quedó la menor duda de que aquello era cierto.
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