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S2: Capítulo siete


Ho Seok POV.

Ya llevaba tres semanas en la prisión y no he conseguido información que pueda ayudarme con el caso del Mayor Kim y aunque he logrado mantener conversaciones con su hijo, éste no habla sobre su padre ni familia, más bien se la pasa hablando de idioteces, hemos jugado un par de veces a la pelota en el patio junto a otros reos, entre ellos JungKook y JongHyun. Esta situación me está desesperando y mi paciencia comienza a flaquear. Lo normal en un caso como este es al menos tener pistas para dar con el criminal, nombres, fechas o lugares, pero en esta ocasión, no tenía nada de nada. Sólo con la información con la que entré, el jefe, o sea Park Jimin, quien es el enemigo número de el Mayor Kim y se podría decir que el hijo, TaeHyung, es un aliado/enemigo de su padre. Lo único que podría decir sobre el tal jefe, es su extraño comportamiento estas semanas, lo sé porque he comenzado a observar sin que lo note, las únicas ocasiones que se mantiene sereno es cuando está Jeon JungKook presente, a quienes he visto en actitudes amorosas y admito que no es muy agradable ver como se besan y meten a fondo la lengua. Estos dos han estado encerrándose en la celda de Jimin y se quedan mucho tiempo solos, y en ciertas mañanas he visto a JungKook abandonar la celda de Park, por lo que puedo darme una idea de las cosas que hacen ahí dentro. No son los únicos que muestran actitudes homosexuales en la prisión, según me comentó TaeHyung, muchos lo hacen para satisfacer sus necesidades sexuales, pero por lo poco que llevo aquí dentro, podría decir que ese no sería el caso de Jimin y JungKook. Y lo mejor de la situación de estos dos, es que podría utilizarlo a mi favor.

—Oye Ho Seok —ya se le estaba haciendo costumbre adentrarse en mi celda sin mi permiso. Siempre lo mismo, llega, entra y se sienta en mi cama, como había hecho ahora—. ¿Jugamos un partido contra JongHyun y JungKook?

—Ahora no, estoy algo cansado —mentí, en realidad esperaba la visita de Jin, con la esperanza de que él tuviera noticias nuevas fuera de la cárcel—.

—Oh vamos, no seas aguafiestas —agarró mi brazo, tirando con un poco de fuerza, pero no como para dañarme—. Anda, vamos.

—En realidad espero visita —su agarre se fue aflojando de a poco, para segundos después mirarme con curiosidad—. ¿Qué pasa? ¿Por qué me miras de esa manera?

—Un guardia me contó que las visitas que recibes son carnales... y con un tipo —fijo su mirada un momento en mi entrepierna y fue bastante incómodo—. Dime ¿recibes o das?

—¿Eh? —me levanté rápidamente de mi cama—. Kim TaeHyung te agradecería si te vas de mi celda.

—Vamos Ho Seok ¿Por qué te enojas? Aquí muchos reciben ese tipo de visitas —dijo sonriendo, aunque más bien parecía que se burlaba de mi—. No te molestes por esas cosas, aquí los homosexuales abundan o al menos acceden a un polvo de satisfacción.

—¿Sueles ser tan vulgar para hablar? —le pregunté seriamente—.

—Aquí se suele hablar con vulgaridad —me guiño un ojo y terminó por ser totalmente incómodo—. No te pongas nervioso, solo vine a invitarte a jugar.

—No estoy nervioso —y realmente no lo estaba, jamás podría ponerme nervioso por un hombre, jamás—. Y no, ya dije que no iré.

—Bueno, tú te lo pierdes —se levantó de mi cama, caminando lentamente, pasando por mi lado, deteniéndose para girar un poco su rostro y mirarme—. Lástima que no irás, esperaba verte correr con esas piernas tan largas y sensuales que tienes —volvió a guiñarme el ojo derecho, sonriendo con clara picardia—. Adiós.

—Esto es una locura —solté un suspiro, lo vi alejarse de mi celda. Lo mejor sería ir con cuidado con ese tipo, por lo visto, le van los chicos y tiene claras intenciones ocultas hacia mi persona—.

Después de una hora de esperar en mi celda, un guardia se acercó para avisarme que mi visita al fin había llegado. Rápidamente me puse las zapatillas, abandoné mi solitaria celda, que por suerte no tenía que compartir con nadie y me dirigí hacia la sala de visitas. Esperaba que no hubiera más personas en la sala y así no tener la necesidad de utilizar aquella habitación del servicio especial, pero eso sería pedir demasiado. JungKook estaba acompañado de una chica bastante joven, ¿acaso era novia? Aunque lo dudo, pues tiene un tipo de relación amorosa con el jefe, a menos que juegue a dos bandos y Jimin sólo sea su carta bajo la manga, su protector y seguro de vida, no me sorprendería que ese sea su caso, aquí ese tipo de cosas son necesarias, así no se viviría con miedo a morir.

Al verme JungKook, me saludó con un gesto amigable con su mano izquierda y siguió su conversación con la chica. Jin estaba sentado en la siguiente mesa, apoyando su espalda en el respaldo de la silla, al verme, me saludó con una sonrisa. Caminé hacia él, la llave para la habitación me fue entregada antes de entrar, por lo que se la mostré y sonriendo se levantó para seguirme, cómo odiaba cuando mostraba sus actitudes maricas, sobre todo cuando era para burlarse. JungKook nos observó y algo sorprendido me miró, como si me estuviera diciendo "¿en serio eres gay?" "¿eres de los nuestros?", sentí unas nauseas horribles, por lo que rápidamente me adentre por la puerta para llegar rápido a la habitación, el desgraciado de Jin lo notó y se burló todo el camino, hasta estar en la maldita y estúpida habitación, que más bien parecía motel.

—Venga Ho Seok, no te enojes y tómalo como una broma —palmeó mi espalda, para enseguida sentarse en la cama—.

—Cállate —rasque con rabia mi cabello y lo miré—. Bien ¿has conseguido algo nuevo?

—No mucho, el alto mando decidió mantener más vigiladas las calles, pero no ha mostrado resultado positivo, esos hijos de puta saben muy bien dónde y cómo vender merca para no ser pillados.

—Mierda —me senté a su lado—. ¿Entonces nada nuevo?

—Nada, seguimos manteniendo la misma información —giró un poco su rostro para mirarme—. ¿Y tú? ¿Has conseguido información que nos ayude?

—Nada, pero he logrado mantener conversaciones con el hijo del Mayor Kim, aunque no habla de su familia —solté otro suspiro—. ¿Puedes creer que la mitad de sus conversaciones son de cosas estúpidas sin sentido? No sé si lo hace apropósito o realmente es un completo idiota, a veces dudo que sea hijo del Mayor Kim, es demasiado estúpido y anormal, además es un cobarde de primera.

—No deberías subestimar al hijo del Mayor Kim, quizás se ve idiota como dices, pero podría sorprenderte —lo dijo con tanta seguridad y hasta con un tono amenazante, que por un segundo creí que sabía más de lo que podría imaginarme—. Los narcos preparan a sus hijos para que sigan con el negocio de la familia, yo que tu estaría alerta con TaeHyung, podrías llevarte una gran sorpresa.

—¿Por qué lo dices? ¿Acaso sabes algo y me lo estas ocultando? —su mirada fija en la mía, bien podría decir que me está mintiendo sin vergüenza alguna o que sólo soltó aquello por decirlo, en ocasiones llegaba a pensar que el "Jin " frente a mí era otro, pero luego cuando me sonreía como ahora, juraba que es mi amigo de infancia con el que crecí y viví muchas situaciones desagradables y otras, felices—.

—No sé más de lo que tú sabes —mantuvo su sonrisa, sin quitar su mirada de la mía—.

—Está bien, estaré más alerta con ese chico, aunque ¿sabes una cosa? Hoy, hace un rato, me coqueteo, estoy seguro de eso.

—¿TaeHyung es marica? —aquello sonó como si lo conociera o supiera de él—. No sabía que le gustaban las pollas y no los coños.

—¿Y por qué tendrías que saber eso? —rápidamente desvío su mirada, su sonrisa se esfumó, pensó un momento y volvió a sonreír—.

—Es que en la información que tenemos, no hay rastros de que lo fuera.

—Tienes razón, pero ahora lo sabemos, el tal Kim TaeHyung es marica y me está coqueteando.

—Vaya Ho, así que tienes un pretendiente —se burló—.

—Vete a la mierda Jin —me levanté de la cama—. Anda, vamos que ya hablamos lo nuestro.

—¿Así que hay un "lo nuestro"? —volvió a burlarse—.

—Que te den, marica de mierda —abrí la puerta y su exagerada risa siguió hasta que abandonamos la habitación. JungKook seguía con su visita y sentí una enorme curiosidad de saber quién era ella—.

Me despedí de mi desagradable, en ocasiones, amigo y regresé a mi celda, o al menos esa fue mi intención, hasta que vi un extraño comportamiento entre Jimin y TaeHyung, quienes se dirigieron a la celda del jefe, con miradas cómplices, misteriosas y seguro, aquello que hablarían me serviría de información. Por lo que decidí caminar sigilosamente hacia la celda del jefe, la puerta no estaba del todo cerrada, así que podría escuchar un poco de su conversación. Acerqué mi cuerpo a la puerta, evitando abrirla y ser descubierto, pegando mi oreja a ésta y teniendo un poco de visión hacia sus cuerpos.

—Wang sigue en ese puto hospital, si no hay mejora, mandaré atacar a tu padre —el tono de Jimin era bastante serio y enojado, pero ¿Por qué le estaba avisando a TaeHyung de sus planes, si se supone estos son enemigos? —. No puede morir, lo sabes.

—Deberías cargarte a los que lo atacaron, sabes que será imposible llegar hasta mi padre, a menos que seas tú quien le ataque directamente —al parecer a TaeHyung poco le importaba lo que le pasará a su padre—. Pero eso es imposible, pues estás aquí, encerrado.

—Lo sé, pero algo haré, no voy a dejar las cosas, así como así, sabiendo que Wang podría morir en cualquier momento —Wang, al menos ya tengo un nombre y por lo visto, es importante para el jefe—. Le permití quedarse con los gringos ¿Qué mierda quiere el puto de tu padre? ¿Qué me escape y vaya a matarlo? Porque como siga atacándome, lo haré TaeHyung y te juro que poco a poco, serás un huérfano como yo.

—Bien sabes que poco me importa lo que le hagas a ese hijo de puta, pero también sabes que seré yo quien se lo cargue, así que relaja tu culo y te calmas —dijo firme, bien, al parecer Jin tenía razón y debo estar alerta con el famoso hijo del Mayor Kim, ya que podría ser tan despiadado como su padre o hasta peor—. Mi hermana nos informara lo que pase con Wang y si es necesario, sólo si lo es, atacaras, pero antes no, además dudo que a JungKook le agrade esto.

—No lo sabrá —la agresividad del jefe puede llegar a ser monstruosa, más cuando JungKook está involucrado de cualquier forma, ese chico tiene un poder sorprendente sobre el jefe, tanto que quizás él mismo lo ignore—. Y si de casualidad se te escapa algo frente a JungKook, desearás haber muerto ese día junto a tu novio ¿te queda claro?

—Sabes que no diré nada, ese chico comienza a agradarme, no me gustaría que termine en la mierda que tú y yo hemos vivimos.

—Por tu bien, espero que te mantengas callado —le soltó con brusquedad, y por suerte no lo tiró al piso, TaeHyung mantuvo equilibrio—. Ahora vete y dile a Yoon Gi que venga, necesito arreglar cierto asunto con él.

—Hablando de Yoon Gi, ahora que tienes a JungKook ¿seguirás con tus putadas con él? He notado que mi mulo es un tanto celoso y que se pasa por el culo tus excusas o ¿serás el puto de antes y tendrás dos culitos sólo para ti?

—Te estás ganando una patada en la polla, que como sigas dudo que puedas pajearte otra vez —amenazó y el otro palideció—.

—Está bien, me marcho.

—Mierda —rápidamente me alejé de la puerta, no alcanzaría a llegar a la mía, por lo que tuve que fingir que caminaba cerca. TaeHyung me vio, pero por su rostro no sospechó nada raro y siguió su propio camino. Alejándose rápido y de seguro se marchaba a la celda de Yoon Gi, para avisarle que el jefe lo necesita para aclarar cierto asunto. Me encaminé a mi celda a paso veloz, busqué entre lo poco que tenía, una pequeña agenda, la cual me dejaron llevar conmigo cuando entre en la prisión, en ella anotaría cada información que consiguiera para el caso.

Caso Rey:

*El príncipe está en desacuerdo con el rey, por lo que está en un tipo de acuerdo con el rey del reino enemigo, estos planean algo contra el rey del hijo traidor*.

*El rey del castillo enemigo tiene un sirviente fiel, el cual al parecer está muriendo, se debe a un conflicto interno entre ambos reino*.

*El príncipe traidor se muestra idiota, pero en realidad es alguien a quien se le debe vigilar, temer y estar alerta siempre que esté cerca del sirviente infiltrado en el reino del castillo enemigo*.

*El príncipe tiene una hermana, la cual el sirviente infiltrado creyó esta era rehén del rey enemigo, cuando en realidad, está del lado del reino enemigo*.

Debía mantenerme cerca de tres personas dentro de este lugar; Park Jimin, Jeon JungKook y Kim TaeHyung, ser parte de su círculo y en un futuro no tan lejano, ser de su confianza para introducirme en sus negocios y al fin tener las pruebas que necesito para que el Mayor Kim pague por todo lo que ha hecho y así, vengar la muerte de ella. Sólo una cosa no podré cumplir a mi mejor amigo, tendré que vincular en cada paso a Jeon JungKook, quien será mi "as" bajo la manga.


JungKook POV.


Desde aquella vez con Jimin, cuando no me forcejó a nada y tuvimos relaciones sexuales, nuestra relación a cambiado significativamente. De cierta manera se volvió atento hasta cierto punto, claro, sólo cuando estamos solos, encerrados en su celda, porque fuera de esta, seguía siendo el jefe de la prisión, quien no muestra compasión por nadie. Advirtiéndome que tratara no meterme en problemas, porque no dudara en castigarme como a los demás, y por su mirada y tono en ese momento, supe que no jugaba con su advertencia.

Exactamente han pasado tres semanas desde entonces, y dentro de esas tres semanas he compartido todo y nada con Jimin. Es una sensación extraña, pues en momentos creo saber todo, pero en realidad no sé nada de él, y eso me pone bastante malhumorado, porque él sabe mucho más de mí que yo de él, es una desventaja y me molesta. Sobre todo, en nuestros momentos de intimidad, aunque en realidad no han sido muchos, pero eso no significa que no lo hemos hecho, ya que las veces en que nos encerramos en su celda, nos acostamos en su cama y simplemente nos miramos, besamos y al final terminamos durmiendo, admito que eso es bastante cómodo. Y las noches en las que me quede a dormir, no todas terminaron en sexo duro, porque si, el sexo con Jimin es duro, fuerte, salvaje y muy apasionado. Las noches en las que hemos tenido sexo he descubierto cosas que jamás creí sentir o pensar, actitudes que en el pasado podrían haber  resultado asquerosas y morbosas, pero ahora admito que disfruto de cada una de ellas, todo por culpa de Jimin, quien es increíblemente bueno en todo lo que hace con mi cuerpo. Nunca creí que llegaría el momento en que sería yo quien le pediría a alguien, sobre todo a un chico, que metiera "eso" en el lugar donde se supone es un orificio de salida y no de entrada, pero él podía sacar actitudes extrañas e irreconocibles de mí, tanto que llegó a disfrutar de ello.

Pero a pesar de haber tenido dentro a Jimin, seguía sintiendo lejanía, distancia entre nosotros, quizás antes no me hubiera importado, pero ahora me hace sentir realmente mal, dañado y hasta traicionado.

—Hola Mulo ¿y esa cara? ¿Acaso el jefazo no te dejo dormir anoche? —se burló TaeHyung, quien dejo su bandeja de almuerzo sobre la mesa, sentándose frente a mí—.

—Cállate —le respondí con todo el mal humor con el que me había despertado—.

—Parece que no hubo noche de pasión anoche ¿es que Jimin ya se aburrió de ti? —lo miré molesto y éste sólo se carcajeo—. ¿Qué? ¿Acaso creíste que serías especial para él? Yo que tú no me haría falsas esperanzas, sino pregúntale a Yoon Gi qué pasó con l después de que llegaras tú.

—Vete a la mierda Kim TaeHyung —el poco apetito que tenía se convirtió en nada por su culpa, por lo que me levanté y me encaminé hacia la salida, dejando mi almuerzo en la mesa—.

Llegando al patio, JongHyun me llamó para que jugáramos un partido de fútbol con los reos de siempre, pero mi estado de ánimo no estaba para ello, por lo que me negué y caminé hacia el final del patio, sentándome sobre el escaso pasto que había en el lugar, observando todo a mí alrededor.

—Casi dos años aquí dentro —saqué una foto del bolsillo de mi pantalón, la cual contenía una imagen de mi padre, madre, hermana y yo cuando éramos una familia feliz y llena de sonrisas—. ¿Realmente este era mi destino? Llegar a este lugar, sufrir todo lo que he sufrido y vivir cada cosa que ha pasado ¿era esto a lo que te referías padre, cuando decías que cada persona tiene su destino escrito? Porque si es así, detesto mi puto destino.

—El destino lo hace uno mismo —levanté la cabeza, encontrándome con una sonrisa reconfortante en el rostro de mi casi nuevo amigo, Ho Seok —. ¿Puedo? —señaló para sentarse a mi lado—.

—Por supuesto, adelante —de inmediato se sentó a mi lado, observando como los demás comenzaron a jugar a la pelota—.

—¿Sabes? Si yo lo hubiera querido, no estaría en este lugar ni en este momento, como te dije, cada uno se forja su propio destino —lo miré—. Yo decidí esto y ahora tengo que afrontar mi decisión y esperar lo que se venga.

—Tal vez tienes razón y si estoy aquí es porque así lo decidí, pero ¿sabes? —me miró—. No me arrepiento de mi decisión, salvé a alguien importante para mí y gracias a eso, ahora lleva una vida normal.

—En una ocasión me comentaste que me había equivocado en eso de que suelo saber quién es inocente y culpable.

—Sí, y sigo pensando lo mismo.

—Pues yo creo cada día, que contigo no me he equivocado y que no eres un asesino.

—Eres libre de creer lo que quieras —miré a mis colegas jugar a la pelota—. Cuando entré aquí, creí muchas cosas, ahora sé que nada de eso era cierto y la realidad me pegó muy fuerte.

—¿Tan mal lo has pasado aquí?

—Ni te imaginas —sonreí, tratando de ocultar mis pesadillas y sufrimiento—.

—¿Qué tipo de cosas? En realidad, soy pésimo imaginándome lo que sea, prefiero que me las digan.

—Abuso, robo, golpes, apuñaladas, castigos horrorosos, violación, más golpes, traición, muerte, desesperación, un intento de suicidio, perder amigos... y me siguen pasando cosas —bajé la cabeza, mirando el escaso pasto—. Este tipo de lugares cambia a las personas, las vuelve más locas o termina con nuestras vidas.

—Tú... ¿has pasado por todo eso? ¿Perdiste a alguien aquí dentro?

—A mis primeros amigos, de esos amigos que son como los hermanos que jamás tuviste, pero que siempre deseaste tener —volví a sonreír, sintiendo que, si me forzaba a hacerlo, no lloraría—. Sus nombres eran, Jong, Min Ho y... Key, ellos fueron mis hermanos aquí dentro.

—Lo siento mucho —sentí como puso una de sus manos sobre mi hombro izquierdo, tratando de animarme—. Sé lo que se siente perder a alguien importante, alguien a quien querías mucho, es horrible, se siente como una parte de ti se va con esa persona y llegas a quedarte completamente solo y vacío.

—¿También perdiste alguien importante? —lo miré, notando como sus ojos se comenzaban a aguar—.

—Me iba a casar. Ella era realmente hermosa y la mejor mujer que podría existir en este mundo, su alegría, optimismo, armonía y sonrisa me enamoraron completamente, me volví un idiota por ella —vi como una pequeña lágrima se deslizaba por su mejilla derecha, acompañada de otra en la izquierda—. Teníamos tantos planes juntos y cada uno se fue a la basura con su muerte y cómo te dije antes, más de la mitad de mi ser y vida se fueron con ella, dejándome solo y completamente vacío.

—¿Cómo hiciste para superar su muerte? —notó sus lágrimas y sonriendo se las secó con sus manos—. Si no quieres hablar de eso, lo entiendo.

—Mi trabajo me ayudó a superarlo, aunque más bien creo que me ayudó a vivir con ello, jamás superas una muerte, menos de alguien a quien amabas con todo tu ser —miró hacia donde jugaban a la pelota—. Sólo aprendes y aceptas que ya no la verás más, que ya no podrás abrazarla ni mucho menos besarla, que sólo queda su rostro, su sonrisa y sus ojos en tus recuerdos, pero estos desaparecerán con la vejez y que, de ese amor, ya ni el recuerdo quedará.

—Yo... en ocasiones, cuando duermo intento recordar a mi padre y para ser sincero me cuesta recordar su rostro —miré la foto en mi mano derecha—. Gracias a esto —se lo mostré—. Me es más fácil, pero sé que, si llegara a perder esta foto, su recuerdo en mi memoria irá desapareciendo con el pasar de los años.

—Disfruta tus recuerdos mientras los tengas, pero, sobre todo, disfruta de los seres que amas mientras están vivos —me sonrío, pero esta vez no había tristeza en ella—. A mi queda mi padre y mi mejor amigo, por ellos haría lo que sea.

—Mi madre sigue viva, al igual que mi hermana y las amo con todo mi ser —Miro con atención la foto y luego me sonrío—.

—Creo que se te olvidó mencionar al jefe —trague saliva, pues no era algo que fuera fácil de hablar, menos con otro reo—. Los he visto en plan cariñoso en varias ocasiones, ustedes... ¿tienen ese tipo de relación?

—No sé si lo nuestro podría entrar en algún tipo de relación, ni yo mismo sé que es lo que tenemos con Jimin.

—¿Lo quieres? —me miró fijamente, y su mirada me puso un tanto nervioso, incomodándome mucho—.

—Creo que sí —me levanté—. Debo irme, tengo cosas que hacer.

—¿Hay cosas que hacer dentro de la prisión? —preguntó con seriedad, sabiendo que en realidad intentaba escapar—. Puedes confiar en mí, JungKook. Sé que soy nuevo, pero tanto tú como yo, intentamos sobrevivir y al menos, tener un amigo de verdad aquí dentro.

—Gracias, lo tendré en cuenta —me alejé un tanto de prisa, pues podía seguir sintiendo la mirada penetrante de Ho Seok en mi—. 

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