S2: Capítulo seis
Abandonamos mi celda, ya algunos de los reos habían abandonado sus celdas y otros seguían durmiendo. Rara vez TaeHyung se levantaba temprano, desde que lo conozco ha sido bueno para dormir, bastante flojo, pero en esta ocasión debió hacerlo. Teníamos un problema, uno grande y si no lo soluciono, estoy acabado y mis años que me quedan de condena, aumentarán y hasta podría ser para siempre. El vender de coca dentro de la prisión es algo que no pude acordar con Monster, si se entera de mi delito no dudará en cobrármelo y no tendrá compasión. De camino al calabozo, nos encontramos con JungKook, a quien no le di importancia, pues tenía un asunto urgente que tratar, si pude ver un momento su rostro, pero enseguida tuve que voltear para no desviarme de lo que tenía que hacer, de seguro haría algo para impedir lo que está por suceder.
Cuando llegamos al calabozo, nos encontramos con dos guardias afuera, estos son antiguos y me respetan, por lo que al verme se marcharon. TaeHyung estaba bastante nervioso, sabía que haríamos, por lo que atrasó su paso, pero le obligue a seguirme el ritmo.
— ¿Qué hacen ustedes aquí? —nos preguntó el guardia nuevo, debe ser el que menciono antes TaeHyung—. No pueden estar en esta zona.
—Lo sabemos, pero tenemos algo que hacer —le hablé firmemente—. Te tienes que ir y dejarnos con el colega.
—No lo haré, los que se irán serán ustedes.
—Escucha, recién llegado, aquí las cosas funcionan de una manera, si no lo sabes busca a un colega tuyo y pregúntale —me adentre al calabozo—. Ahora vete y déjanos.
— ¿Me estás dando órdenes, basura? —dio un paso hacia mí, TaeHyung retrocedió nervioso—.
— ¿Me llamaste basura? —lo fulminé con la mirada, notando como comenzaba a sacar un palo que llevan los guardias para "castigarnos"—. ¿Qué? ¿Me golpearas con eso? Cobarde.
—Pagaras por ello —rápidamente se acercó a mí, alzando el palo para pegarme en la cabeza con ello. Normalmente los guardias deben golpearnos en los brazos o piernas utilizando ese objeto, pero éste iba directo a mi cabeza, lo que me deja una sola conclusión—.
Di un movimiento rápido y lo golpeé tan fuerte en la boca del estómago que escupió saliva y cayó de rodillas frente a mí. Le quité el palo para golpearlo en la espalda, cayendo completamente al piso.
—Y bien ¿Qué te ordenó específicamente el Mayor Kim?
—No sé...de quien me hablas —se retorció de dolor al aplastarle la muñeca de su diestra—. ¡Ah!
—Si no sueltas todo, destrozare tus huesos, uno por uno.
—Jimin...
—Tú no te metas —le ordené y seguí en lo mío—. ¿Qué te ordenó? ¿Matarme? Habla hijo de puta —aplaste su otra muñeca con mi otro pie, pisando con fuerza—. Vamos, que puedo estar todo el día así.
—Maldición... —iba hablar—. Me ordenó que acabe con tu vida, pero primero debo hacer que sufras.
— ¿Y cómo te ordenó que me hicieras sufrir?
—Me dijo que atacara a tu debilidad... ¡Ahh! ¡Maldición, déjame desgraciado! —gritó tan fuerte cuando aplaste su cabeza contra el cemento, apoyando con furia mis manos sobre esta—. Ya dije todo...déjame maldito.
—Vas a morir aquí y ahora bastardo —mi razón se nubló, porque sé que se refiere a JungKook cuando habla de mi debilidad—.
—Espera Jimin.
Saqué la navaja, que minutos antes guardé en mi bolsillo sin que TaeHyung lo notara, éste se sorprendió tanto, que cayó de culo al piso. El reo que estaba antes, mi vendedor, comenzó a sudar sabiendo que el próximo sería él. Estaba amarrado de pies y manos, por lo que escapar no sería una opción para él.
—Ahora no podrás informar nada a tu jefe —fue lo último que dije, pasando el filo de la navaja por su yugular. La sangre comenzó a deslizarse por su cuello y clavículas, no ejercí tanta fuerza como para que muriera al instante, quería hacerle sufrir por intentar dañar a JungKook—. No debiste aceptar ese trabajo —lo miré un momento—. Porque ahora morirás en mis manos —éste quiso huir a pesar de su condición, pero fue demasiado tarde, mi navaja ya estaba incrustada en su yugular, la sangre saltó a mi ropa y rostro, pero no me importó, al menos ahora él no correría peligro—.
—Jimin...mataste a un guardia —TaeHyung seguía en el piso, sorprendido y asustado—.
—Eso no importa ahora —miré al reo, quien sudaba en grandes cantidades, deslizándose las gotas de sudor por su frente y mejillas—. Sí colega, ahora el siguiente eres tú.
Lo siguiente fue rápido, silencioso y sencillo. Dos puñaladas en su pecho, cerca de su corazón, viendo cómo se desangraba y rogando por ayuda con su mirada.
—Diremos que fue un asunto entre ellos —miré a TaeHyung—. No será la primera vez que hacemos algo así ¿o ya lo olvidaste?
—Trato, pero no tengo suerte en olvidarlo —se levantó—.
—Rápido antes que llegue otro guardia.
Y una vez más, todo quedó a mi favor, la muerte de esos malditos jamás daría conmigo. Monster llegó una hora después, encontrándose con los cuerpos y suponiendo que fue un pleito entre ellos. Un guardia menos, aún me quedaba saber si los otros cuatro también estaban bajo la orden del Mayor Kim. Debía encargarme de los reos nuevos, pero eso llevaría más tiempo, los reos siempre son más complicados. Volviendo a mi celda, como si nada hubiera pasado, me saqué la remera impregnada de sangre y la tiré en la bolsa donde dejo mi basura, agarré una toalla y me dirigí a las regaderas. No tardé mucho, pues tenía que ver si JungKook aún se encontraba desayunando, aunque dudo que lo esté. TaeHyung se adelantó, pero se fue a su celda, según él, no se encontraba bien y seguro fue por lo que presenció. Una vez que terminé, me dirigí al comedor, con la toalla sobre mi cabeza, había pocos reos, pero entre ellos estaba él, quien tenía cara de pocos amigos.
—Estaba por irme —me soltó a penas me senté con mi café y pan en manos, sentándome frente a él—. ¿Qué te llevó tanto tiempo?
—Me fui a duchar, necesitaba urgentemente un baño —le guiñé un ojo—. Ya sabes por qué.
—Idiota —me dijo ruborizado, como comenzaba a gustarme verlo ruborizado y nervioso—.
— ¿No irás a bañarte?
—Luego, primero la comida —se llevó el pan a su boca y le sacó un gran pedazo—.
—Glotón —me burlé, le sonreí y volvió a ruborizarse, pero devolviéndome la sonrisa—.
Si le contaba lo que había hecho minutos antes de reunirme con él ¿me volvería a odiar y despreciar? Seguro se alejaría de nuevo y me temería. Aunque en ningún momento le prometí que no volvería a matar y dudo cumplir algo así, lo mejor sería mantener aquello como un secreto, pero no sé si podría decir lo mismo de TaeHyung, ese es un bocazas de primera.
TaeHyung estaba demasiado nervioso cuando estábamos por irnos del comedor junto con JungKook, el idiota apareció con un rostro bastante preocupante, aunque más bien culpable y queriendo soltar todo. Le hice gestos con la cara y manos para que no dijera nada, claro, evitando que mi acompañante lo notara, aunque por su rostro, podría jurar que sospechaba el hecho de que algo pasaba entre Kim y yo. Y a pesar de sus sospechas no preguntó nada y decidió acompañar al tonto en su desayuno, me quedé para cerciorarme de que Kim no dijera nada que no debiera enterarse JungKook.
—Oye TaeHyung —lo llamé para sacarlo de su trance de nerviosismo y pensamientos delatadoras—. ¿Ya le pusiste el ojo algún reo nuevo?
— ¿Eh? —me miró, luego a JungKook, volviendo su rostro a su pan—. Bueno, los nuevos están bastante bien, no me quejo, pero creo que al que le puse ojo será difícil.
—Vamos puto, que te gustan los difíciles —le solté de forma burlesca, que ahora me viniera con esas babosadas me causaba risa, siempre le han gustado los difíciles y cuando nos referimos a difíciles hablamos de heterosexuales—.
—Me gustan difíciles, pero éste es jodidamente difícil —me miró—.
— ¿Y qué? ¿te vas a rendir sin intentarlo? Vamos TaeHyung, que te conozco y sé que no te cansaras hasta tenerlo para ti y sobre todo en tu cama, disfrutando de su polla en tu horrible culo.
—¡Oye! Que mi culo no es horrible —dijo molesto, masticando su pan—. Y si, no me cansaré hasta tenerlo en mi cama.
—Parece que ustedes se llevan cada día mejor —nos soltó de pronto JungKook, mirándonos un tanto molesto y, quizás celoso—. Sigan con su plática de pollas, culos y sexo, yo me largo.
—Parece que alguien se enojó —soltó TaeHyung burlándose de mí—.
—Vete a la mierda —le respondí y miré a JungKook—. No tienes que irte solo, voy contigo.
—No, quédate con tu amigo/enemigo hablando de sus culos y pollas —se levantó, agarrando su vaso—. Eso sí, ni se les ocurra hablar del mío, par de idiotas —giró sobre sus pies y caminó hacia el área donde se deposita la loza sucia, dirigiéndose luego hacia la salida—.
—Si querías que se fuera ¿Por qué no hablaste de otra cosa? ¿tenía que ser del reo nuevo al que quiero tirarme? Imbécil —enojado, dejó su vaso frente a él sobre la mesa, regañándome con la mirada—. No tenías que hablar de mi vida sexual frente a mi mulo.
— ¿Qué? ¿acaso querías que hablara de muertes o de los tipos que me cargue antes? —miré a nuestro alrededor y los demás reos comenzaban a marcharse—. Dejando a JungKook de lado, necesito, más bien, te ordeno que te calmes, no puedes andar con ese rostro, sigue así y Monster se enterara que fuimos nosotros los que nos cargamos a su colega y al reo.
—Pero si tú te los cargaste.
—Estuviste presente y no hiciste nada para evitarlo, eres mi cómplice —lo agarré del cuello de su playera, acercándolo un poco, mostrándole lo serio y enojado que estaba—. Si yo caigo, caes conmigo, si me muero aquí dentro, te juro que te arrastraré conmigo, pero si te calmas y cooperas ambos nos salvaremos ¿quieres morir antes de tirarte a tu nueva víctima?
—No.
— ¿Quieres morir antes de vengarte del puto de tu padre? Porque sé cuáles son tus verdaderas intenciones TaeHyung —su rostro comenzó a palidecer—. Sé que me sigues y acatas lo que te ordeno porque sabes que me vengaré del desgraciado de tu progenitor, porque sabes que puedo ayudarte en tu venganza, pero no te saldrá gratis ese favor.
—No... no entiendo de lo que hablas Jimin —trató de zafarse, retrocediendo, pero sólo hizo que lo agarrara con más fuerza, casi lastimándole el cuello—. Jimin...
—No soy idiota, TaeHyung. Tu hermana me contó todo lo que tu padre les hizo y del verdadero motivo por el que llegaron a ese lugar, en una de nuestras noches de sexo salvaje me soltó todo y con detalles —su frente comenzó a sudar, al parecer estaba recordando su pasado y el daño que le causó su padre—. Debe ser horrible algo así. Tu padre es un enfermo y realmente siento lastima por ti y Haneul, aún recuerdo su llanto, pobrecita.
—No sabes de lo que hablas, cállate —volvió a tratar de zafarse, y esta vez lo deje libre—.
—Claro que sé de lo que hablo, lo sé hace bastante tiempo —por error paso a tirar su vaso de café al piso, pero ni siquiera observó el líquido en este—. Tu papá...
— ¡Cállate! —jamás había visto tan furioso a TaeHyung, ni siquiera cuando asesinó aquel hombre, sus movimientos no suelen ser rápidos y cuando quiere golpear a alguien, siempre duda, pero esta vez fue la excepción y admito que su puñetazo en mi rostro fue tan fuerte, que me hizo retroceder, con un sangrado en la nariz—.
—Malnacido —llevé mi zurda a mi nariz, apretando con fuerza para detener la hemorragia—. Te duele ¿cierto? Te burlabas de mi por no tener un padre y madre, al menos los míos si me quisieron, al menos mi papá fue un verdadero padre y jamás, jamás habría...
—Para... para Jimin —y ahí otra careta de TaeHyung,lágrimas, sólo una vez lo vi llorar y fue cuando asesine a su novio frente aél, y ahora volvía a verlo llorar, pero por el recuerdo del inmenso daño quecausó su padre en él y en su pequeña hermana—. Para... por favor —cayó de rodillas y se llevó las manos a su rostro, escondiéndolo con estas, al igual que sus lágrimas—.
—Puto —agarré la toalla que antes cayó al piso por el impacto del puñetazo, limpiándome la sangre y aun tratando de detener la hemorragia. Me dirigí al baño para limpiarme mejor y así evitar que alguien me viera herido y aún peor, sangrando—.
Esperaba que nadie se encontrara en el baño o al menos que JongHyun no estuviera, ya que siempre que lo encuentro, terminamos hablando de JungKook y de que debo alejarme de él, cosa que termina con un rotundo "no lo haré", y luego en discusión. ¿Es que acaso todos creen que quiero lastimarlo?
—Ya estuviste peleando —dijo afirmándolo, aunque no podía hacer otra cosa, la sangre me delataba—.
—En realidad me golpearon, no alcancé a devolver el golpe —giré varias veces la llave del lavamanos para dejar correr el agua—.
— ¿Tú te dejaste golpear sin devolver el golpe? ¿y quién fue ese reo para felicitarlo?
—No estoy para tus burlas JongHyun, ya estoy bastante cabreado por el golpe —el sangrado de mi nariz se detuvo y al fin pude limpiarla sin esperar ver sangre de vuelta, sólo la que debía limpiar—.
—JungKook no fue porque está en mi celda, pudo haber sido TaeHyung, sólo a él tratas de no golpear. ¿Por qué? ¿Qué mierda pasa entre ustedes? Y sé que tiene que ver con el motivo de la muerte del reo que se llevó el guardia nuevo, quien sospechosamente aún no regresa del calabozo —dijo mirándome fijamente, tratando de leerme los pensamientos o que al final terminará delatándome yo mismo—. ¿Tienes algo que ver en por qué ninguno regresa aún?
—No tengo puta idea y ahora déjame tranquilo —cerré la llave—. Jodes mucho JongHyun, y en serio no quiero tener que callarte de una puta vez esa bocaza suelta que tienes.
—¿Me estas amenazando Jimin? Porque sabes que yo no te temo y si quiero, puedo matarte cuando quiera, que sólo por JungKook no te he lastimado.
— ¿Qué tiene que ver aquí JungKook?
—Ese chico es tan idiota que llegó a encariñarse contigo, de un cerdo y asqueroso ser humano. Las únicas veces que cambiamos palabras fueron por Key y te agradezco todo lo que hiciste por él mientras vivió y por ese funeral que arreglaste para él —decía seriamente—. Pero no dejaré que sigas arruinando la vida a JungKook, ese chico tiene un futuro cuando salga de aquí.
—JongHyun si no te callas, te callaré y no precisamente con palabras —le amenacé, pero éste siguió en su posición de querer defender a JungKook—. Sólo te lo diré una vez y espero lo recuerdes muy bien, nadie tiene ni debe meterse en mi asunto con JungKook, es algo sólo de él y yo, y no permitiré que nadie lo aleje de mi ni aquí dentro ni fuera ¿te queda claro?
—No será necesario que nadie lo aleje de ti, tú mismo harás que se aleje, que se vaya y que no regrese —y antes de que le respondiera con un puñetazo abandonó el baño, dejándome aún más enfadado de lo que me dejo TaeHyung—.
JungKook POV.
Sé que Jimin me está ocultando algo y sé que TaeHyung está involucrado, esos no suelen llevarse bien, y eso de que hablaran de pollas, culos y sexo frente a mí, sólo fue idea de Jimin para que me fuera. Y sí, lo hice porque me desagrada cuando hablan de eso, al menos entre ellos. Poco me importaba el hecho de que TaeHyung quisiera tirarse algún reo, es más, me importa una mierda, pero lo que si me importa es que me oculten cosas, pero por lo poco que los conozco, sé que no me dirán nada. Y cómo estaba tan enojado, decidí ir a la celda de JongHyun, al menos con él puedo desahogarme. Él me escucha y aconseja como lo haría un padre, cómo Key lo hizo en ocasiones, tratando de animarme. Creo que, si no tuviera a JongHyun a mi lado, sería muy difícil sobrevivir día a día en este infierno. Cuando llegue a su celda, estaba acostado sobre su cama.
—Hola JongHyun —me adentre en su celda, sentándome a los pies de su cama—. Oye... ¿podemos hablar un momento?
—Claro, suelta lo que quieras decirme —se sentó, acomodándose en la cama—.
—Bueno... en realidad te quiero hacer una pregunta —lo miré algo temeroso a su posible respuesta—.
—Pregunta con confianza, sabes que puedes confiar en mí.
—Lo sé y por eso necesito que me respondas con la verdad.
—Parece ser serio, claro, responderé con la verdad.
—El jefe... Jimin... ¿crees que en algún momento cambie?
— ¿Que cambie qué?
—Su forma de ser, el que sea tan agresivo y el que asesine a personas... ¿crees que cambie?
—No sé qué responder a eso JungKook, conozco a Jimin desde que entró a la prisión y ya era un monstruo cuando llegó, no sé cómo fue fuera de este lugar y por lo que supe por Key, era peor de lo que conocemos tú y yo —me miró fijamente—. ¿Por qué de pronto me preguntas por él? ¿y desde cuando lo llamas por su nombre?
—Sólo era curiosidad —deje de mirarlo—.
—No te creo... necesito ir con urgencia al baño —rápidamente se levantó de la cama, caminando hacia las rejas—. No te vayas, tenemos que seguir hablando ¿escuchaste?
—Está bien, aquí te espero.
Abandonó la celda y mientras me quedé solo, me acosté en su cama, cerrando mis ojos, esperando por el regreso de JongHyun, a quien al parecer le urgía el baño. ¿Será lo correcto hablarle de mi noche junto a Jimin? ¿se enojara si le confieso lo importante que es Jimin para mí? ¿creerá que me he vuelto loco por encariñarme de mi violador? ¿estoy haciendo bien con la vida que estoy llevando aquí dentro? ¿está bien confiar en Jimin, cuando sé que me está ocultando cosas? En estos momentos era donde más necesitaba las palabras de Key y un buen golpe en la cabeza para reaccionar. JongHyun tardó unos veinte minutos en volver, y cuando lo hizo, su rostro no mostró tranquilidad ni alivio por poder desahogarse en el baño. Me miró fijamente a penas entro, como si quisiera explotar en palabras, gritarme y quizás hasta golpearme. ¿Acaso le ocurrió algo en el baño?
—JongHyun...
— ¿Qué está pasando exactamente entre Jimin y tú? Y quiero la verdad JungKook —se cruzó de brazos y yo me puse nervioso—.
— ¿Qué pasa... de qué? —me levanté de su cama, y al saber mi intención, intervino en mi huida, tapando mi salida con su cuerpo—.
—Tú... ¿tienes algún tipo de relación con él? Una que no sea de reo a reo ¿tienen una relación amorosa? Y no puedes negarlo porque en el baño me lo dejó muy claro.
— ¿Acaso Jimin te dijo algo? —pregunté sorprendido y preocupado—.
—Me dijo que nadie debe meterse en su asunto contigo, que no permitiría que nadie te alejara de su lado ni aquí dentro ni fuera ¿me dirás que acaso entendí mal?
— ¿Él te dijo eso? —y un sinfín de emociones invadieron mi cuerpo completo, sintiendo una alegría, alivio y esperanza, confirmando que esto no es un juego ni conveniencia para Jimin y que de verdad le importo—. Dime ¿Jimin te dijo eso?
—Entonces sí tienen una relación amorosa, no puedes negarlo cuando tienes ese brillo en tus ojos y esa sonrisa en tus labios —negó con su cabeza, mirándome con lástima y preocupación—. JungKook...
—No digas nada, bastante tengo con Yoon Gi —le pedí—. Lo único que te pido es que no me dejes solo, te necesitaré más que nunca, me quedas tú como mi amigo y no me gustaría perderte como a los demás, por favor, JongHyun.
— ¿Cómo podría dejarte solo cuando te involucraste con el idiota de Jimin? Eso sí, si llega a causarte más daño del que ya te ha hecho anda olvidándote de él, porque yo mismo lo mataré —y estaba hablando en serio, podía verlo en su mirada, en su postura, en sus palabras, JongHyun realmente se preocupaba por mí como un padre—.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro