Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

S2: Capítulo diecisiete


Dejé caer el palo, el cual estaba impregnado de la sangre de Se Jong, al igual que mis manos. Aún estaba lloviendo, estiré mis brazos, dejando mis manos al aire, la sangre comenzaba a desaparecer, siendo mezclada con las gotas de lluvia, directas al piso, pero yo seguía viéndolas rojas, impregnadas de ese líquido al cual tan acostumbrado estoy. Caminando hacia las regaderas, me topé con él. Su mirada era preocupante y al verme, al ver mi estado y lo rojo de mi playera, sentí como una daga me atravesó el pecho, desgarrando mi corazón. No hacía falta que me quedara y escuchara lo que sabía me diría, por lo que seguí mi camino. Pude ver a Yoon Gi tras JungKook, tenía la nariz cubierta con su mano, seguro Jeon lo golpeó para poder salir y evitar lo inevitable.

El agua que salía de la regadera estaba muy fría, lo suficiente para enfriar mis pensamientos y calmar mi angustia. Lo había perdido, ni siquiera tendría una excusa. Ya no podía permanecer a su lado, he vuelto a ser el de antes, ese Jimin que en ocasiones llegué a odiar y quise exterminar con mis propias manos, ese Jimin que me causa asco, repulsión, miedo y terror. Si tan sólo hubiera intentado un poco más, si me hubiera resistido a no caer ante ese Jimin, ahora no estaría aquí, arrepintiéndome de haber asesinado. Sólo si fuera más fuerte, podría haber seguido junto a JungKook. Cuando quise cubrirme con la toalla que no había traído, caí en la realidad de que me había metido con ropa bajo la regadera, que me imaginé coger una toalla.

—Ya no importa —sin cerrar la manilla de la regadera, abandoné el lugar para dirigirme a mi solitaria celda, la cual, al llegar, no estaba tan solitaria como se suponía debe de estar siempre, o al menos desde ahora que él terminó lo nuestro.

—Jimin —esos ojos que son mi adoración volvieron a verme con temor, observándome de arriba abajo y con sus manos temblando.

—Deberías de estar en enfermería —pasé por su lado y pude notar como tembló completamente, otro clic pude escuchar en mi mente—. Vete Jeon...

—JungKook, soy JungKook.

—Jeon, eres un reo, otro preso, no más mi... novio, por lo que eres Jeon —me quité la playera, tirando esta con fuerza contra la cama, importándome nada que mojara el lugar donde dormiré solo desde ahora—.

—Tú... lo has...

—Lo golpeé con un palo, le destrocé las piernas. Golpeé dos veces su cabeza y murió —otro clic, pero esta vez no provino de mí—. Ahora vete.

—No tenías que matarlo —giré sobre mis pies para verlo y terminar de destrozarme—. ¿Seguirás matando, Jimin? ¿Hasta cuándo seguirás con esta vida de mierda que llevas?

—Hasta que pueda terminar con mi propia vida —agarré otra playera, la cual estaba sucia y me la puse—. Hiciste bien en terminar lo nuestro, después de todo jamás tuvo sentido el que fueras mi novio.

—No sigas Jimin, dirás cosas de las que luego te arrepentirás.

—No sigas con un enfermo como yo, haz caso a todos y entiende que soy monstruo, un maldito que no podrá amar ni ser amado.

—Yo te ayudaré...

—¿Tú, ayudarme? ¿tú? —lo miré fijamente—. Sólo eres un reo que está aquí pagando por un asesinato que no cometió. Lo mejor que te puede suceder es que estés lejos de mí, sólo terminaré destruyéndote y sabes que es así.

—Jimin.

—Aléjate de mí, hazlo por tu propio bien —caminé hacia la puerta—. Entiende que, el que estés a mi lado significa morir, mientras mi pasado me persiga, jamás podre darte la felicidad que te mereces.

—No decidas por mí —dijo antes de marcharse de mi celda, cerré dando un fuerte portazo y dejándome caer sobre mi cama—.

—Mierda, acabo de echar de mi vida lo único bueno en ella.


TaeHyung POV.


Tener que soportar el mal humor de Jimin, sus palabrotas, sus ganas de golpearme porque se me "escapa" el nombre de JungKook..., bueno, está bien, lo he mencionado adrede, pero ¿Tiene que fulminarme con su mirada cada vez que lo nombre?

—Ni que el nombre "JungKook" fuera prohibido o algo por el estilo.

—Lo es y como sigas, terminarás peor que Se Jong.

—¿Acaso dije lo anterior en voz alta?

—Sí y sigues pensando en voz alta, idiota —me tiró su almohada, y puedo decir que me dolió.

—Me dolió —le devolví la almohada tirándosela, pero ni siquiera hizo el intento de esquivarla—. Oye, si sigues así, podrían matarte y ni cuenta te darías.

—¿Crees que me importa eso ahora? —terminó de acostarse completamente sobre su cama—. Vete TaeHyung, quiero estar solo.

—Llevas de esa manera estos cuatro días —me rehusé a marcharme, no me iría hasta que me dijera que ha sabido de mi hermana—. Si extrañas tanto a JungKook ¿Por qué no vas, lo buscas y solucionas las cosas con él? Mira que tampoco lo lleva muy bien, está igual o más decaído que tú.

—Te dije que si venias, no hablaras de él —se giró mirando hacia la asquerosa pared, donde está pegada su cama.

—¿Qué mierda has estado haciendo contra esa pared? —me levanté del piso, que era donde estaba sentado y caminé hacia la cabecera de su cama. Miré de cerca—. ¿Es sangre seca? Jimin —miré sus manos, exactamente sus nudillos y pude ver heridas en ellas—. ¿Tanto te afecta tu situación con JungKook para descargarte contra la pared, la cual es de cemento puro?

—No me jodas ahora ¿quieres? —ocultó sus manos bajo su cuerpo, cerró sus ojos y suspiró, había sido el primer suspiro cargado de impotencia y nostalgia, algo que no esperaba de Jimin.

—Ese chico no sólo te gusta ¿verdad? —seguro y si seguía con esto recibiría un golpe o muchos, pero si Jimin está pensando en otras cosas y no en lo que debería, ambos saldríamos perjudicados—. ¿Por qué no aceptas hablar con él? Te ha perseguido todos estos días y escapas.

—¿Para qué hablar con él? ¿Para qué le arruine aún más la vida? Suficiente tiene con haberme conocido.

—Jimin ¿te has enamorado de JungKook? —pude ver como mi pregunta lo sorprendió un poco, pues abrió enseguida sus ojos y su mandíbula se tensó—. Te enamoraste ¿verdad?

—No es como si fuéramos los mejores amigos para hablar de amor ¿no crees? Después de todo fui yo quien te arrebató a tu primer amor —volvió a girarse, quedando esta vez boca abajo—. No intentes ser agradable conmigo, que eso no te devolverá a tu amor y con el asunto de tu hermana, quedaron en informarme esta tarde.

—¿Tienes miedo de perder a Jeon? Estás sintiendo esa agonía, miedo, temor, preocupación, inseguridad, desconfianza de todos, pero, sobre todo, temes perder lo más importante que tienes ¿cierto? —me alejé un poco y así evitar un posible golpe—. Seguro te has imaginado hasta su muerte y por eso lo evitas, para que ese sueño, que posiblemente es más una pesadilla, no se cumpla ¿verdad?

—¿Todo eso sentiste cuando te enamoraste de Bogum? —se giró una tercera vez, quedando de lado, con la vista hacia el resto de su celda—. ¿Qué sentiste después que él muriera?

—¿Qué sentí? Un vacío enorme, no incompleto, sino que completamente vacío. Sentí que estaba viajando a un mundo oscuro, que jamás podría salir de allí, un dolor desgarrador, me quemaba por dentro, me faltó el aire, de pronto fue como si todo se hubiera congelado y los latidos de mi corazón se detuvieran, hasta creo que llegue a morir unos segundos. Solo, fue entonces la primera vez que me sentí solo, porque para sentirse de esa manera, primero debes tener a alguien importante y al perderle, recién entonces sentirás esa soledad por la falta de esa persona.

—Lo siento —¿había escuchado mal? ¿acaso Jimin, Park Jimin, el que asesinó sin sentir pizca de arrepiento acababa de decir lo siento? Me incliné un poco para verlo, y entonces fue irreal.

—Iré... iré a mi celda —me aleje rápidamente, dejando la puerta de su celda cerrada. Lo mejor sería que nadie lo viera... llorar—.

¿Qué debería hacer? Realmente no tendría por qué importarme que Jimin esté sufriendo, porque sé que lo está, pero ¿Por qué aun así me importa? Él fue el causante de mi tristeza por años, por mi sufrimiento, entonces ¿Por qué siento que debo de ayudarle? Pero exactamente ¿Qué puedo hacer para ayudar a ese par? Después de todo JungKook estaría mucho mejor sin Jimin, el mundo de este último es completamente diferente al de mi mulo. Sus mundos son como el fuego y el agua, el negro y el blanco, lo solido de lo líquido. Nada bueno podría salir de ellos juntos.

—TaeHyung —me sobresalté al escuchar mi nombre, me giré y tras de mí se encontraba el que quizás vendría siendo el agua, el blanco y el líquido—. ¿Vienes de ver a Jimin?

—No me metas en sus asuntos ¿entendido? —seguí mi camino hacia mi celda, pero este me seguía.

—Ayúdame, por favor —que no me metas—. Sólo tienes que ayudarme a buscar la forma de hablar con él.

—¿Tan impaciente estás por morir? —ya dentro de mi celda, él terminó entrando, sin importarle mis palabras.

—¿Por qué todos hablan de morir cuando se refieren a Jimin? ¿acaso sólo ven muerte en él? —se desesperó.

—Entiende de una vez, que todo lo que rodea a Jimin se relaciona con la muerte —lo miré molesto, más bien cabreado por todo este asunto entre ellos—.

—No todo.

—Sólo tú crees eso —me senté sobre mi cama—. Acepta que es así...

—Él me quiere —lo vi seguro de sus palabras—. Y porque me quiere me aleja, porque cree que, si estoy a su lado, moriré.

—¿Acaso no es cierto?

—No, no es cierto —dio un paso—. Él es quien cree eso, pero en lo que yo creo es que si estamos juntos nada malo pasará, porque él fue quien me prometió que me protegería siempre.

—Y esa es su forma de protegerte —me levanté ya harto—. Aun no entiendes nada JungKook, el pasado de Jimin es mucho más complicado de lo que crees, por lo que no sólo mi padre, Se Jong, el padre de Jang Yong y Kyung Soon son los que lo quieren muerto, Jimin hizo tanto daño que sólo quiere protegerte de sus errores, porque él al fin encontró a lo único que podría causarle un daño real, infinito e incurable.

—¿Qué estás diciendo exactamente? —preguntó sorprendido.

—Que el tarado de Park Jimin se enamoró de ti y es la primera vez en su puta vida que ama a alguien y por ello teme aún más el que te pase algo malo, más si es por su culpa.

—¿Ya terminaste de decir tanta mierda? —JungKook giró sobre sus pies, yo me sobresalté al ver la mirada furiosa de él.

—Jimin —le habló JungKook, pero este idiota lo ignoró rotundamente, haciéndolo sentir, de seguro, invisible.

—Los planes se adelantaron, ven conmigo —me ordenó, giró sobre sus pies para dejar mi celda, pero una mano lo detuvo—.

—Yo... me adelantaré, ustedes tienen que hablar, supongo.

—No hay más nada que decir, vamos —pude verme reflejado en la mirada desgarradora de JungKook al ser dejado e ignorado por quien ama, más cuando se soltó de ese agarre con tanta brutalidad. Se marchó—.

—JungKook —me miró—. Deberías de...

—Nos vemos luego —pude ver como pequeñas lagrimas se formaron en sus tristes ojos, los cuales antes solían mostrar nostalgia, preocupación, temor y angustia, para luego tener un brillo especial y hasta feliz, viéndose ahora en ellos, tristeza, abandono—.

Se notaba hasta en su forma de caminar lo molesto que estaba, lo mejor sería mantenerme alejado de él, y si es posible hasta salir de aquí. Seguro y si sigo de metido terminaré saliendo, pero tieso y en una bolsa.

—TaeHyung —me llamó, pero no me acerqué—. En serio me estas cabreando, como sigas te mataré y me importará una mierda el trato con tu padre, mira que comienzo a querer dejar todo de lado y ya.

—¿Acaso mentí en algo con lo que le dije? —se detuvo. Bien Kim TaeHyung, la cagaste a fondo—.

—No, no mentiste y por eso quiero golpearte en este momento —se giró.

—Jimin —pero para mi suerte, no sería el momento, pero como siga de metido, terminará golpeándome—. Tu visita ha llegado y también pidió ver a TaeHyung.

—¿Es mi hermana? —le pregunté a Monster.

—No, es un tipo —lo seguimos y cuando llegamos a la sala de visita vimos a un joven, quien de seguro era alguno de los hombres que trabajaba para Jimin y Wang.

—¿Y bien? ¿Qué me has conseguido?

—jefe —titubeó un poco, mostrando nerviosismo y miedo—. En realidad, no le traigo buenas noticias.

—Habla —le ordenó impaciente Jimin—. Yuro, habla ya.

—Está bien —levantó las manos, en ellas un sobre no muy grande ni muy chico, lo dejó sobre la mesa y lo acercó hacia Jimin—.

—Se supone, los revisan cuando entran —comenté.

—¿Se te olvida que tipo de cárcel es esta? —respondió Jimin, y era obvio, aquí sólo les quitan los celulares al entrar o si intentan meter armas o esas cosas, lo demás, como papeles o sobres los dejan pasar sin revisar el contenido.

—Vea el contenido —le dijo, Jimin agarró el sobre, lo abrió. Sacó dos laminas, que más bien parecían ser imágenes. No sé por qué, pero sentí cierto mal presentimiento sobre esas fotos.

—Ya veo —su expresión cambió radicalmente, apretó las fotografías, ya que pude ver que eran dos. Su mirada se oscureció y al verme... ¿me acaba de decir con su mirada, lo siento?

—¿Qué contienen esas fotos? —le pregunté.

—Nada importante —se las arrebaté.

Una cuerda, sangre, piel dañada, un agujero, dedos cortados, moretones, cabello en el piso, sangre goteando en el piso.

—Mátalo, Jimin —me levanté de mi asiento—. Por favor mátalo.

Abandoné la sala de visita, llevándome conmigo lo último que vería de mi pequeña hermana.    

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro