Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

S3: Capítulo dos


Minutos más tarde...

—Las cosas en la prisión no van bien, Jimin —Monster llevaba veinte minutos paseándose por toda mi habitación, mientras yo me quejaba por el dolor que estaba sintiendo en la espalda—. El director ya ha dejado la prisión y mañana llegará ella.

—Pero si aún falta un mes para eso... ¡ah! Mierda Monster, llama a alguien —me queje, pero este seguía indiferente a mi situación—.

—Venga Jimin, que no sientes dolor.

—Soy humano, aunque no lo creas, sufro y siento tanto o más que tú —respondí completamente furioso—. El puto dolor no me deja pensar. Llama a alguien de una puta vez.

—Ok, ok, voy por ayuda —cabreado dejo el lugar—.

Durante treinta minutos estuvieron tratando mi quemadura, se había inflamado y como antes no avise, me regañaron. Venía sintiendo un dolor desde ayer, pero le reste importancia. La enfermera que antes me cambio el vendaje tampoco dijo nada, porque la muy estúpida solo se preocupó de la maldita venda sin prestar atención a la inflamación que había comenzado a formarse. Seguro y la echan del trabajo. O quizás fue mi culpa por tratarla mal y tenía miedo de tardar más.

Ya una vez que terminaron, la enfermera jefe me informo que no solo a JungKook le harían un injerto de piel, que por la inflamación que tuve, me tendrían que hacer una también.

—Ahora sigamos con lo nuestro —hablo enseguida Monster—. ¿Cómo harás para mantener a esa zorra a raya?

—Primero de hacer cualquier cosa, tengo que dejar el hospital y saber que JungKook volverá a ser el de antes.

—Sabes no lo será —me miró fijamente—. Su piel no será la de antes y lo sabes mejor que nadie.

—Lo sé, no necesitas recordármelo —deje caer mi rostro sobre la almohada—. Monster déjame solo.

—Como quieras —solo escuche sus pasos alejarse, tras ser la puerta cerrada—.

Kyung Soon será la nueva directora desde mañana, lo que significa que muchas cosas van a cambiar. Monster me pide que haga algo, pero ¿Qué puedo hacer si no tengo idea de los pasos de ella? No sé qué planea exactamente, sé que se irá contra JungKook, como hizo el Mayor Kim, pero ¿Cómo exactamente? Creo que es una suerte el que estemos en el hospital, porque seguro si estuviéramos en prisión ahora mismo, saldríamos con los pies por delante y no caminando.


TaeHyung POV.


Cinco días, ¡cinco malditos días han pasado! Seguimos sin noticias de JungKook y Jimin. Monster no se digna a darnos información o al menos a decirnos si siguen con vida. Con JongHyun hemos estado pensando firmemente en escaparnos si no nos dicen nada, sé que es algo extremo y que, en mi condición, no debo de hacerlo, pero no tener noticias de ellos, realmente me tiene atemorizado y preocupado. Muy en el fondo JungKook se ha vuelto un amigo para mí, después de todo ha sido el único en preocuparse realmente por mí y quien me ha tratado igual a los demás, sin que le importe lo que le podría suceder por hablarme. Y bueno, Ho Seok...él...él es otro caso aparte, quien por obvias razones se ha acercado a mí y duele, duele aceptar que es por su trabajo.

—¿Sigues sin saber sobre el estado de Jimin? —se acercó su mulo, a quien rara vez se le ve fuera de su celda—.

—¿Es que acaso te importa su estado? —respondí con otra pregunta, este me fulmino con la mirada, tratando de intimidarme, cosa que logro—. Ok, no, no he sabido nada ni de Jimin ni de JungKook.

—Seguro y el disque héroe murió.

—Seguro y no murió —respondí enojado—. Jimin no dejaría que su novio muriera, no frente a él-

—Poco me importa si ese chiquillo muere, me interesa que Jimin este bien y ya.

—¿Por qué? ¿es que acaso esos polvos entre ustedes significan más? Creí que solo te dejabas follas por supervivencia y no porque tuvieras sentimientos por Jimin.

—Escucha Kim —se acercó rápidamente—. Mis asuntos con Jimin, son solo de él y yo, como metas tus narices, me encargo de ti.

—Me valen mierda tus rollos con Jimin —retrocedí tres pasos—. Solo te recuerdo que está baboso por JungKook y que tu culo ya no le importa.

—¡Serás hijo de...

—TaeHyung —me gire a ver a quien me llamó, quien acaba de librarme de una segura paliza—. Tienes visita.

—¿Visita? —olvidando a Yoon Gi, me encamine hacia Ho Seok, quien tenía un rostro bastante preocupante—.

—Ve rápido —se giró dándome la espalda—.

Acompañado de un guardia, me dirigí hacia la sala de visitas. Cuando entre mi sorpresa fue gigante, ya que quién me visitaba era el disque novio de Ho Seok, o sea su amigo policía.

—Kim TaeHyung —dice sonriendo al verme—.

—Sí, así me llamo —me senté frente a él—. ¿Y tú?

—Kim Seok Jin —¿Kim Seok Jin? Su nombre...—

—Seguro te hablaron antes de mí.

—Sí, mi hermana, seguro sabes de ella.

—Sé de ella, de ti, de tu padre y madre —su mirada era como si estuviera analizando cada parte de mi rostro—.

—¿Y has venido para decirme eso?

—No, he venido para que me ayudes.

—¿Ayudarte? ¿en qué?

—Necesito que me ayudes a acabar con tu padre y Jimin —su tono de voz cambio—. Si me ayudas, hare que limpien tus papeles y...

—Lo rechazo —me puse de pie—. Primero; estoy seguro de que a mi padre no le gustaría saber que lo traicionas, ¿Cómo lo sé? Conoces a Wang, hombre leal de Jimin y me dijo mucho sobre ti —bien, el mentir no me queda bien, pero necesito mantenerme a raya de este tipo—. Segundo; el único que puede acabar con ese viejo de mierda es Jimin y contra Jimin, yo no puedo. Tercero; Ho Seok... mejor será que lo saques de aquí antes de que el jefe se entere quien es realmente —me gire dándole la espalda—. El que finja que le gusto no le servirá mucho tiempo, Kim Seok Jin.

Al llegar a mi celda, cabreado por la visita de ese policía, mi cabreo aumentó al ver que Ho Seok esperaba por mí, sentado en mi cama.

—Vete Ho Seok.

—¿Qué quería Jin? —se levantó de inmediato, acercándose—.

—Detente —le ordene—. ¿No te cansas de fingir? —lo mire enojado—. Te daré un consejo gratis, Ho Seok —lo mire fijamente, este confundido solo se calló—. Abandona esta prisión antes de que Jimin se entere de que en realidad eres un policía y acabe con tu vida.

Boquiabierto, su rostro era todo un poema. Lo empuje haciéndole a un lado y así tenderme sobre mi cama. Este seguía perplejo, hasta que al fin pudo hablar.

—¿Desde cuándo lo sabes?

—Antes del incendio, creo, no lo recuerdo bien —cerré mis ojos—. Ya no necesitas fingir que te sientes atraído por mí, sé que también era parte de tu plan y así sacarme información, ahora vete.

—No puedes echarme, así como así, no después de lograr confundirme —abrí mis ojos y lo mire, me reí—. No es gracioso.

—Lo es, ya deja de fingir Ho Seok.

—¡No finjo! —me agarro de la muñeca derecha y me obligo a levantar—. Me has confundido, maldición, no me pidas me marche ahora.

—De verdad, ya no sigas —quise soltarme, pero su agarre era cada vez más fuerte—. Suéltame.

—No, no te soltare hasta que me creas.

—¿Por qué tendría que creerte ahora, si solo me has estado mintiendo? ¿ya lo olvidaste? Yo te doy asco.

—Ahora te digo la verdad y sobre eso... ya no me das asco, en realidad jamás me diste asco...

—¡Para de mentir! —maldición, odio ser tan sensible en ocasiones, no puedo llorar frente a él. No debo—.

—¡No miento, maldición! —su siguiente movimiento fue rápido, pero seguro fingido. Y a pasear de saber que este beso también era una mentira de él, correspondí—.



Nam Joon POV.


Necesitaba deshacerme de tanta mierda de la semana. Qué mejor manera que visitar a mi nuevo amigo poli. Seguro a esta hora estaría en su casa, sin imaginarse que lo visitare para tener una maravillosa y placentera noche de sexo duro y salvaje.

Tras tocar tres veces su puerta, al fin decide abrir el muy condenado.

—Vaya, pero que sensual te ves recién despierto —y realmente se veía sensual con su cabello despeinado, sus ojos a medio abrir, molesto y con ganas de matarme—.

—Ahora no Nam Joon, vete —quiso cerrar su puerta, pero coloque mi pie entre la puerta y la viga de esta—. Que te vayas.

—No, esta noche vine por sexo, princesita amargada —dije con mi voz cargada de sensualidad y deseo de él, aunque también con burla por el apodo—.

—Si quieres sexo, bien puedes buscar otro culo, no tengo ganas —y a pesar de lo que dijo, dejo la puerta libre, invitándome a entrar—. ¿Vendrás cada vez que quieras sexo?

—Sí, cada vez que este caliente y deseoso de ti —deje sobre su sofá la bolsa de cerveza que antes compre de camino y me encamine hacia él—. Anda, que sé que lo deseas tanto como yo.

—¿Es que no te cansas? Has venido prácticamente toda la semana —se alejó, caminando hacia su sofá, saco una corona y comenzó a beber—.

—Y seguiré viniendo cada vez que quiera —imite su acto, bebiendo una cerveza—. Por tu cara, se ve que has tenido un mal día.

—Lo tuve, pero nada que te incumba —se sentó sobre su sofá—.

—Cierto, no me importa —me detuve frente a él—. Lo que me importa ahora es que te levantes, te quites el pantalón corto que llevas y me dejes libre acceso a tu culito.

—A veces eres tan sucio para hablar —me miro de reojo—.

—Y bien que lo disfrutas, sobre todo cuando te la estoy metiendo —termine de beber toda mi cerveza. Lo mire fijamente, deseando ya estar dentro de él—. ¿Seguirás haciéndote del rogar o comienzo por mi cuenta?

—Has lo que quieras.

Y así hice. Baje la cremallera de mi pantalón, bajándolo hasta mis tobillos. Sus ojos se abrieron al ver lo que tanto le gusta, vi como lamio su labio inferior al ver ahora completamente desnuda mi polla.

—¿Me la quieres mamar acaso?

—Tú eres quien quiere que se la mame —dejo su cerveza sobre su mesa de centro, llevo sus manos a mi cintura y acerco su rostro—.

—Anda, chupa de una vez —exigí completamente excitado, es que ver esa mirada de deseo en sus ojos me excita más que cualquier cosa, pero su culo me excita mucho más—.

—Antes —dejándome completamente ansioso, se levantó, alejándose un poco—. Me he enterado del incendio que hubo en la prisión, que Jimin y JungKook salieron gravemente heridos.

—Jin no he venido hablar de ese asunto, limítate a complacerme.

—Pues a mí me interesa ese asunto, así que me cuentas qué sucedió o no habrá ningún polvo ¿entiendes?

—Como me pone cuando te pones cabezota —gruñí—. Uno de tus colegas y no hablo de los polis, comenzó el incendio y seguro por órdenes del Mayor Kim, pero su cometido falló, ya que ambos siguen con vida, graves, pero viven.

—Que alivio —su rostro realmente se veía aliviado al saber eso—.

—Se supone quieres acabar con Jimin...

—Pero no con JungKook, él no tiene la culpa de enamorarse de la monstruosidad de Jimin.

—¿De dónde conoces a Jimin? —esto me interesa y aunque estaba duro como piedra y dolía, podría aguantar un poco...solo un poco más—.

—Ya te lo dije antes, nos conocimos en una de las reuniones del Mayor Kim —apoyo su espalda en el respaldo de su sofá—.

—Lo recuerdo, pero pareciera que lo odias por otro asunto ¿me equivoco?

—Te equivocas, simplemente no lo soporto, cuando el Mayor Kim lo unió al grupo, este se agrando mucho, se creía el segundo jefe y trataba muy mal a los que llevaban años trabajando.

—¿Tan malo era eso? ¿Acaso sentiste envidia?

—Muy malo, si supieras las cosas horribles que hizo los meses que logró estar con nosotros antes de que lo atraparan —por su tono de voz, podía imaginar que nada bueno paso en ese tiempo—. Envidia jamás, Jimin es el tipo de persona del que no puedes envidiarle nada, ya que nada en él es envidiable. Ni su vida, y ni hablar de familia porque no tiene a nadie.

—¿Tanto lo odias? ¿Seguro no te hizo nada?

—¿Odiar? No lo odio, sólo sé que, si acabo con él y el Mayor Kim, muchos podrían ser felices, empezando por ese chico, JungKook y TaeHyung, créeme.

El dolor en mi entrepierna aumentaba cada vez más, sobre todo cuando este se mordía el labio inferior. Por lo que, sin soportar más, me abalance sobre él.

—Te vas bajando ya el pantalón, necesito metértela ya —le ordene entre besos, los cuales el respondió a cada uno—.

—Que cachondo estas hoy, Nam Joon —soltó con su voz sensual, cargada de deseo—.

—Cachondo por ti, así que deja ya tu culo desnudo, listo para mí.

—Bien, pero aquí no, no quiero que manchemos de semen mi sofá.

—Tan delicado como siempre —me burle, nos levantamos y dirigimos a su habitación—.

Sentir su piel suave, delicada, desnuda y lista para ser lamida y chupada por mí, me ponía a mil. He estado con varios tipos y tipas con una piel privilegiada, pero la de Jin no tiene comparación alguna.

—¡Ah...Mierda! —rasguño con fuerza mi espalda, mientras lo penetraba sin lubricarlo antes—. ¡Serás imbécil!

—Me hiciste esperar mucho —embestí con fuerza una vez que ya estuve dentro—.

—Mierda...ahh...ahh —ahora ambas manos se aferraban a mi espalda desnuda, sintiendo como sus uñas me marcaban, como si de un gato se tratara—.

—Estas estrecho...

—Cállate idiota.

Varias embestidas más, mientras lo masturbaba y él maldecía por todo el placer que seguro estaba sintiendo. Tenía razón en follar en su habitación, seguro y manchábamos más que el sofá con todo el semen que hemos soltado. Un orgasmo que solo comenzaba a tener con él, el cual me gustaba cada vez más.   



JungKook POV.


Seis días desde el incendio, debo admitir que cuando pienso en ello, me rio. Realmente fui un estúpido, definitivamente tenía que dejar de dármelas de "héroe", por ello ahora estoy aquí, con el cuerpo quemado, sin sentir dolor, prostrado en esta cama y con un Jimin distanciado. Estos casi tres años he aprendido a conocerlo tanto, que seguro ni él mismo se ha dado cuenta de eso, y sé que desde ese día no ha dejado de culparse por nuestro estado. ¡Y es que sólo yo soy el culpable! Desde el principio debí notar que era una trampa, pero no, fui y me adentre en las llamas por alguien... ¡Que ni siquiera conozco!

Los días en que Jimin no me visito, pude pensar con claridad, ya que en prisión todo me recuerda a él y su presencia está por todos lados. Si sigo a su lado, no solo querrán atacarme mientras duermo, o mientras desayuno o almuerzo. No solo querrán atacarme en las regaderas, no sólo yo sufriré, sino que, mi madre y hermana también, no sólo viviré con miedo, o tendré que dormir con un ojo abierto y el otro cerrado, tendré que vivir escapando, siempre y eso me atemoriza, me aterra, pero lo peor de todo, es que sabiendo todo eso, yo no me alejaré de él. Sí, estoy completamente loco, pero es una locura que me hace feliz, a pesar de todo, y quiero vivirla, disfrutarla y aferrarme a ella. Quiero seguir junto a Jimin.

—¿Estás listo? —abandone mi ensoñación al escuchar a mi madre hablar por quinta vez—. ¿Te sucede algo hijo? ¿Estas asustado o preocupado?

—No es nada...solo que él no ha venido —mire hacia la puerta de mi habitación, esperando que Jimin entrara y me dijera que todo saldría bien, que mi cirugía marcharía a la perfección y que él estaría bien, pero no venía—.

—¿Hablas del hombre que te salvo? Hijo... —la mire, lo iba a preguntar, lo presiento—. Tú...y ese chico... ¿Qué relación tienen?

—Mamá —la mire fijamente—. He cambiado...mucho.

—¿Eres feliz? ¿realmente feliz? —agarro una de mis manos, dejando las suyas sobre esta—.

—Tan feliz de como cuando papá estaba vivo —y le sonreí, porque en el fondo a pesar de todo soy feliz—.

—Bien —me sonrió sinceramente—. Solo eso necesito saber, lo demás no importa, ahora.

—Gracias mamá —un abrazo por parte de ella era algo que quería en este momento, pero más quería y necesitaba uno de Jimin—.

Aun no entiendo por qué el doctor ha esperado seis días para mi injerto de piel. Cuando las enfermeras creían que dormía, mencionaron que en mi estado no se debía esperar más de tres días, que todo era muy extraño. Si me encontrara en otra situación, también me resultaría todo muy confuso, pero al saber mi estado, por ser quien soy y novio de él, esto ya ni me preocupa.

El doctor se presentó ayer, luego que Jimin dejara mi habitación, informándome que el día de hoy se me realizaría el injerto de piel, por lo que seguro a él se le dijo, pero, aun así, no se ha presentado. ¿Es que no le preocupa qué pueda ocurrirme durante la cirugía? ¿Realmente ha decidido alejarme de su lado?

—¿Y ese rostro? ¿Tan asustado estás? —levante mi rostro al escucharlo hablar—. No tengas miedo, me he encargado de que todo salga bien.

—¡Idiota! —me miró sorprendido, para luego sonreír—. No te rías, creí que no vendrías.

—¿Y dejar que te mees de nuevo por el miedo? —se burló—. Recuerda que cuando estas muy aterrado, te orinas.

—Cállate idiota, no me recuerdes eso —¿Cómo podría olvidar el por qué me orine esa vez? Ese día perdí a tres amigos importantes, será un día que nunca olvidaré—. ¿Por qué crees que han tardado tanto con el injerto de piel?

—Oh...eso —y ahí ese rostro, el cual me delata que él tiene que ver en ese asunto—.

—¿Qué hiciste?

—Verás, tuve una discusión con el doctor, al principio había aceptado que fuera donante, pero luego dijo que mis quemaduras necesitarían de mi propia piel, que por eso se negaba a dejarme donar mi piel, así que al final me dijo que había una tercera opción.

—¿Cuál?

—Un injerto de piel artificial.

—¿Piel artificial?

—Sí, es mucha mierda la explicación, pero sí me quedó claro que ese injerto tiene unas células que te ayudarán a sanar el tejido dañado y no sé qué más, pero que sólo sería temporal, que después de un corto tiempo tendrías que volver a hacerte otro injerto, pero esta vez con tu propia piel y así sería un éxito la cirugía —su mirada cambio a una totalmente culpable y arrepentida—. Yo realmente lamento no haber llegado antes, sólo quiero que tu delicada y hermosa piel regrese, JungKook.

—Jimin —también aparte de volverme completamente loco, me he vuelto un sensible y llorón, bueno, sólo cuando esa parte de Jimin sale a flote—. ¿Me abrazas?

Se acercó temeroso y a medio metro, logré agarrar su brazo y lo acerqué a mí. Temí que me rechazara por lo asqueroso que he de verme, pero no lo hizo. Si se quejó y fuerte cuando sin querer toque su venda, la cual cubría su espalda quemada, me costaría acostumbrarme aquello y seguro a él cuando tuviera que ver mi cuerpo diferente, sobre todo cuando nos encontremos en intimidad.

—Puedes abrazarme con más fuerza y seguridad, no siento dolor en las quemaduras —le recordé, sentí su cuerpo tensarse y alejarse—. Ahora no te alejes, quédate conmigo. Necesito a mi novio a mi lado.

—Es difícil quedarse y verte JungKook, es difícil ver esas quemaduras, ver tu cuerpo dañado, demacrado, tu piel carbonizada, es muy difícil.

—Sólo haz como yo y ya —se alejó y me miro—. Finge que no hay nada y si no puedes, solo recuerda mi piel, la que tuve antes del incendio, recuerda cuánto te gustaba tocarla, besarla, chuparla y lamerla, ten esa imagen y verás que no será tan difícil ¿sí? Inténtalo por mí, Jimin.

—Lo intentaré —sonrió, secando las lágrimas que comenzaban a deslizarse por mis mejillas—.  

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro