Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

S3: Capítulo cuatro


Jimin POV.


No sé cuánto tiempo duró la cirugía, realmente me pareció una eternidad la espera. Ni una sola enfermera salía para informarnos sobre el estado de salud de JungKook. Tanto su madre como su hermana estaban al borde del llanto, eso no me ayudó mucho, ya que desde antes me venía sintiendo horriblemente culpable.

A eso de las ocho de la tarde, al fin hizo presencia el doctor. Frente a nosotros, miró a la madre y le habló. Esos minutos fueron los peores de mi vida, su rostro era sombrío y preocupante, dios...algo salió mal, algo le sucedió a JungKook y por eso tiene ese gesto de preocupación. Soltó un respiro de alivio y creo que, con esa acción, pude volver a respirar con normalidad.

—La cirugía salió bien —nos informó, la madre de mi novio se desplomó sobre la silla, como si durante todo ese tiempo hubiera estado resistiendo. Su hija la abrazó sonriendo—. No tuvimos ningún percance, el injerto de piel artificial fue compatible al cuerpo de su hijo y sobre todo a la quemadura, así que pueden estar tranquilos —esta vez nos habló a todos los presentes—.

—¿Puedo ver a mi hijo? —preguntó ella desesperada, pero aliviada—.

—Ahora será llevado a observación, por esta noche no permitiré visitas, pero ya mañana podrán verlo.

—Gracias, doctor —su madre se levantó, agarró ambas manos del doctor y derramando una lágrima volvió agradecer—. Muchas gracias, no sé cómo se lo pagaré.

—Es mi trabajo señora, no debe agradecer —le sonrió—. Ahora —guío su mirada hasta mi—. Es tu turno.

—¿Mi turno? —asintió—. Solo preocúpese de JungKook, olvídese de mí.

—Paciente Park si no me obedece le pediré al guardia Monster su colaboración —amenazó el maldito—. ¿Y bien?

—Será....

—Jimin —se acercó de pronto la madre de JungKook, su hermana miró preocupada—. Ve a que sanen tus heridas, seguro mi hijo querría eso.

—Señora... —me sonrió y pude sentir la calidez de su sonrisa—. Está bien —derrotado por ella, seguí al doctor, quien agradeció la ayuda de la mujer y me guio por el pasillo por donde él vino. Obviamente el guardia que me vigilaba nos siguió—.

Pasamos junto a otra sala, en donde se encontraba JungKook, se veía agotado, dormido, pero agotado. Las ganas que tuve de adentrarme al lugar, besarlo y susurrarle que todo estaría bien, tuve que guardármelas, ya que el doctor me llamaba reiteradas veces. Dentro de la sala donde me harían la cirugía, se encontraban muchas cosas, como corto punzantes, tijeras, jeringas y demás que podría utilizar a mi favor, por lo que el guardia terminó por colocarme los grilletes y así evitar cualquier intento que quisiera hacer. Otros dos guardias llegaron, pero estos se quedaron fuera de la puerta, ya que el doctor no quería mucha gente, que no sea sus colegas, y así no molestarlo. Me anestesió y antes de quedarme profundamente dormido, vi seguridad en su mirada.

Ya era de madrugada, durante mi estado, aún algo anestesiado recordé aquella época donde no me importaba nada ni nadie. Hice tanto daño, arrebaté tantas vidas y ahora estas me perseguían en pesadillas. Mentiría si dijera que me arrepiento, porque no es así y sé que está mal, pero es la verdad, no me arrepiento de ninguna muerte...bueno, si de una, aunque no haya sido yo quien quitó la vida. Si tan solo hubiera protegido un poco más a Haneul, ella no estaría muerta ahora. Después de todo ella solo buscaba lo que cada ser humano busca; amor, felicidad y tranquilidad. Aunque otros son un poco más ambiciosos.

—Has despertado —gire un poco mi rostro, y así poder ver a la dueña de la voz—.

—¿Usted...

—El guardia Monster me ha dejado venir a ver cómo estabas —desvié mi mirada hacia la entrada, donde se encontraba el nombrado de pie, vigilando mis movimientos—.

—No debió molestarse —quise levantarme y sentarme, pero la señora me lo prohibió por mi reciente cirugía—.

—Claro que sí, mi hijo sigue vivo gracias a ti, además —la vi algo incómoda y nerviosa—. Sé que eres importante para él, si no te venía a ver, seguro se molestaría cuando despierte.

—¿Lo sabe...?

—Me ha dicho que es feliz, como cuando su padre vivía —dijo nostálgica—.

—¿Él le dijo que es feliz? —¿Cómo puede ser feliz con la vida de mierda que le estoy dando? —.

—Sí, él me lo ha dicho —me sonrió, definitivamente su sonrisa debe ser igual a la de su padre—.

—Entiendo.

Abandono mi habitación. Monster se acercó a la silla donde ella antes estuvo sentada. Me miró y yo solo gire mi rostro, evitando todo contacto visual con él.

—Dormiré, así que no molestes, esta noche no —dije antes de cerrar los ojos, aún me sentía medio débil y decaído. Al menos mi recuperación no será tan larga—.

Una Semana Después

Debía regresar a prisión, ya habían sido dieciséis días fuera y tenía un muy mal presentimiento. La directora ordenó que debía volver y el doctor se vio obligado a darme el alta. Por otra parte, JungKook debía quedarse una o dos semanas más hospitalizado, ya que su salud no ha sido la mejor. Le dio una infección en la quemadura del muslo, pero gracias a que su hermana lo noto a tiempo, pudieron hacer algo. Durante la semana, solo pude visitarlo dos días, ya que Monster, por alguna extraña razón no me permitía dejar mi habitación y esos dos días, fui vigilado por seis guardias, siendo algo en exceso.

Estaba listo para dejar el hospital, pero no para dejar a JungKook.

—Ya me debo ir —Monster me permitió despedirme de mi novio—. Me han dado el alta y tengo que regresar a la prisión.

—Me iré contigo —apoyó las palmas de sus manos en el colchón e intentó levantarse, rápidamente me acerqué y lo detuve—. Me iré contigo, no me quedaré aquí sin ti.

—Debes quedarte, aun no te recuperas —agarré sus hombros y nos miramos—. Por favor ¿sí? Solo será hasta que mejores, luego volveremos a estar juntos.

—Si nos vamos a volver a ver, ¿Por qué presiento que no será así? Porque presiento que pasara mucho tiempo hasta que podamos estar nuevamente juntos —maldición, ¿tenía que llorar ahora? Cuando lo que necesito es mantenerme fuerte—.

—Nos vamos a volver ver, confía en mí ¿sí? —le sonreí, limpiando las lágrimas de sus mejillas—.

—Prométeme que no matarás a nadie —agarró con desesperación mi diestra—. Prométeme que cuando yo regrese, tú estarás vivo esperando por mí.

—No voy a morir, no te dejaré solo —me acerque y bese sus deliciosos labios—. Solo preocúpate de recuperarte ¿vale? Yo estaré esperando a que regreses. No puedo ir a ningún otro lado sin ti.

—Es una promesa —apretó con fuerza mi mano—.

—Es una promesa —me solté—. Me voy —diablos, jamás me imaginé en este tipo de situaciones. ¿esto sienten las parejas cuando se van a separar por un largo tiempo? Porque nuestra separación será de dos años, lo siento JungKook—.


*Flash Back*

—Los reos han sido modificados, JungKook ha quedado en el área de los violadores y sabes qué le harán por solo estar ahí —me informo Monster, nervioso—. Se habría salvado si quedaba con los insanos y se mantenía al margen, pero la directora lo ha dejado con los violadores.

—¡Maldita perra! —tire el cojín que tenía bajo mi cabeza, poco me importo si mi venda se removía junto con el injerto, me levante y quede frente a Monster—. Necesito hablar con la mamá de JungKook.

Dudó, dudó bastante, pero seguro por mi reacción, mirada, odio y miedo en mis ojos, accedió. Era el momento de utilizar mi última carta, la cual iba a ser para mí, pero él la necesita más que yo. Cuando entro en mi habitación, Monster nos dejó. Le informe sobre cierta persona que me debía un favor y que ayudaría en el caso de su hijo. JungKook ha estado creyendo que yo no sé sobre la posibilidad de que salga antes de prisión, sé sus motivos para no decírmelo, pero ya no callare más. Algunos del jurado del juicio de su hijo, me causaron ciertos problemas al meterme aquí, por lo que les deje ciertas sorpresas y ahora me pagaran.

El juez de su caso es un maldito corrupto, y si entrego cierto audio podría perder su trabajo, propiedades y familia, por lo que la salida de JungKook será antes de tener que regresar a la prisión.

—Su hijo saldrá antes de prisión y regresará con usted —le informe—. Pero no puede decirle que yo tuve que ver en ese asunto.

—Entiendo —seguro ya noto que soy problemático y estoy metido en cosas turbias, pero seguro poco le importaba si así sacaba a su hijo de ese infierno—.

*Fin Flash Back*


—JungKook —me gire antes de dejar su habitación—.

—Jimin.

—Por favor deja de dártelas de héroe y desde ahora sé valiente, fuerte y si tienes que huir, hazlo —por su mirada, supe que lo noto, abandoné como un cobarde su habitación—.



JungKook POV.

Sabía que al final llegaría el día donde Jimin me apartaría de su vida definitivamente. Supe apenas vi esa mirada de lejanía, culpabilidad y arrepentimiento, que no volveríamos a vernos, al menos no de momento. Pero yo no estoy preparado para dejarlo ir, así como así, es más, creo que jamás estaré preparado para ello, jamás nunca.

—JungKook, hijo por favor no insistas —se puso frente a mi camino, tratando de convencerme de regresar a mi cama—. Sabes que no debes levantarte aun, la cirugía fue solo hace dos días, por favor —me rogó—.

—Tengo que salir, debo hacerlo —la mire, exigiéndole que me dejara marchar—.

—¿A dónde quieres ir con tanta insistencia?

—Tengo que hablar con alguien y golpear a esa persona —se cruzó de brazos y me miro molesta—.

—¿Irás tras de quien te salvó?

—Jimin, se llama Jimin y sí, tengo que aclarar ciertas cosas con él —soltó un suspiro lleno de frustración—.

—Él habló conmigo.

—¿Eh? ¿Qué te dijo?

—Te lo diré si regresas a la cama —vencido por mi madre, regresé y me acosté, si sigo de esta manera solo conseguiré que mis vendas se remuevan al igual que la piel artificial—.

—Anda, ya estoy aquí, habla —dije desesperado—.

—Lo siento, pero prometí que no te diría nada —sonrió victoriosa, termine por no enterarme de nada y dándome por vencido, ya que cuando ella le promete algo a alguien, pues cumple—.

Una enfermera entró en mi habitación para mi revisión de rutina, es algo que deben hacer dos veces por día, ya que mi quemadura fue grande y sumando la infección que lograron evitar que fuera grave.

—¿Cuándo podré dejar este lugar? —le pregunté mientras terminaba de cambiar el vendaje—.

—Quizás en dos semanas más o puede que tres, depende de tu recuperación —contesto concentrada en lo que hacía—.

—¿Tanto tiempo?

—La cirugía que se te hizo hace poco es compleja, los efectos secundarios que queremos evitar podrían ser graves, por eso debes estar en observación dos o tres semanas —me miró—. Además, quien pagó la factura del hospital dejó muy claro que no te dejáramos ir hasta que estés totalmente bien, y aún queda la segunda cirugía.

—¿Quién lo hizo?

—Un doctor de apellido Wang —¿Wang? Wang... ¡Jimin! —. Cubrió todos los gastos, hasta pagó su estadía aquí y la segunda cirugía.

—Entiendo...

—Hasta el momento vas bien con el injerto, por favor evita moverte tanto, recuerda que fueron tres las zonas donde te quemaste y necesito que te muevas lo menos posible.

—Está bien —gire mi cabeza hacia la ventana, las cortinas amarillas estaban abiertas y podía ver como el cielo se iba cubriendo de nubes plomas, avisando que llovería—.


Días después...

—¡Maldición! —tire mi almohada hacia el piso—. ¿Es que esta mierda no puede sanar más rápido?

—JungKook, tranquilo —me pidió mi hermana—. ¿Por qué estás tan alterado?

—Pájara déjame ¿quieres? Vete a dar una vuelta o ve casa, pero déjame —reprimí las enormes ganas de llorar que llevaba ya varios días guardándome—.

—Siempre nos hemos contado todo, tú me escuchas y yo a ti —agarro mi diestra—. Cuéntame qué te sucede, me duele verte en ese estado.

—No es fácil de contar y dudo que lo entiendas —desvié su mirada—.

—No lo sabremos hasta que me cuentes —me sonrió—.

—Me he enamorado de un asesino —la mire, su sorpresa me la esperaba—. Me enamoré tanto que podría morir si no estoy a su lado.

—Kookie...

—SeulBi —la mire, ya no podía resistir más—. Me he enamorado de la persona más mala y cruel que podríamos conocer, pero que me protege y ama como nadie ha hecho.

—Hermano —acaricio mi mejilla derecha—. Jamás te he visto así por nadie.

—Porque jamás me he enamorado antes —limpio mis lagrimas—. Y ahora no está aquí conmigo, está allá, en esa prisión y seguro que corriendo peligro. Soy un maldito cobarde que solo le causa problemas creyéndome héroe, fue herido por mi estupidez, el que ahora estemos separados es solo culpa mía.

—¿Te has enamorado de un hombre...de la prisión?

—Sí ¿te doy asco ahora?

—¿Qué? ¡claro que no! —respondió ofendida—. Si me sorprende, pero ¿darme asco? Jamás hermano, siempre te apoyare y más en esto. Además, te debo tanto...que no sé cómo pagarte lo que haces por mi —otra vez ese temblor en su mano derecha, esa mirada culpable y arrepentida—.

—Haz algo por mi —era mi última opción, aunque no quería meter a mi hermana menor en este asunto—.

—Claro, lo que quieras —me miró—.

—Ve a ver a Jimin y llévale una carta que le escribiré ¿lo harías?

—¿Jimin...? ¡¿El tipo que se besaba de esa manera tan fogosa con esa chica que llegaba y quien me apodo "pajarita"?!

—Sí, ese Jimin ¿puedes hacer eso por mí?

—Bueno...está bien, lo haré. Puedo hacer eso por ti.

Como no tenía dónde ni con que escribir, mi hermana fue alguna librería donde pudiera comprar algún cuaderno y lápiz. Aunque le dije le llevara una carta, no sabía bien cómo comenzar a escribirla o qué le diría. Tengo mucho por decirle, pero no sé qué es más importante, quizás hasta no quiera leerla y la tire a la basura.

Mi hermana no regresó sola, con ella vino mi abogado.

—Hola JungKook —me saludó sonriendo—.

—Hola abogado.

—Vamos, no estamos en la prisión, llámame por mi nombre.

—Hola, Young Jae.

—Así está mejor —agarro la silla y la acercó junto a mi cama—. Te traigo excelentes noticias.

—¿Excelentes noticias? —lo mire confundido—. ¿Ha pasado algo con mi caso?

—Si, un juez ha aceptado retomar tu caso y por lo que pude hablar con él, estarías saliendo muy pronto de prisión.

—¡¿Que?! —mi hermana dio un leve grito de alegría, pero yo no puedo estarlo, bueno sí, pero ¿Y Jimin? ¿Qué sucederá con él? ¿conmigo? ¿Con nosotros? —. Pero...pensé no había oportunidad y... solo me quedan dos años de condena.

—Te quedaban, si todo sale bien, quedarás libre antes de dejar el hospital —sonrió—.

—Pero ¿Cómo es posible? Esas cosas llevan mucho tiempo y...

—Sí, llevan su tiempo, pero ¿no estás feliz acaso? Deberías de estar sonriendo y gritando de alegría.

—Debería...

Después de su noticia, no sabía cómo debía de reaccionar. Sé que mi primer sentimiento ante eso debería ser felicidad, cualquier otro reo en mi lugar querría de vuelta su libertad, pero ¿Y si salgo y Jimin me olvida? Si decide seguir con lo suyo ahí dentro...terminaría por alejarme y echarme completamente de su vida. Seguro se buscaría otro reo y... ¡maldición! No puedo siquiera pensar en eso.

Esta situación es una mierda y sin Jimin, mis fuerzasson débiles, casi inexistentes. Por ahora solo me queda esperar a que misheridas sanen, regresar a la prisión y.... ¿luego? Luego no sé qué sucederá.  

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro